RESEÑA: **FUEGO EN LA SANGRE, IRÈNE NÉMIROVSKY**
Fuente: Undine von Reinecke |
Fichas Técnica
Editorial: Ediciones Invisibles
Colección: Pequeños placeres
Número de la colección: 26
Traductor/traductora: José Ramón Monreal
ISBN: 9788412535372
Formato: 11,5 x 18
Páginas: 192
Encuadernación: rústica con solapas
PVP: 16.00 €
Sinopsis de la Editorial
En un pueblecito de la Borgoña de una tranquilidad en apariencia inalterable, Silvio, un hombre mayor y solitario que ha dilapidado su fortuna recorriendo el mundo, se dedica a observar a vecinos y familiares. Pero un día se produce una muerte inesperada y, poco a poco, los secretos de juventud cuidadosamente escondidos salen a la luz y demuestran hasta qué punto pasiones que parecían extinguidas pueden dominar las voluntades y cambiar el curso de un destino marcado.
Propuesta musical para este libro
Le merle noir, Olivier Messiaen (1908-1992)
*Crédiro del vídeo: Canal de YouTube Chronochromie
La pieza que el lector está escuchando es El mirlo negro, Le merle noir en el original (1952). Es una obra compuesta para flauta travesera y piano por el compositor francés Olivier Messiaen. El músico, que era conocido por su interés por la ornitología y su amor por el canto de los pájaros, escribió esta obra como pieza de concurso para el Conservatorio de París, organismo al que él mismo pertenecía en su función como profesor. El mirlo negro es la composición más breve del compositor y, aunque no fue la primera de Messiaen inspirada en los cantos de las aves, sí fue la precursora de obras más complejas basadas en el mismo tema.
He elegido El mirlo negro para acompañar la reseña de hoy, porque Olivier Messianen e Irène Nemirovsky fueron contemporáneos en la Francia de entreguerras, y ambos sufrieron cautiverio durante la Segunda Guerra Mundial. Y, aunque el músico francés no pereció durante aquella terrible época, sí sufrió encarcelamiento en el campo de prisioneros Stalag VIII-A de Görlitz.
Lo que Undine opina del libro
<El amor. Claro, el amor. Un año de ardor y llamas y treinta de cenizas.> Giuseppe Tomasi di Lampedusa (1896-1957)
Decía el escritor decimonónico francés Jules d'Aurevilly👈, que hay pasiones que la prudencia enciende y que no existirían sin el riesgo que provocan, una sentencia tan interesante como genios fueron los novelistas que la supieron desarrollar. En este sentido, siempre he creído que los autores europeos del periodo de entreguerras tenían una capacidad superior para transmitir el mundo incandescente de las emociones. Sólo hay que sumergirse en las narrativas del húngaro Sándor Márai (1900-1989) o del austriaco Stefan Zweig (1881-1942) para comprobar que esta aseveración es una realidad. El poder de observación que estos literatos poseían, la empatía con la que se acercaban al individuo, o la capacidad analítica de la que hacían gala en sus obras, probablemente fueran algunas de las cualidades por las que se les valora, proclamándose como dos de los mejores contadores de historias de la convulsa época que les tocó vivir.
Irene Némirovsky (Fuente: Diario ABC) |
Fuego en la sangre nos lleva a la campiña francesa de la década de 1930; concretamente a la región de la Borgoña. Allí vive Silvio, un hombre que se ha apartado de las pasiones terrenales tras haber llevado una vida de trotamundos por tierras de ultramar. Entrando en la ancianidad, y empobrecido tras haber dilapidado su herencia, Silvio vive alejado de sus vecinos, recluido en una humilde vivienda en el bosque con su perro, sus gallinas y la momentánea compañía de una criada externa que se ocupa de él. Sin embargo, ocasionalmente, recibe visitas de unos parientes que le quieren bien. Se trata del matrimonio Érard, una pareja de mediana edad que posee una familia modelo. Los Erard están de enhorabuena, pues su primogénita se ha comprometido con el joven Jean, un gran partido, con el que pronto se va a casar. Como es costumbre en la zona, los Érard quieren celebrar una boda espectacular. Por ese motivo, Silvio no duda en asistir al enlace. Llegado el día de la boda, mientras todos bailan con felicidad, Silvio observa a la joven pareja y a los invitados con sagacidad. Sus percepciones no le llevan a engaño, y adivina lo que el futuro les puede deparar. Por ello, cuando un terrible suceso tiene lugar, de pronto se destapan un cúmulo de oscuros secretos que jamás debieron emerger.
