RESEÑA: LAS MEMORIAS DE UN ELEFANTE BLANCO, JUDITH GAUTIER

Fuente: Undine von Reinecke

 Ficha Técnica:

Autora:Judith Gautier

Editorial: Ediciones Universidad de Salamanca

Editora: María Vicenta Hernández Álvarez

Colección: Memoria de Mujer: [MM] | 5

ISBN-13: 978-84-1311-153-7

Primera edición: 30-11-2018


Sinopsis de la Editorial

Este libro tiene dos partes, en la primera se habla de Judith Gautier como hija de Théophile y heredera del Parnaso, centrándose en su faceta de narradora de historias y, particularmente, en aquéllas que por los motivos o por la forma anuncian Las Memorias de un elefante blanco.

En la segunda parte ofrece la traducción al español de Les Mémoires d’un éléphant blanc, una aventura para todas las edades y todos los lectores: algunos la leerán informativa, entretenida y exótica, otros leerán en ella un modelo y una enseñanza, habrá quien, a pesar de los disfraces y de los estereotipos, le descubra un fondo de poesía erótica; habrá quien se sorprenda por la crueldad en la que en ocasiones se recrea Iravata, este elefante blanco, tan irónico, tan sensato…


Propuesta musical para este libro

La pieza que el lector esta escuchando corresponde a la obertura de la ópera de Richard Wagner Die Meistersinger von Nürnberg (Los Maestros de Nuremberg). La obra fue estrenada en el Königliches Hof- und National-Theater en Múnich, el 21 de junio de 1868, bajo la dirección del prestigioso Hans von Bülow.

Mi elección de esta pieza para la reseña de hoy no es casual, ya que tiene relación con Judith Gautier. La escritora francesa tomó prestado el nombre de uno de los personajes de Los Maestros de Nuremberg, Walter von Stolzing, para utilizarlo ella misma como seudónimo, firmando con el nombre de Judith Walter los artículos que escribía sobre la música de Wagner para la prensa. En relación a ello, Judith Gautier mandó alguno de estos textos al famoso compositor alemán para que los corrigiera, y éste correspondió al halago invitándola a Tribschen (Lucerna). Desde ese momento, se estableció una relación cordial entre el músico y la escritora, quien viajaría en varias ocasiones con su marido Catulle Mendès -el primero fue en 1869-, para visitar en su retiro a su admirado compositor.


Lo que Undine opina del libro


<Vistas las cosas en la cámara oscura del recuerdo, toman un relieve singular.> Théophile Gautier


Hoy, 16 de marzo de 2022, por fin llego a París, siguiente etapa de mi viaje literario, tras dejar atrás las costas atlánticas de Calais. Es la segunda vez que me acerco a la capital francesa en estos periplos literarios alrededor del mundo que inicié el pasado año, siguiendo las huellas que dejaba a su paso Phileas Fogg, el famoso personaje de La vuelta al mundo en ochenta días. En la edición de 2021 hice un breve resumen de cómo se desarrolló el siglo XIX francés desde el punto de vista sociocultural global, incidiendo especialmente en su literatura (reseña). En esta ocasión, mi interés recae sobre la capital francesa durante el Segundo Imperio (1852-1870),  la Comuna de París y el final de siglo que, por otra parte, ya reflejé de algún modo en mi anterior etapa del viaje, realizada en el mes de febrero, donde reseñé Confesiones de un joven de George Moore 👈 en la que comentaba cómo era la vida parisina en el último cuarto del siglo XIX a través de los ojos y las vivencias del genial escritor irlandés, quien viajó a París en un intento de triunfar como pintor y terminó relacionándose con los miembros más relevantes de las corrientes intelectuales francesas mientras disfrutaba de la vida más canalla parisina, esa bohemia tantas veces retratada en las artes escénicas como en la literatura.

