RESEÑA: LA CARTA, WILLIAM SOMERSET MAUGHAM

Fuente: Undine von Reinecke

Ficha Técnica

Traductor: Carlos Mayor

Colección: Pequeños placeres, Nº12

Fecha de publicación: 14/01/2022

ISBN: 9788412227994

Formato: 11,5 x 18

Páginas: 96

Encuadernación: rústica con solapas

PVP: 13.00 €

Sinopsis de la Editorial

Un joven abogado inglés instalado en Singapur recibe la visita de su amigo Robert Crosbie, propietario de una plantación de caucho. El empresario llega muy alterado porque su mujer, Leslie, ha sido arrestada por el asesinato de Geoffrey Hammond, amigo de ambos, y quiere pedirle al abogado que se encargue de su defensa. A priori no parece un caso muy complicado, especialmente porque Leslie alega que, la noche de los hechos, Geoffrey intentó abusar de ella aprovechando que estaba sola en la casa de la plantación. El testimonio de Leslie, tan sensata y prudente, parece muy convincente, por lo menos hasta que aparece una carta.

Propuesta musical para este libro

Tema principal de la BSO de The Letter (La carta), Max Steiner

Max Steiner (1888-1977) fue un compositor austriaco considerado uno de los padres del sinfonismo clásico estadounidense. Nacido en Viena, donde se formó junto a reputados músicos como Gustav Mahler, su carrera musical estuvo fuertemente ligada a la ópera en su primera etapa. Pero con la llegada de la Primera Guerra Mundial se vio obligado a emigrar a los Estados Unidos donde se hizo un hueco en los escenarios de Broadway, así como también logró triunfar en Hollywood. Entre sus bandas sonoras más famosas están King Kong y Lo que el viento se llevó, entre muchas otras, pero el Premio Oscar lo consiguió por El delator (1935), Now, Voyager (1942) y Desde que te fuiste (1944).

Lo que Undine opina del libro

<Adquirir el hábito de la lectura es construirse un refugio contra casi todas las miserias de la vida.> William Somerset Maugham

Fuente: Ed. Invisibles

Una de las lecturas que más disfruté el pasado año fue Una villa en Florencia👈 del escritor inglés William Somerset Maugham. Este título me dio la oportunidad de hablar por primera vez en el blog sobre la obra de su fascinante autor, al que admiro enormemente, y por ello, me dejé llevar por esa pasión escribiendo la reseña del libro. En ella comentaba todas las facetas del escritor que hicieron posible su gran éxito comercial y social, tanto en el campo de la literatura como el hollywoodiense, que se veían enriquecidas por sus viajes alrededor del mundo, a veces ejerciendo labores como espía para el gobierno británico. Maugham fue un hombre tan singular e inteligente, con una vida privada tan particular, propia de un guion cinematográfico de los que él mismo escribía, que todo lo que tocaba se tornaba original y se convertía en oro en sus manos. De tal forma que, tanto ayer como hoy, resulta imposible no dejarse llevar por las historias que cuentan sus obras. Por ello, cuando Ediciones Invisibles anunciaba a principios de enero una nueva incorporación de su autoría para la colección Pequeños Placeres, tenía claro que no tardaría mucho en dedicarle un nuevo espacio entre mis publicaciones.

The Letter (Fuente: Wikipedia)

Hoy por fin traigo a Lecturas de Undine lo último que ha publicado la editorial catalana de William Somerset Maugham. Se trata de una obra muy conocida para los amantes del cine clásico, La carta, un título famosísimo que elevó a lo más alto la gran diva de Hollywood Bette Davis en 1940, de la mano del oscarizado director William Wyler -Mrs. Miniver (1942), Los mejores años de nuestra vida (1946) y Ben-Hur (1959)-, quien eligió al maravilloso Max Steiner, también ganador de tres Premios Oscar, como compositor para la banda sonora del film. La presente edición del relato ha sido traducida por Carlos Mayor que, como hiciera anteriormente con Una villa en Florencia, ha realizado un extraordinario trabajo.