Edición francesa Fuego en la sangre, Ed. Folio, 2008 Fuente: Iberlibro |
A causa de su prematura muerte, y al caos en que se vio envuelto su legado durante la guerra y la posguerra, al igual que sucedió con su aclamada novela inconclusa Suite francesa, la publicación de Fuego en la sangre surgió de manera fortuita y póstuma.
No es la única coincidencia entre ambas obras. De hecho, las dos historias comparten otro importante punto en común, ya que se cree que la población que aparece en ambas historias está inspirada en Issy-l'Évêque, un pueblo del departamento de Saona y Loira, ubicado en la región de la Borgoña francesa, donde se sabe que la familia de Némirovsky se refugió en su huida de los nazis. Los Éptein (así se apellidaba el marido de Irène) eligieron esta localidad porque era el lugar de nacimiento de Cécile Michaud, la niñera de las hijas de la escritora, que fue también quien salvaría a las niñas del cruel destino que sufrieron sus progenitores.
Iréne retratada junto a su familia (Fuente: ilgiornaledivicenza.it) |
Por ese motivo, Némirovsky no cejó en el empeño, y siguió escribiendo con la misma vehemencia de siempre, pese a estar vetados a los escritores judíos publicar. De aquellos trabajos nació la novela que me ocupa hoy, una historia arrebatadora y pasional, que goza de un fuerte sabor costumbrista, inspirado en los vecinos de Issy-l'Évêque. Tan colorista y pictórica resulta esta obra que, desde mi punto de vista, la construcción de la atmósfera es una de sus virtudes más notables. Es fascinante dejarse envolver por las exquisitas descripciones de la escritora, que se deleita dibujando las diferentes transiciones estacionales en los bosques borgoñones, como retratando las singularidades en las costumbres y la personalidad de los paisanos del lugar. Y esta maravillosa manera de narrar la historia me ha parecido muy cercana a la prosa de Honoré de Balzac (1799-1850), prestigioso novelista francés del primer lustro del siglo XIX, famoso por haber caracterizado la idiosincrasia del pueblo francés de su tiempo en el ciclo de la Comedia Humana. No obstante, Fuego en la sangre posee la impronta personal de Némirovsky, esa que hizo de ella una novelista tan especial.
Iglesia de Issy-l'Évêque, Borgoña (Fuente:.issyleveque.fr) |
Por otro lado tenemos a Helene y François Erard, los primos de Silvio, un matrimonio conservador de mediana edad que, junto al avaro hacendado Duclos, sirven como soporte a la autora para criticar el espectro del espíritu provinciano y burgués. Para rematar la descripción del elenco principal, Nèmirovsky se ayuda de varios caracteres jóvenes, representados por Colette Erard, una jovencísima muchacha con ganas de experimentar; su prometido y después marido, el molinero Jean, un hombre educado para sacar partido económico del campo; y, en último lugar, tenemos a Brigitte, una muchacha guapa, huérfana y pasional, que contrajo matrimonio con el viejo hacendado Duclos meramente por interés.
Sobre estos personajes, que de partida ya resultan carismáticos, la escritora irá añadiendo información según va progresando la historia, aumentando la sensación de misterio que posee la trama, y atrayendo el interés del lector.
No menos sugestivo resulta el listado de secundarios: Todos ellos inspirados en los individuos que formaban aquella sociedad campestre del noroeste francés de entreguerras. Irène Némirovsky observó y profundizó en los comportamientos de sus vecinos contemporáneos, para trazar la singularidad de aquella comunidad cerrada y conservadora, cuyos miembros eran capaces de mantener entre ellos un férreo pacto de silencio, con tal de evitar cualquier indicio de escándalo que pudiera perjudicar su estabilidad.
