RESEÑA: MONFRAGÜE, JAVIER MORALES

Fuente: Undine von Reinecke

Ficha Técnica

Editorial: Tres Hermanas
Tamaño: 13 x 20 cm
Encuadernación: Rústica con solapas
Páginas: 120 páginas
ISBN.: 978  84 19243 11 9
P.V.P.: 17 €

Sinopsis de la Editorial


Un escritor de viajes regresa al Parque Nacional de Monfragüe, en Cáceres, para escribir un libro aunque, sobre todo, para intentar cerrar una herida.

Cuando era niño viajó a ese parque en una excursión escolar. Allí conoció el amor, pero también los reveses de la vida. Planteada en dos tiempos narrativos, uno en 1982 y el otro en 2018, Monfragüe alterna ambos viajes, el de la niñez y el de la edad adulta.

Propuesta musical para este libro



El tema musical que el lector está escuchando pertenece a la sintonía del famoso programa televisivo El Hombre y la Tierra, una producción de Televisión Española dirigida por Félix Rodríguez de la Fuente, que estuvo en emisión desde 1974 hasta 1981, fecha en que un terrible accidente aéreo terminó con la vida de los integrantes del equipo y del carismático naturalista. La pieza musical que abría cada capítulo fue compuesta por Antón García Abril (1933-2021), un famoso músico español conocido por sus obras orquestales y por los éxitos que cosechó en el campo televisivo y cinematográfico como compositor de bandas sonoras. Entre sus trabajos destacan las sintonías de series como Curro Jiménez (1976), Fortunata y Jacinta (1980), Anillos de oro (1983), Segunda enseñanza (1986), entre muchas otras. Antón García Abril fue un gran profesional que también ejerció como catedrático de Composición y Formas Musicales en el Real Conservatorio Superior de Madrid,  y obtuvo múltiples honores, siendo elegido miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, la de San Carlos en Valencia, o la de San Luis en Zaragoza. 


Lo que Undine opina del libro



<Llegará un día que nuestros recuerdos serán nuestra riqueza.> Paul Géraldy

Monfragüe es un nombre muy ligado a los recuerdos de mi infancia. Cuando era niña, cada viernes se escuchaba en el salón de mi casa la emocionante sintonía de El hombre y la tierra, el entrañable programa televisivo de Félix Rodriguez de la Fuente que nos enseñó a muchos españoles a conocer, admirar y respetar la fauna natural.

Félix Rodriguez de la Fuente
Fuente: Revista Jara y Sedal
Probablemente a esas especiales tardes de mi niñez, en las que contemplaba y escuchaba extasiada al famoso naturalista español, se remontan las primeras ideas que yo tuve sobre lo que eran el buitre leonado y el Parque nacional de Monfragüe. Conocer a través de la pantalla las maravillas que la Península Ibérica podía ofrecernos era un sueño casi inalcanzable en aquellos tiempos de carreteras imposibles y automóviles poco preparados, en los que los viajes estaban prácticamente reservados a la época estival. El apartamento en la playa, la casa del pueblo y pocos emplazamientos más, eran los destinos a los que se dirigían en aquellos lejanos veranos las familias españolas en busca de aventuras. Hacer una excursión para disfrutar las maravillas de Monfragüe es un privilegio que no pude experimentar hasta que fui adulta. Imposible explicar la emoción que sentí el día que por fin pude contemplar de cerca a los buitres, esas aves fabulosas que de niña me parecían seres mitológicos. Por ello, cuando en el verano de 2022 los incendios asolaron el parque nacional cacereño, mi corazón se partió en mil pedazos. 

En septiembre de este mismo año, la editorial Tres Hermanas anunciaba la publicación de un libro que llevaba por título Monfragüe y, sin conocer el argumento que se escondía entre sus páginas, me decidí a traer a mi hogar el maravilloso texto escrito por Javier Morales, un autor de mi generación al que jamás antes había leído, pero con el que conecté desde mismo inicio de su relato. 