La carta nos traslada hasta la Malasia de la segunda década del siglo XX, un lugar donde todavía se dejaba ver el dominio británico y los colonos intentaban hacer fortuna. Allí, en la ciudad de Singapur, en el bufete de abogados Ripley, Joyce y Naylor, el señor Joyce recibe a un cliente, su amigo Robert Crosbie, un importante colono, propietario de una plantación, cuya esposa ha sido acusada de asesinato. Pese a la gravedad del delito que se le imputa, todas las pruebas indican que la dama inglesa quedará libre inmediatamente, pero la aparición de una carta dificulta el caso, y Joyce se verá en una difícil posición para liberar a su cliente.

1ª Edición (Wikipedia)

La carta es un trepidante y fantástico relato, publicado originalmente el 17 de septiembre de 1926 por George H. Doran en una colección de cuentos titulada The Casuarina Tree, todos ellos ambientados en Malasia durante los años veinte. Más tarde, el recopilatorio fue reeditado en Londres, esta vez por Collins, bajo el título The Letter: Stories of Crime. A España llegó por primera vez en la década de 1940 y se tituló Extremo Oriente. Los relatos que contenía el libro eran los siguientes: Antes de la fiesta, P & O., La estación avanzada, La fuerza de la circunstancia, La racha amarilla y, cómo no, La carta, el título que me ocupa hoy. Las seis historias del recopilatorio están basadas ligeramente en las experiencias que recapituló Somerset Maugham en los viajes que realizó al país asiático en 1921 y 1925, en compañía de su secretario y amante Gerald Haxton. Las cosas que vio fueron tan reveladoras y estimularon tanto su ingenio, que en 1933 publicó un nuevo libro de relatos ubicados en el mismo entorno, titulado Ah King.

Volviendo a La carta, y al compendio de historias en el que fue publicado el relato, la repercusión que tuvo entre sus compatriotas colonos de Malasia fue tremenda, ya que estos lo vieron como una afrenta personal que Maugham se hubiera atrevido a revelar en sus obras las confidencias que le habían hecho durante su estancia entre ellos. No es de extrañar que se sintieran ofendidos, porque los temas que trata en estas historias son cuando menos inquietantes, por no decir escandalosos y vergonzosos, para aquellos que se sintieran aludidos en los cuentos. Estos aluden al tema racial, a la diferencia de clases, a la competencia entre los colonos, a las infidelidades de pareja en la colonia británica y, en definitiva, a todos esos comportamientos del individuo que muestran el lado más oscuro del ser humano. 

William Proudlocn con una mujer
que podría ser su esposa (Fuente: vocal.media)

En el caso concreto de La carta, el asunto fue muy sonado, porque la trama del relato se basa en un hecho real que mantuvo al mundo británico pendiente de un caso judicial. Me refiero al de Ethel Proudlock, una dama euroasiática, esposa de William Proudlock, director de la Victoria Institution, la escuela de secundaria más antigua y prestigiosa de Kuala Lumpur. Esta mujer fue condenada y sentenciada a muerte en 1911, por matar a tiros a William Steward, un gerente de una mina, al que acusaba de haberla violado. El revuelo que levantó la fatal sentencia contra la mujer fue tremendo y, tras recurrir y pasar varios meses en la cárcel, la acusada consiguió finalmente el indulto del Sultán de Selangor; eso sí, la dama fue obligada a abandonar el país. Pese a que Maugham reescribió la historia tan sólo inspirándose en ella, la asociación de ideas era inevitable y no se vio con buenos ojos en las colonias que el autor se hiciera eco de ella en una de sus novelas.

Centrándome ya en el relato, mi primera idea es alabar la narración, no sólo por lo muy interesante que resulta la historia, sino por el excelente ritmo narrativo que nos ofrece el autor en ella, consiguiendo que resulte una experiencia trepidante. El brevísimo texto de tan sólo noventa y tres páginas es tan dinámico y sugestivo, que la lectura te secuestra nada más iniciarla. Gran parte del mérito reside en la magnífica atmósfera en la que transcurre la acción, como también en los seductores personajes que la protagonizan. Maugham muestra las habilidades de un mago para ofrecernos un escenario tan exótico como sugerente, con unos protagonistas tremendamente creíbles y carismáticos, que es difícil no imaginarse el lugar que nos describe, participando de las escenas que se nos muestran. Sin duda, el escritor debió empaparse de lo que vio en sus viajes para describir con tanto acierto esa ambientación colonial, con sus gentes, sus costumbres y su peculiar ritmo de vida, tan alejado de las costumbres de occidente. De tal modo se aprecia esa gran documentación, que tan sólo con dos ideas es capaz de transmitir lo que hay detrás de cada personaje.

