RESEÑA: "LA SOMBRA DE LA DUDA", EDITH WHARTON

 

Fuente: Undine von Reinecke

Ficha Técnica:

Sobre la presente edición:  Ediciones Huso, 2019

Traducción: Nadia Khalil Tolosa

Del prólogo: Jorge Freire

De la imagen de cubierta e interiores: Ophelia, John William Waterhouse, (1889)

Nº de páginas: 172

P.V.P.: 14,42 €

 

Sinopsis de la Editorial:

John Derwent se ha casado con Kate Tredennis, enfermera y la mejor amiga de su esposa Agnes, fallecida tras sufrir un terrible accidente. Kate es una esposa modelo y una madrasta ejemplar para Sylvia, hija de John y ­Agnes. Pero lord Osterleigh, el acaudalado padre de Agnes, desaprueba la rapidez de su yerno a la hora de contraer nuevas nupcias, y comienza a abrigar dudas en torno a la propia Kate. Todo se complica cuando el oscuro doctor Carruthers trata de extorsionarla a cuento de un oscuro secreto. Kate no es más que una noble enfermera en medio de un mundo de suspicacias y puritanismo. ¿Podrá resistir los embates de la alta sociedad cuando esta la convierta en objeto de sus malas lenguas?

 

Propuesta musical para este libro:


Amy Marcy Cheney Beach (1867-1944), fue una pianista y compositora estadounidense, que además está considerada una de las primeras mujeres pioneras en el campo de la composición en su país. Empezó a escribir melodías para piano a la temprana edad de cuatro años, tenía oído absoluto y la cualidad de la sinestesia (atribuía colores diferentes a cada tonalidad). Tras la muerte de su marido, acontecida en 1910, realizó una gira por Europa y se hizo muy famosa. 

 

Lo que Undine piensa del libro:

 

<La sociedad es en todos los sitios una conspiración contra la personalidad de cada uno de sus miembros.> Emerson

 

Decía Chales Chaplin que el tiempo es el mejor autor, ya que siempre encuentra un final perfecto. Y ahora que estamos cerca de concluir el mes de agosto, se me ocurre que la obra de teatro que hemos elegido en esta ocasión Miss Hurst y yo para la entrada mensual de nuestro proyecto Reseñas cruzadas, cumple a la perfección ese cometido y me sirve a mí, particularmente, como magnífico telón de cierre para la temporada estival del blog. La pieza lleva como título La sombra de la duda, y fue escrita por una de las mejores autoras norteamericanas de todos los tiempos, la grandísima Edith Wharton (1862-1937).

Comentaba que esta obra resulta interesante y particular por varios motivos, pero el principal es que esta obra es el único drama verdaderamente profesional y redondo que escribió la autora, aunque jamás llegó a representarse, ya que permaneció oculto desde su creación en 1901 hasta nuestros días. En 2017 se descubrió el manuscrito en el centro Harry Ransom de la Universidad de Texas, gracias a las investigaciones que estaban realizando dos académicas, Laura Rattray y Mary Chinery, quienes, tras encontrar ciertos indicios de una obra inédita y desaparecida de Wharton, decidieron unir sus fuerzas hasta dar con ella. Así nos lo cuenta Jorge Freire en el interesante prólogo de la edición española del libro, publicada en 2019 por Huso Editorial, donde dice también que La sombra de la duda permanecía oculta a primera vista, y que su hallazgo no dejó lugar a dudas con respecto a la autoría del texto, ya que el método empleado para su creación cuadraba inequívocamente con el que empleaba Edith Wharton en el proceso de escritura.

