RESEÑA: UNA FLOR EN EL ASFALTO, EDUARDO BARBA/RAQUEL APARICIO

 

Fuente: Undine von Reinecke

Ficha Técnica

Editorial: Tres Hermanas

Autor: Eduardo Barba

Ilustradora: Raquel Aparicio

ISBN: 978-84-122911-5-5

Tamaño: 23 x 17 cm

Encuadernación: Rústica con solapas

Páginas: 126 páginas

P.V.P.: 24,99 €


Propuesta musical para este libro


Piano Sonata No.16 In C major K.545. Mozart / Intérprete Maria Joao Pires

Dice la voz popular, y algunos estudios científicos, que las composiciones de Wolfgang Amadeus Mozart y de algunos otros autores clásicos son beneficiosas para el crecimiento de las plantas, favoreciendo el rápido desarrollo de las mismas. A esto se le ha llamado el Efecto Mozart. Sea esto verdad o no, lo cierto es que, donde quiera que se escuche la música del genial compositor austriaco la  atmósfera se torna más bella y singular, regalando armonía a quienes se dejan envolver por ella.

La Piano Sonata Nº 16 In C major K. 545, también llamada Sonata Facile, es una composición que consta de tres movimientos: Allegro, Andante y Rondó. Es una pieza delicada y muy bella, que los maestros del mundo del piano ofrecen a sus alumnos primerizos, para introducirlos en el complejo y sublime universo mozartiano.

Lo que Undine opina del libro


<El gran libro siempre abierto y que hay que hacer el esfuerzo de leer es el de la Naturaleza.> Antonio Gaudí i Cornet


Decía Víctor Hugo que produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras el género humano no escucha. Creo que en los últimos años, los acontecimientos en los que se ha visto envuelta la humanidad han dejado bien patente las palabras de este gran filósofo, esteta y novelista francés. ¿Recordáis qué emoción producía durante el confinamiento de 2020 ver en los noticiarios de televisión cómo animales de especies salvajes invadían nuestras civilizadas calles y paseaban alegremente por ellas? Debían sentirse verdaderamente a sus anchas y libres de todo peligro. Su gran depredador, el ser humano, sufría un castigo de origen indeterminado que le obligaba a estar encerrado. La naturaleza parecía querer invadirlo todo otra vez, como era lo normal en el principio de los tiempos y, aunque solo fue un bonito espejismo, el mensaje quedó ahí para quien lo quisiera entender y recoger.

Meses más tarde el ritmo habitual de nuestras ciudades ya no recordaba lo que era el sonido del silencio. Las calzadas se llenaban de coches, por las aceras circulaban bicicletas, patinetes y viandantes. Sin embargo, la madre naturaleza nos sigue hablando incansablemente a diario, sólo debemos pararnos un segundo a mirar a nuestro lado y escuchar.

Fuente: Ed. tres Hermanas

Eso es lo que viene a decirnos Eduardo Barba en Una flor en el asfalto, el precioso libro donde nos habla de las plantas más humildes y cosmopolitas que nos regala la naturaleza, un texto que publicó en septiembre de 2021 la editorial Tres Hermanas, con las maravillosas ilustraciones de la artista Raquel Aparicio, y que cuenta con el prólogo del prestigioso profesional francés del paisajismo, la botánica, la entomología  y la jardinería Gilles Clément.


Una flor en el asfalto se presenta así:


«Nos llamáis hierbajos, maleza, malas hierbas… pero ¿qué os hemos hecho para que nos miréis tan mal? Compartimos con vosotros el espacio de estos bosques de cemento y cristal que habéis construido en medio del campo, esas ‘ciudades’. Somos las hierbas urbanas, sí. Tenemos tanta belleza si se nos mira de cerca que, todo lo demás, poco importa. Somos unas supervivientes capaces de colonizar pequeñas grietas en las aceras y los muros.

