RESEÑA: "EL CASO DE LOS ASESINATOS DEL OBISPO", S. S. VAN DINE
Fuente: Undine von Reinecke |
Ficha Técnica:
Colección: Literatura
Autor: S. S. Van Dine
Páginas: 392
Formato: 13 x 20 rústica con sobrecubierta y
cuadernillos cosidos
ISBN13 978-84-18141-07-2
Título
Original: The Bishop Murder Case
Traductores: María Robledano
Prólogo: María Robledano
y Jesús Egido
P.V.P. : 19,95 €
Sinopsis de la Editorial:
La cuarta novela policíaca del detective Philo Vance también se desarrolla en Nueva York, en un ambiente de profesores de ciencias, especialmente matemáticos. Un joven aparece muerto en el patio de una casa donde practican tiro con arco. La causa es una flecha en el corazón. El fiscal de Nueva York, John F. X. Markham, reclama la ayuda de Philo Vance para averiguar qué mente perturbada ha tendido un macabro juego basado en perpetrar asesinatos siguiendo los versos de unas canciones infantiles muy populares en el mundo anglosajón: Melodías de Mamá Oca. El asesino se oculta entre un reducido círculo de personajes inquietantes, la mayoría matemáticos y físicos, como los profesores Dillard y Arnesson; el jorobado Adolph Drukker y su madre Lady Mae, prima donna atormentada por la deformidad de su hijo… Muchos de ellos juegan al ajedrez, pieza clave en la trama de esta novela policíaca clásica, en la que su autor, S. S. Van Dine, juega con el doble significado de la palabra «bishop»: obispo y alfil.
Propuesta musical para este libro:
Lo que Undine piensa del libro:
A poco más de una semana
para que comience oficialmente la estación veraniega, Lecturas de Undine se
prepara para recibirla. Y este año, pese a lo diferente que va a ser con
respecto a los anteriores, ya sueño con esas largas y calurosas noches de lectura a
la luz de una tenue lámpara.
Habitualmente soy una lectora muy anárquica a la hora de elegir un nuevo título. No programo con antelación lo que voy a leer, y si lo hago no siempre sigo el orden estipulado. Casi siempre me dejo llevar por la intuición y el estado anímico para escoger una obra, siguiendo siempre el mismo ritual: Paseo frente a mi librería, cojo un libro, lo valoro y, si no me convence, tomo otro y vuelvo a hacer la misma operación hasta dar con el autor o novela que me seduzca en ese momento. Pero al llegar la temporada estival todo cambia, ya que en estos meses disfruto verdaderamente de la lectura al disponer de más tiempo, un momento realmente especial. Aprovecho para leer todo aquello que no puedo con los difíciles horarios invernales de Madrid. Suelen ser libros de grandes dimensiones, habitualmente de género clásico, que me gusta disfrutar pausadamente; o novelas tan apasionantes y subyugantes que siento la necesidad de sumergirme en ellas sin interrupción alguna durante todo el día, finalizando su lectura al amanecer con el primer café. A este último tipo pertenece el título que os presento hoy, una novela policiaca perteneciente a la Golde Age, que fue un éxito de ventas en el mundo entero y fuente de inspiración para la gran Agatha Christie en su novela Diez negritos (1939).
Me refiero a una de las más gloriosas novelas del género policiaco El caso de los Asesinatos del Obispo, del autor norteamericano S. S. Van Dine. La novela fue publicada en 1928 y llevada a la gran pantalla un año más tarde por David Burton y Nick Grinde en la dirección, asumiendo el papel principal como Philo Vance el gran Basil Rathbone. Un actor que se haría inmortal años más tarde con otro papel emblemático, el de Sherlock Holmes.
Fuente: Wikipedia |
La novela comienza así:
<Un escalofrío, como de una presencia espectral invisible, recorrió mi cuerpo al tiempo que Vance recitaba aquellos viejos y familiares versos:
“¿Quién mató a Cock Robin?
-Yo- dijo Sparrow-.
Con mi arco y mi flecha,
Yo maté a Cock Robin”.