Napoleón III
Fuente: Wikipedia
Quizá uno de los acontecimientos más notorios que pudiéramos destacar del París del Segundo Imperio, ese que marcó su imagen para siempre, llegando con ella hasta nuestros días, se deba a dos nombres notorios: Napoleón III y el Barón Haussmann

Barón Haussmann

El primero, en su afán de convertir a París en el centro del mundo moderno, encomendó a Haussmann la remodelación de la ciudad y éste, que ya había hecho lo propio antes con Burdeos, derribó todo aquello que le molestaba de la ciudad medieval y diseñó una urbe plagada de grandes edificios modernos y espaciosos bulevares que fueron el orgullo de la nación. Cabe destacar la trascendencia social de esta obra urbanística, arquitectónica y de ingeniería, de la que Émile Zola dejó constancia en su novela El paraíso de las damas (1883), que mejoró la vida de los ciudadanos gracias a las innovaciones que introdujeron las obras civiles que se realizaron. Esta imagen de progreso se vio incrementada gracias al ostentoso despliegue mediático del gobierno de Napoleón III que, en su deseo de promocionar el Imperio, llevó a cabo diferentes acciones para demostrar su poderío, traspasando las fronteras del país. Muestra de ello son las diferentes Exposiciones Universales que se celebraron durante este período, principalmente la que aconteció en 1867, mencionada por Mark Twain en su libro Guía para viajeros inocentes 👈, a la que acudieron ciudadanos de todo el mundo, incluido el emperador de Japón. No obstante, no podemos olvidar la importancia que tuvo la exposición universal de 1889, ya finalizado el Segundo Imperio, marcando un punto sobre la historia en cuestión de progreso tecnológico y que dejó para la posteridad la emblemática Torre Eiffel, pero eso sería años más tarde. 

Destrucción de la Columna Vendôme durante la Comuna de París
Fuente: Wikipedia
Antes de eso, Napoleón III cayó en desgracia debido a la derrota sufrida por el ejército francés durante la guerra franco-prusiana (1870-1871), que dio como resultado el llamado Sitio de París (septiembre de 1870-enero 1971), la posterior entrada de los germanos en la ciudad y la proclamación en Versalles del Segundo Imperio Alemán. Los alemanes terminaron marchándose, pero el vació de poder del gobierno provisional francés y la humillación que sintió el pueblo parisino fueron el detonante para que estallara La Comuna de París, el movimiento insurreccional que gobernó la ciudad de la luz durante sesenta días, y que proclamó un gobierno formado por la clase obrera -apoyado por todas las vertientes republicanas-, que algunos consideran el primer estado socialista de la historia. Las acciones que se llevaron a cabo durante el movimiento insurgente y su derrocamiento durante la llamada Semana Sangrienta que se llevó a cabo por orden de Adolphe Thiers, quien ocupó de manera provisional el cargo de primer ministro de la Tercera República hasta que renunció en agosto de 1873, fueron muy violentas y, además del número de vidas que se perdieron en los enfrentamientos, hubo infinidad de destrozos sobre el patrimonio de la capital francesa. De todo ello dio buena cuenta, una vez más, el gran escritor Émile Zola que, en su labor de reportero, fue uno de los primeros indivíduos en personarse en el lugar de los acontecimientos para escribir las crónicas que pasarían a la posteridad..

Maxim's
Fuente: Wikipedia

Las labores de reconstrucción que se llevaron a cabo después de la lucha, instaurado ya el orden y asentada la Tercera República, darían a París el aspecto definitivo que hoy tiene. A esa etapa de la historia parisina se la reconoce artística y románticamente como La Belle Époquecon el glamur de sus cafés, cabarets, restaurantes de moda y el fluir de artistas bohemios y aristócratas vividores, que hicieron de la ciudad de la luz una leyenda. ¿Quién no conoce, aunque sólo sea por el nombre, locales como Maxim's, el Moulin Rouge o el lugar de la ciudad aludido cómo Montmartre? Y, a todo ello, hay que añadir el impulso meteórico de la industrialización y los avances tecnológicos que, en aquel momento, favoreció la globalización de la economía gracias a las comunicaciones. París estaba en el punto de mira de todo el mundo.

