RESEÑA: LA JOYA DE LAS SIETE ESTRELLAS, BRAM STOKER

 

Fuente: Undine von Reinecke

Ficha Técnica

Editorial : Alianza Editorial

Traductor: Javier Martín Lalanda

Colección: 13/20

I.S.B.N. :978-84-9104-226-6

Publicación: 21/01/2016

Formato: Papel

Páginas: 416

P.V.P. : 12,50 €


Sinopsis de la Editorial

Si el comienzo de La Joya de las Siete Estrellas parece plantear una intriga, su atmósfera se ve rápidamente dominada por la omnipresencia de Tera, la reina y hechicera egipcia que desde hace milenios prepara su regreso al mundo de los vivos en un cuerpo mortal, y la novela se desliza hacia la fantasía y el terror. La lúgubre y casi irrespirable atmósfera que domina la mansión londinense del egiptólogo Trelawny se trasladará después, aunque amplificada por un aura digna de H. P. Lovecraft, al de la solitaria casa de Cornualles donde aquel sabio y sus compañeros de aventura intentarán, mediante la mágica Joya de las Siete Estrellas, resucitar a la momia de la antigua reina.


Propuesta musical para este libro

In The Mystic Land of Egypt, Albert Ketèlbey

In the Mystic Land of Egypt es una pieza musical para orquesta y voces opcionales compuesta en 1931 por el pianista, director de orquesta y compositor inglés Albert Ketèlbey (1875-1959). La obra sigue el esquema compositivo de In a Persian Market (1920), un exitoso tema anterior de Ketèlbey que comenzaba por una marcha militar y seguía con una melodía romántica, en la que incluía también pasajes corales.

El motivo de haber elegido esta pieza, además de su evidente temática egipcia, es que confirma la importancia que tuvo el mundo colonial británico, inspirando al universo creativo del Imperio.


Lo que Undine opina del libro


<En Egipto se llamaban las bibliotecas el tesoro de los remedios del alma. En efecto, curábase en ellas de la ignorancia, la más peligrosa de las enfermedades y el origen de todas las demás.> Jacques Benigne Bossuet


Hoy, 16 de noviembre de 2022, llego a Dublín, penúltima etapa de mi actual viaje literario alrededor del mundo, siguiendo los pasos de Phileas Fogg. En mi anterior aventura por tierras irlandesas de 2021, ofrecí a mis lectores un breve acercamiento a la historia y cultura del país, y lo hice desde dos vertientes: la del escritor que se quedó en casa y creó escuela entre sus paisanos contemporáneos -cuya imagen encontré en Sheridan Le Fanu 👈-, y la del autor que emigró y probó fortuna como aventurero y novelista fuera de las fronteras de Irlanda, representado por Thomas Mayne-Reid 👈, un hombre que inspiró con sus historias juveniles durante su niñez a grandes nombres de las letras internacionales como Henry James o Vladímir Nabókov. Ambas reseñas me dieron la ocasión de adentrarme en los acontecimientos más importantes que sucedieron en aquella isla durante el siglo XIX y comienzos del XX, tanto el campo social como en lo cultural, conociendo a la vez dos de los lugares más emblemáticos del país, que a lo largo de los siglos fueron testigos de su historia. Me refiero a la ciudad portuaria de Cobh, punto de origen de la emigración masiva irlandesa en busca del nuevo mundo, y Dublín, epicentro cultural de importancia mundial.

Trinity College Library (Fuente: Wikipedia)
En esta ocasión, Irlanda me da la bienvenida nuevamente desde Dublín. Allí, entre los fondos de una de las bibliotecas más importantes del mundo, tengo una cita con un autor irlandés que consiguió el éxito internacional. Evidentemente estoy hablando de la biblioteca del Trinity College, la universidad más antigua de Irlanda, que fue fundada por la reina Isabel I en 1592 a imagen y semejanza de las que existían ya en Oxford (1167) y Cambridge (1209), con las que está hermanada, pudiendo los alumnos graduados en el Trinity College obtener el título equivalente en aquellas universidades inglesas.