De todos los casos de asesinatos en los que participó Philo Vance como investigador no oficial, ciertamente el más siniestro el más extraño, el más incomprensible en apariencia y el más terrorífico fue el que siguió a los célebres crímenes de los Greene. La orgía de horror en la mansión de los Greene llegó a su sorprendente final en diciembre; y tras las vacaciones de Navidad, Vance viajó a Suiza para practicar deportes de invierno. A su regreso a Nueva york a últimos de febrero, se dedicó de lleno al trabajo literario que desde hacía mucho tiempo tenía en mente: una traducción uniforme de los principales fragmentos de Menandro, hallados en papiros egipcios a principios del presente siglo. Y durante más de un mes se dedicó diligentemente a esa ardua tarea.
Que hubiera logrado acabar o no aquella traducción -incluso si su labor no se hubiera visto interrumpida-, eso no lo sé; ya que Vance era un hombre de aficiones culturales en las que el espíritu de la investigación y la aventura intelectual chocaban con el inevitable esfuerzo laborioso de la creación académica. Recuerdo que el año anterior empezó a escribir la vida de Jenofonte -de resultas del entusiasmo de sus días universitarios, cuando por primera vez leyó Anábasis y Meorabilia-, si bien dejó de interesarle en el punto en que la histórica Expedición de los Diez Mil de Jenofonte se retiró al mar. En cualquier caso, la realidad es que la traducción de Menandro quedó interrumpida bruscamente a principios de abril, y Vance se vio atrapado durante semanas por un misterioso asesinato que conmocionó de manera espantosa a todo el país.
Esta nueva investigación criminal, en la que participó como una especie de amicus curiae de John F.-X. Markham, el fiscal del distrito de Nueva York, se conoció enseguida como el caso del asesinato del Obispo.> (para leer el comienzo completo pinchar aquí)👈
¿Quién es el testigo
privilegiado que nos empieza a contar la historia? Se trata Van Dine, amigo y
asesor legal a tiempo completo de Philo Vance, que hace las veces de “Whatson”en
todas sus historias. Tras una breve introducción donde nos pone al corriente de
todo lo necesario para que el lector novato conozca la saga policiaca y no se
pierda nada importante, comienza a relatarnos como narrador omnisciente los
acontecimientos de este cuarto caso que tanta fama le dio.
Nos encontramos en la
calle 38 Este de Nueva York, en una pequeña terraza ajardinada que pertenece al
apartamento de Philo Vance. Nuestro protagonista disfruta de un delicioso y
pacífico desayuno, cuando es interrumpido por su mayordomo para comunicarle que
tiene una llamada telefónica de su amigo y fiscal del distrito Markham. Tras
unos preliminares de conversación algo frívolos, nuestro protagonista adopta
una postura seria. Las noticias que le llegan desde el otro lado del auricular
parecen contrariarle. Terminada la conversación pide que le preparen su traje
de tweed gris para salir y que le traigan de la biblioteca un diccionario de
alemán, unos libros dedicados al tiro con arco y un volumen de rimas
infantiles. Tras un rato ojeando los libros, Vance se muestra aterrorizado y
estupefacto.
<-No puede ser cierto -protestó como para sí mismo-. Es demasiado fantástico, demasiado diabólico, totalmente disparatado. Un cuento de hadas sangriento -un mundo anamórfico-, la perversión de toda racionalidad…Es impensable, un sinsentido, como magia negra, brujería y taumaturgia. Una total y absoluta demencia.>
Sus pesquisas en los
libros han confirmado las sospechas que la información telefónica del fiscal le
había suscitado. Tras arreglarse para salir a la calle, recibe en su domicilio
al propio fiscal y comienzan a tratar del asunto: Una muerte acontecida en uno
de los mejores barrios de la ciudad de Nueva York. Se llamó al fiscal porque el siniestro suceso había acontecido en el domicilio del profesor
Bertrand Dillard, un viejo conocido de éste de sus tiempos universitarios.
