RESEÑA: EN ALGÚN RINCÓN DEL TIEMPO, RICHARD MATHESON

Fuente: Undine von Reinecke

Ficha Técnica

Editorial: Hermida Editores

Colección: El Jardín de Epicuro - Ficción

Autor: Richard Matheson

Traducción: Óscar Mariscal

Páginas: 356

Edición: Primera

Número 145

ISBN 978-84-125519-2-1

P. V. P. : Papel 22 € / ebook 7,50 €


Sinopsis de la Editorial

En algún rincón del tiempo es la abracadabrante historia de un amor que trasciende el tiempo, el espacio y aun la muerte, escrita por uno de los grandes maestros de la literatura fantástica moderna. 

La novela de Richard Matheson —publicada originalmente en 1975— cuenta la conmovedora y romántica historia de un hombre moderno —el guionista de televisión Richard Collier (...)


Propuesta musical para este libro

Symhony Nº 9 in D, Gustav Mahler

* Crédito del vídeo: Canal Lennyforever

La pieza que el lector está escuchando es la 9ª Sinfonía del compositor austriaco Gustav Mahler. La obra fue compuesta entre los años 1908 y 1909, siendo estrenada póstumamente en 1912 por la Orquesta Filarmónica de Viena. El gran músico del posromanticismo falleció tan solo un año antes. Esta sinfonía está considerada como la obra culmen de Mahler, y supone, junto a La canción de la tierra y su 10ª Sinfonía inacabada, la suprema expresión del lenguaje mahleriano. La pieza se caracteriza por una fuerza y sobrecogimiento, poseyendo tal magnetismo abrumador para conmover, que los críticos musicales han visto en ella una carga autobiográfica muy grande, ya que los últimos años de la vida del compositor se caracterizaron por una serie de desgracias encadenadas, entre las que destacan el fallecimiento de su hija mayor, la infidelidad de su esposa -la también compositora Alma Mahler (1879-1964)-, su cese por dimisión como director de la Ópera de Viena, o el fatídico diagnóstico médico que le anunciaba una muerte temprana debido a una afección cardiaca. Todos estos fueron algunos de los detonantes que catalizaron el nacimiento de esta brillante y abrumadora composición.

La 9ª Sinfonía de Mahler acompaña esta reseña porque Richard Matheson, el escritor de En algún rincón del tiempo, dio una importancia primordial a esta pieza musical en el desarrollo argumental y simbólico del libro. 


Lo que Undine opina del libro


<Ni la ausencia ni el tiempo son nada cuando se ama.> Alfred de Musset (1810-1857) 


Hoy, 20 de septiembre de 2023, llego a la Costa Oeste Norteamericana, actual etapa de mi viaje literario La vuelta al mundo en doce libros. Mi objetivo es dirigirme a la ciudad de Los Ángeles, polo de atracción de escritores, actores y amantes del Séptimo Arte, ya que es allí donde se ubica la meca del cine. Efectivamente, estoy hablando de Hollywood.

Fuente: Wikipedia

Realmente, Hollywood es un barrio situado en la región central del condado de Los Ángeles (California), que se adhirió a él como municipio en 1903, aunque su nombre se asocia siempre a la industria del cine estadounidense, porque gracias a ésta se ha hecho célebre internacionalmente. No en vano, es allí donde comenzaron a ubicarse a comienzos del siglo XX las grandes empresas del sector, así como las independientes. También fue allí donde se rodaron aquellas emblemáticas películas del cine mudo llenas de encanto, que fascinaron al público nacional y mundial durante las décadas de 1910 y 1920, y que ayudaron a construir esa leyenda de la que goza el hoy llamado Cine Clásico Norteamericano, ese que llegó a su cénit con la llegada del cine sonoro en 1927, que se desarrollaría hasta 1969, según la clasificación de los expertos en el tema, con ese estilo visual y narrativo glamuroso que lo caracterizó. 

