RESEÑA: EL NIÑO DE PIEDRA, LAUDOMIA BONANNI

Fuente: Undine von Reinecke

Ficha Técnica

Editorial: Caleidoscopio de Libros

Colección: Clásicos modernos

Traducción del italiano: David Paradela López

Encuadernación: Rústica con solapas

Formato: 14,5 x 21,5

Número de páginas: 160 

Precio: 18,62 €

ISBN: 978-84-19930-05-7

Peso:  275 gramos


Sinopsis de la Editorial

Al llegar a la madurez, Cassandra comienza un recorrido psicoanalítico con el objetivo de resolver la neurosis que la aqueja desde hace tiempo, debido a su educación, a la sexualidad y al omnipresente fantasma de la maternidad.

Por medio de la escritura como vector de conocimiento hacia la verdad que habita en sí misma, Cassandra atraviesa su historia familiar y social a través de un camino incierto en el que se entrecruzan una infancia dominada por figuras masculinas, el asfixiante poder matriarcal y un matrimonio tibio, pero aceptable a los ojos de su familia, que la hizo infeliz.


Propuesta musical para este libro

Happiness, Days of Heaven, Ennio Morricone 

*Crédito del vídeo: Canal de YouTube cocoatoast

Happiness es un tema musical compuesto por Ennio Morricone para la banda sonora de la película Days of Heaven, un drama romántico estadounidense, escrito y dirigido por Terrence Malick y protagonizado por Richard Gere, Brooke Adams, Sam Shepard y Linda Manz en 1978. El compositor italiano, conocido por sus bellos trabajos realizados para la esfera cinematográfica, fue nominado en 1979 para un Premio de la Academia Norteamericana gracias a su colaboración en esta película. 

He elegido esta pieza para acompañar la reseña de hoy, porque la delicadeza de su factura me recuerda al estilo narrativo de Laudomia Bonanni. Por otro lado, Morricone y la escritora italiana fueron contemporáneos y sus mundos intelectuales convergen en sus respectivas obras creativas.


Lo que Undine opina del libro


<Los únicos goces puros y sin mezcla de tristeza que le han sido dados sobre la tierra al hombre, son los goces de familia.> Giuseppe Mazzini (1805-1872) 


En estos tiempos que vivimos, se quiere sensibilizar a la sociedad sobre la importancia que tiene la educación emocional. Algo que generaciones atrás no formaba parte del canon formativo para el individuo, aunque se repitiera hasta la saciedad la sempiterna paremia “Mens sana in corpore sano”. Su significado va más allá de un expediente académico impecable y unos músculos de hierro. Para el ser humano es fundamental crecer gozando de afecto, confianza y de un diálogo abierto dentro del seno familiar. Si esto es importante para todos, aún lo es más para la mujer que, aún hoy, debe afrontar tabúes y lacras sociales de muy variada índole educacional.

La literatura lleva tiempo haciéndose eco de ello y, a menudo, nos topamos con un texto que despierta la conciencia sobre ello. Sin embargo, dependiendo del carácter y la nacionalidad del mismo, la historia que nos ofrece puede parecer distinta. Cada país tiene su idiosincrasia, y es interesante conocerla para entenderla, aunque en esencia el mensaje siempre es igual.

Hace un par de semanas llegó a mis manos un título deslumbrante, de esos que es mejor no contar demasiado para no incurrir en indeseados spoilers, no sólo de carácter argumental, sino reflexivos. Así de importante es la novela de la que hoy voy a hablar.

Y ya, sin más dilación, presento a mis lectores El niño de piedra de Laudomia Bonanni, una nouvelle que ha puesto recientemente en las mesas de novedades la editorial Caleidoscopio de Libros, con la excepcional traducción de David Paradela. El libro, por otro lado, lleva el subtítulo de “Una neurosis femenina”, imagínense mis lectores lo que se van a encontrar.

Piazza del popolo Roma, atribuido a Giacomo van Lint (1750)
Fuente: Wikipedia

El niño de piedra nos lleva a la capital italiana en la década de 1970. Allí, conocemos a Cassandra, una mujer madura que se encuentra en esa etapa tan difícil en la vida femenina. Agobiada por un perturbador desequilibrio emocional, decide visitar a un especialista, que es un antiguo conocido familiar. El doctor le prescribe algunos fármacos, pero la verdadera terapia que le impone tiene un carácter particular, ya que le ha recetado escribir sobre su vida personal. Es así cómo Cassandra comienza a redactar un diario que se remontará hasta la infancia. Y en él no sólo contará su biografía, también desgranará la historia familiar.