Nos hemos reunido para contaros cómo somos y cómo nos sentimos. Por estas páginas desfilamos docenas de plantas muy comunes en vuestras calles. Cada una habla de sí misma, en primera persona, para mostraros cómo es nuestra realidad, nuestro día a día. Lo hacemos sin tapujos, en un ejercicio de sinceridad clorofílica con todos vosotros. ¿Dejaréis entonces de llamarnos malas hierbas?»


Detalle Ilustración especie Correhuela
 (Raquel Aparicio)

Una flor en el asfalto es un maravilloso texto, empático, emocionante, cautivador y bellísimo, que se aparta de todos los cánones establecidos por los que se han regido hasta ahora manuales y herbarios, que aficionados a la jardinería y expertos botánicos han manejado habitualmente. El texto es un glosario de plantas que se sale de lo corriente, donde su autor nos habla de esas especies herbáceas poco apreciadas hoy en día, que se encuentran frecuentemente en nuestras ciudades, y a las que comúnmente aludimos como “malas hierbas”. Eduardo Barba fija su mirada sobre su mundo para desmitificar esa fama negativa que pesa sobre ellas, descubrirnos su verdad y contarnos sus bondades.


Detalle Ilustración especie hierba Mora
(Raquel Aparicio)

El libro está dividido en cuatro partes, según las zonas que podemos distinguir en las urbes donde vivimos, y así diferenciamos en cada apartado los especímenes que conviven con el ser humano en calles, muros, parques y descampados, donde nuestro jardinero y escritor Eduardo Barba, el hombre que nos ha hecho ver el mundo vegetal con los ojos del alma, nos cuenta la historia, el origen y las características de cada ejemplar, desde un punto de vista del todo singular. La originalidad de Una flor en el asfalto reside en el estilo con el que está escrito, ya que cada entrada de este glosario botánico está narrada en primera persona, como si fuera la propia planta la que se dirige al lector, otorgándo de este modo cualidades humanas a estos seres vivos que tan desapercibidos pasan habitualmente ante los ojos del ciudadano del siglo XXI, para conseguir ese grado de empatía tan característico de la personalidad de Eduardo Barba, y que ha sabido plasmar siempre en sus trabajos, transmitiendo a sus admiradores, lectores y aprendices a jardineros esa chispa que hace falta para adoptar el importante compromiso con el mundo natural que jamás el ser humano debió abandonar.

Ejemplo encabezamiento de capítulo
(Ilustración Raquel Aparicio)
Por otro lado, y centrándonos en lo narrativo, tanto la sencillez del lenguaje utilizado por el autor, como la sutileza, la gracia y el ingenio que emplea en los pasajes del libro, hacen que su lectura resulte del todo interesante, amena y especial. Parte de su éxito reside también en los temas que aborda, descubriendo a quienes se muestran interesados en la narración un mundo sin igual, que evidencia en cada línea la gran importancia que han tenido las plantas a lo largo de la historia de la humanidad. Y así, el lector podrá conocer todas las facetas culturales, emocionales, alimenticias y de salud que están ligadas al individuo, quedando reflejadas en Una flor en el asfalto desde el comienzo de los tiempos hasta nuestros días, recurriendo incluso a algunos hallazgos arqueológicos para demostrarlo.

No pensemos por ello que el texto resulta árido y aburrido de leer, debido a un sin fin de datos estadísticos interminables. Todo lo contrario, los pasajes que nos ofrece Eduardo Barba son todos apasionantes y muy sugestivos, descubriéndonos un mundo rico y valioso, que sorprende y conmueve al lector. En ellos encontramos referencias a filósofos griegos, eruditos del mundo romano, diosas de la mitología, artistas del mundo pictórico y arquitectónico, viajeros, conquistadores de nuevas tierras, brujas medievales, druidas e, incluso, anotaciones literarias que nos hablan de cómo Shakespeare incluía ciertos especímenes en sus obras, o las plantas que se mencionan en el clásico español La Celestina

Detalle Ilustración especie Viborera
(Raquel Aparicio)

Pese al interés que pueda tener toda esta información, la trascendencia de Una flor en el asfalto, desde mi punto de vista, radica en lo que subyace entre sus páginas. Me refiero a ese mensaje que se nos lanza desde cada punto y coma del libro, que habla de respeto, de cariño, amor y comprensión hacia el mundo natural. Eduardo Barba construye con su libro un alegato en favor de la convivencia entre especies, destacando la responsabilidad que tiene el ser humano frente al resto de habitantes del planeta, y haciendo ver lo pequeño que éste es en comparación con la naturaleza, pese a sus esfuerzos por dominarla y controlarla.