El campus del famoso college se encuentra en el centro de la ciudad, convirtiéndose desde sus orígenes en el corazón de la vida social de Dublín, y motivo de inspiración para muchos creativos que lo eligieron como escenario inspirador para sus obras, sobresaliendo también como uno de los centros universitarios más icónicos del mundo académico a nivel internacional. En este sentido, la universidad se divide en tres facultades, repartidas a su vez en veintitrés escuelas diferentes, destacando especialmente por su prestigio las dedicadas a derecho, literatura y humanidades. Para acceder a una de ellas como estudiante tan sólo hay que tener un expediente sensacional. 

Isabel I, reina de Inglaterra e Irlanda,
Retrato Darnley, 1775  (Fuente: Wikipedia)
Con respecto al espíritu en el que se basó su creación, pese a que el Trinity College se estableció en un priorato católico cuando se fundó, la verdadera intención con la que se instituyó fue como ayuda a la consolidación en Irlanda de la monarquía Tudor. Por ello, sus ideales religiosos fueron protestantes durante gran parte de su historia, aunque el alumnado católico podía acceder a él y graduarse, eso sí, con algunas condiciones y restricciones, que perduraron mucho tiempo, hasta que fueron abolidas por una ley  parlamentaria en 1873. Esta ley no contemplaba a las mujeres, a las que, sin importar el culto que siguieran, no se aceptó como estudiantes hasta 1904. Pero este es otro tema que trataré en futuras reseñas.

Como decía en párrafos anteriores, mi etapa del viaje de hoy me obliga a buscar un escritor irlandés que lograra el reconocimiento mundial. Qué mejor que buscarlo entre los estudiantes del Trinity College que pasaron horas y horas de estudio en las salas de su biblioteca, aquel lugar de erudición donde los editores del país están obligados a depositar en sus archivos una copia de todas sus publicaciones, actuando así como un depósito legal de derechos de autor. Es seguro que entre los más de siete millones de ejemplares impresos, no me costaría encontrar una obra de carácter singular para traer a Lecturas de Undine, aunque no igualara en fama al prestigioso Libro de Kells (año 800 d. C, aprox), que preside los fondos de la insigne institución desde 1661, honor que comparte con el arpa de Brian Boru (S. XIV) el instrumento musical que fue utilizado como emblema en el escudo de armas de Irlanda.

Máscara funeraria Tutankamón, M. Egipcio de El Cairo
(Fuente: Wikipedia)
Comentaba en la entrada dublinesa de La vuelta al mundo en doce libros del pasado año, que son muchos los personajes ilustres de todos los campos que salieron de las aulas del Trinity College, entre ellos brillan con luz propia algunos literatos como Thomas Moore, Jonathan Swift, Oscar Wilde, Bram Stoker, o el premiado con Nobel de literatura Samuel Beckett, entre muchos otros nombres sobradamente conocidos por los lectores. Pese a ello, mi primera elección tenía nombre de mujer, aunque el destino quiso que en el último momento cambiara de parecer. No obstante, fue un hecho afortunado, porque hice mi lectura entre la festividad de Halloween y el día en que se cumplían cien años del descubrimiento de la tumba de Tutankamón por Howard Carter. No podía haber elegido una lectura más acorde con la época del año, ni más motivadora para celebrar el importante hito del mundo de la egiptología que La joya de las siete estrellas del genial Bram Stoker, célebre escritor que dio al mundo grandes obras dedicadas al género de lo inquietante. Por ello, antes de iniciar mi análisis sobre la obra, me parece oportuno hacer un breve apunte biográfico sobre él.