Monfragüe comienza así:

<El río Jerte desemboca en el Alagón, afluente del Tajo. El Tajo es el río más largo de España. Nace en la sierra de Albarracín y muere en Lisboa. Cantamos en clase. Franco y luego el rey Juan Carlos nos miran desde la pared. Jesucristo, en la cruz, también nos ve.>

Monfragüe nos traslada al año 2018, al famoso parque nacional cacereño. Hasta allí ha llegado un escritor de viajes cincuentón con la intención de escribir un libro. Los paseos que realiza entre sus sendas y las estampas que contempla a su paso, le llevan a recordar los años de su infancia y adolescencia cuando vivía junto a su familia en una pequeña población extremeña. Esas imágenes que vuelven junto a él como un espíritu dickensiano del paso del tiempo, le traen bellos recuerdos que le hablan del primer amor, de los partidos de fútbol con los amigos y de aquel joven profesor que le motivaba, pero también serán para él un recordatorio de aquellos momentos dolorosos de su etapa de crecimiento cuya presencia jamás pudo olvidar.

Parque nacional de Monfragüe (Fuente: Wikipedia)
Monfragüe es un sensacional, breve y penetrante relato del que emana a raudales sensibilidad, belleza y emotividad, pese a la crudeza que reside en su historia. Enmarcado principalmente en el año 1982, la historia nos es contada en dos tiempos, pasado y presente, por un narrador cuasi omnisciente que, de manera audaz, va intercalando anécdotas de su niñez y adolescencia, combinándolas a su vez con importantes experiencias de su etapa de madurez. Gracias a esta acertada fórmula narrativa, planteada como si estuviéramos disfrutando de un precioso álbum fotográfico, el lector va recibiendo poco a poco y de manera empática la información que le interesa al escritor. Junto a él recorreremos el camino que el protagonista debe recorrer.

Planteada como si la historia fuera autobiográfica, gran parte de la magia que reside en este texto es el esquema de motivos que utiliza, un conjunto de experiencias vitales con las que todos podemos identificarnos y que forjan la personalidad del individuo. Y así, como si de una plantilla con las casillas en blanco se tratara, el lector va pasando por esos lugares comunes de la infancia y adolescencia, rellenando los huecos con los recuerdos de su propia existencia. La escuela, el patio del colegio, los amigos, la familia, e incluso la música, los deportes y el momento sociopolítico del país, son los pilares a los que se aferra esta narración. La historia de Monfragüe se mezcla con nuestros propios recuerdos, ofreciéndonos el regalo de nuestra nostalgia y una oportunidad para reflexionar.

Serie Orzowei en la revista TP (1978)
Fuente: La Vanguardia
Lo que hace única a la historia de Javier Morales es su ambigüedad, ese equilibrio que tiembla constantemente entre el bien y el mal, lo cierto y lo incierto, en una delirante y poética narración que un terrible recuerdo terminará por detonar. Y así, entre culpa y disculpa, el autor se sirve de las emotivas anécdotas del protagonista para tratar alguno de los temas más relevantes en la formación del individuo, centrándose especialmente en su educación emocional. En definitiva, lo que supone para un niño el lugar donde nace, la familia en la que crece, las relaciones que establece, y cómo lo recibe el entorno donde se mueve. Con todo ello en las alforjas, el protagonista de este relato va soltando dosis de realismo aquí y allá, hasta conseguir llegar a su meta, donde espera encontrar el cartel de la expiación. 

Sin embargo, la naturalidad con la que Javier Morales visita los rincones oscuros del alma humana no asusta, sino que involucra e incita a la responsabilidad, y se nos ofrece como un regalo envuelto en pasajes repletos de ternura. En esta cruzada en pro de una educación sensibilizada que, desde mi punto de vista, es Monfragüe, se habla en primera persona del acoso escolar, del bullying y del miedo a quedar disociado del rebaño, ese grupo complejo y tirano del que el individuo teme salir disparado. Todo ello le es mostrado al lector como en el reflejo de un espejo. 

La bola de cristal (TV 1984)
Fuente: filmaffinity.com
Otro de los aspectos que más me ha impresionado de Monfragüe es el lirismo que reside en sus páginas, en parte conseguido gracias a sus maravillosos personajes, una galería de sujetos a los que el autor ha otorgado corazón y alma. En un gran trabajo de introspección y talento, y con tan sólo dos pinceladas, Javier Morales ha conectado con su niño interior para lograr insuflarles vida a todos ellos. Y es aquí donde nosotros, queridos lectores, nos preguntamos cuánto habrá de biográfico en esta ficción. Así de palpable es esta historia y quienes habitan en ella.