La sombra de la duda nos lleva al Londres más elegante y exclusivo, a la mansión de Lord Osterleigh, situada en Park Lane. En el salón de su casa se encuentra su nieta Sylvia Derwent, una niña de trece años que perdió a su madre tras un accidente montando a caballo. En ese distinguido escenario, abuelo y nieta conversan sobre los recientes acontecimientos de su vida. Y es que, tras la tragedia que supuso para la familia la muerte de su querida hija, el preocupado progenitor tiene ciertos recelos con respecto al rápido matrimonio de su yerno con la enfermera y mejor amiga de la fallecida. El conde de Osterleigh no ve bien que John Derwent se haya casado con Kate, una mujer de inferior clase social y oscuro pasado, que podría perjudicar su carrera diplomática e intereses profesionales, en los que tanto esfuerzo y dinero ha invertido el lord. Además de esto, tampoco considera que esta mujer sea la adecuada para ocuparse de su querida nieta, y no ve posible que pueda ofrecerle la educación apropiada para que algún día sea presentada en sociedad, como corresponde a un digno miembro de su apellido. Pese a ello, la nueva familia parece sentirse muy feliz: Kate y Sylvia se llevan a las mil maravillas, y John demuestra estar muy enamorado. Pero, ese mismo día, un incidente provocado por una inesperada visita viene a romper la paz de los Derwent. Se trata del doctor Carruthers, el médico que trató en los últimos momentos de vida a la primera esposa de John. El  infame sujeto amenaza con destapar un secreto de Kate que compromete su dignidad, y puede dar al traste con su matrimonio, debido al tremendo escándalo social que sin duda se levantaría,  si no se le compensa económicamente. ¿Se atreverá el desalmado doctor a aniquilar el prestigio de Kate? ¿Conseguirá destruir la confianza de su marido? ¿Llegará esta información a Lord Osterleigh, que tanto interés tiene en invalidar ese indeseado matrimonio?

Un marido Ideal. Lord Goring quema 
una carta incriminatoria(ejemplo de paralelismo)
Fuente: Wikipedia

La sombra de la duda es un interesante y apasionante drama en tres actos, que se ha considerado desde su hallazgo como un perfecto antecedente de la producción más exitosa de Edith Wharton. Tanto la temática de la obra, que aborda temas éticos y morales del mismo orden, como son la difícil posición de la mujer dentro de la sociedad, o la dificultad para acceder y moverse dentro de ese exclusivo y clasista mundo de la élite aristocrática, como también los personajes que aparecen en ella, recuerdan en todo momento el conjunto de las obras posteriores de la autora, comenzando por su primer gran trabajo La casa de la alegría (1905), en la que hacía una dura crítica de la sociedad neoyorquina, y que fue todo un éxito de ventas, hasta su última e inacabada novela Las bucaneras, que la concluyó Marion Mainwaring, ajustándose a las notas que había dejado Wharton a su muerte, y que se publicó en 1938, en la que expone ante el público la decadente conducta de la alta sociedad inglesa y la corrupta conducta de la élite norteamericana, que comerciaban con señoritas de buena familia, concertando matrimonios en los que ofrecían una dote exorbitante a cambio de un título nobiliario y prestigio social. Por otro lado, y en cuanto a las fuentes de inspiración de Wharton, se podría establecer un paralelismo con un título de Oscar Wilde. Me refiero a Un marido ideal, obra de teatro en cuatro actos que se estrenó en Londres en 1895. Desde mi punto de vista y, salvando las distancias, La sombra de la duda y el drama de Wilde guardan ciertas semejanzas argumentales que me llevan a pensar que la autora norteamericana pudo haber basado su idea en la pieza del dramaturgo inglés. Dejo a mis lectores que valoren esta hipótesis. 

La trama de La sombra de la duda funciona muy bien, es interesante y cautivadora, de tal modo que mantiene la atención del lector o espectador hasta el último momento. Por otro lado, los protagonistas están muy bien pensados, se diría que la autora se hubiera fijado en personajes de la vida real para perfilarlos. Entre ellos destaca Lord Osterleigh, un caballero de recio abolengo y duro carácter, que está acostumbrado a triunfar en toda situación; por otro lado, encontramos a John Derwent, un hombre que consiguió elevarse en la élite social al contraer matrimonio con la hija de Lord Osterleigh, y que vive hipotecado moralmente por este motivo; también encontramos a Lady Uske, una aristócrata madura y superficial, que ha conseguido mantenerse socialmente gracias a seguir las reglas que impone su clase; no podemos olvidarnos de nuestra principal, Kate Derwent, la enfermera retirada que consiguió acceder a lo más granado de la sociedad cuando se casó con John, cuya valentía y recio carácter ante la adversidad la definen como el arquetipo de heroína de Edith Wharton; como antagonista está el doctor Carruthers, un hombre que se ve empujado a olvidar su escrúpulos morales por sus desgracias personales; por último, no se debe olvidar a Sylvia Derwent, en cierto modo, alter ego de la propia autora, que representa y engloba a todas las niñas de la época, en manos de una sociedad clasista y machista que las educaba para casarse y adherirse a su estatus social. El resto del elenco son una serie de personajes secundarios, cuya intervención es corta pero necesaria, entre los que destaca notoriamente Agnes Osterleigh, la fallecida. Lo que conoceremos de ella nos dará la clave de esta historia.

