RESEÑA: "EROS", GIOVANNI VERGA

 

Fuente: Undine von Reinecke

Ficha Técnica:

Editorial: Gadir

Traducción: Elena Martínez

Gadir Bolsillo

 Encuadernación: Rústica.

Páginas: 228.

 Precio: 9€

ISBN: 978-84-942018-7-5


Sinopsis de la Editorial:

Eros, novela en gran parte autobiográfica del gran Giovanni Verga, narra la vida de un aristócrata mundano, el Marqués Alberti, a través del hilo conductor de su vida amorosa. Verga se sirve de la aristocracia desocupada y decadente del siglo XIX para diseccionar el papel en la vida del amor, de la pasión, del erotismo. Un erotismo no explícito pero omnipresente. Los personajes de Eros fascinan al lector, en especial su inquieto e insatisfecho protagonista y los extraordinarios personajes femeninos que pueblan la novela. Entre estas mujeres encontramos siempre pasión, a veces frivolidad, ambición y manipulación, otras firmeza y abnegación: la novela alcanza en el personaje de Adele Forlani una de sus cimas. Eros, nunca antes traducida al español, interesa hoy por ser una novela de amor con mayúsculas, un clásico de lectura absolutamente actual.

 

Propuesta musical para este libro:


Libreto basado en el relato del mismo título de Giovanni Verga


 

Lo que Undine piensa del libro:


«Italia ya está hecha, todo está listo» Camillo Benso, conde de Cavour



Hoy, miércoles 17 de marzo de 2021, las brisas primaverales comienzan a colarse por mi ventana. Mientras disfruto del momento, recuerdo que tengo una cita concertada en la maravillosa ciudad de Turín. Es la tercera escala en mi viaje literario La vuelta al mundo en doce libros 👈siguiendo los pasos de Phileas Fogg. La conocida ruta novelesca, creada por Julio Verne en 1872 para su inmortal obra La vuelta al mundo en ochenta días, me lleva en esta ocasión a sumergirme en la Italia del último cuarto del siglo XIX. No se me ocurre un lugar mejor ni más pasional para visitar en este inicio de primavera.

Turín romano
Fuente: Undine von Reinecke
Lo que el viajero se encuentra al llegar a Turín es una bellísima ciudad ubicada a los pies de los Alpes y bendecida por las aguas del río Po. Pasear por sus históricas calles es una auténtica delicia. Los magníficos edificios barrocos y neoclásicos que las decoran, cuya belleza sólo rivaliza con el imponente palacio de la casa de Saboya, son un distintivo del poder que la ciudad poseyó en otros tiempos y evocan con orgullo el antiguo pasado romano de esta tierra. Turín ha sido desde siempre cuna de grandes hombres, tanto intelectuales como políticos; no en vano, aquí se fraguó la deseada Reunificación italiana. Porque recordemos que fue uno de sus hijos, el Conde de Cavour (1810/1861), quién consiguió la alianza con el emperador francés Napoleón III que dio como fruto las primeras victorias contra los austriacos (1858), y por ende el comienzo del glorioso Risorgimento. Un resurgir que vería su culminación gracias a la intervención del gran héroe republicano del pueblo, Giuseppe Garibaldi, quien, inconforme con el último resultado de la coalición entre el Piamonte y Francia, encabezó el ejército de los camisas rojas y tomó el sur de Italia. Garibaldi estaba totalmente en contra de la política del piamontés Cavour pero, como su principal objetivo era la unificación italiana, cedió las tierras conquistadas a Victor Emmanuel II (rey de Cerdeña) en 1860, después de que el ejército piamontés se plantara a las puertas de Nápoles reclamándolas.

Conde de Cavour
Fuente: Wikipedia

Así fue como en 1861, tras muchos años de lucha política y militar, se proclamó el Reino de Italia y se elevó en el trono a Victor Emmanuel II. Posteriormente, en 1870 se anexionaron los últimos reductos de los Estados Pontificios. Ya en el siglo XX, finalizada la Primera Guerra Mundial y gracias a la expedición de Fiume, que encabezó el escritor y político Gabriele D'Annunzio, quedarían solventada parcialmente la reivindicación al Imperio austrohúngaro de los terrenos del norte de Italia. Pero eso sería más adelante, volvamos al momento del siglo XIX que nos ocupa.

