RESEÑA: "TRILOGÍA DE CANDLEFORD", FLORA THOMPSON

 

Fuente: Undine von Reinecke


Ficha Técnica:

Editorial: Hoja de Lata

Traducido del inglés por Pablo González-Nuevo

Título original: Lark rise to Candleford (1945)

1ª Edición en español: Marzo de 2020

Precio sin IVA: 27,79 €

PVP con IVA: 28,90 €

Páginas: 640

EAN: 978-84-16537-60-0 | IBIC: FA

 

Sinopsis de la Editorial:

La Trilogía de Candleford es un clásico de la Inglaterra rural victoriana inspirado en la infancia y juventud de Flora Thompson. Cuenta la historia de tres comunidades vecinas de Oxfordshire: la aldea de Juniper Hill (Colina de las Alondras), donde Flora creció; Buckingham (Candleford), una pequeña ciudad cercana, y el pueblo de Fringford (Candleford Green), donde Flora consiguió su primer trabajo como oficinista de correos. A través de la mirada de Laura, una niña de la aldea que va creciendo a lo largo de los tres libros, la obra captura un mundo aún marcado por las cosechas, los viejos juegos infantiles y un sinfín de canciones al alba en la taberna del lugar. Un mundo que se desvanece porque el campo se mecaniza, las muchachas regresan con ideas modernas de servir en la ciudad y las endiabladas bicicletas invaden la campiña para desconcierto de las viejas generaciones.

Las páginas de esta maravillosa trilogía inspiraron una célebre serie de diez capítulos de la BBC en el 2008, con la que Flora Thompson se dio a conocer en todo el mundo.

 

Propuesta musical para este libro:


 

 

Lo que Undine piensa del libro:

 

<En tres tiempos se divide la vida: en presente, pasado y futuro. De éstos, el presente es brevísimo; el futuro, dudoso; el pasado, cierto.> Séneca

 

Comienzo una nueva etapa en Lecturas de Undine cuando este extraño verano de 2020 está dando sus últimas bocanadas de vida. Septiembre ya ha cumplido su primera semana, mientras todos miramos al futuro con recelo y expectación. Muy lejos quedaron los días en los que hacer planes a largo plazo era algo habitual y normal. Echar la vista atrás y evocar momentos más amables es una tentación difícil de evitar.

Recuerdo el pasado sábado 7 de marzo como si fuera hoy mismo. La ilusión me invadía aquel día, ya que tras muchos años anhelando que alguna editorial se decidiera a traducir y publicar la trilogía de Lark Rise to Candleford, una obra que conocí gracias a la adaptación que la BBC hizo de ella en 2008, Hoja de Lata editorial anunciaba que ya estaba en librerías la famosa obra de Flora Thompson, bajo el título de Trilogía de Candleford y con la estupenda traducción de Pablo González-Nuevo. Ni corta ni perezosa, me acerqué al centro de Madrid para comprarme mi ejemplar. Tan sólo unos pocos días más tarde la vida cambió para todos, y los planes que habíamos hecho quedaron en suspenso indefinidamente.

Tras la confusión inicial del momento, decidí aparcar el libro esperando encontrar el momento ideal para disfrutarlo. Me era indispensable disponer del tiempo y la calma adecuados para sumergirme entre sus páginas. El destino quiso que fuera el mes de agosto cuando lo leyera, justo en  los días que mi familia y yo habíamos destinado para viajar a Oxfordshire como destino vacacional y de estudios. Y ante la imposibilidad de materializar nuestros planes, Flora Thompson y su libro me dieron la oportunidad de transportarme emocionalmente hasta allí y hacer un viaje literario para conocer la tierra que la vio nacer, saber de sus gentes y costumbres durante las dos últimas décadas del siglo XIX.

La trilogía está compuesta por tres libros que llevan los siguientes títulos:

  1. Colina de las Alondras
  2. Camino de Candleford
  3. Candleford Green

Cada uno de los anteriores títulos corresponde a una etapa en la vida de Flora Thompson, comenzando por su niñez más tierna, siguiendo por su adolescencia y finalizando en su primera juventud. Siempre contados en tercera persona utilizando para ello el alter ego de Laura Timmins.

