RESEÑA: PANDORA, HENRY JAMES

Fuente: Undine von Reinecke

Ficha Técnica

Editorial: Ediciones Invisibles

Colección: Pequeños placeres, 33

Traductor/traductora: Carlos Mayor

Fecha de publicación: febrero del 2025

ISBN: 9788412579451

Formato: 11,5 x 18 cm

Páginas: 128

Encuadernación: rústica con solapas

PVP: 14.00 €


Sinopsis de la Editorial

En la cubierta de un transatlántico, el joven conde alemán Otto Vogelstein, que viaja a Nueva York para iniciar una prometedora carrera diplomática, queda cautivado por la gracia desenvuelta de una joven norteamericana. No obstante, otra pasajera le aconseja que no se fije tanto en ella, porque pertenecen a mundos totalmente distintos: él es un aristócrata europeo que se codeará con la flor y nata de la alta sociedad, y ella, la bella Pandora Day, una chica de pueblo sin fortuna. En cualquier caso, es muy improbable que vuelvan a encontrarse…


Propuesta musical para este libro

Poseidon and Amphitrite, An Ocean Fantasy, Op. 44, John Knowles Paine

*Crédito del vídeo: Canal de YouTube Ulster Orchestra - Tema

El poema sinfónico que el lector está escuchando es Poseidon y Amphitrite, Una Fantasía Oceánica, Op. 44, que fue compuesto en 1888 por el músico norteamericano John Knowles Paine (1839 - 1906). Paine fue el primer compositor norteamericano en alcanzar la fama orquestal internacional, y perteneció al colectivo The Boston’s Six, un grupo de compositores de música clásica que vivieron a fines del siglo XIX y principios del XX en Nueva Inglaterra, Estados Unidos, cuya relevancia fue fundamental en el desarrollo del lenguaje musical estadounidense. Es más, la crítica evalúa el trabajo compositivo de Pain y sus colegas como determinante para la saga de músicos norteamericanos que vinieron después, entre los que se encuentran Copland, Ives o Gershwin. Es por ese motivo que John Knowles Paine estuvo entre los primeros nombres que entraron a formar parte del Salón de la Fama de la Música Clásica Estadounidense en 1998.

He elegido Poseidon y Amphitrite, Una Fantasía Oceánica, Op. 44 para acompañar la reseña de hoy, porque John Knowles Paine y Henry James fueron contemporáneos. Por otro lado, ambos obtuvieron la gloria profesional tanto su país de origen como a escala internacional. 


Lo que Undine opina del libro


<Al entrar en sociedad deben cogerse las llaves del corazón y meterlas en el bolsillo; los que las dejan en su sitio son estúpidos.> Goethe (1749-1832)


Decía Dorothy Parker (1893-1967), que las dos palabras más importantes del idioma inglés son: cheque adjunto. La escritora, poetisa, dramaturga, guionista, cuentista y crítica literaria neoyorquina debía saberlo muy bien, no en vano con su sarcástico ingenio se dedicó a diseccionar los claroscuros urbanitas de su tiempo. Tan incisiva se mostró su pluma ante ellos que, en 1920, le terminaría costando un sonado despido de la glamurosa revista Vanity Fair. Sin embargo, a Parker no le faltaban arrestos para seguir escribiendo con la misma potencia y éxito, como tampoco carecía de reputados modelos literarios entre sus compatriotas, en los que mirarse como en un espejo, y a los que, con su propio carácter emular. Desde el nacimiento de Estados Unidos, el país de las oportunidades siempre fue un motivo digno de estudio para quienes lo vieron crecer y progresar.

Henry James niño con su padre , a la edad de 11 años
Daguerrotipo de Mathew Brady, 1854 (Fuente: Wikipedia)

Uno de sus críticos más tenaces fue Henry James (1843-1916), neoyorquino de pura cepa al igual que Parker, aunque nacido a pocos pasos de Washington Square. Sus privilegiadas circunstancias familiares, James pertenecía a una estirpe acomodada y culta, le pusieron al alcance de las manos un mundo de oportunidades que disfrutó y supo exprimir. Sus visitas al Viejo Mundo, que se iniciaron en la infancia, fueron el origen de su mundología y erudición, alimentando su innato talento con el estudio, la lectura y visitas frecuentes a templos del saber. Desde la adolescencia, y especialmente entrando en la edad adulta, su excepcional círculo de contactos, formado por intelectuales, escritores y personajes notables del mundo político y la esfera de lo social, fueron un incentivo que estimuló sus dotes perceptivas, nutriendo su vasta y caleidoscópica narrativa de conocimiento, crítica y reflexión.