Tras la Reunificación, Turín se consolidó como un gran foco de actividad cultural y política, convirtiéndose en cuna del liberalismo y del socialismo italiano. Se le otorgó además el título de capital del reino de Italia durante cuatro años, tomando el relevo Florencia por un corto periodo de tiempo, para recaer finalmente el honor en la ciudad de Roma. Las condiciones económicas en la Italia unida eran paupérrimas: no había apenas industria, las comunicaciones eran casi nulas, la pobreza era extrema, había un alto grado de analfabetismo y tan solo un pequeño porcentaje de italianos ricos tenía derecho a voto. A esta Italia agotada en todos los sentidos tras la Reunificación se le hizo adoptar como idioma oficial el dialecto toscano, debido principalmente a la larga tradición literaria que tenía y a la gran cantidad de escritores que habían utilizado esta lengua.

Alessandro Manzoni
Fuente: Wikipedia

En este contexto sociopolítico la literatura no se quedó al margen de los acontecimientos. Desde el comienzo del siglo XIX Italia estuvo influida por las corrientes nacionalistas y políticas de la literatura, de las que Giuseppe Mazzini (1805-1872) fue el máximo exponente. También el romanticismo tuvo su momento de esplendor, sin duda favorecido por las connotaciones historicistas y regionalistas que este estilo promovía. Nadie puede discutir que el gran poeta de este periodo fue Giacomo Leopardi (1798-1837), y que el título de novelista más laureado corresponde a Alessandro Manzoni (1785-1873), autor que se hizo inmortal gracias a Los novios (1827), novela que está considerada como una de las más importantes de la literatura italiana de todos los tiempos, junto con La Divina Comedia de Dante Alighieri. Hacia la mitad del siglo, la influencia sobre la cultura italiana de Manzoni, y del romanticismo en general, tuvo tal repercusión que provocó un violento retorno al clasicismo como no se había visto antes. Pero con la llegada de los cambios políticos y sociales de la nueva Italia surgió un grupo de autores que deseaban vehementemente eliminar todo rastro de las corrientes anteriores, centradas en antiguas glorias del pasado. Anhelaban un estilo más realista que diera voz a la problemática de su tiempo, defendieron la utilización de un lenguaje más común, y  buscaron un estilo de escritura sencillo que centrara sus historias en experiencias y acontecimientos sacados de la realidad cotidiana de las gentes humildes. Elevaron esta manera de hacer literatura al rango de verdad. Así surgió el término Verismo que dio nombre al estilo, nacido etimológicamente de la palabra italiana vero, que significa verdadero. Este movimiento literario logró constituirse en una auténtica escuela entre los años 1875 y 1896.  

Ante el autor verista se presentaba un mundo pesimista y atrasado. Para él la ignorancia y la superstición dominaban la Italia rural que, pese a todo, gozaba de una moral sana, en contraste con el resto de la sociedad. La escuela verista analizaba en sus obras cómo el progreso aplastaba a su paso a los más débiles, exprimiéndoles inexorablemente. Utilizaban para ello un estilo concienzudo y minucioso en sus descripciones, que llegara a profundizar intensamente en el comportamiento de los personajes. Del mismo modo, defendían la de ausencia de un narrador omnisciente que condicionara emocionalmente al lector, ya que creían que los acontecimientos debían revelarse por sí mismos. Por ese motivo, los sucesos son narrados por los propios personajes de la novela quienes describen desde su particular punto de vista lo que ven. Como los protagonistas suelen ser gentes humildes del campo, el lenguaje que utilizan es poco culto, distintivo de su clase social y de la provincia a la que pertenecen, característica que acentúa la intención regionalista del movimiento verista, algo que no deja de sorprender recién conseguida la unidad del país, que había tomado como oficial el dialecto toscano.

Fuente: Wikipedia

La escuela verista tuvo tal repercusión que traspasó el campo de la literatura y contagió con sus ideas el mundo operístico. Generó un gran número de compositores que se inspiraron en sus obras y dieron al mundo bellísimas creaciones musicales. Nombres como Leoncavallo, Giacomo Puccini, o Pietro Mascagni bebieron de estas aguas literarias. Se considera que la primera ópera verista es Cavalleria rusticana, una obra compuesta por Mascagni en 1890 inspirándose en el relato del mismo nombre firmado por el más grande escritor de la escuela verista. Me refiero a Giovanni Verga, renovador de la novela italiana, a la que alejó de la influencia romántica de Manzoni.  

