RESEÑA: "UN CURA CASADO", JULES BARBEY D'AUREVILLY

 

Fuente: Undine von Reinecke

Ficha Técnica:

Editorial: Cátedra

Colección: Letras Universales

Edición y Traducción: Mª. Luisa Guerrero Alonso

Código: 120379

I.S.B.N.: 978-84-376-2242-2

Publicación: 31/05/2005

Clasificación IBIC: FC

Formato: Papel

Páginas: 480

P.V.P.: 20,40€

 

Sinopsis de la Editorial:

Las figuras de Jean Sombreval, el cura renegado poseído por el ansia del conocimiento científico, y de Calixte, como encarnación de la virtud y dotada de la fuerza de las mujeres pasionales que recorren las páginas de las obras del autor, no dejaron a nadie indiferente: Zola le reprochó haber escrito una «encendida defensa del celibato eclesiástico», mientras que el arzobispo de París prohibía su venta al público.

 

Propuesta musical para este libro:


Lo que Undine piensa del libro:


<Para no ser los esclavos martirizados del tiempo, embriagaos, ¡embriagaros sin cesar! con vino, poesía o virtud, a vuestra guisa.> Charles Baudelaire



Hoy, 17 de febrero de 2021, llego a París, gran orgullo del país galo, en mi periplo mundial tras los pasos de Phileas Fogg, para conocer qué ocurría en el panorama de las letras francesas cuando apareció en 1872 la primera edición de La vuelta al mundo en ochenta días. Al llegar allí, compruebo que el ambiente es de auténtica efervescencia social y cultural, los acontecimientos del siglo han dejado mella. 

Napoleón III (1853)
 Fuente:wikipedia

Con la llegada del régimen autoritario de Napoleón III en 1848 (Segundo Imperio), los ideales románticos caen en picado. La desilusión de los escritores que veían su pluma como un medio para difundir mensajes sociales en pro de una sociedad más justa deriva en el escepticismo y en un sentimiento de verdadera derrota. Tan sólo Víctor Hugo desde el exilio seguirá escribiendo en contra del régimen napoleónico y a favor de los derechos humanos. El panorama social es ahora más prosaico, los gustos y costumbres se han racionalizado, dejando atrás esa etapa mística y metafísica de la época romántica, para ceder paso a los encantos de las nuevas tecnologías. La mirada de la cultura es ahora científica y experimental. La burguesía se acomoda a esa nueva forma de vivir regida por las reglas de un capitalismo industrial ya solidificado.

1ª Edición. Fuente: Wikipedia

En el campo de la literatura, la consecuencia principal es la consolidación de la novela realista al publicarse en 1857 Madame Bovary de Flaubert, un estilo iniciado en plena época romántica por Balzac y Stendhal, y que derivará finalizando el siglo hacia el naturalismo científico de Zolá y Guy de Maupassant. En cuanto a la poesía, en este sector se inicia lo que se ha dado en llamar Posromanticismo, un estilo en el cual los poetas se refugian en su interior en busca de una nueva estética libre de excesos retóricos y efectistas del romanticismo. Obra principal de esta etapa es Las contemplaciones publicada por Víctor Hugo en 1856, a la que se ha considerado precursora del simbolismo y que es la culminación de su poesía cosmo-teológica, a la que llegó por su afición al espiritismo. Cabe destacar también el nacimiento del Parnasianismo, que tiene su origen en Téophile Gautier, un movimiento principalmente esteticista cuya única regla a seguir era la creación de belleza y el alejamiento de la vulgaridad mediante el uso de un lenguaje y una métrica muy cuidados y escenarios refinados. Del mismo modo fue importante la obra del llamado poeta maldito Charles Baudelaire, quien, al igual que los parnasianos, reclamó para la poesía esa técnica depurada y el uso de la imaginación, pero con un grado superior de intimidad y emotividad.