El profesor Dillard fue
la persona que encontró el cadáver y muy preocupado se puso en contacto con
Markham, su antiguo alumno. A quien le comunicó lo que sabía sobre los hechos:
Al parecer, la casa del
profesor contaba con un campo de tiro con arco privado, donde su sobrina, Belle
Dillard, había montado un club para la práctica de dicho deporte. Allí
había sido encontrado por la mañana uno de los pretendientes de la señorita
Dillard, con una flecha clavada en el pecho, el señor J. C. Robin (apodado familiarmente
como Cock Robin, como el personaje de la canción infantil de Mamá Oca). Todo
parecía indicar una solución sencilla a la fatídica muerte, puesto que la noche
anterior el muerto había sido visto discutiendo con otro de los pretendientes al corazón de la señorita Dillard, el señor Sperling (gorrión en alemán, un gorrión mató a Cock Robin en la canción infantil). Quien a
su vez fue la última persona en ver con vida a la víctima.
Visto así, nada hacía sospechar al fiscal que los hechos encerraran ningún misterio, sino una muerte pasional. Pero la sagacidad de Philo Vance avivó sus alarmas al conocer los datos de la muerte, ya que tanto la forma de fenecer causada por una flecha, como la sinonimia de los nombres de los implicados en el sucesos con los de una antigua cancioncilla de cuna inglesa del siglo XVIII: Muerte y entierro del petirrojo (las canciones de Mamá Oca), hacían sospechar a nuestro sagaz detective que tras este caso había un siniestro asesinato.
Aclarado este punto entre
los dos hombres, se desplazan al lugar de los hechos, donde ya están desplegadas
las fuerzas policiales. Allí interrogan a todos los habitantes de la casa, comenzando
por el profesor Dillard, su sobrina, el mayordomo, la cocinera y a Sirgud
Anderson, protegido e hijo adoptivo del
profesor, un cerebro de las matemáticas que imparte clases en Columbia. Este
último, muy solícitamente, pone sus dotes deductivas al servicio de la
investigación.
Pero el caso no es tan sencillo como parecía en un principio, porque todos los sospechosos parecen tener algo que esconder, y debe ampliarse el interrogatorio a los vecinos cercanos de los Dillard que tienen relación con ellos y son visitantes asiduos de la casa. Además, los domicilios de estos individuos disponen de una buena panorámica del lugar donde se perpetró la muerte de “Cock Robin”. Cualquiera de ellos podría haber visto lo que ocurrió, o tener algún indicio que ponga en la pista acertada al departamento de justicia de Nueva York y al propio Philo Vance. No obstante, estos sujetos presentan unas personalidades tan singulares y unas conductas tan sospechosas que ellos mismos se convierten en nuevos objetivos de la investigación en curso.
Si el interrogatorio al
completo de los implicados en el caso no aclaró nada, sino todo lo contrario,
una nota mecanografiada encontrada en el buzón de entrada del domicilio de los
Dillard firmada por un tal Obispo, citando la canción de cuna de Cock Robin
complica aún más la situación. Este hallazgo confirma a Philo Vance que el
asesinato es una puesta en escena y que tras ella se esconde una mente perversa
que quiere jugar con ellos; alguien que conoce bien a todos los sospechosos y
que incluso bien puede ser uno de ellos. ¿Será capaz nuestro detective
aficionado de adentrarse en el intelecto maquiavélico del asesino? ¿Quizá se desarrolle un
combate justo que termine en tablas, o tal vez la victoria se decante por el
intelecto más capaz y paciente?
El caso de los asesinatos
del Obispo es el cuarto volumen y el título de más repercusión de la colección de doce
novelas policiacas protagonizadas por el detective aficionado Philo Vance,
publicadas entre los años 1926 y 1939. Su fama fue mundial y estuvo en boga
durante mucho tiempo (aunque en la actualidad no goce del mismo éxito) e incluso se realizaron adaptaciones cinematográficas como también programas
radiofónicos y de televisión.