Bram Stoker nació en Dublín en 1847 y fue el tercero de siete hijos de una familia de clase media, en la que se valoraba enormemente la cultura. Pese a que su vida comenzó de manera poco prometedora, debido a una enfermedad que lo tuvo postrado en la cama durante gran parte de su infancia, probablemente fuera en aquella época donde se forjara su carisma como escritor, ya que ocupaba su tiempo escuchando los cuentos de misterio y fantasmas que su madre le contaba para entretenerlo. No obstante, consiguió superar sus problemas de salud con el tiempo, llegando a ser un gran atleta durante su etapa universitaria. Al hilo de ello, Stoker ingresó en el Trinity College en 1864, allí se graduó con honores en el campo de las ciencias, mientras compaginaba su trabajo como funcionario en el Castillo de Dublín, al tiempo que hacía las labores de auditor de la Sociedad Histórica Universitaria y presidente de la Sociedad Filosófica Universitaria, dos títulos que ningún otro estudiante de la historia jamás ha vuelto a poseer a la vez. No contento sólo con eso, también comenzó sus incursiones en el mundo de la prensa, ejerciendo como crítico teatral. Al finalizar sus estudios, consiguió el título que lo habilitaba para ejercer como abogado, pero nunca se dedicó al campo de las leyes. En cambio, comenzó a escribir cuentos y continuó con las críticas, trabajando para algunas publicaciones inglesas e irlandesas, entre las que se encontraba el Dublin Evening Mail, revista de la que Sheridan Le Fanu era copropietario. ¿No parece esto una afortunada premonición, teniendo en cuenta que su compatriota fue el padre del cuento de fantasmas moderno irlandés?

Sir Henry Irving, actor y patrón de B. Stoker
Fuente: Bramstokerestate.com
Pese a que el sector en el que trabajaba no tenía mucho crédito en el mundo literario, su labor era tan sobresaliente que despertó la admiración de un gran personaje de la época, el famoso actor Henry Irving que, halagado por una gran crítica que Stoker hizo de su interpretación de Hamlet, quiso conocerlo. Desde aquel momento comenzó una gran relación de amistad entre los dos hombres que duró toda la vida y que se extendió al terreno de lo laboral, ya que el actor le contrató como su asistente personal, y más tarde, también ocuparía el puesto como gerente comercial del Lyceum Theatre, sala de teatro ubicada West End de la ciudad de Westminster, que era propiedad de Irving. Las puertas de la gloria en Londres -ciudad a la que viajó junto a su esposa en 1879-, se le habían abierto porque, gracias a las amistades de su patrón y a los contactos que hizo en el teatro, Stoker comenzó a relacionarse con nombres importantes de la cultura, como el escritor escocés sir Arthur Conan Doyle o el crítico, poeta y novelista Hall Caine (1853-1931), famosísimo autor en sus días, con el que le unió una gran amistad y al que terminaría dedicando su obra magna, la conocidísima novela Drácula (1897), una obra de tanta importancia que Lecturas de Undine le dedicará en su día su propio espacio. Por el momento, tan sólo me resta comentar que Bram Stoker compaginó sus dos trabajos junto a Henry Irving con la escritura de novelas y la crítica literaria para Daily Telegraph, al tiempo que acompañaba al actor en sus giras teatrales por el mundo. Durante estos viajes pudo conocer Europa del Este -donde se empapó de su cultura y se documentó para sus historias-, y los Estados Unidos, país donde ubicaría dos de sus novelas y en el que conoció a grandes nombres de la política y las letras como el presidente Theodore Roosevelt o el poeta Walt Whitman, uno de sus ídolos literarios. 

Tras la muerte de Henry Irving en 1905, Stoker continuó escribiendo hasta su propio fallecimiento acontecido en 1912. Durante ese periodo de tiempo, publicó el libro Personal Reminiscences of Henry Irving (1906), obra biográfica dedicada a su amigo y mentor, que tuvo un gran éxito, y dirigió producciones en el Prince of Wales Theatre. Entre sus obras más notables pertenecientes al género del terror, por el que se recuerda especialmente a Bram Stoker, podemos considerar la ya mencionada Drácula, La dama del sudario (1909), La guarida del gusano blanco (1911) y, cómo no, La joya de las siete estrellas (1903), novela objeto de la reseña de hoy. 