Este era el ambiente que se respiraba en las tertulias de los cafés y en los salones literarios de la época cuando se publicó en 1865 Un cura casado, obra del escritor Jules Barbey D’aurevilly (1808-1889), escritor y periodista francés casi relegado al olvido durante mucho tiempo por ser considerado maldito, pero al que hoy día se conoce como una de las voces literarias imprescindibles de su época. Defensor acérrimo de Balzac y Baudelaire, no tuvo miedo de criticar la obra del gran Víctor Hugo. En cuanto a su propia obra, se ha catalogado dentro del Romanticismo tardío, y en ella se concentran diferentes intereses: el dandismo, el catolicismo e incluso el satanismo aparecen reflejados al mismo tiempo en sus textos, creando atmósferas agitadas de carácter melodramático. Con referencia a sus tramas, el tema demoniaco está muy presente, ya que sostenía que este era un buen camino para llegar al conocimiento de Dios, sin duda estas ideas le fueron inspiradas influido por la reconversión a un catolicismo más férreo que experimentó durante su vida. Entre el total de sus obras, la más conocida y considerada es Las diabólicas (1874), una colección de seis relatos protagonizados por mujeres, donde la pasión y el crimen campean a sus anchas. Frente a la importancia de esta obra, he elegido Un cura casado, que también es significativa aunque menos conocida, por lo interesante del argumento, ya que las connotaciones autobiográficas de algunas cuestiones como el momento histórico, que determinó el destino de su famiia, el lugar donde la ubica y ciertos acontecimientos que relata me parecen de vital importancia  para conocer al autor y también las circunstancias socioculturales de un país que pasó en poco menos de cien años por tantos y tan grandes cambios sociales. Llegados a este punto, sólo me queda invitar a mis lectores a que me acompañen a conocer qué nos encontramos en Un cura casado de Jules Barbey D’aurevilly. La novela comienza así:


<El castillo del Quesnay, que es necesario que ustedes conozcan como un personaje -dijo Rollon-, ya que se trata del teatro de esta historia, había pertenecido desde la noche de los tiempos a la secular familia de ese mismo nombre. Estaba situado, porque ya no existe -y este relato les dirá por qué-, en la región más alejada, la más profunda de la baja Normandía.>


Un cura casado cuenta la historia de Jean Sombreval, un hombre nacido en la baja Normandía en el seno de una familia humilde de labriegos, que, seducido por el mundo intelectual, abandona la tierra y la profesión familiar para estudiar en el seminario. Brillante en sus estudios, es ordenado sacerdote y enviado a la capital francesa poco antes de estallar la Revolución. Pero los encantos de París y el ambiente intelectual le hechizan de tal modo, que renuncia a su vocación religiosa para dedicarse al mundo de la ciencia, entrando a trabajar en el laboratorio de un químico reputado que posee una gran fortuna. Con el tiempo, y guardando en secreto sus años como sacerdote, contrae matrimonio con la hija de su mentor, una muchacha de extraordinaria belleza y férrea fe católica. De esa unión nacerá una hija, pero poco antes de dar a luz la esposa de Sombreval conoce el falso proceder de su marido, que traicionó su compromiso con la Iglesia para dedicarse al paganismo de las ciencias. Horrorizada por tal sacrilegio y engaño, la joven muere tras dar a luz a una niña que nace con un estigma en forma de cruz en el rostro y una salud muy débil. Pese a esta desgracias, Jean Sombreval descubre que su amor por Calixte, la hija recién nacida, es equiparable o mayor que el que experimenta por la ciencia, y ofuscado por su negación de Dios, la educa muy lejos de la religión y en la ignorancia de la trágica muerte de su madre. Pero el destino o la providencia tenían otros planes para él, ya que al llegar a la adolescencia Calixte descubre ambas cosas y decide dedicar su delicada existencia a reconvertir a su padre.

Los años pasan y la línea entre la vida y la muerte de la joven es cada vez más fina. Jean, empeñado por encontrar una cura mágica que le devuelva la salud a su hija, decide volver a su tierra, comprar el castillo Quesnay, antigua casa solariega de los señores de la zona, e instalar allí su laboratorio, donde trabajará sin tregua día y noche.

Pero la llegada de Jean Sombreval, el infame cura casado, con su hija fruto del pecado no es bien recibida entre los habitantes de aquellas tierras, que les desprecian y no se dignan a tratar con ellos. Hasta que un día el destino hace que Néel de Néhou, hijo de vizconde y familiar de los Quesnay, se tope con ellos. Desde ese momento el joven cae irremediablemente hechizado ante la belleza y candidez de Calixte. ¿Será capaz el apasionado amor de Néel por Calixte sanarla, más allá de lo que la ciencia de Jean Sombreval pueda conseguir? ¿Será posible para Calixte devolver la fe a su padre? ¿Serán finalmente aceptados por la sociedad del lugar?