En otro sentido, remarca la necesidad de volver hacia una forma de vida en conexión con las plantas, fuente de vida para el individuo, tanto a nivel material como emocional.


Detalle Ilustración especie Amapola
(Raquel Aparicio)

La energía positiva que derrocha Una flor en el asfalto y el virtuosismo narrativo de que hace gala no son gratuitos. Su espíritu queda ligado a quienes se dejan envolver por él. No te sorprendas, lector, si después de leer este libro los hábitos sencillos de cada día se tornan en escapadas fotográficas; algo tan sencillo como salir a comprar el pan puede convertirse en una bonita aventura si sabes donde mirar. Así es Eduardo Barba, un ser exquisito y generoso, que comparte con nosotros y nos regala una forma mejor de existir.


No quiero finalizar esta reseña sin mencionar la impresionante labor editorial que ha hecho Tres Hermanas en este libro, una publicación bellísima y cuidada al milímetro, donde las deliciosas y sublimes ilustraciones de Raquel Aparicio enmarcan, engalanan y ensalzan el crucial cometido estético y moral ofrecido por Eduardo Barba.



<No deseo copiar a la naturaleza. Me interesa más ponerme a la par de ella.> Georges Braque



Undine von Reinecke ♪


El autor por la Editorial

Fuente: Ed. Tres Hermanas

Eduardo Barba

Madrid

Eduardo Barba Gómez es jardinero, paisajista, profesor de jardinería e investigador botánico en obras de arte.

Cultiva plantas desde que era un niño y trasplantaba malvas y otras hierbas del descampado de enfrente de su casa a las macetas de la terraza. Por esa y otras razones acabó haciéndose jardinero.

Por donde pasa necesita cuidar de plantas, labor que ha realizado en distintos países, además de España, como en Bélgica, Francia, Italia, Países Bajos, Estados Unidos o Australia.

Claro está, le vuelve loco la botánica, pero también el arte. Ambos trastornos le han llevado a identificar todas las plantas que aparecen entre las miles de obras expuestas del Museo Nacional del Prado. Precisamente, es autor del libro El jardín del Prado, un ensayo que recoge la flora de las obras de arte de ese museo.


La ilustradora por la Editorial

Fuente: Ed. Tres Hermanas

Raquel Aparicio

Ávila, 1982

Es una ilustradora que se enorgullece de poder vivir de dibujar, que es lo que más le gusta.

Desde el año 2006 ha ilustrado para revistas, libros, moda y publicidad. Sus obras han sido publicadas en España, Francia, Inglaterra, Estados Unidos, Australia, Indonesia, Corea y otros tantos países.


Comentarios

  1. Querida Undine:
    Tengo que confesar que no me llevo bien con la botánica. Creo que la culpa la tiene mi madre que siempre tenía la casa llena y eso nos limitaba mucho a la hora de jugar, pesaba pena de muerte si estropeábamos una, no es que fuéramos niños asesinos de plantas pero a veces sin querer...pues ya se sabe. A eso hay que sumar que siempre se me dio mal en el colegio ese tema.
    En fin, que ya ves que esto no es lo mío. Que me encanta el pequeño jardín botánico de mi ciudad pero más bien la zona bosque. Vamos, que no le hago desprecios al mundo vegetal pero vaya, no es mi favorito.
    El libro de todas formas me parece precioso, y me gusta mucho eso de que a partir de su lectura una simple visita a la panadería puede ser una pequeña aventura. Pero bueno, creo que la cosa se va a quedar en un vistazo cuando lo vea en la librería. Uno que me ahorro.
    Besitos y Feliz semana

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    1. Buenas tardes, Norah:
      El problema que tenemos muchos españoles es la falta de espacio en los pisos. Si viviéramos en casas unifamiliares, con un pequeño terrenito para cultivar, seguro que tu madre no os hubiera vuelto locos con los tiestos. :) En mi caso particular, la falta de espacio también es un problema, y las condiciones ambientales otro. Pese a ello, cada día aprecio más el contacto con la naturaleza, pasear y ver cómo lo invade todo.