Y, en aquel contexto, nacía, vivía y escribía Judith Gautier (1845-1917), la autora francesa heredera del Parnaso, como alude a ella María Vicenta Hernández Álvarez, la traductora, prologuista y autora del ensayo que antecede a Las memorias de un elefante blanco, el título que he elegido para esta etapa parisina de La vuelta al mundo en doce libros, que fue publicado en 2018 por Ediciones Universidad de Salamanca

Théophile Gautier
Fuente: Wikipedia

Pero, ¿quién era Judith Gautier? El apellido sin duda dará una pista a mis lectores, porque, efectivamente, se trata de la hija del famoso literato, pintor y crítico de arte francés Théophile Gautier, uno de los fundadores, si no el principal, del parnasianismo y precursor del simbolismo. Este gran intelectual nacido del romanticismo fue tan progresista en materia de educación para su hija que, no sólo la puso en manos de buenos preceptores -incluso tuvo un maestro de origen chino-, sino que favoreció su acceso a la literatura, la música y el baile, disciplinas para las que estaba notablemente dotada, consiguiendo grandes logros en todos los terrenos. El ambiente en el que creció favoreció todo ello, ya que su padre no le negó el contacto con los grandes pensadores y artistas que visitaban su casa, entre los que destacan Gérard de Nerval, Baudelaire, Flaubert, los Dumas y los Goncourt, entre muchos otros. La atmósfera artística de la segunda mitad del siglo XIX influyó en su idiosincrasia, de tal modo, que su sentido de la estética creó un universo exótico y lleno de magia que heredó del parnasianismo de su padre, adquirió de la formación oriental de su preceptor chino y alimentó gracias al contacto con intelectuales del momento como Gustave Doré, Victor Hugo o Richard Wagner, compositor a quién admiraba profundamente y de quien fue una gran valedora junto con su esposo, el también escritor Catulle Mendès (Monstruos parisinos, 1882), con quien se casó en 1870 y del que se separó poco tiempo después, debido a sus infidelidades. Se dice que Judith fue la introductora y defensora de la música alemana en Francia, a través de los artículos que escribió para la prensa, en los que enalteció la figura de Richard Wagner.

Las hijas de Catule Mendès (A: Renoir)
Retrato de las hijas del matrimonio
Fuente: thearkofgrace.com
Por otra parte, su obsesión por la obra wagneriana motivo que Judith profundizara sobre temas místicos y exotéricos, interesándose por los Rosacruces - legendaria orden secreta fundada en 1614-, secta a la que perteneció y donde se relacionó con conocidos personajes de ese mundo. Como curiosidad, debo comentar la conexión que he establecido en esta reseña con la etapa parisina de la edición 2021 de La vuelta al mundo en doce libros. Al parecer, Judith Gautier estuvo manteniendo correspondencia sobre temas religiosos y de ocultismo relacionados con el arte con Jules Barbey D’aurevilly, el singular escritor de Un cura casado 👈 la novela que me sirvió en 2021 para hablar del mundo francés en tiempos de Julio Verne.

En cuanto a su trayectoria literaria, sus labores comenzaron en el campo de la traducción -como he comentado, era muy buena en los idiomas-, llevando al francés la obra escénica de Wagner, así como escritos en lengua china. Muestra de ello es el libro que publicó en 1867 bajo el seudónimo de Judith Walter, titulado El libro de jade, un recopilatorio de piezas, traducidas o inspiradas, en poemas chinos de todas las épocas. Su ligazón con la cultura oriental fue muy fuerte, pese a no haber viajado a aquella tierras, de tal modo, que muchas de sus obras fueron ubicadas en aquel continente: poemas, novelas históricas y cuentos escritos con una singular delicadeza y belleza, que traspasaron las fronteras francesas y marcaron tendencia orientalista, adaptándose a múltiples lenguas y publicándose en muchos países. Su obras más importantes fueron El Dragón Imperial en 1869, L'Usurpateur en 1875 -también conocida como La Soeur du Soleil-, y las dos partes de La Conquête du Paradis, de la que en 1887 se publicaría una nueva versión titulada L'Inde Éblouie.

En cuanto al título que nos ocupa hoy, Las memorias del elefante blanco, fue una obra de madurez publicada en 1893, cuando la autora se acercaba a la cincuentena. Se trata de una pieza exquisita, un cuento breve para todas las edades que, como dice la traductora de mi edición del libro, bien puede entenderse y leerse de diferentes modos, pues su factura es tan delicada y está escrita con tanto tino, que etiquetarse como perteneciente a un sólo género literario sería hacerle poca justicia

Las memorias de un elefante blanco narran la historia de Iravata, un elefante tan inteligente y listo que incluso puede leer, escribir y comunicarse con los humanos. Su peculiar color de piel le hace foco de la burla de su manada, pero también es motivo de admiración y adoración para los humanos. Un día, a solas en el bosque en busca de emociones, nuestro protagonista es cazado a traición, pero, lo que un principio parece una tragedia, es tan sólo el comienzo de la gran aventura de su vida, ya que, desde ese instante, se verá involucrado en un sinfín de hazañas que, pese a los peligros y algún que otro contratiempo, le ayudarán a encontrar el amor y la felicidad.