La joya de las siete estrellas nos lleva a la capital inglesa. Allí, en el Londres victoriano, el joven y exitoso abogado Malcolm Ross recibe una misteriosa misiva de la señorita  Margaret Trelawny, una bella dama de la que está secretamente enamorado, que es hija de un eminente arqueólogo. La muchacha le solicita en su nota que acuda con urgencia a su domicilio. Sin pensárselo dos veces, el impetuoso letrado se presenta en casa de su amada, donde se encuentra a todo el personal de servicio revolucionado y a los agentes de Scotland Yard tomando nota de los extraños y sangrientos acontecimientos que habían sucedido, unos escabrosos atentados contra la vida del señor Trelawny, el famoso coleccionista, egiptólogo y padre de Margaret, al que han hallado inconsciente y herido en su dormitorio. La muchacha, que no tiene más familia y no sabe a quién acudir, solicita ayuda a Malcolm Ross, y le pide que vele por la salud e integridad de su padre junto a ella y el resto de personas que se ocupan de la investigación, un grupo formado por el sargento de policía, el doctor que atendió a su padre y el ama de llaves que atiende la casa. El joven y enamorado abogado, intrigado por los extraños sucesos que rodean el delito, unidos a la enigmática atmósfera del lugar, acepta de inmediato. Se inicia así el escalofriante relato de una fantástica historia, que tiene su origen en el antiguo Egipto faraónico, y que finalizará en una mansión ancestral de Cornualles. Allí, en aquellas tierras legendarias inglesas, cuna de piratas y contrabandistas, la magia y las creencias religiosas de los antiguos se aliarán contra la ciencia emergente y la razón de los albores del siglo XX. 

Portada primera edición de 1903
Fuente: Wikipedia

La joya de las siete estrellas en una espectacular y maravillosa novela de terror que fue publicada por vez primera en 1903 por la editorial londinense Heinemann, fundada en 1890 por William Heinemann, con el título original de The Jewel of Seven Stars. En 1912, ante la presión de los lectores y la crítica, que se vieron confundidos por el final ambiguo de la trama y lo esperpéntico de la misma para la sociedad de la época, Stoker reescribió el capítulo dieciséis y cambió el final, para suavizar el impacto. También existe una teoría, apoyada por el traductor y profesor de literatura inglesa William Hughes, uno de los grandes estudiosos de Bram Stoker, que asegura que fue el propio autor quien decidió cambiar la historia, pues veía en ella algunos puntos que cuestionaban la religión imperante y amenazaban las creencias cristianas. Como quiera que sea, y al igual que ocurrió con Drácula, La joya de las siete estrellas no comenzó a valorarse hasta superado el meridiano del siglo XX, pero al contrario que la famosísima obra del vampiro, y quizá eclipsada por ésta, no ha quedado para los anales como una novela de primer orden. Pese a ello, desde mi punto de vista, la historia es tremendamente emocionante, sólida y subyugante, está magníficamente narrada, y su argumento está aderezado con tanto duende de ese embriagador y romántico carácter gótico, que consigue captar la atención de todo aquel que se declare lector sensible y admirador del género clásico del horror. Es cierto que el final puede disgustar a algunos lectores que esperen una conclusión menos intelectual y más espectacular, pero para mí, ese cierre de la edición original de 1903 no le roba ningún mérito al conjunto de la novela, sino que aumenta su valor. En este punto me alegra comunicar a quienes me están leyendo, que mi ejemplar del libro publicado por Alianza Editorial está basado en la primera de Bram Stoker, y lleva adjuntos la segunda versión del final que se reescribió para complacer a los lectores “puritanos” de su época, junto con las anotaciones sobre los cambios que el autor realizó en la novela. 

Bonaparte ante la Esfinge (1867-1868), obra de Jean-Léon Gérôme.
Fuente: Wikipedia

Parte del éxito que yo le adjudico a La joya de las siete estrellas tiene su base en el planteamiento de la historia, apoyado en puntos socioculturales muy importantes para el tiempo en que fue escrita. Por un lado, su principio argumental está arraigado en los descubrimientos arqueológicos que hicieron furor en Occidente durante el siglo XIX, que fueron motivados por el descubrimiento por parte del ejército napoleónico de la Piedra Rosetta en 1799, y que motivaron el nacimiento de la egiptomanía y la organización de misiones arqueológicas, que surtían de artefactos y momias egipcias los museos de toda Europa y las casas de los aristócratas y potentados, encontrados en tumbas y templos del antiguo Egipto.