Estudio Cine Black Maria (Fuente: Wikipedia)

Es cierto que los orígenes del cine norteamericano se sitúan a finales del siglo XIX en la Costa Este, no sería justo no hacer mención a ello, como tampoco lo sería no otorgar a Nueva Jersey el título de primera capital cinematográfica norteamericana. Allí  se construyó Black Maria en 1893, el primer estudio cinematográfico del mundo, perteneciente a Thomas Edison, y que en la actualidad es un Parque Histórico Nacional. También es verdad que la Costa Este vio nacer algunas de las productoras que hoy por hoy dominan la industria del cine, como la Fox o la Metro, en las que en el emblemático distrito de Queens (Nueva York) los geniales Hermanos Marx rodaron algunas de sus películas, y que Walt Disney ubicó en Kansas City los Estudios Laugh-O-Gram, concentrando allí durante los primeros años de la década de 1920 a los mejores animadores de la época. No obstante, muy pronto Hollywood se erigió como la capital cinematográfica indiscutible, un hecho propiciado por la infernal guerra de patentes mantenida por empresas del sector, que propició la expansión de las productoras de cine fuera del ámbito de la Costa Este. Por otro lado, el buen clima californiano motivó a los directores y productores a emigrar hacia allí, porque esto favorecía poder rodar al aire libre durante muchos más meses del año, y porque la variedad paisajística para sus escenarios era un plus.

Marlene Dietrich y G. Cooper película Marruecos (1930)
Fuente: Wikipedia

Todo esto ocurría en los albores de la Primera Guerra Mundial. Finalizada la contienda, y en vista de que las empresas cinematográficas europeas se habían visto muy perjudicadas por ésta, Estados Unidos se hizo con la hegemonía, y recibió a muchos de los genios venidos desde allí, como la enigmática Marlene Dietrich o el genial Alfred Hitchcock. Y este estatus se consolidó durante la terrible pandemia provocada por la mal llamada Gripe Española. Durante este periodo, los intereses de Hollywood como líder se vieron favorecidos, porque las autoridades competentes de Los Ángeles reaccionaron muy pronto ante la enfermedad. La ciudad salió menos perjudicada que el resto del país, especialmente en comparación con Nueva York, su más importante competidor.

Es así como, a grosso modo, nació Hollywood. Desde entonces, y durante más de cien años, lleva recibiendo a miles y miles de personas de todo el mundo que sueñan con ver sus deseos hechos realidad. Directores ingeniosos, actores en ciernes, bellezas singulares, escritores talentosos… Tantas y tantas personalidades han pasado por sus estudios que la lista es enorme y parece no finalizar.

Drácula, 1931 (Fuente: Wikipedia)

Una de esas personas que aterrizaron en California en busca del “Dorado” fue Richard Matheson (1926-2013), escritor y guionista estadounidense, que se desarrolló principalmente dentro de los géneros de fantasía, terror y ciencia ficción. Matheson nació en Nueva Jersey, pero la temprana separación de sus padres le obligó a vivir y educarse en Brooklyn (Nueva York). Lector voraz durante la infancia, y fan incondicional de la película Drácula de 1931, publicó su primer cuento con tan solo ocho años, en el periódico Brooklyn Eagle. Estudió en la Brooklyn Technical High School, un centro especializado en ciencia, tecnología y matemáticas, graduándose en 1943, pero casi inmediatamente se alistó en el ejército para luchar en Europa durante la Segunda Guerra Mundial. Fue allí donde se inspiró para Los guerreros imberbes (1960), una novela ubicada en Alemania durante 1944, basada en las experiencias de Matheson como joven soldado de infantería en la 87.ª División. A su regreso de la guerra, ingresó en la Universidad de Missouri, donde se licenció en periodismo en 1949. Fue en ese momento cuando decidió emigrar a California, donde comenzó una productiva y exitosa carrera como novelista, llegando a formar parte del legendario grupo Southern California Sorcerers, compuesto por emblemáticos autores del género del terror y lo fantástico, como Charles Beaumont, Ray Bradbury y George Clayton Johnson, entre otros. Escribió cuentos que publicó en diversas revistas, se prodigó como creador de guiones para películas y famosas series televisivas, entre las que destacan Star Trek o The Twilight Zone, y destacó también por sus adaptaciones cinematográficas de varias obras de Edgar Allan Poe, en las que trabajó con algunas de las estrellas del terror, como el genial Vicent Price (House of Usher, 1960) y el inimitable Boris Karloff (The Raven, 1963).

Por otro lado, muchos de sus relatos cortos y novelas fueron adaptadas tanto a televisión como a la gran pantalla, recibiendo numerosos galardones por sus trabajos. Entre estos títulos destaca I Am Legend (1954), una novela de la que existen diferentes versiones cinematográficas, entre ellas la titulada The Last Man on Earth (1964), con Vincent Price como protagonista; The Omega Man (1971), siendo Charlton Heston el actor principal, y I Am Legend (2007), encabezando el reparto Will Smith. Incluso Steven Spielberg llegó a dirigir en 1971 la adaptación de Duel, uno de sus relatos cinematográficamente conocido como El diablo sobre ruedas.

