RESEÑA: REVOLUCIONARIO, CLEMENTINA BLACK

 

Fuente: Undine von Reinecke

Ficha Técnica:

Editorial: Chaman Ediciones

ISBN: 978-84-122218-4-8

Colección: Chamán en su senda (Narrativa)

Traductor: Gonzalo Gómez Montoro

Materia: ficción clásica

Páginas: 118

Formato: 21 x 14 cm

Encuadernación: tapa blanda con solapas

Edición: castellano, 1ª edición

Precio con IVA: 12,00 €

Sinopsis de la Editorial:

Revolucionario refleja la sociedad inglesa del último tercio del siglo XIX: obreros, empresarios, religiosos, burgueses, periodistas y diputados pueblan sus páginas. La acción transcurre hacia la década de 1880, época de expansión económica y de auge del proletariado, fenómeno este último que capta la atención de los partidos políticos, tradicionalmente ajenos a las míseras condiciones de vida de los trabajadores. Mejorar dichas condiciones es, precisamente, la obsesión del protagonista, Kit Brand, cuya situación de «desclasado» resulta singularmente moderna: Brand es un «extranjero» concebido cuarenta años antes que el Meursault de Albert Camus, además de un visionario («uno de esos hombres que mueren ninguneados y a quienes, después, erigen estatuas en su honor», según su compañero Stanford). Brand es un revolucionario «que no puede dejar de ser coherente». Revolucionario es, en definitiva, una rara avis de la novela inglesa de finales del siglo XIX, y su rescate, la prueba de que otras autoras —como había sido el caso de Clementina Black— pueden seguir estando olvidadas pese a haber escrito obras reveladoras sobre la condición humana.

Propuesta musical para el libro:

Songs of Sunrise: Nº3, The March of the Women. "Shout, Shout, Up with Your Song"

Ethel Smyth (1858-1944)

Ethel Smyth fue una compositora inglesa y una de las líderes del movimiento sufragista de su país. Sus composiciones fueron apreciadas por grandes nombres de la esfera musical como Tchaikovsky, Brahms o Dvořák , pero también fue la primera mujer en conseguir que una de sus obras se representara en la Ópera Metropolitana de Nueva York. Smyth será siempre recordada por haber compuesto en 1911 La marcha de las mujeres (The March of the Women), tema que el lector está escuchando; esta obra se convirtió en el himno sufragista. Como anécdota es curioso comentar que, Ethel Smyth organizó a un grupo de mujeres que estaban encerradas junto a ella en la cárcel de Halloway, mientras marchan y cantaban el himno al son de la música, la compositora las dirigía con un cepillo de dientes en la mano a modo de batuta.  

Lo que Undine opina del libro:

<No queremos quebrantar las leyes, queremos redactarlas y refrendarlas.> Emmeline Pankhurst

En 1888 un suceso insólito conmocionó a la opinión pública inglesa. Se trataba de una movilización que llevaron a cabo las mujeres y muchachas adolescentes que trabajaban en la fábrica de cerillas Bryant & May de Londres. Aquel atrevido y valiente grupo de féminas se organizaron y se pusieron en huelga como consecuencia del despido de doce obreras de la empresa, y por las malas condiciones laborales que tenían, con jornadas larguísimas de más de catorce horas y salarios muy bajos, a lo que se unían los gravísimos problemas de salud que presentaban muchas de las trabajadoras debidos a los alótropos de fósforo blanco con los que convivían durante todo el día en la fábrica. 

Trabajadoras de Bryant & May
Fuente: Wikipedia

Esta acción social  fue posible gracias al compromiso de algunas personas, que indignadas ante tanta injusticia lucharon por conseguir una mejores condiciones laborales para aquellas mujeres. La figura que encendió la mecha en esta ocasión fue la activista y escritora Annie Besant (1847-1933), que con la ayuda de su amigo, el también socialista Herbert Burrows (1845-1922), escribió un artículo para una revista donde denunció e hizo público todo lo que sucedía en aquella fábrica. Pese a que en un principio los dueños de Bryant & May tomaron represalias contra las trabajadoras, lo cierto es que, después de muchas reuniones con la dirección y tras la visita de un grupo de mujeres al Parlamento inglés para solicitar ayuda de la clase política, llegaron a un acuerdo con la patronal. Como resultado de todo ello, las obreras de la fábrica de cerillas consiguieron un entorno más seguro para trabajar y beneficios laborales. Pese a que la figura de Besant fue determinante para alcanzar esa meta, también hubo otras activistas que se implicaron en el asunto. 