Ensayista avezado, articulista mordaz, novelista meticuloso, cuentista sensacional… James llegaría a convertirse en uno de los grandes literatos de habla inglesa de todos los tiempos, y su legado intelectual marcaría un antes y un después. Entre los muchos campos narrativos en los que experimentó, fue especialmente conocido por retratar cáusticamente a sus compatriotas en su obra de ficción, ofreciendo sobre ellos una estampa sorprendente, que contrastaba notablemente con los usos y costumbres de los ciudadanos europeos, que sirvieron a James de modelo y comparación. 

Edición en ingles de la correspondencia entre
Wharton y James (Fuente: abebooks.com)

Sus motivos argumentales, su estilo punzante y su crítica social, fueron una fuente de inspiración para el singular grupo de escritores de la siguiente generación, cimentando con ellos las bases de la narrativa americana contemporánea. Y notable fue la influencia que ejerció sobre su colega y amiga Edith Wharton 👈con la que compartió inquietudes intelectuales similares y confidencias de diferente carácter, destacando, por ejemplo, su complicidad en los devaneos que Wharton mantuvo con el famoso dandy William Morton Fullerton (1865-1952). Las novelas y relatos que ambos publicaron durante el periodo de la Gilded Age (1870-1890) nos ofrecen un panorama soberbio de lo que era en aquellos días la sociedad norteamericana privilegiada.

Cáustico e implacable, estudioso del comportamiento del individuo y de las relaciones humanas, fue también un vehemente observador del universo femenino. De hecho, fue uno de los primeros intelectuales en identificar la figura de la "nueva mujer". Sus textos son un glosario de las emociones y el comportamiento femenino durante el periodo comprendido entre los años posteriores a la conclusión de la Guerra de Secesión Norteamericana y los primeros del siglo XX. En este sentido, sus obras Daisy Miller (1878), Retrato de una dama (1880-81) o La copa dorada (1904), entre muchas otras, destacan por el brillante análisis que ofrece de sus despampanantes heroínas. 

Fuente: Editorial Anagrama

Y si en las novelas de gran extensión se muestra generoso desplegando sus dotes analíticas, más locuaz y hábil se muestra en su prolífica faceta como escritor de nouvelles. En este sentido, el conjunto de la narrativa de James lo sitúa como una pieza clave de la transición literaria entre el realismo y el modernismo, siendo sus ficciones un puzle de carácter psicológico, complejo al tiempo que fascinante, que ha sido estudiado hasta la saciedad en el mundo académico, habiendo siendo evaluado como insólito por eruditos de la talla de Borges. Por otro lado, la persona de Henry James ha sido utilizada en diversas ocasiones como figura literaria de interés, adquiriendo la cualidad de protagonista novelesco. Sírvame a este respecto como ejemplo la aclamada novela El autor, el autor, del recientemente fallecido David Lodge (1935-2025)👈, donde el crítico y novelista inglés presenta una imagen satirizada de Henry James, que ha sido vista como muy cercana a la realidad jamesiana. Así de sugestiva es la imagen de este escritor.

Y así lo demuestra en Pandora, el relato de Henry James que Ediciones Invisibles ha incluído recientemente en su exquisita colección Pequeños Placeres. Y una vez más, para regozijo del lector, la concienzuda traducción corresponde a Carlos Mayor.

Pandora comienza así:


<Es costumbre antigua que los buques de vapor de la North German Lloyd, que transportan pasajeros de Bremen a Nueva York, atraquen durante varias horas en el acogedor puerto de Southampton, donde su carga humana aumenta considerablemente. Un alemán joven e inteligente, el conde Otto Vogelstein, dudaba, hace unos cuantos años, entre censurar dicha costumbre o aprobarla.>


Pandora narra la aventura del conde Otto Volgelstein en el Nuevo Mundo. El aristócrata alemán, un joven inteligente y elegante, pero educado según los valores antiguos, ha sido destinado como funcionario a la embajada alemana en Washington. Durante la travesía marítima que le traslada al otro lado del Atlántico, y en previsión a los peligros que le pueden acechar en tierras americanas, el conde se dedica a estudiar los comportamientos de sus compañeros de viaje. Una mañana, mientras descansa en su hamaca disfrutando del panorama oceánico, el protagonista vislumbra a una atractiva muchacha. Se trata de Pandora Day, una joven norteamericana que ha pasado dos años viajando por el Viejo Continente junto a su familia. Desde el primer momento, Volgelstein se siente atraído por ella, pero ha sido advertido de los peligros que entraña tratar a una jovencita norteamericana de dudosa estirpe familiar. Así las cosas, el alemán llega a puerto sin haberse relacionado todo lo que hubiera querido con Pandora y, aunque ha quedado hechizado por el influjo de su personalidad, se despide de ella en la aduana con la certeza de que jamás la volverá a ver. 