Un cura casado es una impresionante novela nacida en tiempos realistas, pero de espíritu vehementemente romántico. La obra está ubicada en la baja Normandía, tierra que vio nacer al autor, gran conocedor de su esencia y de sus gentes. La historia se remonta hasta los tiempos en que la Revolución Francesa llamaba a la puerta, y finaliza en la época napoleónica de las grandes batallas europeas. Este espacio temporal no está elegido al azar por el autor, ya que de él se sirve para describir los cambios sociales, culturales y religiosos que tuvieron lugar con la caída de la monarquía absolutista, la instauración de la Primera República y finalmente la subida al poder de Napoleón. Un periodo de tiempo que marcó el destino de la nación, en el cual la aristocracia perdió sus privilegios, dejando el campo libre a la burguesía, que aprovechó dicha circunstancia. De este contexto se sirve el autor para presentar a su protagonista Jean Sombreval, el cura casado, un individuo que debido a las eventualidades de su vida consigue salir de la pobreza y ocupar el lugar de privilegio que tenían los grandes señores en otra época.


<Pero una sensación de repugnancia, quizás debida a una solidaridad de casta, a pesar de que el espíritu de casta ya estaba desintegrado en aquella época, como tantos lazos sociales, impidió que los nobles de la zona acudieran a esta subasta de las velas -tipo de venta cuyos formalismos son en parte el enorme y sombrío testimonio de la ruina que constata.>


Pese al paso del tiempo y a los cambios sociales que llegaron con él, la atmósfera imperante era de intolerancia y resentimiento entre las gentes humildes debido a la incultura generalizada, y a la herencia que las supersticiones de la tradición folclórica y la religión habían implantado.


<Era de la zona; pero todos los que lo volvieron a ver, tras una ausencia tan larga, no pudieron nunca explicar el temerario e insolente retorno de un hombre monstruosamente tarado y ¡cuyo apellido llevaba de aquí para allá el Horror y el Espanto!>


En un ambiente semejante era de esperar que un individuo que renegara de su vocación religiosa para dedicarse a la ciencia y la razón, símbolo de los nuevos tiempos tras la Revolución, y que además se casara y procreara, fuera visto como un ente demoniaco, no sólo entre las gentes sencillas, sino también entre la aristocracia superviviente al Terror que veía con odio a aquellos que les recordaban todo lo que habían perdido. El autor aprovecha esta temática de la novela para atacar subliminalmente a sus contemporáneos que se conformaban con una sociedad más prosaica, alejados, desde su punto de vista, de los ideales estéticos y sociales de un pasado más glorioso


<Lo tenía tan atrapado la ciencia que no lo dejaba bajar al candente ruedo de la política. El padre Sombreval siguió en París -el París de Marat, de Fouquier-Tinville, el de las cabezas expuestas en las picas, el de los corazones aún calientes y estremeciéndose dentro de los ramos de claveles blancos-(…)>


En ese clima de odio e intolerancia siembra su historia el autor, hasta allí lleva a sus personajes principales: Jean Sombreval y Calixte, su hija fruto del pecado. Los instala en un castillo que más parece el ojo del infierno que una heredad aristocrática, y los exhibe ante las gentes del lugar para ser juzgados y vilipendiados. Pero como todo buen drama que se precie, también tiene sus héroes que lucharán por restaurar el honor perdido de los protagonistas, ya que comprenden la grandeza que estas víctimas de la vida guardan en sus atormentadas almas. Por un lado tenemos a Néel de Néhou, un joven aristócrata que cae rendido ante la humilde belleza de Calixte y ante la presencia e inteligencia del padre de ésta; por otro lado tenemos al sacerdote de la comarca, el padre Méautis, que ve en Calixte un alma pura cercana a la santidad y en su progenitor al pagano que debe salvar. Ambos simbolizan al héroe romántico por excelencia: Néel en su versión humana, el sacerdote en la divina. Dos pasiones contrapuestas que mantendrán una lucha encarnizada durante toda la novela.