Eleanor Marx hija de K. Marx
Fuente: Wikipedia

Uno de esos nombres que resonaron en el Parlamento inglés en relación al asunto de la empresa cerillera fue el de Clementina Black (1853-1922), escritora, feminista y pionera sindicalista inglesa, que durante gran parte de su vida trabajó en pro de la mujer trabajadora, y viajó por el Reino Unido buscando nuevas afiliadas a la causa femenina. Black conoció y se relacionó durante su vida con los grandes personajes de la vida política de izquierdas, fabianos y marxistas, entre los que se encontraba la familia de Karl Marx, con quien le unió una estrecha amistad, especialmente con Eleanor, hija del célebre filósofo alemán. Sus escritos e informes ayudaron a recopilar información acerca de las condiciones lamentables que sufría la mujer de su tiempo en el trabajo y con ello contribuyó a las mejoras laborales que se consiguieron en su época. A esta mujer singular pertenece el libro del que voy a hablaros hoy; se titula  Revolucionario y ha sido publicado en 2021 por Chamán Ediciones con introducción y traducción de Gonzalo Gómez Montoro. 

Revolucionario comienza así:

<Era la sexta semana de la huelga que aún hoy, en la pequeña y aburrida localidad de Mudford, se considera uno de los grandes acontecimientos del siglo. Una delegación de huelguistas estaba negociando con los propietarios de la empresa. Mientras tanto, en el salón del Green Dragon, se entregaba el subsidio a los obreros que secundaban el paro.>

Revolucionario cuenta la historia de Christopher Brand, un ingeniero y sindicalista inglés perteneciente a una familia obrera, cuyo temperamento fuerte e idealista le ha llevado desde muy joven a implicarse de manera enérgica en todas las acciones reivindicativas de las fábricas en las que ha trabajado. Su carácter incorruptible y vehemente ha sido el causante de los múltiples despidos que ha sufrido durante su carrera profesional. Pese a que Brand es un hombre joven de tan sólo treinta años, es viudo y a su soledad se une la paupérrima situación económica que padece. Hombre de gran carisma, su aspecto atractivo y su impactante personalidad le proporcionan mucha popularidad, motivo por el cual es envidiado por algunos compañeros sindicalistas y muy temido por los empresarios. Esta particular situación lo convierte en un objetivo apetecible para los diferentes partidos políticos que se disputan el voto obrero, y su figura será codiciada por todos ellos con el fin de utilizarlo como cebo y conseguir un escaño en el parlamento londinense. Pero, lo que casi nadie sabe de él es que tras el nombre de Christopher Brand se esconde un oscuro secreto familiar, algo tan importante que podría encumbrar a este hombre idealista y convertirlo en un ídolo político, o quizá resulte ser su perdición. Entre tejemanejes sociopolíticos e intrigas electorales, Christopher Brand peleará por conseguir sus objetivos mientras se defiende de sus enemigos y lucha con su conciencia. ¿Se mantendrá el héroe sindicalista fiel a su credo o caerá en brazos de la gloria y el dinero?

An Agitator, 1ª edición
Fuente: Pinterest

Revolucionario es un ameno, emocionante y muy interesante relato, que fue publicado en 1994 por Bliss, Sands & Co., con el título original de An Agitator. Desde el primer momento tuvo una gran acogida ya que el texto reflejaba los entresijos del mundo sindicalista y electoral en la Inglaterra del momento, un tema que era de imperiosa actualidad en el panorama social internacional cuando apareció. Clementina Black quiso reflejar desde dentro el mundo sindicalista que conocía muy bien -ella misma fue una pieza clave del engranaje activista de su tiempo- y presentarlo ante la sociedad inglesa con sus luces y sus sombras. Pero la autora no sólo se quedó ahí, también fue capaz de concentrar en este breve texto de apenas cien páginas todo lo que suponía el sistema de clases en la Inglaterra del momento, prestando mucha atención a las diferentes corrientes ideológicas, y a la repercusión que su influencia tenía sobre los partidos políticos y en el país. Por las páginas de Revolucionario aparecen mujeres y hombres trabajadores, hijos de obreros, empresarios, aristócratas, parlamentarios, damas de clase alta solidarias, jueces, abogados, incluso la iglesia tiene representantes; es una historia rica en personajes que, pese a la sucinta aparición que muchos de ellos hacen en la trama, todos ellos son determinantes para el desarrollo de la misma y ayudan a dibujar la panorámica social inglesa del momento.