Con estos ingredientes, la autora construye una historia brillante y cautivadora, que sorprende por desgranar con astucia, elegancia y elocuencia muchas de las bajas emociones humanas. Amor, celos, vicio, corrupción, o compasión… Son algunos de los elementos que forman parte de este drama, una historia de amores prohibidos y secretos ocultos que, al llegar al punto final, sorprenderán, o tal vez no, al público lector. En mi caso, debo confesar que sabía de antemano dónde Nèmirovsky quería llegar, aunque eso no empañó mi fascinación por esta lectura.
Es más, debo confesar que Fuego en la sangre es una de las obras de Irène Némirovsky que más me han impresionado por su pictórica singularidad, esa que impregna toda la historia de una sutil y bucólica belleza. De hecho, su particular naturaleza me ha retrotraído, salvando las distancias, a uno de los autores españoles que más éxito internacional cosecharon. Me refiero al carismático Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928), quien escribiera obras naturalistas tan notables como La barraca (1898) y Cañas y barro (1902), donde describió con minuciosidad la vida rural de la Albufera valenciana en el cambio del siglo XIX al XX.
Con la misma intensidad y plagada de matices costumbristas de marcado espíritu borgoñón, Irène Némirovsky ofrece en Fuego en la sangre una lectura seductora, sobresaliente, que no sólo analiza en ella cómo es la etapa de juventud del individuo, con sus arrebatos y locas pasiones, también brinda una crítica mordaz contra la hipocresía en la que caen muchas personas al llegar a la edad madura, dejando tras de sí una estela de episodios tan oscuros como insólitos, totalmente contrarios a la imagen que ellos quieren mostrar.
<Todo el mundo tiene secretos. La única cuestión es encontrar donde están.> Stieg Larsson (1954-2004)
Undine von Reinecke ♪
La autora por la Editorial
Irène Némirovsky
(Kiev, Imperio ruso, 1903 - campo de Auschwitz, 1942)
Hija de una familia judía que escapó de la Revolución bolchevique, se instaló en Francia siendo todavía muy joven. Con David Golder (1929) y El baile (1930), obtuvo un gran éxito en el mundo literario, lo que, por otra parte, no la salvó del antisemitismo: bajo el gobierno de Vichy se le prohibió publicar, y poco después fue perseguida y arrestada para ser llevada a Auschwitz, donde murió de tifus.
Hola Undine, hasta ahora no he leído nada de la autora. Me llama El baile y ahora apuntaré también esta que nos traes hoy. Muy interesante.
ResponderEliminarUn besazo
Buenos días, Nitocris.
EliminarPara conocer a la autora El baile es una buenísima obra. Cuando la leas, y si te ha gustado, estaré encantada de sugerirte cualquier otro título suyo. Es mejor seguir un cierto orden con ella, porque el espectro de su narrativa es amplio.
Un abrazo, y gracias por la visita!!
Hola, Undine.
ResponderEliminarHace años que tengo esta novela en la editorial Salamandra, aunque con el título El ardor en la sangre. he tenido que mirar la sinopsis para ver que es la misma como sospechaba. La verdad es que tengo un montón de novelas de la autora en esa editorial esperando a ser leídas. Hasta hora todo lo que he abordado de Irène Nemirovsky me ha gustado mucho y no sé por qué tengo tantos libros en pendientes. Me apetece meterme en la vida de Silvio, sus parientes y esa muerte que comentas. Y esa comparación con Blasco Ibáñez me resulta curiosa. Por lo que he leído de la autora no le veo mucho parecido, aunque en esta novela puede que sí lo encuentre.
Un beso.
Buenos días, Rosa.
EliminarYo conocí a Nèmirovsky gracias a Salamandra. De hecho tengo prácticamente todas la obras que publicaron de ella. Sin embargo me faltaba Fuego en la sangre. Afortunadamente, y gracias a Ediciones Invisibles (ya sabes que leo todas sus publicaciones), he podido disfrutarla y confirmar mi admiración por esta malograda escritora. Te animo a que leas esta nouvelle, estoy segura que te va a fascinar.
Un abrazo, y gracias por leerme y comentar!!