Pero los comienzos de Verga no fueron veristas, y estuvieron marcados en un principio por las corrientes literarias del siglo. Comenzó escribiendo con un estilo romántico y mundano, para dejarse influir luego por el realismo y el comprometido naturalismo francés de autores como Balzac, Maupassant, Daudet, Zola, o Flaubert. A caballo entre ésta última etapa y el verismo por el que se hizo inmortal se encuentra Eros, la novela que he elegido hoy para reseñar. Mi elección se ha basado en la fecha de publicación, 1875, ya que vio la luz tres años después que La vuelta al mundo en 80 días, pero también porque representa todos los valores de sus obras futuras que hicieron del escritor italiano uno de los más grandes de su tiempo.  Eros comienza así:

  

<Hacia las cuatro de una de las últimas noches del carnaval, la marquesa Alberti, sentada frente al espejo, extremadamente pálida, estaba mirándose con ojos cansados y distraídos, mientras la doncella le atusaba el cabello para la noche.

-          ¿Qué ruido es ese?- preguntó tras un largo silencio.

-          La carroza del señor marqués.

-          ¡Qué pronto! -murmuró ella ahogando un bostezo.

La doncella estaba a punto de cerrar la puerta del saloncito que comunicaba con las habitaciones del marqués, cuando entró bruscamente un hombre disfrazado, con paso inestable, y la sonrisa oscura.

-          ¿Cecilia duerme? -preguntó sin detenerse.

-          Acabo de dejarla, señor marqués -respondió la doncella, sin poder disimular la sorpresa.

-          Pregúntele si puede concederme cinco minutos.>


Esta  escena inicial de Eros marcará el destino del protagonista de la novela, el Marqués Alberti.

Eros narra la azarosa vida del marqués Alberti, un hombre que quedó huérfano a temprana edad por circunstancias lamentables en las vidas de sus frívolos padres. Educado en un internado, creció casi sin el amor y la atención necesarios para un niño. Tan sólo las visitas estivales a la finca de su tío y protector le proporcionaban algún calor familiar. Durante esas estancias vacacionales podía jugar con su joven prima Adele, de la que creía sentirse enamorado. Al cumplir veinte años, sin haber conseguido lucirse como estudiante, abandona el internado y parte hacia las tierras de su tío, para tomar posesión de su herencia familiar. Pero antes de marcharse mantiene una apasionada conversación con su mejor amigo del colegio, Gemmati, en la que le confiesa su amor por Adele.

Al llegar a su destino, Alberto no sabe cómo comportarse con su prima. Además, la presencia en la casa de una invitada, la bellísima condesita Velleda Manfredini, le deja sumamente confundido. Pese a todo, los ardientes sentimientos que cree sentir por Adele le impiden manifestar sus atenciones a la bella Velleda. Los días transcurren entre paseos campestres y tardes musicales. Tío, sobrino y las dos muchachas disfrutan los días de muy diferente manera: el tío ve con optimismo el enlace entre su acaudalado sobrino y su hija Adele, Alberto lucha por identificar los sentimientos que le producen las dos muchachas, Adele vive fervientemente enamorada de Alberto, y la condesita Manfredini mantiene un peligroso juego de seducción a caballo entre la amistad y la incorrección. Un día llega de visita Gemmati, el gran amigo de del marqués Alberti. Es entonces cuando peligrosas fuerzas del destino se desencadenan dando lugar a una turbulenta historia de pasión que durará más de veinte años. Amor, celos, ambición, lujuria y traición, ¿logrará el verdadero amor vencer todos los obstáculos?

Eros es una bellísima novela de espíritu vehementemente italiano. En ella Giovanni Verga despliega sus dotes analíticas y narrativas para trasmitir a través de sus personajes el carácter que durante siglos se forjó en las almas italianas. Pasión, desenfreno y emoción que dieron fruto al carácter de este pueblo, cuna de gladiadores y artistas.