      Un abrazo y mil gracias por pasarme a visitar!!

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  2. Qué entrada tan preciosa. Empezando por Mozart que, será un tópico, pero qué maravilla de música nos regaló, y siguiendo por este libro con esas ilustraciones tan preciosas.
    En Biología no existen las "malas hierbas" porque ellas son el objeto de estudio. la gente me pregunta por árboles y plantas de cultivo y cuando les digo que no tengo ni idea me dice, ¿pero tú no eres bióloga? Pues sí, soy bióloga y con una fuerte formación en Botánica (al menos la tenía antes de olvidar lo que aprendí porque ahora ya es una formación normalita), pero es que en Biología se estudian las malas hierbas, nada de manzanos (salvo los silvestres), nada de rosas american beauty (tan solo la humilde Rosa canina). Una de las cosas más fascinantes de mi carrera fue descubrir las maravillas que se esconden entre las malas hierbas, las orquídeas más delicadas, los nomeolvides minúsculos, las verónicas tan azules... Me has traído con esta reseña todo un mundo.
    Un beso.

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    1. Querida Rosa:
      A mí me gusta todo lo que nos ofrece la naturaleza, pese a las cuestiones negativas que todos conocemos. En mi humilde opinión, deberíamos informarnos mejor e intentar vivir en armonía con lo que nuestro entorno nos ofrece. Sé que hay muchos intereses de por medio, pero si exterminamos todo lo que nos molesta acabaremos también con el planeta.
      Por otro lado, la pieza musical de hoy es una de las más conocidas de Mozart. Pese a ello, opino como tú, fue un genio que nos dejó un montón de obras sublimes para disfrutar.

      Un abrazo grande y muchas gracias por tus interesantes aportaciones!!

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  3. Hola Undine, qué bonita reseña y qué poética. La verdad es que coincidimos en lectura porque yo me estoy leyendo La vuelta al mundo en 80 plantas de Jonathan Drori. Y aunque no lo hace desde el punto de vista de la planta, no es la narradora, nos cuenta curiosidades y anécdotas de ciertas plantas
    un besazo

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    1. Buenos días, Nitocris:
      Apunto el título que te estás leyendo, parece muy prometedor. Cada día valoro más todo lo que nos da la naturaleza, y conociéndola bien, podemos interactuar con ella de manera correcta. Por eso leer libros de este género me parece enriquecedor.

      Un abrazo y muchas gracias por la visita!!

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  4. ¡Hola! Me ha encantado toda la reseña pero principalmente la introducción. Cuánto nos tendría que haber enseñado la pandemia y qué pocas enseñanzas nos dejó en realidad...
    El libro del que nos hablas creo que no termina de ser mi estilo aunque me gusta que aclares que no resulta árido porque es justo la sensación que tenía antes de empezar a leerte. Un besote :)

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    1. Buenos días, Marya:
      Ya lo dice el refrán: "el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra". Pese a ello, yo nunca perderé la esperanza, mientras haya personas que quieran mejorar el mundo hay un resquicio de salvación. Así es el espíritu de Una flor en el asfalto de Eduardo Barba.

      Un abrazo y muchas gracias por la visita!!

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  5. ¡Hola! Me ha encantado toda la reseña pero principalmente la introducción. Cuánto nos tendría que haber enseñado la pandemia y qué pocas enseñanzas nos dejó en realidad...
    El libro del que nos hablas creo que no termina de ser mi estilo aunque me gusta que aclares que no resulta árido porque es justo la sensación que tenía antes de empezar a leerte. Un besote :)

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  6. Si es que me haces querer leer hasta sobre temas que no me atraen. Pero lo cuentas tan bonito... Pero esta vez no sé si caeré, que la pila de pendientes asusta. Y leerte con Mozart de fondo es un lujo!
    Besotes!!!