La creación de este carismático personaje se debe al crítico de arte, música y literatura Willard Huntington Wright, quien firmaba sus novelas de género policiaco con el pseudónimo de S. S. Van Dine intentando ocultar su verdadera identidad. El escritor, perteneciente a una acaudalada familia norteamericana que le pudo dar una educación privilegiada, gozaba de una personalidad peculiar rayando su sofisticado intelecto en el esnobismo. Motivo por el cual siempre rechazó el género policiaco comparándolo con la novela rosa, en favor de otro tipo de publicaciones más cultas. Pero la vida da muchas vueltas, y una grave enfermedad le obligó a guardar cama durante mucho tiempo (parece ser que por el consumo de drogas) . Fue entonces cuando se interesó por el mundo de la ciencia forense, documentándose y estudiando las mejores publicaciones sobre este campo. Esto le llevó a escribir novelas policiacas y a crear su personaje más famoso, Philo Vance. Un individuo aristocrático, culto y sofisticado, experto en muchos campos de la vida y la cultura, que dedicaba su fortuna a coleccionar obras de arte y su potencial mental a ayudar a las fuerzas del orden en los delitos más complejos que nunca se vieron en la ciudad de Nueva York. Empleando sus amplios conocimientos científicos e intelectuales para resolverlos. Un personaje que le dio fama y riqueza a su autor, el cual quiso renegar de él con los años y volver a escribir literatura “culta”, pero acostumbrado ya a una vida de lujo y desenfreno no se vio inclinado a hacerlo.
Van Dine o Huntington Wright, envolvió en un aura de misterio a Philo Vance, haciendo creer a los lectores durante mucho tiempo que era un individuo real que se escondía tras un pseudónimo. Una leyenda que fue perdiendo fuerza con el paso de los años, pero no por ello le restó interés. El propio autor definió así a su detective aficionado:
*Retrato realizado por su hermano menor Stanton Macdonald-Wright (Fuente: Wikipedia)
< Vance era lo que muchos llamarían un dilettante, pero sería una injusticia aplicarle tal calificativo. Era un hombre de una cultura y una brillantez extraordinarias. Aristócrata por nacimiento y por instinto, se mantenía apartado a mucha distancia del común de los mortales. En sus maneras había un desdén indefinible por cualquier clase de inferioridad. La gran mayoría de las personas que tenían ocasión de tratar con él le miraban como a un snob. Sin embargo, en su condescendencia y desdén no había nada de fingimiento. Su snobismo era tanto intelectual como social. Detestaba la estupidez, creo que aún más que la vulgaridad y el mal gusto.> (El caso del asesinato de Benson, Reino de Cordelia 2016)
El seductor e
interesantísimo personaje de Philo Vance es sin duda el artífice del éxito de
Los asesinatos del Obispo, el libro que hoy nos ocupa. Como también lo fue en las
otras entregas que protagonizó. Pero en este título confluyen otras
características que ayudaron a esta historia a convertirse en una novela de
culto, y referencia para otras creaciones literarias posteriores de autores del
género, como la ya mencionada Diez negritos de Agatha Christie. Su originalidad
en la trama, usando las famosas Canciones infantiles de Mamá Oca como hilo
conductor de los asesinatos, es notable; la implicación
como sospechosos de todos los individuos envueltos en el caso y la desaparición
de uno en uno y poco a poco de todos ellos, complicando a cada paso la
resolución del caso. Todo ello hizo de este caso algo excepcional y hoy día aún
sigue siendo una gran historia capaz de sorprender a todo aquel interesado en los
buenos relatos de crímenes y misterio.
Por otro lado, El caso de
los asesinatos del Obispo emplea con gran elegancia y gracia todas las
constantes que caracterizan las novelas de Philo Vance: el uso de la polisemia
para resolver enigmas, que en este caso es aplicada en el campo del ajedrez
(bishop/alfil/obispo); el empleo de las matemáticas para resolver misterios,
muchos de los sospechosos son matemáticos; el uso de la psicología para
construir sus interesantes personajes, desde una prima donna que ha perdido la
cordura, hasta un campeón de ajedrez fracasado; y, cómo no, la ciudad de Nueva
York a la cual homenajea hablando de ella como la urbe culta y glamurosa que era
ya en la década de los veinte del siglo pasado, donde se daban cita los más
famosos intelectuales de todos los campos y se celebraban acontecimientos culturales:
ópera, pintura, deporte y hasta gastronomía con la mención de los cafés y los clubes
más de moda del momento, son elementos de gran protagonismo en el libro.