Libro de Judith Gautier
Fuente: LuisAntoniodeVillena.es

Las memorias de un elefante blanco es un cuento bellísimo, tanto como breve es el texto. En él Judith Gautier nos traslada a la atmósfera exótica de Oriente, con sus gentes, sus costumbres y sus creencias, para ofrecernos una delicada fábula basada en las tradiciones y religiones de aquellas tierras, con aromas y coloridos de la India y sus países fronterizos, en la que subyacen un montón de temas trascendentes, como son la idiosincrasia de la mujer, la amistad, el amor, la fidelidad y, cómo no, el tema colonial británico, que aborda de manera muy inteligente y sutil. Por otro lado, y como es frecuente en la narrativa de la autora, también se plantean temáticas que aluden al arte oriental de la guerra, así cómo también toma como protagonista a un elefante, símbolo importante en muchas culturas del continente asiático, como también lo es en la obra de Judith Gautier.

Obra sencilla en apariencia, su estilo es ágil y elegante, de modo que su lectura resulta estimulante, atractiva, y es capaz de subyugar tanto adultos como infantes. Y, aunque la historia nos habla de épocas pasadas, la audacia con la que son introducidas temáticas que aluden a la moral y la ética, hacen de esta fábula una pieza tan universal como actual.

Las memorias de un elefante blanco es, desde mi punto de vista, una singular y exquisita muestra del carácter de Judith Gautier, una mujer que marcó tendencia en su época, llevando como un emblema su sentido de la estética, tanto en su imagen personal como en la artística. Su obra fue admirada por críticos y eruditos de su época, casi condenada al olvido después de su muerte, acontecida en 1917, aunque es cierto que a finales del siglo XX en Francia se ha ido recuperando. No existen muchas traducciones de sus trabajos en español, sólo he encontrado El libro de jade, publicado hace algunos años por la editorial Ardicia, y este bello cuento de Las memorias de un elefante blanco, en las que Maria Vicenta Hernandez Álvarez presenta la obra y hace un sublime homenaje a Judith Gautier. Mi deseo es que con mi reseña pueda contribuir un poco a que se difunda la obra de esta singular escritora que amó el arte y  la belleza por encima de todas las cosas.


<Amad el arte, entre todas las mentiras es, cuando menos, la menos falaz.> Gustave Flaubert


Undine von Reinecke ♪ 




Retrato de Judith Gautier (J. Singer Sargent)
Fuente: LuisAntoniodeVillena.es
Judith Gautier 

Louise Charlotte Ernestine Gautier, llamada Judith Gautier (París, 25 de agosto de 1846-Dinard, Bretaña, 17 de diciembre de 1917), fue una escritora, poeta, compositora y musicóloga francesa, conocida también bajo los seudónimos de Judith Walter y F. Chaulnes. En octubre de 1910, se convirtió en la primera mujer en pertenecer a la Academia Goncourt.

En 1867, inició su copiosa producción literaria traduciendo al francés obras chinas, como El libro de Jade, con el seudónimo de Judith Walter. Luego, escribió novelas sobre asuntos orientales, con el seudónimo de F. Chaulnes. Contrajo matrimonio con el literato Catulle Mendès. Ferviente adoradora de Richard Wagner, se hizo inmediatamente una de sus grandes epígonas, luego de acudir al Festival de Bayreuth, donde se hizo amiga y amó al maestro teutón, contrayendo con ello la más íntima de las amistades, al punto de haber influido al músico nada menos que el grandioso festival místico que es la cumbre de su arte, conocida con el título de Parsifal. A renglón seguido, tradujo la obra escénica de Wagner al francés.

Obras musicales suyas son: La noche del final, premiada en el Festival Rossini de 1888, y La música para la bizarra exposición de 1900

(Fuente de la biografía: Wikipedia)


Comentarios

  1. Querida Undine:
    De París sé algo más porque me leí la novela de Rutherfurd de esta ciudad, es un autor que me gusta muchísimo y encima hace novela histórica que ya sabes es mi asignatura pendiente.
    Me he pasado toda la reseña entre el sí y el no, no me gustan mucho los libros con protagonistas animales pero claro, lo pintas tan bien y al ser breve, podría asumirlo porque además lo exótico me atrae mogollón. La historia de Gautier, tan interesante como siempre. Yo quiero un grupo de amigos de esos también y que desfilen por mi casa los artistas del momento. Qué estimulante, ¿verdad?
    Besitos y ¡Feliz semana!