El primero de ellos, Colina de las Alondras, comienza así:

<La aldea estaba situada en lo alto de una suave loma en mitad de los plantíos de trigo del extremo noreste de Oxfordshire. La llamaremos Colina de las Alondras Por la cantidad de alondras que usaban los campos de sus alrededores como plataforma de despegue y que tenían costumbre de anidar en los eriales entre las hileras de maíz.

A su alrededor, el terruño duro y arcilloso de los campos de cultivo se extendía en todas direcciones; árido, pardo y azotado por el viento durante ocho meses al año. Con la primavera llegaba la verde explosión del maíz, las violetas crecían bajo los setos y los sauces blancos florecían junto al arroyo, en el extremo de “Los cien acres”. Pero solo durante unas semanas, a finales de verano, el paisaje era realmente bello. Entonces, el maíz maduro y cimbreante de los campos parecía crecer hasta alcanzar las puertas de las casas y la aldea se convertía en una isla en mitad de un mar de oro oscuro.>

 

¿Verdad que este bellísimo pasaje inicial evoca las pinturas que Alfred Sisley pintara en el último cuarto del siglo XIX? La descripción de cada detalle hace que el lector pueda visualizar, oler y sentir todo lo que Flora Thompson guarda en su memoria. La intención de la escritora es doble: por un lado nos cuenta la dureza del clima del lugar, y por otro describe la recompensa que el campo daba a quienes lo trabajaban y vivían en él. Una dualidad presente durante todo este primer libro de la trilogía, ya que Colina de las Alondras narra la vida de los aldeanos que la habitaban con los pros y contras de vivir en un lugar como aquel. No ahorra al lector ningún sinsabor de cómo era la vida allí, y sin embargo el espíritu de su narración emana felicidad. 

El texto centra su atención principal en una familia a la que la autora se refiere como “los de la última casa”, que no es ni más ni menos que la de la propia Flora Thompson en la época en la que ella era una niña muy pequeña y su hermano Edwin era casi un bebé. Bajo la mirada de Laura y Edmund, alter egos de la escritora y su hermano, cuenta la vida en la aldea, la dura existencia de hombres y mujeres que vivían para trabajar el campo al ritmo constante que el reloj de la naturaleza les marcaba, sin quejas ni pesadumbres. Aquellas gentes aceptaban su existencia con humildad y agradecimiento, pese a la pobreza y la escasez.


< (…) Aunque la comida era dura y nadie se preocupaba mucho por sus dientes, la indigestión era un mal desconocido, mientras que los trastornos nerviosos, allí como en otras partes, aún no habían sido inventados. La misma palabra “nervio” era utilizada en un sentido muy distinto del moderno. “¡Por Dios, que nervio no le falta!”, decían cada vez que alguien exigía injustificadamente más de lo que se consideraba razonable.>


Colina de las Alondras (pseudónimo de Juniper Hill, verdadera localidad de Oxfordshire) es un bucólico pero exhaustivo retrato de las personas que vivían allí, del concepto de familia que tenían, de las distintas labores que hombres y mujeres ejercían en su sociedad, de la solidaridad entre vecinos, de la natalidad y sus consecuencias en la economía familiar, de las cosechas y de las fiestas que se celebraban al llegar éstas, de los hacendados y la relación con sus trabajadores, de la religión que se profesaba y de la importancia que la familia del pastor tenía para la comunidad, de la educación infantil en la escuela comunal y del destino que esperaba a sus alumnos y alumnas. En definitiva, es una instantánea del mundo rural del sur de Inglaterra, justo antes de que las máquinas comenzaran a cambiarlo todo. Una maravillosa e interesante narración, entrañable a más no poder, repleta de personajes maravillosos, que nos es contada desde la nostalgia y el cariño propios de quienes han vivido mucho y el tiempo les ha robado lo importante. Imposible no conmoverse al leer el pasaje final en honor a los caídos en la Gran Guerra.