Sir John Soane's Museum (Fuente:Wikipedia)
Si mis lectores tienen interés en este tema y viajan a Londres en alguna ocasión, les aconsejo hagan una escapada a la casa museo de sir John Soane (Sir John Soane's Museum), un arquitecto y coleccionista inglés cuyo hogar ejemplifica lo que estoy argumentando, y cuya figura tiene ciertos paralelismos con Abel Trelawny, el arqueólogo protagonista de La joya de las siete estrellas, pues ambos eran coleccionistas y decoraron sus hogares con el sarcófago de una momia, aunque el personaje de Stoker es ficticio, sir John Soane fue muy real, de hecho a él se debe el edificio del Banco de Inglaterra (1778). Por otro lado, y en relación al interés que despertó entre la población inglesa el país africano, debemos recordar a la genial egiptóloga inglesa Amelia B. Edwards, autora de Mil millas Nilo arriba (1877 👈y cofundadora de la Egypt Exploration Fund, su labor fue fundamental para preservar las reliquias arqueológicas, tan amenazadas por las ansias de mercenarios y coleccionistas, consiguiendo que hubiera un cierto control sobre las futuras comisiones arqueológicas. Este interés de la sociedad inglesa por el mundo egipcio se incrementó cuando Gran Bretaña ocupó el país africano en 1882. 

Todas estas circunstancias nutrieron las mentes de escritores y artistas, naciendo así un nuevo género literario, al que se apodó como “gótico egipcio” -un subgénero del gótico nacido con  El castillo de Otranto de Horace Walpole, que plantea una experiencia emocionante a la par que terrorífica, adornada con acontecimientos sobrenaturales, escenarios espeluznantes y villanos pavorosos-, del que se conservan múltiples ejemplos, como el relato Perdidos en la pirámide de L. M. Alcott, y que solía tener como base argumental el descubrimiento de una momia, muchas veces femenina, la cual llevaba intrínseca una maldición para quienes decidieran interrumpir su descanso indebidamente. A estas momias se les solía dotar de una cierta belleza y poderes sensuales, acentuando de esta manera el carácter erótico del relato. Muy curioso este punto en el estricto y reprimido mundo victoriano.

Hatshepsut, primera mujer en ocupar el trono faraónico
Fuente: Wikipedia

Esta descripción argumental es válida para la novela que nos ocupa, cuya momia protagonista, la reina Tera, cumple con el género al que me refiero. Su personaje está basado en una mujer real, una de las primeras féminas que ocupó el puesto de faraona en el antiguo Egipto desde 1479 a.C. hasta 1458 a.C. Me refiero a Hatshepsut, una mujer que sólo debió gobernar como regente y que consiguió el poder absoluto, desbancando a su hijastro y ocupando el trono que desde siempre había estado reservado para los varones. Tras la muerte de Hatshepsut, su imagen y su nombre fueron borrados de todas partes, para eliminar cualquier nueva intención femenina de ocupar el poder. Esta circunstancia me lleva a comentar otro de los motivos fundamentales de la novela que nos ocupa hoy, la mención a lo que conocemos como “la nueva mujer”, ese arquetipo de fémina capaz, independiente y decidida a conseguir sus objetivos, fuera del influjo del poder patriarcal. Así es la imagen que se nos ofrece de la reina Tera, en contraste con Márgaret Trelawney, el personaje que actúa como hija del arqueólogo y heroína de esta historia. Es muy interesante el mensaje que subyace en los pasajes que a ellas dedica Bram Stoker.