Sin embargo, entre estos y otros sonados éxitos, fuentes autorizadas aseguran que Richard Matheson guardaba un especial cariño por Bid Time Return, la novela por la que recibió en 1975 el World Fantasy Awards a la mejor novela. Parece ser que el autor llegó a decir que era una de sus obras mejor escritas.

Fuente: Amazon

Afortunadamente, los lectores de habla hispana ya podemos disfrutar de ella. Y se lo debemos a Hermida Editores, que hace algunos meses la ha puesto a nuestra disposición con el título En algún rincón del tiempo, correspondiendo la traducción a Oscar Mariscal.

Evidentemente, En algún rincón del tiempo es la obra que he elegido para la etapa de la Costa Oeste Estadounidense de La vuelta al mundo en doce libros 2023. Y mis lectores no deben sorprenderse por ello. Es cierto que se trata de una novela clasificada entre la narrativa contemporánea, pero su fecha de publicación no contraviene la estipulada como límite, que es 1980. Por otro lado, cuando lean mis impresiones sobre la misma comprenderán las razones que me llevaron a seleccionarla cuando me enteré en enero del presente año de su publicación en España.

Y ahora, sin más preámbulos, paso a relatar el maravilloso principio argumental.

En algún rincón del tiempo nos sitúa en la década de 1970. Narra la historia de Richard Collier, un escritor y guionista de Los Ángeles de treinta y seis años que, por motivos personales, decide dejar su vida atrás e iniciar un viaje con destino indeterminado. Su recorrido le lleva a alojarse en un antiguo y refinado hotel victoriano en la costa de San Diego. Allí, mientras recorre los históricos salones del edificio, se topa con el retraso de una actriz del cambio de siglo. Richard queda absolutamente subyugado por la enigmática belleza de la dama, y su vehemente obsesión le lleva a investigar la vida de esta mujer. Debido a los inquietantes descubrimientos que ha hecho, y al amor que se ha despertado en su pecho por ella, Richard decide intentar abrir una brecha en el tiempo para poder reunirse con la mujer, y así poder materializar su amor. ¿Será posible que su viaje le lleve hasta 1896?

En algún rincón del tiempo es una apasionante y romántica novela de ciencia ficción, que fue publicada por la editorial Viking Press el 24 de febrero de 1975. Más tarde, en 1980, se realizó una famosa adaptación cinematográfica del libro que fue titulada Somewhere in time, y, desde entonces, la novela es conocida y publicada con ese mismo título.

Debo confesar antes de entrar en materia, que el primer conocimiento que tuve de esta obra fue a través de la película. Mis lectores conocen mi pasión por el cine, y mi firme convencimiento que tras un singular guión cinematográfico siempre habita una buena novela. Y por ello, desde hace más de una década soñaba con leer En algún rincón del tiempo, porque entendía que iba a ser superior.

Carátula del CD, soundtrack John Barry
(Fuente: Amazon)
Me explico, la película tenía un elenco de lujo, en el que destacaban estrellas como Jane Seymour, Christopher Plummer y Christopher Reeves, el inmortal Superman, como actores principales, y además contaba con el magnífico John Barry como compositor de la banda sonora. Al terminar de ver el film quedé conmovida por su delirante principio argumental, y la mágica atmósfera que transmitía, aumentada aún más si cabe por los temas musicales que la acompañaban. Sin embargo, algo en la adaptación me dejó un cierto halo de insatisfacción, pese a estar clasificada como todo un clásico del género de ciencia-ficción.

Con todo y con ello, mi fe en la literatura es incombustible, y por ello decidí leer la novela con entusiasmo. Qué lector con alma romántica rechazaría involucrarse en un clásico del género que ha sido premiado doblemente, y que su propio autor se refirió a él con estas palabras:

«En algún rincón del tiempo es la historia de amor que trasciende el tiempo (...) Pienso que representa lo mejor que he escrito en forma de novela». Richard Matheson *Hermida Editores

Maude Adams, 1910 (Wikipedia)

Parece ser que Matheson se inspiró en un acontecimiento de su propia vida. El escritor andaba de viaje con su familia, y, mientras visitaba la Piper's Opera House en Nevada se topó con una foto de la actriz estadounidense Maude Adams, que le cautivó poderosamente. Después, el escritor investigó la vida de la artista, quedando igualmente impresionado por algunos detalles de su biografía. Con estos dos motivos, Richard Matheson pensó que sería estupendo escribir una historia en la que un joven quedara atrapado emocionalmente por la visión de la foto de una dama, y pudiera romper la barrera del tiempo para reunirse con ella. Dicho y hecho, el autor viajó al hotel Coronado de San Diego, donde sucede la novela, residió allí durante algún tiempo, y experimentó algunos de los motivos argumentales con los que decoró su historia. Por otro lado, Matheson dotó a Elise McKenna, el personaje femenino principal, de algunos de los rasgos biográficos correspondientes a Maude Adams, la mujer real que inspiró su novela. Interesante, ¿verdad?