<Él vio las lágrimas que brillaban en los ojos de la esposa sin pestañear. Instintivamente, ella se retrajo, asustada por la mirada fría y penetrante de aquel hombre que parecía buscar las angustias terribles de ella hasta en los pliegues más recónditos de su corazón, para escrutarla con aquel rostro pálido y glacial.>


El autor nos narra en esta novela una dramática historia de amor y desamor en una atmósfera privilegiada de la aristocracia italiana. Verga desarrolla una fábula con moraleja de la que hace beber al lector poco a poco; la implicación en el desarrollo de la historia es inevitable. Y pese a lo previsible  del desenlace, el final azota como un vendaval. Durante el transcurso de los acontecimientos los protagonistas se muestran tal y como son, abiertamente y sin disimulos. De este modo es fácil percibir el carácter de cada uno de ellos y la importancia que van a tener en la historia.


<Velleda estaba cerca del piano, rodeada por los jóvenes más elegantes, como una gacela asediada por una jauría de perros; pero la gacela dominaba la situación en todas partes, con el brío, con la sonrisa, con una palabra, con un gesto, elocuente, caústica, brillante e impertinente.>


Verga diseña una compleja trama, un triángulo amoroso entre dos damas y un galán, que se complicará añadiendo personajes hasta convertirse en un juego para cinco participantes, que se alargará en el tiempo. El escritor los maneja magistralmente a todos ellos, muestra especial énfasis y atención en su personaje principal, el marqués Alberti, origen y causa de este drama. En él vuelca esa imagen decadente que Verga identificaba con la sociedad italiana de su época. Su conducta cambiante, su indecisión ante las disyuntivas, el poco dominio de su vida, la vulnerabilidad ante los caprichos ajenos…En definitiva, la falta de objetivos y valores importantes para la vida hacen de él un estupendo espécimen a diseccionar.


<Un amor tan novelesco tenía que seducir a la imaginación del joven fantástico. Sus pasiones eternas habían sido tan pasajeras, sus impresiones tan vivaces y mutables, que cuando había sentido la necesidad de tener fe en el sentimiento que llenaba todo su ser, se había vuelto inquieto.>


Por otro lado, el autor compara al personaje estrella con su antagonista y amigo Gemmati, un muchacho sin recursos que se gana la vida como médico, y no duda en sacrificarse para ayudar a los demás. Aquí hago un inciso para mencionar cuánto me ha gustado este personaje. Sin duda alguna, conocerlo me ha llevado a evocar el carácter heroico de algunos de los protagonistas dibujados en las novelas más bellas del siglo XIX. Gemmati es tan carismático como Tadeusz Paz de La falsa amante de Balzac (1841), o al de Sidney Carton en Historia de dos ciudades de Dickens (1859).

Es de rigor mencionar la importancia que Giovanni Verga presta a las figuras femeninas en toda su producción. En ella encontramos desde mujeres puras e inocentes, víctimas de un destino y de una sociedad patriarcal, que pueden parecer casi mártires, a mujeres perversas, con gran capacidad de seducción y muy egoístas. Eros no es una excepción, en la novela podemos localizar todos estos perfiles: la inocente y fiel Adele, la coqueta y frívola Velleda, la inmoral condesa Armandi, incluso dedica su momento de gloria a la descarriada y humilde Selene. A través de ellas dibuja un escenario, donde la fuerza de lo honesto rara vez triunfa sobre lo inmoral y, pese a ello, brilla y luce como un sol. Todo está al servicio de la lección final. Un recurso conceptual que anticipa el pleno verismo de las novelas que escribirá Giovanni Verga en años posteriores.


< (…) Adele había brillado más de lo habitual, y la princesa había estado más antipática que de costumbre (…)>


En cuanto al estilo que utiliza el autor, debo decir que resulta impecable, demuestra una gran elegancia, erudición y conocimiento mundanal. Además, su dominio de la etiqueta y de las costumbres elitistas de su época consigue plasmar con autoridad los grandes escenarios de la época. Por sus páginas pasan salones, hipódromos y casas de campo de la Florencia decimonónica y el Turín de la reunificación; incluso el aristocrático lago Como sirve de escenario para su historia. Aquí el disfrute pictórico y musical del lector es inmenso, ya que ante sus ojos y oídos se escenifican las más bellas veladas sociales: paseos en barca por el lago, tardes musicales, partidas de caza, bailes al anochecer, citas en el jardín… El planteamiento atmosférico no podría ser más sublime ni mejor.