En otro sentido, y en relación con las teorías científicas y filosóficas, La joya de las siete estrellas está fundamentada en muchas de las corrientes que imperaban durante el último cuarto del siglo XIX y a comienzos del XX -de las que hablé en la reseña de El misterio de las hadas de Arthur Conan Doyle👈-, teorizando Stoker sobre el mundo y el ultramundo, para apoyar la trama de su novela. Estos pasajes de La joya de las siete estrellas son profundamente interesantes ya que nos dan un espectro de lo que fue una línea de pensamiento importante del momento. También es fascinante observar el gran trabajo de documentación que hizo Bram Stoker para su novela, en la que se muestra como un gran conocedor del mundo egipcio y sus tradiciones, quizá fundamentado en la  labor que realizó durante el tiempo que estuvo en el Trinity Colleges de Dublín en la Sociedad Histórica y en la Sociedad Filosófica Universitarias, sin olvidarnos de la relación que mantuvo con varios eruditos orientalistas con los que mantuvo amistad -uno de ellos fue el padre de Oscar Wilde-, que le incitaron a profundizar en el tema y a convertirse en un estudioso del mismo. Este último aspecto se refleja en La joya de las siete estrellas como una característica más de la forma de vida que trajo consigo el colonialismo británico que imperó durante la era victoriana, pese a que en el momento de la publicación de la novela en 1903 estaba próximo a su declive, recordemos que la reina Victoria había fallecido en 1901 y no muchos años más tarde la Gran Guerra cambiaría la dinámica del mundo. No obstante, la arqueología aún daría sus frutos al Imperio, de hecho ese mismo año de 1903 Howard Carter descubrió la tumba y la momia de la reina Hatshepsut, personaje real antes mencionado, en el que se basó la reina Tera, protagonista de la novela que reseño hoy; y en 1922, el famoso arqueólogo lograría su hallazgo más importante, la tumba de Tutankamón, un descubrimiento que no estuvo exento de misterio, romanticismo y oscuridad. Así también ocurre con La joya de las siete estrellas, una emocionante historia que invita a soñar.



< No consideraremos milagrosa ninguna experiencia que podamos tener, sea la que sea, si de antemano mantenemos una filosofía que excluye lo sobrenatural.> Clive Staples Lewis



Undine von Reinecke ♪


👉Existen varias adaptaciones cinematográficas de la novela. Quizás la más conocida sea La leyenda de la momia de Bram Stoker (1998), un film que podéis encontrar en plataformas como You Tube.


Os espero a todos el 21 de diciembre de 2022 en Londres, allí concluirá el viaje que me ha llevado durante este año a recorrer el mundo en busca de la mejor literatura. Ese día anunciaré una sorpresa destinada a quienes me han acompañado. Estad atentos.

La vuelta al mundo en 12 libros


El autor por la Editorial

Bram Stoker

El irlandés Bram Stoker nació en 1847 y estudió en el Trinity College. Después de trabajar como funcionario durante ocho años, abandonó esta ocupación para trabajar en el mundo del teatro y dedicarse a la literatura. Murió en 1912.


Comentarios

  1. No veas como estoy disfrutando de este viaje. Nos vemos el 21 en Londres!!!

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    1. Buenas tardes, Esther.
      Cómo me alegra que lo estés disfrutando. ¿Verdad que da penita terminarlo?

      Un abrazo y mil gracias por tu compañía!!

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  2. Buenos días Undine, leí esta novela hace muchísimos años después de Dracula que me encantó, quería leer más novelas del autor y solo encontré esta, que recuerdo muy vagamente. Como siempre tu magnífica reseña me ha dejado con ganas de una relectura, creo que ahora la disfrutaría todavía más. Un abrazo.

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    1. Buenas tardes, Mar.

      Para mí era totalmente desconocida esta novela hasta hace relativamente poco. Yo creo que a Bram Stoker le hace sombra Drácula, que eclipsa el reto de su producción. Partiendo de la base de que la obra del vampiro es excelente, La joya de las siete estrellas me ha parecido fascinante. Ojalá se anime mucha gente a leerla al igual que tú.

      Un abrazo y muchas gracias por visitarme!!