<Y durante todo ese tiempo siguieron naciendo y creciendo en la parroquia chiquillos que esperaban seguir viviendo siempre de la tierra, o en todo caso servir en el ejército durante un tiempo o irse a trabajar a una ciudad. ¿Galípoli? ¿Kut? ¿Arrás? ¿Ypres? ¿Qué sabían ellos de esos lugares? Sin embargo, llegarían a conocerlos, y cuando llegó el momento de hacerlo, ni parpadearon. Once muchachos de esa pequeña comunidad nunca regresaron a casa. (…)>


El segundo de los títulos de la trilogía, Camino de Candleford, corresponde a la etapa en que Laura (recordemos que es el alter ego de Flora Thompson), deja esa primera niñez obligada por los sucesivos nacimientos de nuevos miembros de la familia. La vida apacible que llevaba junto a su hermano Edmund jugando y estudiando cambia para no volver nunca, y comienza a asumir las obligaciones propias como hija mayor de la familia. La novela comienza así:

<Cuando llegue el verano cogeremos a la vieja Polly, pediremos prestada la carreta de la taberna e iremos a Candleford- dijo su padre, por millonésima vez en opinión de Laura.

Pero, por más veces que lo había dicho, nunca habían ido. No habían pasado de la villa más cercana, donde los sábados iban a hacer la compra.

En una ocasión, cuando les preguntaron cuánto tiempo hacía que vivían en la aldea, Laura había respondido: “¡Oh, años y años!”, y Edmund había dicho: “Siempre”, aunque solo tenía cinco años. Y los años y años de Laura apenas sumaban siete. Por eso, cuando su madre les dijo que el mayor error en la vida era nacer pobres, no se dieron cuenta de que ya era tarde para ellos. Eran demasiado jóvenes y no tenían con quién compararse.>


Y pese a lo anteriormente leído, Laura y Edmund viajaron a Candleford. Allí les esperaba la familia de su padre, que poseían una mejor posición social, y aportaron a los hermanos una visión del mundo muy distinta a la que ellos conocían de la vida en la aldea. Fue allí, en casa de uno de sus tíos, donde Laura recibió la noticia del nacimiento de un tercer hijo de la familia que sería el detonante del cambio en su vida.

En esta segunda parte de la trilogía, Flora Thompson, pese a que vuelve a mencionar diferentes asuntos de la vida en la aldea, con constantes saltos en el tiempo que reiteran temas que ya había tratado anteriormente para añadir información nueva, sumerge al lector en un universo nuevo: el de las ciudades de provincia. Centra su mirada en Candlford, ciudad ficticia que está basada en Buckingham. Es allí donde Laura pasa largas temporadas estivales observando el ritmo de la ciudad, conocerá a individuos con vidas y profesiones muy distintas a lo que había visto anteriormente y verá en primera persona como el progreso invade las calles de las ciudades y va ganando terreno al campo.

<En el mundo exterior, los hombres construían altísimas chimeneas industriales y ocupaban hectáreas de verdes campos con hileras de exiguas y cochambrosas viviendas para alojar a los obreros. Ciudades que ya tenían un tamaño considerable seguían creciendo y extendiéndose en forma de interminables suburbios. Nuevas iglesias y capillas, estaciones de ferrocarril, escuelas, comercios y tabernas se inauguraban y abrían sus puertas para satisfacer las necesidades de una población que crecía a gran velocidad. (…)>

 

Flora Thompson nos habla del ocaso de una era coincidiendo con el jubileo de la reina Victoria, una monarca que dio al pueblo inglés confianza en el futuro basándose en un esplendoroso pasado.

<La reina Victoria ocupaba el trono y así había sido desde antes de que nacieran los padres de Laura. De ahí que tanto ella como su hermano pensaran que siempre había reinado y que lo seguiría haciendo eternamente.>


Camino de Candleford es un interesantísimo documento histórico y sociológico de los últimos años del siglo XIX en provincias, visto por los ojos de una joven audaz y sensible, rememorado por ésta en la madurez. Pero además, este segundo libro de la trilogía guarda un verdadero tesoro para el lector, me refiero a las muchas referencias literarias que se hacen en él. Éstas corresponden a las múltiples lecturas y conversaciones literarias que la protagonista mantenía con su tío, un gran amante de la literatura y coleccionista de libros. Un auténtico privilegio conocer de primera mano cuales fueron los títulos y autores que hicieron a Flora Thompson amar los libros y ganarse el apelativo cariñoso de "ratón de biblioteca" en su adolescencia.