<Néel veía su destino en aquella imagen. Había besado la mano del esclavo… “Moriremos -pensaba-, pero moriremos entrelazados…”>


Por otro lado, es importante destacar el papel de un personaje de la novela que representa el mundo de lo demoniaco, un tema omnipresente en la producción del autor. Me refiero a la Malgaigne, una anciana a medio camino entre la sabiduría y brujería, cuyas visiones marcarán el destino de esta historia. Las premoniciones de este personaje unidas a la pasión romántica de Néel y la devoción divina del padre Méautis forman un triángulo perfecto, alegoría de la búsqueda que lleva al conocimiento de Dios, un tema que obsesionaba al autor. Es importante indicar que la novela está repleta de innumerables símbolos alegóricos, que acentúan su carácter, imprimiéndole tensión y emoción, tanto argumental como conceptual.

En cuanto al estilo que emplea Jules Barbey D’aurevilly en su narrativa, debo decir que me ha impresionado por su riqueza intelectual. El autor se desborda en cada pasaje imprimiéndole sabiduría, virtuosismo y lirismo, a la par que demuestra su amplio conocimiento sobre el mundo clásico y el romántico, a los que cita constantemente. Tácito, Goethe, Beethoven, Lord Byron… Un mundo erudito de ensueño que sublima al lector apasionado que con intelectual agradecimiento perdona lo excesivo y rimbombante de algún fragmento.

En definitiva, y ya para encauzar el final de esta reseña, debo decir que he disfrutado plenamente de la lectura de Un cura casado, una obra que fue vilipendiada en su tiempo tanto por el mundo intelectual como por la Iglesia. En ella Jules Barbey D’aurevilly aborda de manera singular y muy particular, al igual que hacía con su extravagante vida, todos los temas que ocupaban las cabezas de los pensadores y esteticistas de su época: Religión, ética, ciencia, amor, devoción, celos, culpa…Un complejo mundo a caballo entre lo intelectual y lo espiritual de belleza inigualable que me ha devuelto la ilusión por investigar entre lo desconocido, entre las letras menos comerciales. Vista con la perspectiva de nuestros días, Un cura casado puede resultar una lectura algo chocante y cercana al desvarío pero, citando a aquel gran romántico:


 <La locura, a veces, no es otra cosa que la razón presentada bajo diferente forma.> Goethe

 

Nos vemos el 17 de marzo en Turín, queridos lectores.

 
Reto La vuelta al mundo en doce libros

Undine von Reinecke ♪

 

Con este título participo en:

Proyecto Mes del Amor 👈organizado por Laky en su blog  Libros que hay que leer

Cumplo la premisa de Clásico de 400 páginas o más, del reto Todos los clásicos grandes y pequeños (nivel 3) organizado en el blog de Las Inquilinas de Netherfield  👈

Añado otro título a mis lecturas para el reto Nos gustan los clásicos V Edición, organizado por el blog Un lector indiscreto👈

 

El autor por la Editorial:

Fuente: Wikipedia
Jules Barbey d'Aurevilly (1808-1889) fue educado en el seno de una familia de toga normanda y recibió una educación marcada por el rigor religioso y la moral. En vida fue para muchos de sus contemporáneos un personaje en continua pose. Su físico excéntrico y sus exagerados juicios y opiniones contribuyeron a hacer de él un individuo fuera de los parámetros oficiales. La dinámica provocación-reacción que subyace en su conducta y en su obra resulta ser un concentrado perfecto para estudiar la dinámica ideológica y estética de su siglo. Leer sus ficciones y ensayos permite realizar un apasionado y apasionante repaso por una compleja y profunda época. «Un cura casado», menos popular tal vez que «Las diabólicas», otra de las obras fundamentales del autor, concentra, sin embargo, de modo más claro el universo imaginario aurevilliano, emparentado con el Romanticismo de la decepción: ese rechazo furibundo de su momento histórico y la negación del futuro.