Sin embargo, el destino le tiene preparada una inesperada sorpresa, cuando, algunos meses después, los dos jóvenes coinciden en una fiesta de la alta sociedad de la capital.

Fuente: Ediciones Invisibles
Pandora es una breve, inteligente e hilarante nouvelle, que fue publicada en 1884 en el periódico The New York Sun. La historia ha sido vista por la crítica como una reescritura de Daisy Miller (1878), una de las más aclamada historia del novelista que, pese a su éxito internacional, puso en entredicho la reputación literaria del escritor, quien ya era un autor reconocido a ambos lados del Atlántico. Al parecer, la protagonista de Daisy Miller no agradó al público norteamericano, porque ésta ofrecía un retrato poco favorecedor del ícono nacional de la llamada American Girl.

La opinión pública y la prensa norteamericana etiquetaron a James de poco patriótico y, de alguna manera, lo forzaron a escribir una historia alternativa para subsanar su falta. Fue así como surgió Pandora, una historia con un motivo subyacente similar pero con notables matices diferentes. De hecho, tan distinto es el cariz de Pandora con respecto al regusto agridulce de Daisy Miller (por motivos de spoiler no diré cuál) que, desde mi punto de vista, es una de las obras jamesianas con un sentido del humor más explícito y abierto del conjunto de su narrativa. Tan socarrón se muestra en este relato que, incluso, el escritor se cita a sí mismo durante el desarrollo de la historia, refiriéndose a Daisy Miller y a la heroína de esta nouvelle, a quienes compara con la figura y entorno de Pandora Day. 

Sin embargo, quienes conocemos un poco al autor, sabemos que este divertido guiño metaliterario guarda una segunda, tercera e, incluso, cuarta intención.

1ª Edición original
Fuente: Wikipedia/ Abebooks.com

James, de algún modo, utilizó la historia que narra Pandora para lanzar una crítica encubierta contra el lector norteamericano y sus errores de comprensión hacia Daisy Miller, una obra que, a día de hoy, la crítica la sigue ubicando junto a las mejores de sus ficciones.

En este sentido, el autor jugueteó con la idiosincrasia y personalidad de su anterior heroína Daisy Miller - joven dicharachera americana, a la que envía al Viejo Mundo, enfrentándose a  sus diferentes costumbres y a su ancestral educación-,  y la moldea a su antojo, hasta obtener el carisma que otorga a Pandora Day. Y esta nueva protagonista femenina que, en mi opinión, es deliciosa para cualquier lector, vuelve loco a su partener másculino, el conde germano Otto Vogelstein quien, chapado a la antigua, es incapaz de valorar o reconocer las señales que indican lo que es la “nueva mujer”. Este es uno de los puntos importantes de Pandora, porque en esta obra subyace el retrato del llamado sueño americano materializado en efigie de mujer. Y puedo asegurar a quienes me están leyendo, que es absolutamente apoteósica la genialidad de James a la hora de encarar la mentalidad prusiana del aristócrata germano frente a ese flamante ideal de conducta femenino que acaba de nacer.

En este relato las tornas se han cambiado, la joven norteamericana juega en casa, el país de las nuevas oportunidades, donde todo puede ocurrir. Este cambio de escenario, pues Daisy Miller transcurre en Suiza e Italia, juega a favor de la protagonista femenina, ya que su público, pese a ser un observador cáustico, no actuará como el brazo justiciero de la ley.

Boceto proyecto Monumento a Washington
Arquitecto R. Mills, 1836 (Fuente: Wikipedia)

Y este último aspecto de la nouvelle me lleva a hacer un significativo inciso sobre la ambientación de la misma. Comentaba al comienzo de la reseña, que Henry James se movía entre un círculo de la élite social, entre los que se encontraban grandes nombres de la esfera intelectual y política de su país. Pues bien, al parecer, Pandora es un guiño a la atmósfera que se respiraba en Washington en la década de 1880; James lo dejó claro en sus diarios, incluso citó nombres al respecto, como los de Clover y Henry Adams, un matrimonio amigo, pertenecientes a la célebre familia de políticos Adams... Fiestas, cotilleos y alguna que otra crítica encubierta hacia este o aquel presidente o senador, quedan implícitos en este despampanante relato, que transcurre en escenarios como el Capitolio, en mansiones de la aristocracia washingtoniana y, como guinda del pastel, en Mount Vernon, que fue el hogar del primer presidente de los Estados Unidos.