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    1. Buenos días, Margari:
      Mozart y naturaleza van unidos, ambos emanan armonía. Estoy segura que, pese a no ser lectora de este género narrativo, Una flor en el asfalto podría despertar en ti esa jardinera que llevas dentro.

      Un abrazo, y mil gracias por tu empatía!!

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  7. Holaa!! No lo conocía de nada, y probablemente no me hubiera llamado la atención a simple vista, pero tras leer tu reseña me ha dado curiosidad porque suena de lo más original y curioso. Gracias por la entrada.

    Blessings!!

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    1. ¡Muchas gracias, Booklover! Siempre es un placer recibir tu visita en el blog.

      Un abrazo y feliz semana!!

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  8. Interesante, y no menos original tu propuesta de lectura. Las plantas realmente no son lo mio. Por mucho que lo intento siempre se me espachurran. En malas manos caerían. Besos

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    1. Buenos días, Senyoreta Buncle:
      Yo tampoco tengo buena mano para las plantas, pese a ello disfruto de su belleza y compañía, especialmente de las que pueblan los campos y parques que visito. Por otro lado, Una flor en el asfalto es un libro tan maravilloso que despierta el espíritu jardinero de cualquiera.

      Un abrazo y muy felices lecturas!!

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  9. ¡Hola Undine!
    Mira qué coincidencia, precisamente ayer comencé a leer un libro que habla sobre las plantas y su influencia planetaria. La verdad no he leído al autor, me gusta este género. Así que sin duda me lo llevo anotado. ¡Gracias por tu linda reseña!
    ¡Saludos!

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    1. Buenos días, Yessykan:
      Afortunadamente, en los últimos tiempos los libros dedicados a las plantas y el mundo natural están proliferando. Ya me contarás cuál es el título que estás leyendo.
      Con respecto a Eduardo Barba, no dejes de echar un vistazo a sus publicaciones, son exquisitas.

      Un abrazo y muy feliz día!!

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  10. ¡Hola preciosa!
    Siento bastante curiosidad por el libro que nos traes hoy, me encanta las planta, tengo un gran jardín así que me lo llevo apuntado, me encantaría daré una oportunidad.

    ❀ Fantasy Violet ❀
    Besotes! 💋💋

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    1. Buenos días, Violeta:
      No sabes cuánta envidia me das. Mi sueño es tener un pequeño terreno para trabajarlo y cuidarlo. Quizá algun día se haga realidad. Entretanto disfrutaré de estas flores que crecen en el asfalto.

      Un abrazo y gracias por la visita!!

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  11. Hola Undine!! Me alegro de que te haya gustado tanto y gracias por el descubrimiento, creo que podría estar bien. ¡Gran reseña! Besos!!

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    1. Buenos días, Ana:
      Estoy segura que este libro podría alegrar la existencia de cualquier lector. No dejes de echarle un vistazo.
      Un abrazo y gracias por pasar a comentar!!

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  12. Me encanta esa perspectiva en la que se centra este libro *-* Muchas veces se nos olvida el valor de la naturaleza viéndola solo como maleza. En mi caso, vivo en un edificio, así que no tengo jardín, pero me encanta escaparme a caminar al campo en cuanto puedo y no sabes lo que me relaja. Sin duda, ¡¡me lo apunto!! :P
    ¡Nos leemos!

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    1. Buenos días, Ana:
      Yo también vivo en un edificio, por ello valoro mucho cualquier contacto con la naturaleza. De hecho, desde que dejaron crecer a su libre albedrío las plantas que crecen en el río de mi ciudad, he comprendido muchas cosas en ese sentido. No debemos poner límites de ese tipo a la naturaleza, si lo hacemos no nos premiará.

      Un abrazo y gracias por tu visita!!

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