Biografía del autor (Fuente: Biografías y vida)👈

Jules Barbey d'Aurevilly  (Saint-Sauveur-le-Vicomte, 1808-París, 1889) 

Escritor francés. Miembro de una familia tradicionalista y monárquica, fue un excéntrico y un dandy en su vida social. Su obra presenta una mezcla de romanticismo exacerbado y de catolicismo ultramontano. Escribió unos 1.300 artículos sobre temas literarios. Algunas de sus novelas y de sus cuentos, ambientados en su Normandía natal, son memorables. Las diabólicas (1874) es su obra maestra.

Barbey d'Aurevilly se sirvió de un estilo depurado para crear una obra audaz y polémica, enmarcada dentro de la tradición literaria de los románticos. Estudió leyes en Caen, donde estuvo influido temporalmente por las ideas liberales. Luego, establecido en la capital, vivió una existencia disipada, entre gustos aristocráticos y refinamientos al estilo de Lord Byron, y colaboró en varias revistas; tras la quiebra de una sociedad industrial que arruinó a su familia, hubo de ganarse la vida modestamente en el periodismo.

Originario de una familia aristocrática y católica, integrado de buena gana en la sociedad burguesa y cercano a las clases aristocráticas parisinas, Jules d'Aurevilly adoptó la postura de un dandismo extravagante. Fue un defensor del catolicismo y de la Inquisición, más por sus implicaciones estéticas que por su significación moral. Creyente, tradicionalista y ferviente defensor de la monarquía, su retórica influyó en escritores como Léon Bloy, Georges Bernanos y Ramón del Valle-Inclán.

En sus novelas, que algunos críticos consideraron como un retorno al idealismo, cultivó una prosa sutil, provocadora y satírica, en la que mezcló elementos realistas y fantásticos. En la construcción de sus relatos trágicos logró fuertes efectos de contraste asociando la violencia de los sentimientos extremos con una fría descripción de los hechos. Aún vacilante en sus primeras novelas entre las influencias románticas, el documento realista y el "style artiste" de los Goncourt (El amor imposible, 1841; El anillo de Aníbal, 1843), su originalidad se fue concretando a partir de Una vieja dueña (1851).

Una mezcla idéntica de sensualidad y religión informó sus obras sucesivas: La hechizada (1854), El caballero de Touches (1864), Un cura casado (1865) y los célebres cuentos reunidos en el volumen Las diabólicas (1874), que fue condenado y recogido. Jules Barbey d'Aurevilly se defendió alegando querer únicamente "asustar al vicio con la descripción de escenas reales en todo su horror", y volvió sobre los mismos temas en Una historia sin nombre (1883) y Lo que nunca muere (1884). De su obra ensayística destacan El dandismo y Jorge Brummel (1845), y sobre todo Obras y hombres del siglo XIX (1861-1865), una serie de estudios literarios y dramáticos en la que demostró su agudeza y perspicacia crítica.

Dos mujeres le amaron: Madame de Bouglon, católica ferviente que le curó del alcoholismo, y la atea Louise Reid, la cual le asistió con gran paciencia. Léon Bloy le hizo objeto de un verdadero culto. El favor del público aumentó en sus últimos años gracias a los simbolistas, quienes sobrevaloraron el mérito de las alucinantes transfiguraciones que en sus páginas se manifiestan.

 


 


Comentarios

  1. ¡Hola Undine! Que curioso que un hombre atraído por la ciencia y el saber decida meterse a cura ¿verdad? llama la atención, aunque bien podrían compaginarse las dos cosas. Una novela que sobre todo muestra la forma de pensar en la época, los tabúes, lo considerado inmoral y vergonzoso. Y eso que el hombre había dejado de ser cura... Y es que ha sido leer lo de con "férrea fe católica" y saber que eso iba a traerle problemas. No deja de ser interesante la mezcla de sensualidad y religión
    Besos

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    1. Buenos días, Marian:
      Ciertamente, lo de la fe católica férrea y la ciencia en aquellos tiempos no era una buena combinación. Por otro lado, quienes elegían el sacerdocio por aquel entonces no siempre tenía que ver con la vocación, sino con buscar una forma digna e ilustrada de ganarse la vida. Este era el caso de nuestro cura casado. Pero no te cuento más para no estropearte la novela, porque merece la pena leerla. Ya me contarás si algún día lo haces.
      Un abrazo fuerte, y muchas gracias por visitarme!!
      Te espero el tercer miércoles de marzo en Turín :)

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  2. Como siempre, me dejas sin palabras al leer tus reseñas. Son tan completas que dan ganas de irse corriendo a la librería a comprar el libro.