Tan real y actual resulta esta narración, que el autor, conocido por su compromiso con el medio ambiente, quiso ubicar el motivo argumental principal en el Parque nacional de Monfragüe, uno de los entornos naturales de nuestro país que con más mimo deberíamos preservar. Y es allí donde suceden los grandes diálogos de este texto, discursos que hablan de esa necesaria, aunque hoy quimérica, comunión del hombre con la naturaleza. El retorno del hijo a la tierra.

Mientras leía Monfragüe, miré con afecto y nostalgia hacia el mundo infantil de mi generación, esa que vio nacer la democracia, que creció junto a los Payasos de la Tele, y que vivió emocionada la Movida madrileña y el Mundial del 82, mientras el mundo giraba rápidamente. Quienes pertenecemos a ese grupo sabemos cuánto ha cambiado la vida desde aquel mitificado momento. Sin embargo, yo me pregunto de qué sirve lamentarse al recordar lo que se ha perdido. Nos queda algo mucho mejor e importante, una labor que da valor a nuestro momento presente: trabajar por un futuro mejor del planeta, mientras educamos y cuidamos a nuestra gente.

Club de lectura Odisea, Espacio Cultural
Fuente. Undine von Reinecke
Unos días después de leer Monfragüe y plantear esta reseña, tuve la fortuna de coincidir con Javier Morales en la librería Odisea, Espacio Cultural. Allí nos reunimos un grupo de lectores para conversar junto a él sobre su libro. La tarde nos regaló momentos muy especiales, no sólo por la humildad y amabilidad con la que recogía el escritor nuestras impresiones, sino por la empatía y humanidad con la que nos trasladaba sus palabras. Y así, aquella primera conexión que experimenté mientras leía Monfragüe se vio confirmada y aumentada desde la cercanía de su conversación.



<No hay espejo que mejor refleje la imagen del hombre que sus palabras.> Juan Luis Vives


Undine von Reinecke ♪



El autor por la Editorial

Javier Morales
Plasencia (Cáceres)
Es escritor, periodista y profesor de escritura en varios centros y universidades. Es autor de ensayos, novelas y libros de relatos. Los últimos títulos publicados son Las letras del bosque, La moneda de Carver y El día que dejé de comer animales. Colaborador habitual en distintos medios, tiene una columna dominical en El Asombrario/Público dedicada a los libros, los animales y la ecología.

Comentarios

  1. Visité Monfragüe en quinto de carrera, en 1981. Fue una excursión organizada por un profesor a unas jornadas ornitológicas que se celebraron en Cáceres. Vi por primera vez buitre leonado y cigüeña negra. El libro, por lo que entiendo, parece una mezcla de novela y autobiografía, aunque igual me equivoco. Tomo nota, pero sin mucha prioridad que tengo la lista y la línea de salida atoradas.
    Un beso.

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    1. Buenas tardes, Rosa.
      Por la fecha de tu visita a Monfragüe bien podrías haber sido una de las protagonistas del libro. Qué maravilla que en tu centro de estudios programaran un viaje tan estupendo.
      En cuanto a tu pregunta, el libro no es autobiográfico, aunque el autor comentó que sí tiene algún motivo ligeramente relacionado con alguna experiencia de su vida. No obstante, nada de lo que ocurre en la novela es real. Si te animas a leer Monfragüe estoy segura que no te va a defraudar.

      Un abrazo y muchas gracias por la visita!!

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  2. Querida Undine:
    Qué pedazo reseñón te ha salido. Yo diría que de las más personales y sentidas. Es mágico cuando un relato te conecta así con tus emociones y las que van ligadas a los recuerdos de la infancia son las más intensas y las más bonitas.
    Tengo que reconocer que nunca me llamó especialmente el tema de la naturaleza, no soy muy de campo ni de documentales.
    Pero estas novelas que vuelven al pasado me gustan mucho por lo emotivas que son. Una pena que ronde el tema del acoso pero me fío cuando dices que lo cuenta todo con ternura.
    Me lo apunto.
    Besitos y ¡Feliz semana!

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    1. Buenas tardes, Norah.