Y es en este honorable y presidencial lugar donde se produce un intercambio cultural entre los dos personajes principales que, por motivos obvios, me inclino a no comentar. Sólo mencionaré, que Pandora se muestra divina dando muestras de sus habilidades como competidora social, algo que se viene adivinando a lo largo del relato. Con Pandora Day ha nacido una estrella, libre y segura de sí misma, se muestra como un huracán que todo lo arrasa. La movilidad de clases que propició el nuevo modelo de vida estadounidense, dio como resultado este tipo de american girl.

Divertida, original, con diálogos chispeantes y concienzudamente estudiados, Pandora luce una galería de personajes secundarios brillante que, al igual que sus principales, sus conductas están repletas de ambigüedades, dando buena cuenta de lo que será en el futuro la narrativa más exuberante de su autor, que brillará en obras como Otra vuelta de tuerca (1898) o La copa dorada (1904).

Enmarcada en la sempiterna temática del choque entre la cuestionable ética estadounidense y la casposa moral europea, Pandora expone con socarronería y libertad la hipocresía de aquella circunstancia y sociedad, que escondía aventuras sensuales y mercenarias, pero era incapaz de abordar la relaciones humanas con naturalidad. 

Repleta de matices, los giros jamesianos al respecto son elegantes y, pese a todo, genialmente provocativos. Es por ello que, desde mi perspectiva, Pandora representa una lectura seductora, deslumbrante y encantadora, para quienes saben apreciar en un texto la invitación a reflexionar y evaluar. 


<No buscamos la sociedad por amor a ella misma, sino por los honores o los beneficios que puede reportarnos.> Thomas Hobbes (1588-1679)


Undine von Reinecke ♪


El autor por la Editorial

Fuente: Ediciones Invisibles
Henry James

(Nueva York, 1843 - Londres, 1916). Nació en el seno de una familia acomodada norteamericana, relacionada con artistas y escritores, y ya de muy joven viajó por Europa. Empezó a estudiar Derecho, pero prefirió orientar su carrera hacia la literatura y colaboró asiduamente en la prensa.  Es uno de los escritores más importantes y reconocidos de la literatura estadounidense y un gran exponente de la narrativa transatlántica. Trazó relaciones con grandes escritores de su época, como Edith Wharton, Robert Louis Stevenson, Gustave Flaubert, Iván Turguénev... 



Comentarios

  1. Hola, Undine.
    Tengo Daisy Miller entre mis pendientes de Henry Miller y añado ahora Pandora. Es un autor sobre el que vuelvo de tanto en tanto porque siempre encuentro sus novelas de lo más esclarecedor de lo que es la sociedad estadounidense. Me gustaría saber lo que podría escribir sobre la época actual del país. Interesante reseña tanto de la novela en sí como lo que nos cuentas del autor. Algunas cosas las desconocía.
    Un beso.

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  2. Siempre es un placer leerte y seguir luego con Henry James. Tengo también una pequeña edición de Daisy Miller

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  3. ¡Hola! No me estaba llamando demasiado pero justo al llegar al final, cuando comentas lo de ese choque entre la ética estadounidense y la moral europea, me has atrapado. Un besote :)

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  4. Buenas tardes Undine, he leído muchas novelas de Henry James, principalmente durante la carrera, no sé porque era un autor que me apetecía en esos momentos, sin embargo Pandora no la conocía, aunque por lo que comentas en tu reseña es una obra que resume muy bien la filosofía de James; además me encanta Ediciones Invisibles y me voy comprando poco a poco toda la colección de Pequeños placeres. Tomo nota de esta. Un abrazo.

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  5. Buenas tardes, Undine:
    Hace tiempo era muy fan de las historias tanto en libros como en cine de las que se llamaban de época. Por entonces cayeron unas cuantas de este autor, incluidas Retrato de una dama, La copa dorada, Las alas de la paloma y Washington Square. Tengo la sensación de que he perdido la calma necesaria para este tipo de novelas. Me gustaría tenerla otra vez y disfrutar de estos clásicos.
    Esta historia, con su acidez y dobles intenciones sería ideal para volver poco a poco.
    Besotes y feliz semana

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  6. Pues lo añado a, mi lista de pendientes

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  7. Me tientas, me tientas, me tientas... ¿Te he dicho que me tientas? Que era fácil, que por este autor tengo debilidad, pero leerte siempre me produce tanto placer. Aprendo tanto!!!
    Besotes!!!

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  8. Hola Undine, pues todavía no me he acercado a este autor. Tengo Otra vuelta de tuerca pendiente para una de las premisas del reto de MH, pero me tientas con esta y con la de Daisy Miller, miraré en eBiblio a ver si las tienen.
    Un besazo

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