Una fantástica novela que
además posee unos pies de página tan interesantes como el propio misterio que
se desarrolla en el libro, que aclara puntos importantes sobre la personalidad
de Philo Vance o ponen en contexto al lector sobre datos que aparecen en la
historia, que son anotaciones del propio autor de la novela S. S. Van Dine.
<En Londres se produjo en 1888 una situación similar de pánico, cuando Jack el Destripador dio rienda suelta a su horrible y anormal perversión, y también en Hanóver en 1923 cuando Haamann, el hombre lobo, se entregó a sus matanzas antropofágicas.(…)>
Por otro lado, los
lectores más sibaritas tendrán el placer de leer las múltiples referencias al
mundo de la música clásica y del teatro. Siendo una de las claves para
solucionar los asesinatos el autor noruego, Henrik Ibsen, el
favorito de uno de los sospechosos. Quizá los lectores expertos en el dramaturgo que conozcan su producción a la perfección puedan tener la llave que abra la puerta a la solución del misterio. O quizá no.
<Nos acercamos a las estanterías donde estaban colocados los volúmenes de teatro y sacó el segundo tomo de las obras reunidas de Henrik Ibsen. Contenía Los vikingos en Helgeland y Los pretendientes de la Corona, aunque la primera no le interesaba a Vance.(…)>
En definitiva, una historia tan compleja como interesante, con múltiples giros argumentales que mantiene en tensión al lector en todo momento; haciéndole cambiar de opinión con frecuencia con respecto a la culpabilidad del asesinato. Una trama tremendamente enrevesada y muy sólida, que no supone ningún problema para quienes la siguen. Puesto que, Van Dine a cada poco va resumiendo muy ordenadamente sus conclusiones. Con ello consigue que el texto fluya espontáneamente llevando de la mano hasta el final a quienes lo disfrutan.
En cuanto a esta edición
de Reino de Cordelia, su elegancia y belleza sólo son comparables con la
exquisitez de su traducción, maquetación y prólogo. Un volumen que, como viene
siendo costumbre en la editorial, da gran importancia a la adaptación
cinematográfica que se hizo de la novela, adjuntando fotografías de la película e información sobre la
misma. Un complemento indispensable para los amantes de la saga que pueden
disfrutar del film al finalizar la novela, apreciando cada detalle de una historia que hace viajar en el tiempo y el espacio, y visitando con la imaginación la ciudad soñada por diseñadores,
arquitectos y creativos de todos los campos de la cultura: la gran Nueva York. Y ya se sabe
lo que suponen los sueños para el alma, según William Shakespeare:
<Un hombre que no se
alimenta de sus sueños envejece pronto.>
El autor por la editorial:
S. S. Van Dine
(Charlottesville,
Virginia, 1888 – Nueva York, 1939) Es el pseudónimo utilizado por Willard
Huntington Wright para escribir las novelas policíacas del detective Philo
Vance, doce títulos que entre 1926 y 1939 revolucionaron la novela de misterio
internacional con un enorme éxito de público. La serie, adaptada a la radio y
al cine, la protagonizaba un adinerado excombatiente de la Primera Guerra
Mundial, sofisticado coleccionista de arte, dando y cínico, que con la ayuda
del propio Van Dine ayudaba a resolver casos aparentemente imposibles a John F.
X. Markham, fiscal del distrito de Nueva York. Los casos de Philo Vance
ayudaron a su autor, Willard Huntington Wright, a superar la adicción a la
cocaína a la que le condujo su frenética actividad periodística como crítico
artístico, literario y musical. La primera novela de Philo Vance fue El caso
del asesinato de Benson (1926), a la que seguirían El caso del crimen de la
Canario (1927), El caso del asesinato de los Greene (1928), El caso de los
asesinatos del obispo (1929), El caso del escarabajo sagrado (1930), El caso
del asesino en la sombra (1933), El caso del dragón del estanque (1934), El
caso del asesinato del casino (1934), El caso del crimen de Garden (1935) y El
caso del asesinato del secuestro (1936).