Y, pese a que los viajes en el tiempo no son nada novedoso -Jack Finney escribió con anterioridad algunas obras muy brillantes, como Love letter (1958) o Time and Again (1970)-, y en la actualidad tanto la literatura como el cine nos han regalado muchas obras tomando como base ese argumento, lo que proponía Matheson me parecía de alguna manera muy diferente y especial… Conectar con un pasado concreto, enamorarse de un personaje histórico singular, imaginar la manera de llegar hasta él. Quién no se ha sentido alguna vez intrigado al contemplar la imagen de retrato mientras visitaba una mansión antigua o castillo ancestral, llevando su imaginación hasta rincones insospechados. Yo sí, queridos lectores, por ese motivo me dejé llevar.

Hotel Coronado de San Diego (Fuente: Wikipedia)

La novela comienza con una breve introducción del hermano de Richard Collier, el protagonista que pretende viajar en el tiempo. En ella pone en antecedentes al lector de lo sucedido, y reta a éste a bucear en el inquietante texto biográfico que viene después. Tras el breve prólogo, comienza la aventura del viajero, que se inicia con un trayecto en automóvil por la Costa Oeste, continúa con su llegada al hotel Coronado, narrando los experimentos que realiza para viajar en el tiempo, y que podrían o no haberle trasladado a él. El libro se cierra con apéndice manuscrito del hermano del protagonista, en el que el lector debe decidir si los hechos que se relatan sucedieron de verdad o no.

Desde mi punto de vista, la estructura de la historia que plantea Matheson es muy interesante. Sin embargo, no llegué a apreciar una continuidad que captara mi completa atención. Es cierto que el comienzo del libro me pareció brillante y cautivador, mientras se toma contacto con el protagonista, para conocer su personalidad y los motivos que lo llevaron a iniciar esa huída de su realidad. También puedo afirmar que las investigaciones que hace el héroe de la novela en el hotel Coronado y los experimentos científicos realizados me parecieron apasionantes. Sin embargo, superada esa etapa e iniciándose la supuesta historia romántica, los diálogos que propone el autor me resultaron simplones, repetitivos y carentes de valor, ensombreciendo la trama que los sustenta. No ocurre igual con el final de la novela, que a me conquistó, e invito a mis lectores a que lo lean y me cuenten su impresión.

Cubierta 1ª Edición (Fuente: Wikipedia)

En otro sentido, y hablando en modo del todo positivo, el aura que envuelve la novela es del todo intelectual. Comenzando por su indiscutible espíritu literario, ya que bebe en las aguas de la metaliteratura, hasta su delicado corazón musical, que acompaña cada pasaje de esta historia. El escritor denota una cuidada inquietud humanística, que se percibe al comienzo del texto con la cita shakesperiana de Ricardo III, y que el lector podrá confirmar si se deja llevar por las emociones que siente Richard Collier al escuchar la 9ª Sinfonía de Gustav Mahler, que es uno de los principales motivos románticos que sustentan En algún rincón del tiempo.

Sin embargo, y en contra de lo que yo he afirmado siempre, la adaptación cinematográfica, en mi opinión, consiguió crear un clímax más auténtico para la historia de amor. Quizá fuera la elección musical de John Barry, que cambió a Gustav Mahler por Rachmaninov, eligiendo como tema principal la Variación Nº 18 de su famosa Rapsodia sobre un tema de Paganini, o quizá sea que las escenas románticas de la película eran acompañadas por una emocionante melodía compuesta por John Barry, en sustitución de los edulcorados diálogos de Matheson a los que me refería antes. Lo cierto es que esta parte de la historia me resultó más creíble en el film que en la novela. 