< ¡Un libro magnífico, El progreso del peregrino! Pero sin duda tengo algo que preferirás: Cranford, de Elizabeth Gaskell. ¿Has oído hablar de ella, Laura? No, imagino que no. Bien, pues te aguarda un libro de los buenos.>


Quizá fue la lectura continuada y ese espíritu curioso que la protagonista poseía lo que la libró del destino que esperaba a las jóvenes como ella en la aldea, que ante la imposibilidad económica de sus padres para seguir manteniéndolas y el exiguo espacio en la casa familiar, buscaban buenas casas donde servir para ganar dinero con el que contribuir al bienestar de los suyos. Pero Laura no era útil para nada de esto y tuvo que buscar otra alternativa para ganarse la vida. Así concluye el segundo libro de la trilogía, que da paso a Candleford Green, que comienza así:

<Sentada junto a su padre en el asiento delantero de la carreta, Laura saludaba a los vecinos.

-          ¡Adiós, Laura! ¡Adiós!- gritaban.

-          ¡Ya sabes, pórtate bien!

Y al volverse para sonreír y saludarlos, Laura intentaba no alardear de su vestido nuevo, del sombrero y del flamante arcón con sus iniciales que iba atado tras ellos en la caja de la carreta.(…) Al parecer su partida causó una gran sensación en la aldea. No porque ver a una muchacha de corta edad salir al mundo para ganarse la vida fuera algo poco común por allí. Todas las jóvenes se marchaban tarde o temprano con el mismo objetivo, algunas mucho antes que Laura. (…)>

 

Candleford Green es el último libro de Trilogía de Candleford, y está basado en las experiencias de Flora Thompson al conseguir su primer trabajo en la estafeta de correos de la localidad de Fringford, en Oxfordshire, a la corta edad de catorce años. El negocio estaba regentado por Sra. Kezia Whitton (señorita Lane en la novela), una mujer soltera e independiente, que había heredado el negocio de la estafeta de su padre junto con una herrería. Una ocupación poco femenina para la época, pero que aquella mujer dirigía con gran maestría y el decoro requerido en tiempos cambiantes. Gracias a ella y a su biblioteca, los conocimientos literarios de nuestra protagonista aumentaron, haciendo de ella una magnífica intelectual autodidacta, que la llevaría años más tarde a dedicarse a la escritura sin complejo alguno y con el reconocimiento del mundo editorial.

<Cuando Laura terminó de leer la mayor parte de los volúmenes del salón, la señorita Lane le sugirió que, puesto que le gustaba tanto la lectura, podría sacar libros en préstamo del Instituto Mecánico de Candleford. Laura solicitó la tarjeta de lectora y transcurrido un año ya había reído y llorado con las novelas de Charles Dickens, completado la lectura de la serie de novelas de Waverley y saboreado a muchos otros autores hasta entonces desconocidos para ella. Las torres de Barchester y Orgullo y prejuicio despertaron su amor por las obra de Trollope y Jane Austen, que preservaría durante toda su vida como un precioso tesoro.>


¿Quién de entre mis lectores no se ha sentido identificado tras leer este pasaje? Debo confesar que a mí me dio un vuelco el corazón cuando lo leí por primera vez.

Pero, ¿qué podemos encontrar en esta última entrega de la trilogía, además de las notas autobiográficas de la autora que pasan por su aprendizaje profesional, el primer contacto con el amor y su despedida definitiva de la niñez?

En Candleford Green el lector conocerá el funcionamiento de las localidades satélites de las ciudades, ahora anexionadas por ellas y convertidas en barrios. Es un estudio sociológico en forma de narración o novela en el que su autora nos habla de los diferentes estamentos que conformaban una población como aquella: Los comerciantes, el pastor de la iglesia, los aristócratas, la directora de correos, los profesionales artesanos y todos los miembros de aquellas comunidades hoy desaparecidas y transformadas en ciudades dormitorio. Las  historias que aquí se nos cuentan hacen que su lectura resulte cercana y entrañable.

Es un bucólico retrato de un tiempo y una sociedad que anunciaba su inminente desaparición. Es el último suspiro de una forma de vida que cedió su lugar a una nueva clase social emergente que aborrecía la  tranquilidad y confundía la cantidad con la calidad.