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Querida Undine:
    No tengo duda de que muchos vamos a estar en el grupo de "No conocía esta novela". Fíjate que me gustó muchísimo Drácula que además tengo en una espectacular edición de Akal y muchas ganas de releerlo.
    Siempre pienso en Irlanda como en una tierra mágica que no sé por qué aún no he visitado.
    Me ha encantado como siempre toda la Historia alrededor de la novela, lo interesante que es y lo bien que lo cuentas. Cuántas cosas distintantas hacían antes y no esa tendencia de ahora de coger una profesión de por vida y está. Y qué importante estar y crecer en un ambiente culturalmente motivador y rico. Normal que salgan estos genios de las letras.
    Del libro, qué decir, que la temática me encanta y que ya lo tengo localizado en la biblioteca más cercana.
    Besitos y feliz semana

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    1. Buenas tardes, Norah.
      Estoy de acuerdo contigo, en otras épocas sabían disfrutar de la vida mejor, aprovechaban el tiempo de una manera más eficiente sin padecer los efectos de las prisas. Los escritores eran estupendos porque no sólo recibían formación académica, muchas veces las experiencias que atesoraban en su vida les servían como alimento para sus obras. Me da mucha envidia :)
      Espero que cuando leas esta obra la disfrutes tanto como yo. Ya me contarás.

      Un abrazo y mil gracias por tus amables palabras!!

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  5. No sabía que existiera ese subgénero del gótico egipcio, como tampoco conocía esta novela de Bram Stoker, pues solo había oído hablar de sus libros sobre Drácula. La verdad es que esta de tema egipcio y asesinatos, me atrae más que Drácula que es un tema que nunca ha terminado de convencerme. Anoto esta. Muchas gracias por la información. Tu vuelta al mundo está siendo muy provechosa.
    Un beso.

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    1. Buenas noches, Rosa.
      Es una lástima que a Stoker se le conozca tan sólo por su famoso vampiro. Yo misma sólo había leído Drácula hasta el momento.
      Por otro lado, me ha gustado muchísimo La joya de las siete estrellas. Gracias a esta novela he podido disfrutar de todo lo que he aprendido de los diferentes autores que han pasado por Egipto en mi reto.

      Un abrazo y gracias por apreciar mi vuelta al mundo literaria!!

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  6. ¡Hola! A mí las novelas de terror me cuestan muchísimo y es por ello que suelo huir de ellas. Sé que me pierdo una gran historia dejando pasar esta pero creo que es lo mejor.
    Te leo en la última parada del viaje literario. Un besote :)

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    1. Buenas tardes, Mary.
      No tengas temor a este género, las novelas clásicas de terror no angustian como las contemporáneas. Por otro lado, es tan interesante todo lo que se traduce del mundo de la egiptología en esta novela, que te invito a que le des una oportunidad si te topas con el libro. Ya me contarás.

      Un abrazo y muchas gracias por la visita!!

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  7. Menuda reseña más currada, me ha encantado y me llevo este libro de Stoker apuntado. Solo he leído Drácula así que si es de terror, es para mí. Ah! y lo de los dos finales menuda historia, intentaré conseguir esa edición en la que aparecen todos. Un besote.

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    1. Buenas tardes.
      A mí me ha parecido una novela muy interesante. Por otro lado, el tema de los dos finales es super interesante. No sólo te da una perspectiva de cómo era la sociedad inglesa del momento, sino que te acerca a la personalidad verdadera del autor. Todo un personaje.

      Un abrazo y suerte con tu búsqueda de la novela!!

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  8. Qué interesante todo lo que cuentas! Y qué vidas más plenas llevaban antes. Esta novela ni siquiera la conocía y me dejas ahora con la necesidad de leerla.
    Besotes!!!

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    1. Buenas tardes, Margari.
      Es cierto, las gentes de antes que tenían intereses vivían muy plenamente. Dan ganas de ponerse el mundo por montera en busca de aventuras. No dejes de buscar este libro porque estoy segura que lo disfrutarás.

      Un abrazo y muchas gracias por la visita!!