Con todo y con ello, mi elección de En algún rincón del tiempo para esta etapa de mi viaje literario me ha parecido fascinante. Por un lado, me ha dado ocasión de aprender un poco más sobre los orígenes de Hollywood, y por otro he podido cerrar una etapa de mi historia como lectora, leyendo una obra original y conmovedora que llevaba buscando muchos años. Por último, quisiera quedarme con lo que dijo el presidente de la Academy of Science Fiction Fantasy and Horror Films.


<Los logros de Richard vivirán para siempre en la imaginación de todos los que leyeron o vieron su inspirado e inimitable trabajo> Robert Holguin


Somewhere In Time - Complete Soundtrack, John Barry

*Crédito del vídeo: Canal de YouTube Anthony César Curtis

Cuando John Barry compuso la BSO de Somewhere In Time se encontraba en su etapa más creativa. Y, pese a que la película no logró el éxito taquillero que sí consiguieron otras de producciones en las que participó, fue y sigue siendo el trabajo mejor valorado por el público del compositor. Incluso se ha llegado a decir que el film tuvo mejor aceptación gracias a la música de John Barry.



Undine von Reinecke



Os espero a todos el 18 de octubre de 2023, en la Costa Este Estadounidense, en una nueva etapa de La vuelta al mundo en doce libros 2023



El autor por la Editorial

Richard Matheson

Richard Matheson (1926-2013), narrador y guionista, destacó en géneros muy diversos, aunque fue en el terror y la ciencia ficción donde consiguió sus mayores éxitos. 

Algunas de sus novelas, como Soy leyenda (1954), El increíble hombre menguante (1956) o Más allá de los sueños (1978), se han convertido en verdaderos clásicos y han sido adaptadas varias veces al cine, al igual que muchos de sus relatos cortos, como «Duel» , en el que se basó la película de Steven Spielberg El diablo sobre ruedas (1971). Fue asimismo guionista de series míticas: Alfred Hitchcock presenta, Star Trek, The Twilight Zone… Autores como Stephen King y Anne Rice han reivindicado su magisterio.


Comentarios

  1. Hola Undine, pues me has picado, aunque los diálogos te hayan parecido pobres, me ha gustado todo lo que has contado y me la llevo para ver si mis impresiones coinciden con las tuyas.
    Un besazo

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    1. Buenas tardes, Nitocris.

      Es cierto que las escenas románticas me parecieron forzadas, pese a ello creo que el libro merece leerse. En mi opinión tiene más virtudes que defectos, y yo he disfrutado de su lectura. Por otro lado, la ambientación es muy buena.

      Un beso, y gracias por la visita!!

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  2. Muy buena reseña Undine, bueno, no solo reseña, sino un estupendo artículo hablándonos del origen de la industria cinematográfica de Hollywood, y de las vicisitudes del propio autor. He disfrutado mucho leyéndolo.
    Un saludo.

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    1. Buenas tardes, Antonio, y bienvenido a Lecturas de Undine.

      Te agradezco mucho tus amables palabras. Este tipo de comentarios siempre ayudan a seguir invirtiendo tiempo en el blog.

      Un abrazo.

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  3. No suelo ser muy amiga de la ciencia ficción, pero los viajes en el tiempo siempre me han fascinado, con esas paradojas de cambiar el futuro si alteras el pasado. Todo eso me resulta muy filosófico y fascinantes.
    Imagino que has visto la película recientemente porque recordar los detalles que comparas con la novela a mí me resultaría imposible tras un mes de visionado del film. Aunque mi memoria no es para poner como ejemplo.
    Me ha encantado todo lo que cuentas de la historia de Hollywood. Yo también soy amante del cine. Ya sabía de los comienzos de la mano de Edison en la zona este de Estados Unidos, pero desconocía muchas de las cosas que aquí cuentas.
    Un beso y feliz continuación de tu vuelta al mundo.

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    1. Buenas tardes, Rosa.

      Efectivamente, vi la película recientemente. Es difícil encontrarla, pero la tenía desde hace tiempo en mi hemeroteca personal. Siempre procuro ver las adaptaciones de novelas que reseño, así puedo compararlas con mayor eficacia.

      Por otro lado, yo tampoco suelo leer ciencia-ficción. Cuando lo hago es por razones de curiosidad o motivos personales. En este caso se han juntado las dos cosas.

      Un abrazo, y muchas gracias por tu visita!!