Por otro lado, y ya para encauzar el final de la reseña, quiero destacar la infinita solidez y credibilidad de la novela. La magnífica construcción argumental de la historia a través de la vida del marqués Alberti constituye un magnífico estudio sociológico y moral. Desde mi punto de vista, en Eros se desarrolla un riguroso análisis para demostrar la importancia que el amor tiene para la vida desde que nacemos, hasta nuestros últimos días. El tema amatorio es diseccionado con precisión en todas sus facetas desde la más inocente pasión, hasta el más lujurioso capricho. El aprendizaje que de él se deriva es el escenario de nuestras propias vidas.


<He leído claro en la naturaleza humana como en un espejo: la mayor parte de nuestros dolores nos los fabricamos nosotros mismos: envenenamos la fiesta de nuestra juventud exagerando y complicando los placeres del amor hasta que hacemos que resulte de ellos dolor, y enturbiamos la serenidad de nuestra vejez con fantasmas de otra vida que nadie conoce. Este es el resultado de nuestra civilización.>


Hasta aquí llega mi reseña de Eros. Ha sido una maravillosa experiencia disfrutar de la narrativa de Giovanni Verga, tan exquisita, agitada y humana. Dicen que la novela tiene ciertas connotaciones autobiográficas y que es la última de sus novelas mundanas, que en adelante sus trabajos fueron mucho más espinosos y afines a la causa verista. Pese a ello y desde mi personal punto de vista, Eros cumple su comprometida finalidad y resulta tan actual como lo pudo ser en su día. Ya que nos recuerda que sin una buena formación emocional y moral en la vida del individuo es imposible abordar lo demás.


<Temo a un solo enemigo que se llama, yo mismo.> Giovanni Papini


Nos vemos el 21 de abril en Suez , queridos lectores

La vuelta al mundo en doce libros

 Undine von Reincke ♪



Con esta reseña cumplo la premisa de Clásico cuyo título sólo tenga una palabra, del reto Todos los clásicos grandes y pequeños (nivel 2) organizado en el blog de Las Inquilinas de Netherfield  👈

Añado otro título a mis lecturas para el reto Nos gustan los clásicos V Edición, organizado por el blog Un lector indiscreto👈

 

 El autor por la Editorial:

Giovanni Verga (1840-1922) fue uno de los grandes escritores italianos de finales del siglo XIX. Gran renovador de la novela italiana y principal representante del verismo, entre sus grandes obras se encuentran Los Malavoglia (llevada al cine en 1948 por Visconti), Maestro don Gesualdo y sus numerosas novelle (relatos).




Más sobre el autor por Undine:

Giovanni Verga nació en Catania en 1840 en el seno de una familia de terratenientes. Comenzó a estudiar derecho, pero lo abandonó para dedicarse con entusiasmo al periodismo y a la escritura. Tuvo su primer éxito en 1861 con la publicación de Los carbonarios de la montaña, motivo por el cual se traslada a vivir a Florencia y posteriormente a Milán. El alejamiento de su tierra y la estancia en esas dos ciudades influirá notablemente en su obra, ya que le dio la oportunidad de relacionarse con grandes personajes de todos los ámbitos de la cultura y la política, en la que participó activamente hasta el final de sus días. Su estilo narrativo gozó de varias fases, debido a la influencia de las diferentes corrientes literarias y sociales. Pero consiguió sus mayores éxitos en la etapa verista: La vida de los campos (1880) -que recoge Cavalleria rusticana- y Los Malavoglia (1881), primera novela del ciclo Los vencidos, que debía constar de cinco novelas y del que sólo se publicó la segunda, Maese don Jesualdo (1889).

Giovanni Verga nunca se casó, pero tuvo diferentes romances con mujeres de la alta sociedad. El más conocido lo mantuvo con la pianista Dina Castellazzi condesa de Sordevolo, pero la renuencia al matrimonio del escritor lo redujo a una buena amistad. Vivió sometido a los problemas económicos, motivo por el cual tuvo diferentes depresiones que le llevarían a querer regresar a su tierra siciliana donde terminaría sus días en 1922.

La importancia de Giovanni Verga no se reduce sólo a la publicación de sus grandes novelas, sino a la influencia que tuvo sobre grandes escritores italianos, sírvame de ejemplo Luigi Pirandello.