Con estos jugosos ingredientes, la autora construye una historia sólida, sugerente y francamente emocionante, que analiza algunos de los aspectos más retorcidos y vergonzosos del comportamiento humano, y los expone con ese singular estilo mordaz e inteligente, tan característico del conjunto de la producción de Edith Wharton. Si tenemos en cuenta la relevancia de lo anteriormente dicho, cabe preguntarse por qué motivo esta obra de teatro jamás vio la luz, y por qué causa su autora quiso olvidarla, sin tan siquiera hacer mención de ella en su autobiografía de 1934, titulada Una mirada atrás.

Edith Wharton, 1895
Fuente: Wikipedia

Nos cuenta Rebecca Mead en un interesante artículo publicado en The New Yorker, que en 1901 Edith Wharton aún no era la sólida novelista que hoy conocemos que, aunque ya adulta -contaba con treinta y nueve años- aún carecía de la confianza y valentía que el tiempo y la experiencia le darían más adelante para afrontar la respuesta negativa de la crítica y el público en general ante una obra de las características de la que nos ocupa. Porque La sombra de la duda no es un drama más, este curioso texto esconde tras su entretenida trama un comprometido tema ético que aún hoy sigue despertando vehementes opiniones encontradas, ⛔(atención spoiler) como es la eutanasia y la muerte asistida. La autora, que hasta aquel entonces sólo había escrito relatos cortos, poemas, algún que otro libro dedicado a la decoración de interiores, y había hecho sus pinitos en el mundo del teatro con obras de escasa relevancia, se atrevía a abordar temas espinosos que podrían dar al traste con su vida personal y, por supuesto, con la profesional en el campo de la literatura. La sociedad de su época jamás se lo hubiera perdonado, a ella no. Y, es que, Edith Wharton conocía muy bien cómo funcionaba la rueda social, no en vano ella misma formaba parte de esa selecta élite que juzgaba quiénes eran válidos y quiénes no, para formar parte del exclusivo grupo que dirigía las normas de la sociedad.

Lucrecia Jones (madre)
Fuente: The New York Public Library

Nacida en una familia acaudalada de grandes contactos, pasó toda su infancia viajando por Europa y formándose bajo la tutela de profesores particulares. Desde su más tierna infancia mostró gran interés por la literatura y quiso dedicarse a escribir, pero su familia no veía con buenos ojos que una joven de su rango social fuera novelista. Gran parte de culpa tuvo Lucrecia Jones, madre de la autora, quien hizo todo lo posible por mantener a su hija lejos de la profesión literaria y la educó como una debutante, a la que arrastró de fiesta en fiesta por las diferentes temporadas de sociedad, a uno y otro lado del Atlántico, hasta conseguir casarla en 1885 con Edward Robbins Wharton, un caballero de su misma clase social con el que compartía aficiones y su amor por los viajes. Antes de esto había estado comprometida con Henry Leyden, hijo de un rico hombre de negocios, pero la relación jamás fue bien vista por la familia de la escritora y terminaron rompiendo. Su matrimonio finalmente fracasó, fruto de las infidelidades y de la enfermedad mental que padecía el esposo desde hacía tiempo, y se divorciaron oficialmente en 1913. Así pues, cuando en 1901 Edith Wharton escribió La sombra de la duda, conocía de primera mano los sinsabores de pertenecer a la société, que le costaron a ella misma incluso alguna depresión, y es posible que por esa causa y en ese momento, la autora careciera de la energía suficiente para hacerle frente.