<La estructura de la sociedad tal como era entonces, aparentemente sólida pero ya debilitada, había cumplido su propósito en el pasado y no sobreviviría a un mundo en perpetuo cambio en el que las máquinas ya realizaban el trabajo que antes desempeñaban los hombres, y donde lo que antes había sido el lujo de unos pocos elegidos se convertía rápidamente en necesidad para muchos. No obstante, en el pasado había tenido sus aspectos positivos y no todo en aquel modo de vivir era odioso.>


Fuente: Modenfirstedition.com
Y ahora viene lo más difícil para mí en esta entrada del blog, querido lector. ¿Cómo poner fin a la reseña de un libro que llevabas años esperando leer, que te ha dado mucho más de lo que buscabas y del que podrías seguir hablando indefinidamente? Quizá lo mejor sea ser pragmática y ceñirme a los datos.

Trilogía de Candleford es un libro que se editó como tal en 1945 bajo el título ya mencionado de Lark Rise to Candleford, después de haber triunfado por separado cada uno de los tres libros que la componen en los años 1939, 1941 y 1943, respectivamente. Flora Thompson era una anciana cuando la escribió. Anteriormente, su incursión en el mundo literario había consistido en la publicación de cuentos y artículos para diferentes revistas y periódicos, siendo muy apreciados por la crítica los ensayos que trataban sobre naturaleza. Pero no cabe duda que su gran obra fue la trilogía. Un texto que hoy día es muy valorado por gran parte del mundo académico inglés, y se utiliza como fuente de conocimiento histórico y social de una época. Pero para mí, amante como soy de Inglaterra, de su historia y su literatura, es una fuente de emoción y conocimiento incomparable. El maridaje que Flora Thompson hace de su semi-autobiografía junto con la observación de los lugares y gentes que conoció durante las dos últimas décadas del siglo XIX da lugar a una gran obra que retrata con estilo y gran poder creativo los últimos suspiros de la era victoriana. Es en definitiva un ensayo emotivo y honesto sobre el paso imparable de la vida.


<”El tiempo, como una corriente que nunca se detiene, arrastra a todos sus hijos”, como decía el poema de Isaac Watts. Y también a sus hijas, ni que decir tiene. Los gustos e ideas de cada generación, junto con sus ideales y convenciones, descienden corriente abajo como si fueran escombros. > Flora Thompson

 


Undine von Reinecke ♪

 

 

La autora por la Editorial:

Fuente: Hoja de Lata Editorial
Flora Jane Thompson

(Oxfordshire, 1876; Brixham, 1947) fue una novelista y poeta autodidacta, célebre por su Trilogía de Candleford.

En 1938 presentó varios escritos sobre su infancia en la aldea a Oxford University Press, quien publicó, un año más tarde, Colina de las Alondras. A este primer volumen le seguirían, en 1941 y 1943 respectivamente, Camino de Candleford y Candleford Green. Los tres libros juntos se publicarían por primera vez en 1945.

Ade-más de escribir numerosos poemas, relatos y artículos sobre naturaleza aparecidos en periódicos y revistas de la época, dos de sus últimas obras se publicaron póstumamente: Heatherley, una secuela de la Trilogía de Candleford (manuscrito de 1944 republicado en 1998), y su última novela, Still Glides the Stream (1948).  


Documental sobre la verdadera historia de Lark Rise to Candleford:


Comentarios

  1. ¡Qué preciosa reseña! Entran muchas ganas de leer esta obra que hasta ahora solo conocíamos gracias a la serie. Enhorabuena por este espacio tan bonito y tan bien llevado, Undine.

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    1. ¡Muchísimas gracias, Beatriz! Para mí tu opinión es muy importante.
      Te animo a que leas el libro. Descubrirás que, pese a que la serie nos emocionó, la vida real siempre supera nuestras emociones más vividas.
      Un abrazo fuerte!!

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  2. Cuanto mimo y cuánta pasión lectora! Es hermoso ver como disfrutaste.
    Gracias por tu trabajo excelente.
    Saludosbuhos

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    1. Buenos días:
      ¡Muchas gracias por tu empatía y por tus cariñosas palabras! Lo cierto es que soy una lectora entusiasta, y cuando un libro forma parte de mi crecimiento como persona (desde que vi la serie quise conocer Oxfordshire), me es difícil no poner corazón al reseñar.
      Un abrazo fuerte!!