 

 

Fuentes de información:

https://www.literaturaeuropea.es/autores/antologia-novelistas-realistas/verga/

https://www.lasicilia.es/giovanni-verga

https://revistascientificas.us.es/index.php/CulturasyLiteraturas/article/view/3516/2980

http://ong-solican.es/letras/italia-s19.htm

 

 


Comentarios

  1. Hola,
    hoy no me la llevo. Tengo muchísimo pendiente que me apetece más y no tengo apenas tiempo.
    Un beso, guapa

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenas tardes, Eyra:
      Lo entiendo perfectamente. ¡Animo con tus lecturas!
      Un abrazo y gracias por leerme!!

      Eliminar
  2. Ahora me arrepiento de no haberme puesto con este viaje desde el principio. Pero bueno, de tu mano lo estoy disfrutando mucho. Quizá el año que viene lo haga siguiendo tus huellas. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenas tardes, Esther:
      Si te animas a unirte en cualquier momento del viaje serás muy bien recibida, que lectoras como tú hacen mucha falta. ¡Muchas gracias por tus amables palabras.
      Un abrazo

      Eliminar
  3. Cuando alguien me dice que la narrativa de un autor es exquisita no me lo pienso más. Tomo nota, lo que no sé es de dónde voy a sacar el tiempo, ;))

    Un beso,

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenas tardes:
      Sí, es cierto que este libro rezuma belleza narrativa. Si algún día decides leerlo no dejes de contarme qué te parece.
      Un abrazo y gracias por la visita!!

      Eliminar
  4. Querida Undine:
    Cada vez sube más puestos Italia como lugar al que ir pronto. Me ha recordado esta novela al Gatopardo, creo que aunque se escribió después, la época en la que transcurre es la misma más o menos. Vamos, que el estilo no será pero el contexto histórico sí ¿no?
    El caso es que en mi actual lectura estoy encontrando mucha frialdad así que añoro historias como esta, apasionadas y llenas de luz. Es en lo que pienso cuando me la imagino. Me apunto al viaje a Turín para ir haciendo boca.
    Besos y ¡Feliz semana!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenas tardes, querida Norah:
      Italia es maravillosa, y Turín en concreto tiene algo muy especial para mí. No es como Florencia, que es mi ciudad soñada, pero su espíritu me hace soñar.
      Con respecto a la novela, sin duda comparte escenario conceptual con El Gatopardo, otro novelón que adoro. Los italianos tienen algo muy particular en su narrativa. Sucede que aunque te estén contando desgracias te quedas con ellos hasta el final. Debe ser esa combinación que llevan en la sangre de conquistadores y artistas, sus obras resultan siempre diferentes. Si te animas con Eros, ya me contarás.
      Un abrazo grande y gracias por compartir conmigo!!

      Eliminar
  5. Hola Undine, pues no sé, parece que tiene buena pinta... lo maduraré...
    Un besazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenas tardes, Nitocris:
      Si decides leer Eros finalmente, espero que lo disfrutes tanto o más que yo.
      Un abrazo!!

      Eliminar
  6. Buenas tardes Undine!. Venía dispuesta a no dejarme convencer porque ya ni se donde apuntar mis pendientes, y llegas tú con esta estupenda reseña y no puedo resistirme.Me la llevo desde luego, ya veré cuando puedo hacerme con ella. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenas tardes, Mar:
      Conozco esa sensación. A los lectores nos pasa que nos encaprichamos con lo que leen los demás de manera frecuente y fácil. De todos modos, si tienes ocasión de leer Eros, te imploro que lo hagas porque es una novela muy especial.
      Un abrazo fuerte y muy felices lecturas!!

      Eliminar
  7. Holaa!! contigo hago muchos descubrimientos literarios jaja y es algo que me gusta mucho, otro libro más que me llevo apuntado. Realmente me gusta cómo te expresas en tus reseñas, gracias por compartir tu opinión.

    Blessings!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muchísimas gracias, eres muy amable! Si en algún momento lees Eros, no dejes de contarme tus impresiones.
      Un abrazo y feliz semana!!