El niño de piedra es una asombrosa y potente novela corta que fue publicada en 1979 con el título original de Il bambino di pietra por la editorial milanesa Bompiani. El libro fue propuesto al prestigioso Premio Strega, que en esa ocasión fue otorgado a Primo Levi, quedando finalmente en tercer lugar. Sin embargo, la obra fue bien recibida por un sector importante de la crítica, aunque con algunas reservas, porque su mensaje y carácter iban mucho más allá de lo que Italia y la época podían asimilar. Su autora, la italiana Laudomia Bonani había escrito una obra muy singular.

1ª Edición italiana, editorial Bompiani
Fuente: criticaletteraria.org
Pero, ¿quién era esta escritora, de la que yo hasta ahora no había oído hablar?

Laudomia Bonanni (1907-2002) nació en L'Aquila, la capital de la región de los Abruzzo, situada a pocos kilómetros de Roma. Su padre era un músico que se dedicó profesionalmente al comercio, y su madre ejercía como profesora de primaria. El particular nombre que le pusieron al nacer fue sacado de Niccoló de' Lapi (1841), una novela histórica escrita por el estadista y autor Massimo D'Azeglio. Y esto sin duda marcó el destino de Laudomia, imprimiendo un carácter intelectual a su vida, que desde muy joven comenzó a prevalecer.

Su primera experiencia profesional la ejerció dentro del mundo de la enseñanza, trabajando como maestra en diferentes escuelas rurales cercanas a su región de nacimiento. Aquel entorno le sirvió de inspiración para escribir una serie de relatos recogidos bajo el título de  Storie tragiche della montagna, Novelle d'Abruzzo (1927), basados en la dureza de vida y las dificultades a las que los vecinos de aquellos lugares se tenían que enfrentar. Por aquellos días, también comenzó a colaborar con diferentes revistas y periódicos literarios, para los que escribió alrededor de mil trescientos artículos, ejerciendo el periodismo hasta el año 1983. Su longevidad se lo permitió, ya que la escritora llegaría a cumplir los noventa y cuatro años.

Sin embargo, y pese a su productividad como articulista y escritora de narrativa para adultos y niños, el reconocimiento literario no le fue otorgado hasta después de finalizar la Segunda Guerra Mundial.

Laudomia Bonanni (Fuente: Caleidoscopio de Libros)
El primer galardón a nivel nacional lo consiguió en 1948 con un recopilatorio de cuentos titulado Il fosso, encadenando a partir de entonces una serie de premios, como los ganados por sus obras L'imputata (1960) y L'adultera (1964), que la proclamaron una autoridad literaria del momento, siendo traducidas al español y al francés.

Bonanni abandonó la enseñanza en 1966, con la intención de trasladarse a Roma para formar parte de los círculos literarios. Sin embargo, en aquellos días su narrativa perdió visibilidad, lo que supuso para la escritora el aislamiento social y grandes problemas a nivel emocional.

Todo cambió en la década de 1970, cuando publicó varias obras que le devolvieron  la popularidad y marcaron su regreso. Algunos de estos escritos eran relatos basados en su experiencia como asesora para el Juzgado de Menores de su tierra, recogidos en el libro Vietato ai minori (1974), y otros como las novelas El niño de piedra (1979) o Le droghe (1982), de diferente carácter social, pero todos ellos están dotados de ese espíritu tan singular que caracterizó el conjunto de su narrativa. Su voz siempre dio protagonismo a los marginados y oprimidos de la sociedad, y, al mismo tiempo, dedicó gran parte de sus esfuerzos a retratar la sociedad burguesa de su época, ofreciendo en sus obras una crítica mordaz contra ella. Su pluma es asombrosamente enérgica e incisiva, dotada de una peculiar sensibilidad que la convierten en una escritora sumamente original, muy diferente a otras narrativas de su tiempo que exploraron el mismo mundo que ella quiso abordar.

Así lo he visto en El niño de piedra, la obra protagonista de hoy. En esta interesante nouvelle, he querido encontrar motivos comunes a otras narrativas de las últimas décadas del siglo XX, como las que nos ofrecieron la inglesa Anita Brookner (1928-2016), especialmente preocupada por el mundo emocional de la mujer, o la francesa Françoise Sagan 👈(1935-2004), que exploró la sensualidad femenina de manera provocativa y liberal.