      Muchísimas gracias por tus cariñosas palabras. Opino como tú, cuando una obra te llega al corazón se obra la magia. Así me ha ocurrido con Monfragüe.
      Por otro lado, yo no soy especialmente de campo. Vivir en una gran urbe te lo dificulta. No obstante, tuve la suerte de viajar todos los veranos de mi infancia a la aldea donde nacieron mis abuelos, allá por las tierra astorganas. Eso me dio la oportunidad de entrar en contacto con la naturaleza y con las gentes del campo. Una experiencia que recomendaría a todo el mundo.
      Por otro lado, lo que comentas sobre las novelas que regresan al pasado es muy cierto, suelen pulsar el corazón. Si además el escritor sabe lo que hace narrativa y conceptualmente, estamos hablando de temas mayores. No temas que la oscuridad que aparece en esta novela te hiera, está escrita con mucha ternura.

      Un abrazo, querida amiga, y mil gracias por tu visita!!

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  3. ¡Hola! Me alegra que hayas disfrutado del libro y que además hayas tenido la oportunidad de conocer al autor y compartir con él tus impresiones, casi nunca tenemos ocasión de hacerlo y creo que puede resultar muy enriquecedor. Un besote :)

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    1. Buenas tardes, Marya.
      Efectivamente, conocer al autor de un libro que se ha disfrutado es un regalo. Me resulta muy enriquecedor. Además en mi caso no es frecuente que pueda hacerlo, ya sabes que leo mucha literatura de tiempos pasados. Por ello disfruté el momento doblemente.

      Un abrazo y muchas gracias por pasar a leerme!!

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  4. Buenas tardes Undine, en mi casa también se veían El hombre y la tierra, La bola de cristal, Los payasos de la tele... No se si la televisión de entonces era más educativa que la de ahora, pero si que pasabamos entorno a ella muy buenos momentos que no puedo evitar recordar con nostalgia... En cuanto al libro que traes hoy, no conozco Monfrague ni a este escritor, pero si dices que consigue conectar con tu niño interior, a mi ya me vale. Me lo llevo apuntado y gracias por tu sentida y entusiasta reseña. Un abrazo.

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    1. Buenas tardes, Marya.
      Yo sí me atrevo a aseverar que la televisión de antes era más educativa, o al menos no había tanta zafiedad. Perfecta no era, como nada en este mundo, pero a mí me dejó una huella positiva. Muchos de los programas y series que vi en mi infancia motivaron mi afición por la literatura, el arte, la historia y los viajes...La emoción por conocer. Ojalá los niños de hoy reciban un poco de todo ello.
      En cuanto al libro que nos ocupa, no tengo duda alguna sobre el efecto positivo que dejará en ti. Ya me contarás.

      Un abrazo y muy feliz fin de semana!!

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  5. HOLAA Undine
    No conocia a Javier
    Es cortito y me llama la atencion el libro :)
    Me lo apunto, gracias por tu sincera reseña!

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    1. Buenas tardes, Génesis.
      El libro es corto, pero está tan bien escrito que parece un novelón de quinientas páginas. Si quieres adentrarte en una lectura emotiva y comprometida, esta es tu novela.
      Un abrazo y gracias por la visita!!

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  6. Aunque soy de los 80 y veía El hombre y la tierra, no conocía Monfragüe. La historia me suscita interés por la nostalgia de recordar tiempos pasados así que la apunto como posible lectura. Gracias por darla a conocer y enhorabuena por la reseña, es genial.
    Besos.

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    1. Buenas tardes, Tabuyo Alonso.
      Muchas gracias por tus amables palabras. Entiendo que eres de mi generación o casi, y que hemos tenido experiencias similares. Por ello me atrevo a recomendarte la lectura de Monfragüe sin ningún temor. Ya me contarás.

      Un abrazo y feliz fin de semana!!

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  7. Holaa!! qué curioso título y qué interesante suena, gracias por tu genial reseña, como siempre ha sido un placer leerte.

    Blessings!!

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    1. Buenas tardes, Mónica.
      El título de la novela se refiere a un parque natural que hay en España, concretamente en la provincia de Cáceres. Es una zona protegida donde habitan muchas especies de la fauna animal y vegetal. Las aves rapaces tienen allí uno de los hábitat más importantes de la Península Ibérica. Espero que algún día puedas conocerlo, al igual que esta preciosa novela.