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  3. Me gusta mucho que relaciones un libro con una obra musical. Yo no puedo hacer las dos cosas juntas, leer y escuchar música. Tengo que parar atención a una sola, o sea, que leeré primero el libro, que no conocía (gracias) y luego escucharé a Elgar, que me encanta. Besos

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    1. Buenos días:
      Para mí la música va unida a la vida, mees imposible no relacionarla con todo lo que hago o siento. Elgar y Thompson me parecieron un maridaje estupendo. Ambos muy recomendables por separado también.
      Un abrazo y disfruta de la lectura!!

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  4. Qué disfruto siempre con las piezas musicales que eliges! Y la reseña es absolutamente maravillosa. Imposible no querer leer esta trilogía.
    Besotes!!!

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    1. Buenos días, Margari:
      ¡Mil gracias por tus amables palabras! Música, libro y reseña te los dedico a ti que los valoras con tanto cariño.
      Un abrazo fuerte!!

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  5. Hola Undine!. Una reseña magnífica!. Le tengo echado el ojo desde que salió y como no me lo han regalado para mi cumpleaños, estoy dudando entre comprármelo directamente o pedirlo a los Reyes ( eso sí aguanto tanto tiempo si leerlo). Lo que estoy segura es que la leeré. Besinos.

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    1. ¡Muchísimas gracias por tus amables palabras!
      Me alegra que tengas intención de leer esta trilogía, porque tengo la completa certeza de que a ti te va a gustar muchísimo. Eso sí, elige muy bien el momento para leerla, porque es del tipo de narrativa que se disfruta más cuando se dispone de tranquilidad.
      Un abrazo fuerte y mil gracias nuevamente!!

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  6. Querida Undine:
    La palabra futuro ha perdido parte de su encanto, ¿verdad? Antes era como el pasado, cualquiera nos parecía mejor y ahora, aunque se le pongan muchos nombres como incertidumbre, yo lo que tengo es miedo. Pero en fin, con tantos no haciendo lo que hay que hacer, poco podemos hacer los demás. Así que veremos.
    Respecto al libro lo he tenido en la mano muchas veces. Sé exactamente lo que voy a sentir con la lectura, mucha paz pero al mismo tiempo creo que me saldrá el costumbrismo british por las orejas y tal vez me acabe resultando excesivo. Con tu reseña me da la sensación de que es más incisivo y no tan complaciente como me lo imaginaba, todo el rato recogiendo flores y tomando el té. Me lo voy a pensar.
    Un fuerte abrazo y mucho ánimo para lo que venga.

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    1. Querida Norah:
      Yo sólo pienso en el día a día en la actualidad. A mí, como a la mayoría de nosotros, se me ha paralizado algo interior. Pero quiero sentir con optimismo, pese a la pérdida.Las responsabilidades serán reclamadas antes o después, la historia no perdona.
      Con respecto al libro...Yo no lo encajaría en el llamado "costumbrismo british". Esta trilogía está enfocada de otro modo, tiene caracter propio. Si no has visto la serie, yo te recomiendo que le eches un vistazo antes de descartar la lectura de Flora Thompson. Yo he disfrutado muchísimo escuchando contar sus historias a una anciana a la que tengo cariño, como si fuera mi abuela. Ya me contarás.
      Un abrazo enorme!!

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  7. Holaa!! otro libro que no conocía pero que no suena nada mal, así que me llevo apuntada esta trilogía. Gracias por la entrada.

    Blessings!!

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  8. Lo apunté cuando vi que lo iban a publicar pero luego me ha pasado como a Norah que sí que no, el caso es que no termino de decidirme. También te digo que el estar dudosa sumado al precio me hace contenerme. El caso es que aún no lo tengo descartado así es que...
    Besos

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    1. Buenos días, Inés:
      Te digo como a Norah, te recomiendo comenzar a ver la serie de la BBC. Si te despierta interés, no dejes de leer la trilogía porque es aún mejor. Yo he disfrutado muchísimo con ella.
      Un abrazo fuerte!!