Edición italiana de El niño de piedra (Ed. Ciquot)
Fuente: Amazon

Desde mi perspectiva, ambas visiones convergen en la narrativa de Laudomia Bonanni. Empero, la italiana las manejó con un estilo propio, aplicado, audaz. Y, aunque por momentos resulta visceral y muy osado —recordemos que estamos hablando de 1979—, la autora no pierde la elegancia pese a su lenguaje literal. En esta obra las palabras se ponen al servicio del arte por el arte, su finalidad es conseguir una “verdad".

En el caso que nos ocupa, la meta de la autora es llegar al germen que origina una defectuosa vida emocional. Bonanni, a través del relato de la vida de su heroína, construye una historia que va de menos a más, en un relato despampanante, insólito, y muy emocionante.

La historia es narrada en primera persona por Cassandra, que es una mujer profesional y casada, y que rechaza enfáticamente la maternidad. Este es su drama y bandera a la vez. Su psicoanalista le aconseja escribir un diario, y mediante las entradas que va redactando, combinando el momento actual con flashbacks a su infancia, adolescencia y juventud, el lector irá involucrándose en la problemática de la protagonista, mientras ella rebusca en su vida familiar.

Cassandra es un personaje fascinante, al que se termina cogiendo cariño progresivamente. Hija mediana de una familia numerosa de la burguesía campestre, el ritmo del núcleo familiar siempre lo marcó el poder matriarcal. Sin embargo, el personaje de la madre no ofrece esa imagen amable que deja entrever el arquetipo de la madona italiana, sino las aristas más negativas que de ella se pueden sacar. Frente a ella está la figura del padre, un hombre sin personalidad y a la sombra de su esposa, a quienes los hijos no pueden respetar. Cassandra ve todo ello con ojos que no comprenden, pues visualiza las injusticias que suceden en el seno familiar. En su hogar prevalece la adoración por los hijos de sexo masculino, y las mujeres ocupan un segundo, tercero o cuarto lugar. Entre todas ellas destaca Cassandra, que desde niña fue un personaje peculiar.

Coliseo de Roma, 1944. Foto tomada soldado EEUU (ejécito EEUU)
Fuente: Wikipedia

De fondo está la historia de Italia durante los años de la invasión alemana y de las décadas posteriores a la finalización de la Segunda Guerra Mundial. Bonanni nos ofrece en él un espectro atmosférico conciso para ambientar la novela, que está plagada de motivos culturales y sociales de la posguerra italiana.

Lo mejor son los personajes, que la autora traza con agudeza psicológica, todos ellos paradigmas de la idiosincrasia de aquel país, tan arraigados en la cultura popular, que en algún momento arrancan la sonrisa del lector.

Con todo y con ello, El niño de piedra no es una comedia humorística. Nunca lo es cuando se habla de maternidad, de amor, de familia, de la vida de pareja, de la pérdida y del dolor. La autora analiza y profundiza sobre estos temas, y saca más de una conclusión. La principal es la que todos sabemos: la mala praxis durante la infancia afecta al individuo adulto de manera fatal.

Quizá este mensaje pueda resultar reiterativo o de rabiosa actualidad, cada uno tenemos nuestra propia manera de pensar. No obstante Laudomia Bonanni hablaba para la sociedad de su tiempo, y buscaba construir un lugar mejor para la mujer, principal motor de su novela. Y, hacia el final de la historia, con la introducción de un sugestivo personaje que no voy a desvelar, la autora consigue imaginar cómo puede ser ese nuevo universo femenino, tan lejano y cercano a la vez. Bonanni mira hacia el futuro con fe.

En este punto creo conveniente abandonar la redacción de mis impresiones sobre El niño de piedra. Creo que es mejor ofrecer a mis lectores la oportunidad de adentrarse en esta obra con ingenuidad. Eso les dará la oportunidad de dejarse llevar por esta historia de familia, en la que encontrarán muchos motivos para deleitarse, emocionarse y analizar.


<El lugar donde nacen los niños y mueren los hombres, donde la libertad y el amor florecen, no es una oficina ni un comercio ni una fábrica. Ahí veo yo la importancia de la familia.> Gilbert Keith Chesterton (1874-1936)


Undine von Reinecker ♪


La autora por la Editorial

Fuente: Caleidoscopio de Libros

Laudomia Bonanni, fue una lectora voraz desde niña, que a los diecisiete años ya era profesora y enseñaba en varios pueblos de las montañas de Abruzzo. Manda sus primeros cuentos de Il fosso al premio de obras inéditas organizado por Amici della Domenica, donde recibe el primer premio. En 1949 Montale, en una reseña del Corriere d’informazione, compara su prosa con la de Dublineses de Joyce. En 1950 el libro es publicado por Mondadori y recibe el premio Bagutta, nunca antes concedido a una mujer.