    Un abrazo,

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    1. ¡Muchísimas gracias! Para mí es apasionante prepararme cada publicación y compartirla. Si consigues la novela, ya me dirás qué te parece.
      Un abrazo fuerte y gracias por la visita!!
      PD: nos vemos el tercer miércoles de marzo en Turín.

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  3. Tus reseñas son verdaderas clases de literatura, tanto por tu manera de escribir como por lo que nos cuentas. Aprendo historia de la literatura contigo. Un abrazo!

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    1. ¡Muchas gracias por tus amables palabras, Esther! Me gusta contextualizar los libros, máxime en este reto en el que viajamos por el mundo literario. Tus bonitos comentarios me dan energía para seguir mejorando.
      Un abrazo muy fuerte y gracias por la visita!!

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  4. Jo, otro que me tengo que apuntar y van...no me da la vida para tanto. La reseña, de diez, como siempre.
    Un beso, guapa

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    1. Buenas tardes, guapísima:
      Te ocurre como a mí, no paro de apuntar títulos. Luego no hago demasiado caso a la lista y se meten por delante otros libros que me salen al encuentro. :) Ya me dirás si finalmente lees Un cura casado, no tiene desperdicio.
      Un abrazo grande y mil gracias por tus amables palabras!!

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  5. Hola Undine pues aunque veo que te ha gustado mucho este no me lo llevo. Creo que no lo disfrutaría tanto como tú... Una reseña muy elaborada... Genial.
    Un besazo

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    1. Buenos días, Nitocris:
      Es una novela comprometida por su temática, de antemano sabía que no conquistaría a todo el mundo. Aun así, si alguna vez te cruzas con el autor, no dejes de echar un ojo a sus trabajos, porque son muy especiales.
      Un abrazo fuerte y gracias por la visita!!

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  6. Hola Undine, una novela muy interesante la que traes hoy, tengo que reconocer que no soy demasiado conocedora de los clásicos franceses, más allá de los más famosos así que de este autor no había oído hablar, pero me llama mucho la atención la historia que se cuenta y esa vuelta al romanticismo, con maldiciones, brujería.. Me lo llevo apuntado desde luego, aunque no se si será fácil de conseguir. Estupenda reseña como siempre. Un abrazo.

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    1. Buenos días, Mar:
      Yo tampoco soy muy conocedora de los franceses, por eso quise salirme de los títulos más leídos, y me ha salido bien la apuesta. El libro se puede encontrar, aunque no fácilmente. Pero su título más famoso, Las diablesas, está por todas partes. Ya me dirás si te metes con él.
      Un abrazo fuerte y felices lecturas!!

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  7. Holaa!! a simple vista no me hubiera llamado la atención, pero la forma en la que te expresas sin duda ha despertado mi curiosidad, por lo que me llevo apuntado este también. Gracias por compartir tu opinión.

    Blessings!!

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    1. ¡Muchísimas gracias! Ciertamente ni la cubierta, ni el título seducen a la primera. Este libro necesita leerse para saber qué contiene. Es una historia oscura, gótica, romántica...Una tragedia bellísima.
      Un abrazo y garcias por la visita!!

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  8. Hola.
    Aunque el libro no me llama mucho la atención la reseña sí que lo ha hecho y he disfrutado leyéndola. Siempre aprendo algo nuevo, gracias.
    Un saludo.

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    1. ¡Muchísimas gracias a ti por apreciar lo que publico! El libro es una curiosidad, de esos que deberían estudiarse en el instituto por lo mucho que se aprende del momento histórico y sus gentes.
      Un abrazo y feliz día!!

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  9. Mira que pensaba que esta vez no me ibas a convencer, pero me lo cuentas de una manera tan atractiva que me resulta imposible resistirme.
    Besotes!!!

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    1. ¡Muchas gracias, Margari! Hay libros que lo de menos es su temática. En esta ocasión es más interesante el autor y su simbología que la propia historia en sí. Ya me dirás si te decides a leerla.
      Un abrazo y gracias por la visita!!