Fuente: Undine von Reinecke

No tardaría mucho en mostrarse más combativa. Wharton continuó escribiendo y publicando hasta convertirse en la novelista que es aclamada hoy en día. Quizá su decisión de establecerse definitivamente en Francia en 1907 le sirviera para romper de una vez con los prejuicios de clase que de alguna manera la ahogaban. Por otro lado, la amistad que mantuvo con su compatriota Henry James, quien se convirtió en su mentor, le ayudó a encontrar un estilo propio, y su lugar en el mundo como persona. Nadie debería desconocer la gran labor humanitaria que llevó a cabo durante la Gran Guerra, como cronista de prensa y conductora de ambulancias para la Cruz Roja, de lo que quedó constancia en su libro Francia combatiente 👈(Impedimenta, 2009), publicado en 1915 con el título original de Fighting France: From Dunkerque to Belfort. Como quiera que sea, aquellos años de autoexilio en Europa dieron fruto a lo mejor de su producción, incluida La edad de la inocencia, que fue Premio Pulitzer en 1921. Wharton supo trasladar en sus obras con mordacidad y elegancia todo lo que había aprendido de esa hipócrita y malsana sociedad en la que se había educado y casado. Como nota curiosa cabe destacar que se cobró una dulce venganza con su madre, a la que reflejó en diferentes personajes de sus novelas otorgándole los roles más despreciables. Atrévase a criticarlo quienes hayan sufrido las mismas penas.

 


<El mundo llama inmorales a los libros que le explican su propia vergüenza.> Oscar Wilde

 

 

Undine von Reinecke ♭

 

Os invito a visitar el blog de Las Inquilinas de Netherfield, allí Miss Hurst nos espera con su siempre interesante reseña. Sospecho que hoy nos impresionará con sus opiniones. Os espero el miércoles 29 de septiembre en una nueva edición de Reseñas Cruzadas


La autora por la Editorial:

Fuente: Editorial Huso

Edith Wharton (Nueva York, 1862 ­- Saint-Brice-sous-Forêt, Francia, 1937) es considerada una de las mejores escritoras del siglo XX. Nacida en una familia adinerada en plena guerra civil americana, dedicó su escritura a cuestionar el papel que la sociedad de su tiempo asignaba a las mujeres. Fue una de las primeras reporteras bélicas de la historia, al punto de que su presencia en primera línea de trincheras, durante la Gran Guerra, le valió la Legión de Honor francesa. Escribió medio centenar de libros, entre los que destacan novelas como La casa de la alegría (1905), Ethan Frome (1911), Las costumbres nacionales (1913) o La edad de la inocencia (1920), novela que la convirtió en la primera mujer que obtenía un premio Pulitzer y que, andando el tiempo, fue llevada al cine por Martin Scorsese.

 


 

 


Comentarios

  1. Hola.
    Me has dado a conocer a una autora de la que no sabía casi nada, así que, gracias. Respecto al libro, tiene un argumento interesante pero no sé si me terminaré animando a leerla. Anotada queda, por si acaso.
    Un saludo.

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    1. Buenos días, Samarkanda:
      Cualquier acercamiento a Edith Wharton es interesante. Estoy segura que si te animas con esta obra de teatro luego vendrán sus novelas. Ya me contarás.
      Un abrazo y feliz rentrée!!

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  2. Querida Undine:
    Ahora vas a conseguir que lea teatro. La verdad es que por ser la autora qie es, ya de mano me causaba bastante curiosidad. Precisamente porque me gusta más en corto, pienso que en teatro podría gustarme también.
    Pero no puedo prometer que lo vaya a terminar.
    Me gusta mucho la valentía y lo clara que era retratando personajes.
    Y también me ha parecido muy interesante cómo se ha descubierto esta obra, hay gente que tiene trabajos muy chulos.
    Besitos y feliz final de mes.

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    1. Buenos días, Norah:
      Me alegra que te haya gustado lo que cuento sobre esta obra de teatro. A mí los dramas me gusta verlos principalmente sobre los escenarios, pero de vez en cuando también los leo. En esta ocasión he disfrutado mucho, por la autora y por la historia que me ha recordado otras obras ya leídas. Ya me contarás si te animas con ella.
      Un beso grande y feliz rentrée!!

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  3. Buenas tardes Undine!. Por lo que cuentas, casi hubiera jurado que había leído la historia, pero no es posible, porque de la autora solo conozco sus novelas y parte de sus memorias, aun así, el argumento me suena muchísimo. Me la llevo apuntada que todo lo que escribe esta autora me parece una delicia. Un abrazo.

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    1. Hola Mar:
      A mí me sucedió como a ti con esta obra, me sonaba mucho su historia, y no sólo porque me recordara a Un marido ideal. Se lee muy bien y creo que quienes admiran a Edith Wharton pueden disfrutar de esta curiosidad de su producción.
      Un abrazo y feliz rentrée!!