En 1960, tras dedicarse durante mucho tiempo a ser asesora del Tribunal de Menores, publica su primera novela L’imputata que ganó el premio Viareggio y le granjeó reconocimiento en el extranjero. En 1964 gana el premio Selezione Campiello con L’adultera. En 1970, tras un breve silencio literario, publica el ensayo Vietato ai minori, y en 1977 el compendio de cuentos recogidos en Città del tabacco. En 1979 queda finalista del premio Strega con Il bambino di pietra y en 1982 publica Le droghe, para caer después en la indiferencia del mundo literario de su época.

Tras la negativa de su editor a publicar La rappresaglia en 1985 (novela que permaneció en el olvido hasta 2003), una Bonanni decepcionada cierra de una vez por todas su carrera como escritora. La prosa de Bonanni, de una crudeza incómoda para su tiempo, hoy es de una actualidad incuestionable.


Comentarios

  1. Buenas tardes, Undine.
    No me sonaba de nada esta autora con un nombre tan curioso. Por una novela leída por mi bisabuela, le puso a uno de sus hijos Floreal de nombre. Encima todos le llamaban Flor. En fin...
    Vengo del blog de Marisa, Lecturápolis, de leer una entrevista a Macarena Zambrana donde cuenta que empezó a escribir por indicación de su psicóloga como terapia tras la muerte de una hija. Es curioso cómo a veces las casualidades, o lo que quiera que sean estas cosas, se producen en el mundo literario.
    Muy interesante parece esta novela. Ya sabes que los temas familiares me encantan y esta madre dominante y con predilección por los hijos varones me atrae mucho. Es curioso que una mujer con carácter valore poco a sus hijas hembras frente a los chicos. es como infravalorarse a sí misma o valorarse tan solo por haber sido capaz de parir hombres.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenos días, Rosa.

      Yo también pasé por el blog de Marisa y le comenté la coincidencia entre la terapia que habían prescrito a la escritora que ella entrevistó, y la que usa Laudomia Bonanni para el personaje de El niño de piedra. Probablemente sea una práctica habitual en el mundo de la psicología. No obstante, esto no deja de ser una feliz serendipia.
      Con respecto a la nouvelle que comento hoy, estoy segura que te gustará, Rosa. La obra posee tanta fuerza y carácter, que resulta completamente novedosa pese a la temática femenina, tan presente en la narrativa actual.

      Un abrazo, y gracias por tu visita!!

      Eliminar
  2. Buenas tardes Undine, siempre que me acerco a tu blog estoy segura que me encontraré con algún autor o autora que no conozco, porque tocas muchos palos que yo apenas rozo, es el caso de esta autora que ni me suena, porque leo mucha más literatura inglesa, española o rusa, que italiana; todo lo que comentas de su vida y obra me resulta muy interesante, así que me la llevo apuntada para indagar más sobre su vida y obra. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenos días, Mar.
      Antes de abrir el blog, yo también me centraba mucho más en la narrativa británica. Sin embargo, el contacto con editoriales me ha abierto nuevos campos narrativos, y gracias a ello estoy aprendiendo mucho. Caleidoscopio de Libros es una editorial que ha nacido con el espíritu de recordar a autores injustamente olvidados, y Laudomia Bonanni es un ejemplo de ello. A mí me ha gustado mucho su voz, y creo que a ti también te encantaría. Ya me contarás si decides leerla.

      Un abrazo, y muchas gracias por pasar a comentar!!

      Eliminar
  3. ¡Hola! Se ve una lectura de lo más interesante y me despierta mucha curiosidad todo lo relacionado con la figura de la madre de Cassandra y el poder que ejerce sobre su familia. Excelente reseña, como siempre. Un besote :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenos días, Marya.
      Esta nouvelle no es exactamente el estilo de lectura que tú sueles hacer. Por eso mismo aprecio mucho tu entusiasmo hacia ella. Si te decides a leerla, no dejes de comentarme qué te ha parecido.

      Un beso, y muchas gracias por tus palabras!!