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  10. Pues fue tratada mal en su época pero nosotros la recibimos con alegría, me la llevo apuntada, la veo muy interesante.
    Besos

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    1. Buenos días, Inés:
      Es muy interesante. En su época debió ser todo un escándalo, no tanto por lo que sucede, que también, sino por las alusiones a toda la sociedad. Por otro lado, la atmósfera es apasionante. Ya me contarás si finalmente la lees.
      Un abrazo grande y muy feliz día!!

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  11. Querida Undine:
    Me encanta eso de que vayas poniendo en contexto los lugares de la novela de La vuelta al mundo. Tengo sentimientos encontrados porque alguna vez intenté leerla porque me tendría que gustar por ser un viaje tan alucinante pero no me he enganchado y tampoco me han gustado las pelis que he visto. Aunque los dibus me molaban mucho, quería ser Romi y me hacía mucha gracia el ratón.
    El caso es que la novela que nos traes por supuesto no la conocía. Creo que se encuadra más o menos en la misma época que Madame Bovary que voy a leer enseguida.
    Yo voy apuntando de todos modos por si acaso me cuadra.
    Besos y ¡¡Feliz semana!!

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    1. Querida Norah:
      El reto de la vuelta al mundo...se basa en eso justamente, en hacer un pequeño estudio sociocultural del mundo en la época del famoso libro. Te agradezco que aprecies ese detalle :) Por otro lado, con el libro de Verne ocurre lo mismo que con otros títulos de la época, como por ejemplo La isla del tesoro, o David Copperfield, tanta publicidad y excesivas adaptaciones terminan desvirtuando el libro y cansando al público. No obstante, entiendo lo que dices, empatizar con Verne no es fácil. Tomé la idea de su novela porque el viaje me servía de guión para visitar los puntos geográficos importantes del momento, que marcaron momentos de la historia del mundo. A ver cómo lo planteo en próximas ediciones.
      Con respecto al libro de hoy, Madame Bovary es anterior a Un cura casado (de los 50'). Prepárate con Flaubert porque va a sacar de ti la artillería pesada.
      Un beso grande y gracias por dedicarme tu tiempo!!

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  12. Una reseña muy trabajada y clara, tanto con el desarrollo de la trama, como la temática que aborda la novela. En su conjunto no me termina de convencer. Besos.

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    1. Buenas tardes:
      Es una novela compleja de vender por la temática, que no llega a cualquier lector. Eso sí, la belleza del texto es inmensa. Si te cruzas con ella (no es fácil) no dejes de darle una pequeña oportunidad.
      Un abrazo y gracias por tus amables palabras!!

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  13. Me ha encantado tu reseña y el libro que nos traes me atrae sobre todo por la época en que fue escrita más que por los amoríos y la religión. Besos

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    1. Muchísimas gracias!! Espero que lo disfrutes si te decides a leerlo.
      Un abrazo!!

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  14. Hola Undine!! Gracias por el descubrimiento, me has picado mucho la curiosidad por este libro. ¡Genial reseña y gracias por tu recomendación! Besos!!

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    1. ¡Muchísimas gracias, Ana!
      Un abrazo y gracias por la visita!!

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  15. Chiquilla, con estas reseñas tan completas, ¿cómo nos vamos a resistir? Aunque te diré que este en concreto me llama menos que otros muchos que has sacado por aquí. De todos modos, es un gusto leerte. Besos

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    1. ¡Muchísimas gracias, Marisa! Cada género tiene su lector, y está bien que así sea. No obstante, si algún día te cruzas con la novela te invito a que le des una oportunidad. Estoy segura que te interesaría.
      Un abrazo y milgracias por visitarme!!

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  16. Impresionante y documentada reseña.
    Estoy contenta por realizar este viaje contigo.
    Aunque mis reseñas sean más pequeñas son realizadas con gran cariño.
    Un abrazo

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    1. Buenas tardes:
      Es estupendo que te unieras a mi aventura. Espero que la estés disfrutando tanto como yo y el resto de los participantes.
      Un abrazo nos vemos en Turín en marzo!!

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