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  9. Me encanta, me encanta, me encanta!!! No sé que hacer con mi lista de libros pendientes, anoto uno más y me entra agobio. No sé si hacer borrón y cuenta nueva, y poner a este el primero de mi nueva lista. Gracias Undine por compartirnos tan bien lo que lees. Ahora nos toca viajar con la lectura. Un abrazo

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    1. ¡Muchas gracias a ti por leerme con tanto cariño!
      El mundo de los libros nos secuestra siempre con sus tentaciones, en este momento más, porque necesitamos escapar de la realidad. Yo te recomiendo que leas la trilogía cuando encuentres un hueco luminoso en tu tiempo libre. Es un libro de gran embrgadura que necesita tiempo y dedicación (como en la canción de Loquillo).
      Un abrazo fuerte!!

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  10. Hola! Este libro desde que lo vi anunciado en la editorial me llamó la atención y ahora lo necesito más si cabe!

    Gracias!

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    1. Buenas tardes, Jani:
      Conociendo tus gustos lectores, no puedo recomendarte más que leas antes o después a FloraThompson. Es una experiencia inolvidable.
      Un abrazo grande y garcias por pasar a leerme!!

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  11. Hola guapa... De las trilogías suelo huir pero es que esta... ay, ay, ay,... ¿cómo resistirse? La verdad es que lo cuentas tan bien, tan bonito y con tanta pasión, que me haces plantearme cosas que no me hubiera planteado. En fin, ya veré. Muchas gracias por el toque musical de la reseña y por ella misma. Te salió de fábula. Besos

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    1. Buenas tardes, Marisa:
      Yo tampoco soy amiga de trilogías o sagas. Pero a Lark Rise to Candleford le tenía ganas desde que conocí la historia y a la autora por la BBC.
      ¡Muchas gracias por tus bonitas palabras hacia la reseña! Para mí era un débito hacia Flora Thompson por tantos buenos momentos como he pasado conociendo su vida y la de sus contemporáneos. Te animo a que la leas, porque sé te va a emocionar.
      Un abrazo muy fuerte y muy feliz fin de semana!!

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  12. Fue el último libro que me compré antes de la cuarentena y todavía lo tengo sin leer ¡Y eso que he leído un montón!

    De momento no tengo previsto ponerme con él aunque cualquier día me da por ahí y me lo leo. Así soy yo jajajja.
    Besos.

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    1. Buenas tardes:
      A las dos nos ocurrió lo mismo. También fue el último libro que me compré antes de la cuarentena. Y fíjate, no lo he leído hasta el mes de agosto.
      No te apures por leerlo. Es mejor esperar al momento justo para poder disfrutarlo como se merece.
      Un abrazo fuerte!!

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  13. Hola Undine!! Me alegro de que hayas disfrutado tantísimo con estos tres títulos, cuando leí esta trilogía me pasó como a ti. ¡Una magnífica reseña, como siempre y unas preciosas elecciones musicales! Besos!!

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    1. ¡Muchísimas gracias!
      Ya te contaba en tu estupenda entrada de la trilogía que le tenía mucho afecto a esta obra. La BBC nos educa a los lectores, ¿verdad?
      Un abrazo!!

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  14. Me seduce mucho esta trilogía pero como sabes acabo de empezar con una saga y ya son muchos libros...ja, ja,ja.
    Un beso.

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    1. ¡No sabes cómo te entiendo! Yo estoy igual que tú, no puedo leer todo cuánto quisiera. Pese a ello no paro de anotar título :)
      Un abrazo y feliz comienzo de semana!!

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  15. Hola.
    Este libro lo voy a dejar pasar, no me llama mucho y ademas tengo demasiados pendientes y quiero centrarme en ellos. Gracias por la reseña.
    Nos leemos.

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    1. ¡Genial! Ya me contarás tus impresiones cuando la leas.
      Un abrazo!!

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  17. No sé cómo lo haces pero siempre consigues que quiera leer los libros que reseñas.
    No he leído nada de esta autora y la literatura clásica inglesa, sobre todo la de esta época, es mi asignatura pendiente. Habrá que ponerle remedio, ¿no?
    Besos

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    1. Buenos días, preciosa:
      ¡Muchas gracias por las palabras amables que me dedicas! Esta autora se hizo realmente famosa gracias a esta trilogía y principalmente por su adaptación. Yo te recomiendo que veas la serie y decidas después si quieres leerla. No porque no vaya a gustarte, el libro es fantástico, sino porque el tema histórico que trata y su ubicación son muy concretos. La serie se llama Lark Rise to Candleford, por si te decides a buscarla.
      Un abrazo fuerte!!

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