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  9. ¡Hola, guapa! Sabes que tengo el libro pendiente en la estantería y el año que viene (si no pasa nada) tiraré hacia delante con mi proyecto de Egipto, así que caerá seguro. Por eso no he querido leerte cuando has empezado a hablar de la novela, pero sí he leído todo lo anterior y la documentación es impecable, como siempre. Leerte es aprender y empaparse de cultura, eso que la gente ya no quiere hacer. Por cierto, solo he estado un día en Dublín y no faltó la visita al Trinity College, pero no me dio tiempo a entrar en ningún sitio. Porca miseria.

    ¡Besote!

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    1. Buenas tardes, MH.
      Sé que tienes esta novela en el punto de mira desde hace tiempo. No sabes la ganas que tengo de que la leas para que contrastemos impresiones. Tu opinión es ley para mí. Precisamente por ello te agradezco inmensamente tus amables palabras sobre mi trabajo.
      Por otro lado, yo no conozco Dublín y me fascinaría pisar las instalaciones del Trinity College. Prepara las maletas que nos vamos juntas.

      Un abrazo grande y muchas gracias por la visita!!

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  10. Querida Undine, ¿cómo me haces esto? mira que yo no soy de leer historias góticas relacionadas con momias, porque siempre me parece que no están bien documentadas. Pero me pongo a leer tu reseña ¡y me has causado necesidad! vamos, que creo que no voy a volver a hablarte, jeje...
    Así que me he ido directamente a por el kindle y ya lo tengo entre mis manos, virtualmente hablado claro...
    Pues eso que no sé si apareceré mucho por aquí, que me lías... ;)
    Un besazo

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  11. Madre mía, vaya novela. No la conocía. A ver, hablas de fantasía y terror. Me gusta más lo segundo que lo primero. No estaba muy convencida cuando leí esa línea en tu reseña pero luego, me has ido atrapando y atrapando. Sin duda, toda la información que aportas genera mucho interés por la lectura. Y te diré que, he estado en Londres, pero no he visitado ese museo. Mi idea es regresar porque, cuando fui, el Big Ben estaba tapado por obras. Como ya está despejito y en todo su esplendor, a ver si puedo dar una escapada y ver ese museo. El libro me lo llevo más que anotado. Sé que la lista de libros anotados crece y crece, sin que me ponga a la tarea pero bueno, lo mismo un día... Besos

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  12. Que atmosfera musical tan magnifica, que historia tan interesante y bueno el libro, que tampoco conocía, me parece imperdible. Besos Undine.

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  13. Hola Undine!! Disfruté mucho con la lectura de este libro, aunque es cierto que yo lo leí en otra edición, no sabía que también Alianza lo había publicado. Besos!!

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  14. Holaa!! el autor de por sí ya me llama la atención, ahora lo que cuentas ha despertado mi curiosidad sobre este libro, así que apuntado queda, gracias por la reseña.

    Blessings!!

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  15. ¡Hola preciosa!
    Que maravilloso viaje estas realizando. He leído Drácula y te mentiría si te dijera que conocía la novela, ha sido un total descubrimiento a través de tu reseña, aunque sí que tengo un leve recuerdo de haber visto la película.
    Feliz semana.

    ❀ Fantasy Violet ❀
    Besotes! 💋💋

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  16. Había leído alguna reseña de esta novela de Stoker, pero nunca me había acercado a ella con tanto detalle hasta leer la tuya. Lo que cuentas me atrae, sin duda es interesante y parece que atrapa al lector. Me ha parecido bastante curiosa, y creo que también podría disfrutarla. A Stoker se le suele conocer por su Drácula, y poco más. A mí Drácula me gustó, pero no tanto como pensaba y mentiría si dijese que no quedé algo decepcionada de su lectura; sin menospreciarla, porque tuvo momentos magníficos para mí, pero también otros que me tenían algo hastiada. No obstante, no me importaría para nada regresar al autor.
    Un besote, y gracias por toda la info que aportas.

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  17. Esta vez venía decidida a no dejarme convencer. Pero me hablas de Egipto y de Hatsepsut y caigo rendida

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