      Eliminar
  8. De primeras no me llamaba, pero claro, eso era aún al principio de tu reseña. Luego voy leyendo y veo cómo la has disfrutado, cómo la has sentido... Y claro, resulta ya imposible resistirse. Me la apunto!
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenas tardes, Margari:
      Ciertamente, es raro que me tope con un libro del XIX que no me guste, aunque ha sucedido. En este caso lo he disfrutado doblemente porque al prepararme el contexto en el que se escribió lo he comprendido mucho mejor. Realmente este viaje literario está siendo muy placentero.
      Un abrazo y gracias por visitarme!!

      Eliminar
  9. Fantánstica reseña Undine.
    Quizá me equivoqué de libro
    Un beso

    ResponderEliminar
  10. Hummmm, me recuerda un poco a la gran novela de Lampedusa "El gatopardo": aristocracia italiana, personajes bien diseñados, ... Parece que has disfrutado del libro tanto como yo disfruto de la pieza de Mascagni que has propuesto. Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenas tardes:
      Indudablemente, el aire que se respira en Eros es similar al Gatopardo. Pero con un espíritu distinto, ya que la diferencia temporal entre ambas novelas las hace muy distintas. Te invito a que le des una oportunidad a Eros, ya que te atrapará su gran elegancia, esa que comparte con la pieza de Mascagni.
      Un abrazo y gracias por la visita!!

      Eliminar
  11. Bueno, está claro que hay que tener muy en cuenta tu viaje a Turín ciudad en la que he estado pero hace años. Me ha he hecho gracia lo del desenfreno, nos desenfrenaremos 8 me suena rara esta palabra, no sé yo si es correcta) leyendo.
    Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenas tardes, Inés:
      A desenfrenarnos leyendo, pues. :) Estoy segura que reconocerás en Eros los paisajes italianos.
      Un abrazo y muchas gracias por la visita!!

      Eliminar
  12. Hola Undine!! No sabía nada de esta novela y me has picado mucho la curiosidad por ella. Me la llevo bien anotada a mi lista de pendientes, creo que podría estar bien. ¡Genial reseña y gracias por el descubrimiento! Besos!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muchas gracias a ti por leerme, Ana!
      Un abrazo y felices lecturas!!

      Eliminar
  13. Esta vez no lo tengo muy claro, Undine. Sin embargo, la propuesta musical me ha encantado. Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No se puede acertar siempre, querida Marisa. Si al menos he conseguido regalarte un momento de alegría con la pieza musical, ya me siento contenta.
      Un abrazo y felices lecturas!!

      Eliminar
  14. Respuestas
    1. Buenas tardes:
      Espero que disfrutes mucho con el libro.
      Un saludo

      Eliminar
  15. ¡Hola! Bueno, pues otro que anoto. Yo todo lo que sea literatura italiana...Además, leí hace años Cavallería rusticana, y me gustó bastante. Tenía fichado "Cuentos italianos" también, y ahora anoto este por tu culpa, jeje. Un besote!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenas tardes, Rocío:
      ¿Puedes creer que he visto y escuchado la ópera, pero no he leído Cavalería rusticana? No tengo perdón. Estoy segura que tú como lectora sensible que eres disfrutarás muchísimo Eros. Ya me contarás.
      Un abrazo y gracias por la visita!!

      Eliminar
  16. Hola! Suena interesante, me lo llevo anotado sin duda alguna. Gracias por descubrirme al autor y la novela.

    Besos!

    ResponderEliminar
  17. Hola.
    El libro no me llama la atención pero, como siempre, es un placer leer tus reseñas con las que siempre se aprende algo nuevo.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenas tardes:
      Para mí es un placer compartir lo que voy leyendo y aprendiendo.
      Un abrazo y gracias por apreciar mi trabajo!!

      Eliminar

Publicar un comentario

ENTRADAS POPULARES EN LECTURAS DE UNDINE

RESEÑA. "LOS TREINTA Y NUEVE ESCALONES", JOHN BUCHAN

RESEÑA: "EL CASCANUECES Y EL REY DE LOS RATONES", E. T. A. HOFFMANN

RESEÑA: EL BAILE, IRÈNE NÉMIROVSKY

RESEÑA: "El GATOPARDO", GIUSEPPE TOMASI DI LAMPEDUSA

RESEÑA: "EL HORROR DE DUNWICH", H. P. LOVECRAFT