      Eliminar
  4. Buenas noches, Undine:
    Siempre me gusta tanto todo lo que cuentas y cómo hablas de los libros que a veces me cuesta separar y decidir si lo que me ha gustado es solo la reseña o el libro también. Si fuera por las reseñas, me los llevaba todos.
    Me encantan los personajes bien construidos y los dramas familiares.
    Del tema mujer la verdad es que estoy muy harta por el enfoque actual, es un feminismo opresor, mucho peor en algunos casos que el machismo. El otro día decían que había que incentivar a las niñas para que estudiaran más carreras de ciencias, ingenierías y cosas así. Hace muchos años que en España las niñas pueden estudiar lo que les salga del mismísimo moño.
    En fin, que sí, que me parece muy interesante el personaje de Cassandra y seguro que me gustará conocer sus tormentos.
    Besitos y feliz comienzo de mes

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenos días, Norah.
      No sabes cuánto agradezco las palabras amables que me dedicas. Entiendo muy bien lo que dices, porque yo misma opino igual. No obstante, Laudomia Bonanni fue una precursora, y sus ideas están plenamente justificadas por la época y el país donde vivía. Créeme si te digo que esta novela es original y que su mensaje te va a gustar. El niño de piedra comienza de una manera dura y finaliza con magia emocional. Ya me contarás si te animas con ella.

      Un beso, y te reitero mi agradecimiento!!

      Eliminar
  5. Hola Undine, pues nos traes una propuesta muy interesante y una autora desconocida, así que la apunto, pero no sé si algún día me podré poner con ella debido a la enooooorme lista de libros que me gustaría leer.
    Un besazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenos días, Nitocris.

      Te entiendo perfectamente. Mi lista de pendientes es tremenda también. No obstante, si te cruzas con esta obra te invito a que le des una oportunidad. A mí me ha fascinado.

      Un abrazo, y gracias por leerme!!

      Eliminar
  6. Cuando pensaba que no me ibas a tentar... Qué ilusa soy! Gracias por descubrirme a esta autora y por todo lo que aprendo contigo con cada entrada. Y por tus preciosas elecciones musicales.
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenos días, Margari.
      Gracias a ti por leerme con tanta empatía. No te pierdas a esta autora.
      Un abrazo.

      Eliminar
  7. ¡Hola! No conocía el libro, y la verdad a simple vista no seria un libro que me llamaría la atención al verlo, pero suerte que te he leído porque tiene buena pinta y además es corto que eso también ayuda. Espero leerlo pronto. Besos :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenos días, Likur.
      Me alegra haber podido captar tu atención. Ojalá la novela te guste tanto como a mí. Ya me contarás.

      Un abrazo, y gracias por leerme!!

      Eliminar
  8. Una novela potentísima, muy feliz de que os haya gustado. Y muchas gracias por la mención.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenos días, David.
      Las gracias te las doy yo a ti. No solo por el estupendo trabajo de traducción que has hecho (las puntualizaciones que haces sobre la narrativa de la autora son de agradecer), también por la deferencia que has tenido leyendo mi reseña y dejando unas palabras.

      Un abrazo.

      Eliminar
  9. Como siempre, ni idea del libro. Cassandra tiene pinta de ser personaje que no deja indiferente. Tomo nota. Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenos días, Marisa.

      El personaje de Cassandra es impresionante. Pocas veces me ha gustado tanto el estudio de figuras que hace un at@r. Ojalá puedas leer El niño de piedra, ya verás cómo te va a secuestrar dentro de la obra Bonanni.

      Un abrazo, y gracias por la visita!!

      Eliminar
  10. Hola,
    No conocía la novela, pero me has dejado con ganas de saber más, además sería una buena manera de salir de mi zona de confort, así que la tendré en cuenta para futuras lecturas.
    Besos desde Promesas de Amor, nos leemos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenos días, Miss Bridgerton.
      Espero que El niño de piedra cumpla con tus expectativas.
      Un saludo.

      Eliminar

Publicar un comentario

ENTRADAS POPULARES EN LECTURAS DE UNDINE

RESEÑA: EL BAILE, IRÈNE NÉMIROVSKY

RESEÑA: "EL CASCANUECES Y EL REY DE LOS RATONES", E. T. A. HOFFMANN

RESEÑA. "LOS TREINTA Y NUEVE ESCALONES", JOHN BUCHAN

RESEÑA: "El GATOPARDO", GIUSEPPE TOMASI DI LAMPEDUSA

RESEÑA: ORGULLO Y PREJUICIO, JANE AUSTEN