Los asesinatos del Obispo en el cine:
Como he mencionado antes, existe una adaptación cinematográfica de finales de 1929 y comienzos de 1930. Es una interesante adaptación con ligeros matices diferentes a la novela, pero de extraordinario interés y magica belleza, como lo es siempre el cine en blanco y negro. Os dejo un link que os llevará a un videoclip de la película en inglés, para que os hagaís una idea de su estética. Así como la ficha técnica de la misma. Estoy segura que os interesará.
Fuente: Filmaffinity |
El caso del asesinato del
obispo (The Bishop Murder Case) 👈videoclip
Directores: David Burton
y Nick Grinde
Escritor de la novela :SS
Van Dine
Guión: Lenore J. Coffee
Protagonistas:
Albahaca Rathbone, Leila Hyams, Roland Young
Musica: William
Axt
Fotografía: Roy F.
Overbaugh
Editado por: William
LeVanway
Distribuido por: Metro Goldwyn Mayer
Fecha de lanzamiento: 31
de diciembre de 1929
Duración: 88 min.
País: Estados Unidos
Idioma: Inglés
Fuentes de información:
https://www.reinodecordelia.es/wordpress/wp-content/uploads/2018/05/benson.pdf
https://www.youtube.com/watch?v=-8I7uHb7GY0
https://es.wikipedia.org/wiki/Los_cr%C3%ADmenes_del_obispo
https://en.wikipedia.org/wiki/The_Bishop_Murder_Case
https://en.wikipedia.org/wiki/The_Bishop_Murder_Case_(film)
Cada vez que me encuentro con una reseña de una de las novelas de S. S. Van Dine que ha publicado Reino de Cordelia pienso que me apetece mucho leer algo de este autor, pero no sé por dónde empezar ¿Qué me recomiendas? ¿Empiezo por esta del asesinato con arco y flechas? Gracias :-)))
ResponderEliminarBuenas tardes, Mónica:
EliminarYo siempre tengo la costumbre de empezar por los comienzos de colección. En el caso que nos ocupa no es necesario, porque para condiciona el disfrute de la novela, y el narrador te cuenta lo que necesitas saber de los antecedentes de su amigo y detective. Así pues, lo dejo a tu elección. Sieres como yo comenzarás por El caso del asesinato de Benson, pero si eres curiosa y quieres ver hasta qué punto se inspiró Agatha Christie (esta mujer tenía buen gusto y criterio), pero como dicen María Robledano y Jesús Egido en el prólogo, lo genuíno manda) leerás El caso de los asesinatos del Obispo. :)
Un abrazo y mil gracias por leerme!!
Cada vez que me paso por tu blog encuentro libros que no leería si no fuera por tus reseñas. Gracias.
ResponderEliminarUn beso.
Yo te agradezco que pases por aquí y me leeas :)
EliminarSabes que el placer de leernos y aprender es mutuo.
Un abrazo!!
Yo creo que no he leído ninguno de estos libros pero el caso es que lo del canario asesinado me suena muchísimo. Voy a echar un vistazo en Reino de Cordelia a ver.
ResponderEliminarUn beso
Buenas tardes, Inés:
EliminarEsta vez sé que te gustará cualquiera de las novelas que leas. La que he reseñado en esta ocasión tiene además el aliciente de leer una fuente de inspiración de la Christie. Y puedo asegurarte que es una novela fantástica.
Un abrazo grande!!
Buenas tardes, Undine:
ResponderEliminarLa verdad es que me llevo la peli porque ese tipo de cine me encandila.
Con este tipo de novelas me pasa una cosa, me aburro. Porque hablan demasiado y lo elaborado de las deducciones me satura. Cuando las leo siempre acabo pensando: cállate un rato. Puedo leer libros que no contengan ningún diálogo o muy breves de esos que se cuentan de forma indirecta pero los de tanto hablar no son para mí. Lo que verdaderamente me llama del libro es Nueva York pero sospecho que no es suficiente.
Besitos
Buenas tardes, querida Norah:
EliminarEs verdad que hablan mucho en la novela y que no a todo el mundo agrada eso. Pero te puedo asegurar que yo no quitaría ni una coma del texto. Me ha gustado un montón el caso, los personajes y tu adorada Nueva York.
Espero que la película te guste. Sin duda es otra obra de arte. Y también espero que algún día des una oportunidad a la novelas de este detective tan pedante, glamuroso y adorable. ¡Cómo me recuerda a mi profesor de arte de la universidad! Y eso es un piropo.