William E. Gladstone, político
 liberal británico (1er Ministro 1892/94)
Fuente: Wikipedia

Por otro lado, en el intento de Black por explicar cómo funcionaban las relaciones democráticas entre los diferentes partidos y el funcionamiento del mundo sindical, el análisis de la autora es elocuente y explícito sin dejarse llevar por el posicionamiento político, algo que, por otro lado, podría esperarse de una escritora del perfil ideológico de Black. Muy al contrario de ello, la autora escribe una historia en la que no existe el equipo de los buenos y el de los malos, sino individuos que hacen lo correcto y otros que siguen sus propia causa, sin pararse a pensar si es inmoral. La escritora no hace distinciones de afiliación, se limita a diseccionar el comportamiento humano en general, y deja al lector que reflexione sobre el asunto. Algo así cómo hacían los famosos escritores victorianos en sus más comprometidas novelas, entre las que destaca Norte y sur de Elizabeth Gaskell, que se distingue por reflejar la problemática del mundo obrero y empresarial de mediados del siglo XIX, pero en el caso que nos ocupa con un estilo mucho más directo y moderno, propio de las corrientes narrativas de su tiempo, y apuntando ya hacia horizontes intelectuales más progresistas.

Con respecto al carácter de la obra, la autora enfoca el relato de manera atractiva para captar la atención de un público amplio, con el fin de que sus propósitos lleguen a todo el mundo. Para ello diseña una trama que tiene un poco de todo y para todos: drama, acción, sensacionalismo, ideología y pasión, porque si por algo se distingue Revolucionario y el personaje que protagoniza esta historia, héroe romántico donde los haya, es por la vehemencia de sus acciones y emociones. Tanto es así que, desde mi punto de vista y salvando las distancias, Christopher Brand podría haberse medido con otros personajes literarios de renombre tales como Edmond Dantès o Dmitri Ivánovich Nejliúdov, si Clementina Black hubiera querido escribir una novela con fines artísticos. Sin duda, dotes narrativas no le faltaban, pero no era este el objetivo de su libro sino el de demostrar a la sociedad los bajos fondos del mundo democrático, en el más amplio sentido de la palabra: juristas, electores, políticos, sindicalistas y votantes puestos bajo el microscopio, en un relato que atrapa lentamente para llegar a un final apasionante y emocional, propio dele legado literario dickensiano.

Hasta aquí llegan mis impresiones de Revolucionario. Ha sido un placer conocer esta historia y a su autora, una mujer que demostró coherencia en su vida personal y pública, ya que no sólo fue desde muy joven la responsable de cuidar y mantener a su extensa familia, como bien nos cuenta Gonzalo Gómez Montoro en su estupenda introducción del libro, sino que procuró desplegar su protección hacia las mujeres de todo el país que necesitaban de auxilio en su vida personal y profesional. Clementina Black pasa desde este mismo momento a engrosar y liderar mi lista de mujeres escritoras comprometidas que intentaron cambiar el mundo a finales del siglo XIX y que, junto con el de Emy Levy 👈y Beatrice Harraden 👈, han sido reseñadas en Lecturas de Undine durante 2021. 

<Más vale que vivas lo mejor que puedas y actúes lo mejor que sepas y pienses lo mejor que puedas hoy; porque hoy es la preparación segura para el mañana y para todos los demás mañanas que vendrán después.> Harriet Manineau

Undine von Reinecke ♪

La autora por la Editorial:

Clementina Black

(Brighton, 1853 – Barnes, Surrey, 1922) Escritora inglesa, feminista y pionera sindicalista, estrechamente conectada con el marxismo y la sociedad fabiana.

Trabajó por los derechos de las mujeres en el trabajo y a favor del sufragio femenino siendo miembro de organizaciones feministas tales como Women’s Trade Union League, Women’s Industrial Council o Women’s Franchise Declaration Committee. La primera de sus siete novelas fue A Sussex Idyll, publicada en 1877. An Agitator (aquí traducida como Revolucionario) se publicaría en 1894. En ella se cuenta la historia de un líder sindical socialista. Novelas posteriores fueron de un corte apolítico, como la última que publicara en 1911: The Linleys of Bath.