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    1. Buenas tardes, Norah:

      Se muy bien a lo que te refieres porque a mí tampoco me gustan las historias que protagonizan animales, ni en los libros ni en el cine. No obstante, en este caso se debe hacer una excepción por ser Judith Gautier la autora. Puedo asegurarte que llegarás a empatizar con ese elefante con una forma de sentir y pensar tan humana, en elmejor de los sentidos. Si te decides a leer este cuento, no dejes de contarme tus impresiones.

      Un abrazo y mil gracias por pasarte a comentar!!

      PD: A mí también me gusta Rutherfurd

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  2. Buenos días Undine!. Judith Gautier es de esos personajes que conozco de nombre y poco más, así que tu reseña me ha parecido doblemente interesante: por autora y libro. En cuanto a estas memorias de un elefante blanco me llama muchísimo la ambientación en Oriente, asi que no me resisto y me la apunto, aunque no se que fácil será de encontrar. Un abrazo.

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    1. Buenas tardes, Mar:

      No te apenes por encontrar el libro, lo tienen en las plataformas habituales de compra. Sólo tienes que poner los datos y ya te lo ofrecen. Creo que también lo puedes encontrar en la web de Ediciones Universidad de Salamanca.

      Por otro lado, estoy segura que el cuento te entusiasmará.

      Un abrazo y gracias por la visita!!

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  3. Hola.
    Ya te lo he comentado en alguna ocasión pero no me importa volver a decirlo las veces que sean necesarias, disfruto mucho con tus entradas y con los datos históricos que nos proporcionas porque siempre hay algo que no conocía.
    Respecto al libro me llama la atención esa ambientación oriental que tiene y no me importaría leerlo si doy con él en la biblioteca.
    Un saludo.

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    1. Buenas tardes, Samarkanda:

      Mil gracias por tus cariñosas palabras, de verdad que me animan a seguir escribiendo mis reseñas. En estos tiempos no resulta fácil encontrar la concentración necesaria, y tus palabras me motivan.

      Por otro lado, el libro fue publicado en 2017, no sé si estará en bibliotecas. No obstante, si te animas a leer a la autora es fácil que encuentres El libro de jade publicado por Ardicia, tanto en tienda como en segunda mano.

      Un abrazo y otra vez, muchísimas gracias!!

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  4. Conozco a Téophile Gautier y a Judith ni recuerdo de cuándo. Creo que igual los estudié en Literatura Francesa, una asignatura que había en el antiquísimo sexto de bachillerato. No es un libro que me atraiga demasiado. Ya sabes que la fantasía no es lo mío y un elefante que habla...
    Lo que me ha encantado es la semblanza que haces del París de la época, visto en tantas novelas maravillosas a lo largo de mi vida lectora.
    París es una ciudad que me fascina. Es todo un lujo y un derroche de espacio. Siempre he dicho que más que la Ciudad de la Luz debería llamarse la Ciudad del Espacio. Hace casi ocho años que no la visito y ya lo estoy deseando.
    Un beso.

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    1. Buenas tardes, Rosa:

      Aunque es de algún modo fantasía, el elefante realmente no habla como tal, se comunica; eso sí, es el narrador de la historia. A mí tampoco me suelen gustar las fábulas con animales protagonistas, pero en este caso me fascino. Creo que Judith poseía un encanto especial que transmitía también a sus obras. La delicadeza y magia que desprende este texto me ha parecido encantadora. Si te animaras a leerlo, no dejes de comentarme si finalmente te ha agradado.

      Por otro lado, a mí también me gusta mucho París, aunque sólo he viajado allí en dos ocasiones. Creo que posee un encanto muy peculiar que sólo se puede encontrar en allí.

      Un abrazo y mil gracias por leerme y comentar!!

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  5. Cuánto aprendo siempre con tus entradas! Me descubres autora, obra y todo! Y siempre es un placer leerte. Muchísimas gracias!
    Besotes!!!