Un elenco no muy grande pero de gran singularidad y atractivo. De entre sus protagonistas, llama poderosamente la atención Joyce, el abogado defensor del caso judicial, que hace las veces de narrador y dirige con personalidad la historia; por otro lado tenemos a Ong Ghi Seng, el pasante del bufete que, desde mi punto de vista, es el personaje más interesante del relato, por tratarse de un individuo de nacionalidad cantonesa, universitario y educado según las normas británicas, que posee las virtudes y defectos tanto de oriente como de occidente; también es muy significativo el perfil de Leslie, la esposa del hacendado colonial que es acusada de asesinato, ésta representa uno de los caracteres femeninos más fascinantes que escribiera William Somerset Maugham, autor que destacó por su galería de mujeres fatales o de complejas personalidades, como ya mencioné en la reseña de Una villa en Florencia. Aquí hago un inciso para elogiar el trabajo que realizó Bette Davis como Leslie en la adaptación cinematográfica de 1940, en mi opinión pocas actrices lo hubieran bordado con tanto acierto como ella. El resto del elenco, que está formado por el marido de la acusada, la esposa del abogado y otros dos personajes asiáticos que aparecen en la historia, actúan tan sólo como apoyo de la misma y, pese a que su aparición es muy breve, su importancia es significativa para dar énfasis sobre su resultado. Un final impactante y sugerente, que llamó la atención de muchos creadores del mundo de la escena.

Fuente: Wikipedia

Con respecto a las diferentes adaptaciones del relato, debo comentar que esta historia fue dramatizada en 1927 por el propio autor, con la producción de Gladys Cooper -actriz que encarnó también el papel de protagonista-, y la dirección de Gerald du Maurier,  a quien muchos de mis lectores reconocerán como el padre de la gran escritora Daphne du Maurier. La obra fue representada en el Playhouse Theatre y tuvo un gran éxito, estando sesenta semanas en cartel, sin contar la gira por provincias. Ese mismo año, la obra fue llevada a Broadway, concretamente al Teatro Morosco, donde tuvo más de cien funciones. En cuanto a Hollywood, además de la famosa película dirigida por William Wyler que mencioné al comienzo de la reseña, hubo una anterior adaptación cinematográfica, que data de 1929, dirigida por Jean de Limur. Europa no se vio libre del embrujo de La carta, también hubo cineastas que quisieron realizar su propia versión, destacando la de Louis Mercanton en Francia (1930), la alemana de Dimitri Buchowetzki (1931), e incluso se rodó una película en España dirigida por Adelqui Migliar, también en 1931. Y no sólo el cine se hizo eco de esta historia desde el momento de su publicación, La carta inspiró múltiples adaptaciones televisivas, el propio Willi Wyler realizó una en 1952 y la BBC dio cuenta de otras dos en 1960 y 1969, en las que se vio involucrado el mismísimo William Somerset Maugham. Desde entonces la obra se ha llevado a los escenarios en incontables ocasiones, incluyendo una versión operística del compositor Paul Moravec, con libreto de Terry Teachout, de 2009.

Como vemos, la trascendencia de La carta no ha dejado nunca de tener vigencia y su éxito ha sido siempre una apuesta segura. Quizá su popularidad resida en que pocos creadores como William Somerset Maugham han sabido ahondar con tanto acierto en las emociones humanas, con esa habilidad para distinguir el poder de seducción y la fascinación que tienen las facetas más morbosas del individuo. 

<En su lucha contra el individuo, la sociedad tiene tres armas: ley, opinión publica y conciencia.> William Somerset Maugham

Undine von Reinecke ♪

El autor por la Editorial

William Somerset Maugham

(París, 1874 – Cap Ferrat, Niza, 1965)

Nacido en Francia por un azar familiar, Somerset Maugham es uno de los escritores más populares de la narrativa inglesa de la primera mitad del siglo XX. Huérfano de madre y padre desde muy joven, estudió en el King ‘s School de Canterbury, donde sufrió acoso por parte de compañeros que se burlaban de su escasa estatura y de su tartamudez. En 1897 comenzó una prolífica carrera literaria —que comprende narrativa, teatro, ensayo o crítica—, que compaginó con ocupaciones tan diversas como ejercer de espía para los servicios secretos británicos o trabajar de guionista para estudios de Hollywood.