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  4. Holaa!! otro libro que, así a simple vista, no me hubiera llamado demasiado la atención, pero que después de leerte sin duda me han entrado ganas de darle una oportunidad. Gracias por la reseña.

    Blessings!!

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    1. Buenos días, BookLover:
      Me alegra mucho que te interese la reseña. Si algún día lees esta obra, espero que la disfrutes tanto como yo.
      Un saludo

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  5. ¡Hola! No es un libro que me plantee leer enseguida pero sí me gusta que trate ciertos temas morales y que se meta de lleno en el papel de la mujer así que no lo descarto. Un besote :)

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    1. Buenos días, Marya:
      Me alegra que no descartes esta obra. Si en algún momento decides leerla, no dejes de comentarme tus impresiones.
      Un abrazo

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  6. ¡Hola Undine!
    La verdad que solo he leído de esta autora La edad de la inocencia, la cual me encanto. Me encantaría leer este libro, por lo que comentas creo que me podría gustar. Ojalá pueda hacerlo muy pronto. ¡Preciosa reseña muy completa!
    Saludo

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    1. Buenos días, Yessykan:
      Cuánto me alegra que te guste La edad de la inocencia, creo que es una novela francamente buena. Lo cierto es que a mí me gusta todo lo que escribió Edith Wharton, tanto sus relatos como sus novelas. Si te decides a leer esta obra, espero que la disfrutes muchísimo.
      Un abrazo

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  7. Hola Undine, esta vez no os he acompañado, no me he hecho con el libro. Por tu reseña veo que me he perdido una obra interesante. A ver si pronto aparece por la biblioteca. Un abrazo

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    1. Buenos días, Esther:
      A mí me ha gustado mucho la obra. Evidentemente no está a la altura de sus mejores novelas, pero la historia me ha encantado porque lleva el sello inconfundible de Wharton. Si la lees en algún momento no dejes de comentarme qué te ha parecido.
      Un abrazo y feliz rentrée!!

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  8. ¡Hola!

    La verdad es que no conocía este libro, pero para ser sincero, no soy mucho de leer clásicos, jaja. Sin dudas has captado mi atención, aunque creo esta editorial no se consigue en Mx, echaré un ojo en la colección de RBA de novelas eternas a ver si lo tienen y puedo hacerme con él.

    ¡Nos leemos!

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    1. Buenos días, Erick:
      No creo que encuentres esta obra en RBA, porque se ha traducido hace pocos años. Pero igual quieres leerla en inglés, que quizá te sea más fácil encontrar su edición en México. Espero que te animes con los clásicos, a mí me aportan muchísimo.
      Un saludo y muchas gracias por comentar!!

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  9. Carai Undine, estupenda reseña. Teatro, vaya. Realmente no es lo mio pero has despertado mi interés. Realmente, las sugerencias que junto a Inquilinas nos presentas, son espectaculares. Gracias. Besos

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    1. Buenos días, Senyoreta Buncle:
      Muchísimas gracias por tus amables palabras. Tampoco yo leo frecuentemente teatro, pero siendo la obra es de Edith Wharton no podía dejar de leerla. Si te animas con ella espero que te guste tanto como a mí.
      Un abrazo y feliz rentrée!!

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  10. Hola Undine!! Lo desconocía por completo este título, no descarto darle una oportunidad más adelante, tiene buena pinta. Tomo buena nota de tus impresiones lectoras. ¡Gran reseña y gracias por tu recomendación! Besos!!

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    1. Buenos días, Ana:
      Me alegra que te parezca seductora esta obra. A Wharton debería leérsela más. Pese a que esta obra pertenece a sus primeros años, que llaman oscuros, la esencia de su producción subyace en sus páginas.
      Un abrazo y feliz rentrée!!

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  11. Hola Undine, me encanta Edith Wharton y es curioso ver una obra de teatro suya... Nueva anotación... ay madre mi lista crece por momentos...
    Un besazo

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  12. Me encanta Edith Wharton, aunque hasta ahora sólo leí tres de sus novelas cortas: La solterona, Ethan Frome y Las hermanas Bunner. Mi idea es ahora leer alguna de sus novelas de mayor extensión, pero se cruza esta que reseñas de por medio. Apuntadica que me la llevo. Besos.

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