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  4. Querida Undine:
    Todo lo que rodea el mundo del cine, me interesa. Y las novelas que de alguna manera se sitúan ahí, me llaman especialmente. De Matheson leí Soy leyenda y para mi sorpresa me gustó muchísimo, porque la ciencia ficción y en especial si es distópica no me llama especialmente salvo excepciones.
    Me llevo el libro, además el hotel Coronado es un sitio muy especial para los amantes del cine.
    Besitos y feliz semana

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    1. Querida Norah,
      Creo que el cine es uno de esos puntos que tenemos en común. Yo no había leído a Matheson antes de este momento, pero tras disfrutar de En un ricón del tiempo, estoy segura que no tardaré en volver a su narrativa. Evidentemente, una de mis primeras opciones será Soy leyenda. Gracias por la recomendación.

      Un abrazo fuerte!!

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  5. ¡Hola! Veo que hay muchas cosas positivas que destacar de ella pero la ciencia ficción no es para mí, ya probé en algunas ocasiones y me cuesta un montón disfrutar de esos libros. Un besote :)

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    1. Buenas tardes, Marya.
      Qué lástima que la novela no te atrape. Sin embargo, te recomiendo que veas la película. Estoy segura que te gustará.

      Un beso, y gracias por leerme!!

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  6. Qué pena lo que señalas de los diálogos, porque todo lo demás que has contado me ha atraído mucho. Creo que le daré una oportunidad, pero no sé cuándo, que se me acumulan los pendientes.
    Besotes!!!

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    1. Buenas tardes, Margari.
      Sí, no dejes de leer esta novela (diálogos incluídos). Es tan original y romántica que te gustará.

      Un beso, y mil gracias por pasar a comentar!!

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  7. Buenos días Undine, de Matheson leí hace años La casa infernal, una novela que me gustó bastante, con alguna cosilla que no me convenció. Esta que traes hoy me parece interesante, una pena que tras un inicio brillante, los diálogos pierdan chispa y se hagan simplones y repetitivos, luego parece que al final remonta y parece que a ti te gustó.
    La verdad es que los viajes en el tiempo siempre me han parecido fascinantes, de ahí que sienta curiosidad por esta novela. La tendré en cuenta. Un abrazo.

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    1. Buenas tardes, Mar.

      Los viajes en el tiempo tienen un componente romántico y emocionante. Creo que por ese motivo suelen triunfar. Pese a los inconvenientes que he encontrado, desde mi punto de vista, son más las virtudes de En algún rincón del tiempo. Ya me contarás cuál es tu opinión.

      Un beso, y mil gracias por dejarme tu impresión!!

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  8. ¡Hola, Undine! Pues qué sorpresa, pensaba que te gustaría más el libro que la peli (suele ser lo habitual en todo caso, estoy teniendo más suerte que tú en este tema con las lecturas que estoy escogiendo), así que tomo nota y voy prevenida. Ya sabes que estuve a punto de escogerla y que no lo hice para leer "El sueño eterno", pero caerá tarde o temprano (aunque me he he llevado un chasco enorme con el último libro que he leído de Hermida en cuanto a libro y en cuanto a edición... lo del libro no pasa nada, no nos puede gustar todo, pero lo de la edición espero que sea algo puntual).

    Besote, y un placer volver a pasarme por aquí. A ver si soy un poco más constante...

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  9. Hola, Undine. Pues no soy yo muy fan de la ciencia-ficción. Aunque sí te diré que me leí una trilogía fantástica de viajes en el tiempo, la de Félix J. Palma, que me encantó. Este título que nos traes hoy me interesa al 50%. Lo de los diálogos no me hace mucha gracia. Para mí son un punto importante de la narración pero, por otra parte, hay otras cuestiones que sí me atraen. En fin, ya veré qué hago. Gracias por el aporte. Besos

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  10. Precioso tema musical para una fabulosa entrada! Nos hablas de cine y Matheson, por supuesto! Solo lo conozco en la tematica de ciencia ficcion, sera todo un descubrimiento en esta lectura.
    Gracias por compartirlo, saludosbuhos!!

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  11. ¡Hola! Leí al autor con La casa infernal y me gustó mucho. No descarto darle una oportunidad a este en algún momento. Besos
    Marta

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  12. Pues has aumentado mi curiosidad por esta obra. Ya la tenía en el radar, cuando la vi como novedad de la editorial. Aunque veo que no todo te ha cautivado de ella, sí que tiene un potencial especial por todo lo que cuentas en cómputo. Creo que podría gustarme, a ver si la leo y así me formo mi propia opinión, vendría de nuevo a compartir impresiones :)
    Una reseña completísima y maravillosa, como siempre.
    Un abrazo.

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