      Un abrazo y muchas gracias por pasar a leerme!!

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  8. Hola Undine, me ha gustado tu reseña, no puedo estar más de acuerdo con tu opinión.
    He sido una de las participantes a la reunión con el autor Javier Morales , en el espacio cultural de la librería Odisea, y como tú he experimentado una cercanía , que también la tuve mientras leía el libro, haciéndome recordar momentos de mi vida reflejados en Monfrague.
    Para mi una lectura muy recomendable y fácil en su lectura.
    Ahora que se de tu block, seguiré leyendo tus reseñas, que ayudan hacerse una idea mucho mejor de los libros a leer. ☺️
    Saludos

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    1. Buenos días, Carmen.
      Qué alegría leerte por aquí!!
      Con respecto a tus palabras, comparto todo lo que dices. Creo que vivimos una tarde maravillosa compartiendo nuestras impresiones y sentimiento sobre Monfragüe. Si no me falla la memoria, ha sido la primera vez que asisto a un club de lectura donde los lectores estuvieran de acuerdo en todo. Fue realmente emocionante.

      Un abrazo fuerte, y muchísimas gracias por visitar el blog!! Eres muy bienvenida!!

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  9. Se nota que has disfrutado con la lectura aunque esta vez no creo que me anime, que los pendientes se me acumulan.
    Besotes!!!

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    1. Buenas tardes, Margari.
      Sí que he disfrutado con este libro. Lo cierto es que me ha devuelto gran parte de la fe en la narrativa contemporánea. Si algún día te topas con él, no dudes en leerlo.

      Un abrazo y mil gracias por la visita!!

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  10. Hola Undine, casi se puede decir que tu reseña es como un relato. Un relato de tu experiencia con esta lectura y los recuerdos que te ha causado. Me ha gustado mucho leerla. La verdad es que no sé si me haré con el libro en algún momento, pero he disfrutado de todas y cada una de tus palabras.
    Un besazo

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    1. Buenas tardes, nitocris.
      Qué preciosas palabras me dedicas. Me ha hecho mucha ilusión leerte, porque quería transmitir justamente eso.
      Por otro lado, te recomiendo que eches un vistazo al libro, porque entiendo que es realmente interesante para quienes buscamos algo más.

      Un abrazo fuerte, y muchas gracias por comentar!!

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  11. Undine, me has hecho volver a mi infancia. ¡Madre mía, cuántos recuerdos! Yo también vivía con intensidad esos episodios del naturalista. Qué pena me dio su muerte. Tengo tan grabado en la memoria sus reportajes que más de una vez me he planteado comprarme la serie, que seguro que la venden en dvd. En cuanto al libro, me parece muy interesante todo lo que cuentas. Parece un libro distinto y eso me atrae. A veces, me canso de leer siempre lo mismo. Me alegro mucho que hayas podido conversar con el autor. Sin duda, esas conversaciones dan un plus a la lectura. Besos

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    1. Buenas tardes, Marisa.
      Tú tienes mucha experiencia conversando con autores, ya que tus reseñas suelen ser de narrativa contemporánea. Por ello sabes muy bien lo enriquecedor que resultan esos momentos.
      En cuanto a Monfragüe, es un libro tan maravilloso y especial que no podría recomendártelo más.

      Un abrazo y gracias por la visita!!

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  12. ¡Hola preciosa!
    No sabía de este libro. Me alegro que lo hayas disfrutado y además haya conocido al autor, yo esta vez voy a dejarla pasar esta apuesta que nos traes.
    Fantástica reseña.
    Feliz semana.

    ❀ Fantasy Violet ❀
    Besotes! 💋💋

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  13. Ádoraba El hombre y la tierra, en mi casa se veía como una religión. Esa música, esa voz de Félix tan modulada, esos paisajes y esos animalitos. Ains, qué recuerdos.
    También conozco Monfragüe aunque no tanto como me gustaría, sólo estuve un día allí pero me impresionó mucho su belleza.
    En cuanto al libro en sí la verdad es que no me llama demasiado
    Fantástica reseña, como siempre
    Besos

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