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    1. Buenas tardes, Margari:

      Me alegra que te haya gustado la reseña y que el libro te sea sugerente. Espero que lo disfrutes mucho cuando lo leas.

      Un abrazo y mil gracias a ti por visitarme!!

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  6. Hola Undine, me gustan las historias para adultos, aunque este también se pueda leer para los niños, en que los protagonistas son animales... Me resulta curiosa esta historia, veré si puedo encontrarla.
    Un besazo

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    1. Buenas tardes, Nitocris:

      Cuánto me alegra que te agrade mi propuesta. No creo que tengas dificultad para encontrar el libro, pero si es así, dímelo y te ayudo.

      Un abrazo y gracias por visitarme!!

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  7. Holaa!! Empezando por el título, me ha parecido bastante curioso, luego el lugar donde se desarrolla la historia: la India, sin duda ha logrado que me llame la atención, así que apuntado queda porque suena muy interesante. Gracias por la reseña.

    Blessings!!

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    1. Buenas tardes BookLover:

      ¿Verdad que la India sugiere siempre misterio? A mí también me gustan las historias ubicadas allí. Sus leyendas y mitos me parecen fascinantes. Espero que puedas encontrar y disfrutar de este libro.

      Un abrazo y gracias por pasar a leerme y comentar!!

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  8. ¡Hola! Me parece muy interesante la figura que se plasma del elefante y creo que me encantaría ver cómo se desarrolla todo eso. No lo tengo entre mis prioridades pero posiblemente le dé una oportunidad. Un besote :)

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    1. Buenas tardes, Marya:

      En las culturas asiáticas el elefante es un animal al que se atribuyen muchas cualidades. Judith Gautier juega con ello y así construye una bonita fábula. Si tienes oportunidad, no dejes de leerla porque es muy breve y preciosa.

      Un abrazo y gracias por visitarme!!

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  9. Venir a verte es un alto riesgo que corro con gusto, alto riesgo de ruina, pero es un precio que estoy dispuesta a pagar por el inmenso placer de leerte y saber que me llevo siempre un libro de calidad.
    Pues eso, que quien no se arriesga no gana. Me lo llevo.

    Magnífica reseña, Milady Undine 💋💋💋

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    1. Buenas tardes, Yolanda:

      Si no fuera por estos tesoros literarios con los que nos topamos, la realidad que nos rodea conseguiría aplastarnos. Por eso no tengo remordimiento alguno y te digo que este cuento tienes que leerlo. Su magia habla de amistad, amor y fidelidad...¡Qué más podemos pedir!

      Un abrazo grande y mil gracias por tus cariñosas palabras!!

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  10. Como siempre superinteresante todo la historia de la autora, la época y el libro que me llevo apuntadísimo. Besos

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    1. Buenas tardes Rocío:

      Espero que el libro consiga agradarte tanto como a mí. Ya me contarás.

      Un abrazo y gracias por visitarme!!

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  11. ¡Hola preciosa!
    No sabia nada de Judith Gautier y la verdad es que tu entrada me ha parecido interesante y el cuento no pinta nada mal.

    ❀ Fantasy Violet ❀
    Besotes! 💋💋

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  12. Hola Undine!! Nunca había oído hablar de esta novela y me has picado mucho la curiosidad por ella. Me la llevo bien anotada a mi lista de pendientes, creo que podría estar muy bien. ¡Genial reseña y gracias por el descubrimiento! Besos!!

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  13. Hola Undine. No cabe duda de que, entrada a entrada, nos haces más sabios. No conocía ni de oídas a Judith pero viendo lo que nos cuentas del libro, creo que ahora mismo no es mi momento para leer un libro así. Tus lecturas, y creo que esta especialmente, son para poner en ellas los cinco sentidos y mi cabeza está en otro plano en estos momentos. En cualquier caso, lea el libro o no, lo que sí es un placer y no me resisto nunca es a leerte a ti. Besos

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  14. ¡Hola Undine!
    De Gautier solo he leído El libro de jade. La verdad es que este libro me llama mucho la atención y he de admitir que me da curiosidad. sin duda alguna lo llevo a mi lista de pendientes.
    ¡Gracias por la reseña!
    Un saludo


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  15. Hola! No conocía a esta autora y me has picado el gusanillo, buscaré a ver si localizo algo de ella. Gracias!

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