Buenos días Undine, de Irene Nemirovsky he leído Suite Francesa, El baile y Nieve en Otoño, las tres me gustaron mucho. Esta que traes hoy no la conocía y me parece muy interesante todo lo que cuentas, me atraen las novelas costumbristas y me dejas con mucha curiosidad sobre esos terribles secretos que salen a la luz, y si encima dices que es de las novelas de la autora que más te han impresionado, no puedo dejar de llevarmela. Un abrazo.
ResponderEliminarBuenos días, Mar.
EliminarYo he leído casi todo de esta autora. De hecho, hubo una época en que leía una novela suya tras otra. Conociendo la semejanza entre tus preferencias lectoras y las mías, te recomiendo muchísimo que leas Fuego en la sangre. Te va a fascinar.
Un abrazo, y muchas gracias por la visita!!
¡Hola! No puedo decirte que sea un libro que vaya a leer pero creo que me interesaría, entre esas cosas, por ese enfoque de la edad madura. Un besote :)
ResponderEliminarBuenos días, Marya.
EliminarMe alegra que te haya llamado la atención esta obra. La historia no tiene desperdicio, y la narración es estilísticamente bellísima. Por ello, si algún día tienes la posibilidad de leerla no dudes en hacerlo.
Un abrazo, y muchas gracias por pasar a comentar!!
Querida Undine:
ResponderEliminarQué maravilla. La novela y la reseña. Me impresiona mucho la capacidad que tuvo de abstraerse en esa época tan dura y lograr crear algo que lo ignora, que supongo también le ayudaría a evadirse y que además le saliera bien. Sucedió en la pandemia, que a modo de escape y de entender lo que pasaba todos se pusieron a crear, escritores y músicos en especial, y sin dar nombres hay que decir que salieron en general cosas muy, muy malas. Pero tanto ella como Zweig sacaron todo su talento y lograron hacer estas obras que nos dejan con la boca abierta y el corazón encogido.
Ando ya haciendo la criba para el día del libro y mucho se tendría que torcer la cosa para que esta novela no se venga a casa.
Por cierto, de Marai no he leído nada aún. Tampoco de Blasco Ibáñez, lo que tiene más delito porque viví en Valencia, visité su casa y la Albufera y ni por esas.
Besos y feliz semana
Buenos días, Norah.
EliminarMil gracias por tus amables palabras. Lo cierto es que Nèmirovsky siempre me ha resultado una novelista inspiradora. Sus obras son tan intensas y están tan bien escritas, que las reseñas parecen escribirse solas.
Con respecto a lo que comentas sobre la capacidad creativa en momentos de pánico, opino como tú. Sólo los grandes son capaces de escribir cosas grandes en todo momento. Y compararla en este sentido con Zweig me parece muy acertado.
Sobre Marai, te recomiendo que leas El último encuentro, La hermana y La mujer justa. Esas tres para empezar, luego ya te diré.
Un besote, y gracias por tus interesantes palabras!!
Lo leí hace ya unos cuantos años, con el título de El ardor en la sangre. Me encantó, como todo lo que he leído de ella hasta ahora. Me quedan novelas suyas por leer. A ver si me animo de nuevo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Buenos días, Margari.
EliminarEfectivamente, Salamandra publico esta nouvelle con el título que comentas. Ediciones Invisibles lo ha cambiado para ofrecer una nueva y estupenda traducción. Coincido contigo en lo que dices, toda la narrativa de esta autora me ha parecido sobresaliente.
Un abrazo, y gracias por comentar!!
¡Hola! No he leído nada de la autora, y aunque a primera vista no me llamaba la atención después de leerte me han entrado ganas de echarle un vistazo al libro, además que me encanta su portada. Genial reseña, besos :)
ResponderEliminarBuenos días, Likur.
EliminarMe alegra que mi reseña te haya despertado curiosidad por esta obra, y ya de paso, por su autora. Ya me contarás qué te parece cuando la hayas leído.
Un abrazo, y muchas gracias por tu amabilidad!!
No he leído nada de la autora, pero he leído tu recomendación a Nitocris y empezaré por "El baile" ;-)
ResponderEliminarUn beso y gracias por tu reseña, Undine.