Un abrazo y mil gracias por tu esperada visita semanal!!
Mi querida Lady Von Reinecke,
ResponderEliminarQué maravilla nos traes un día más. La peli la vi hace tiempo, es parte de una colección de cine clásico que tiene mi padre, y me gustó muchísimo, claro que a mí el cine clásico me apasiona.
La novela no la he leído, pero si leí "El crimen de La Canario" y me entusiasmó, quise leer más del autor pero por unas cosas o por otras...estoy mirando ya a ver si me pido un par 😉
Estupendísima reseña.
Besitos 💋💋💋
Buenas tardes, Yolanda:
Eliminar¡Qué suerte que tuvieras esa colección! Yo sólo tengo la de Sherlock de Jeremy. En mi caso he tenido que ver la peli en versión original sin subtítulos, y con el audio no limpio. Pero igualmente me fascinó.
Te animo a que leas la novela, como ya conoces a Philo no tengo que hacerte más propaganda.Es un personaje fascinante.
Un abrazo, querida amiga y mil gracias por tu visita, siempre tan esperada!!
Ays, que lo cuentas de un modo tan fantástico que es toda una tentación a la que es imposible resistirse.
ResponderEliminarBesotes!!!
Buenas tardes, Margari:
EliminarGracias por tus palabras sobre la reseña. La verdad que cuando una novela funciona escribir sobre ella no es difícil. Espero haberte seducido con mis palabras, porque este título merece ser leído. Ya me contarás.
Un abrazo grande.
Hola.
ResponderEliminarA mí me has convencido con tu reseña para leer este libro así que otro más a lista de pendientes.
Un saludo.
Buenas tardes:
Eliminar¡Cuánto me alegra haber tocado tu curiosidd! Es una novela fantástica y muy entretenida. Ideal para perderse en ella cuando uno quiere desconectar.
Un abrazo grande, y mil gracias por leerme!!
Holaa!! qué portada tan curiosa jaja me llama la atención lo que dices de los múltiples giros argumentales, así que me lo llevo apuntado porque no me caería nada mal una lectura así de interesante. Gracias por la reseña.
ResponderEliminarBlessings!!
Buenas tardes:
EliminarLa portada está sacada de uno de los carteles de la película. Y los giros argumentales son una verdadera locura que hacen al lector querer seguir leyendo más y más. Si finalmente lo lees, no dejes de contarme tu opinión.
Un abrazo!!
Ya sabes que me encanta la novela de misterio. He tenido ocasión de leer algunas de la Golden Age gracias a la editorial d'Época pero ésta no la conocía. Gracias por dármela a conocer
ResponderEliminarBesos
Buenas tardes, guapísima:
EliminarComo sé queeres una fan de dÉpoca, te puedo asegurar que Philo Vance te va a encantar. Estos libros son puro glamur e ingenio. Ya me dirás si te animas a leer alguno de los títulos editados por Reino de Cordelia.
Un abrazo fuerte y feliz noche de domingo!!
Hola Undine!! Es mi lectura actual y me está encantando, es un autor que me maravilla y el género también. En cuanto lo termine, si puedo me veo la película. Hola!! Me alegro de que hayas disfrutado con su lectura ¡Gran reseña y gracias por tu recomendación! Besos!!
ResponderEliminar¡Qué alegría! Estoy deseando leer tu reseña y contrastar opiniones. El autor es maravilloso, como bien dices. Todo un personaje digno de protagonizar él mismo un libro.
EliminarUn abrazo y mil gracias por leerme y comentar!!
Hola Undine, me llevo la película... El género narrativo me encanta pero veo que la colección es muy larga e intento no engancharme a ellas. Para mí es una esclavitud. Besos
ResponderEliminarBuenas tardes, Marisa:
EliminarLa película te va a encantar, eso seguro. Y no te asustes por la colección, porque no es necesario leerse todos los libros para poder entender el resto. Son historias independientes y coclusivas.
Un abrazo grande y muchas gracias por leerme!!
Hola Undine!. Una reseña muy completa la tuya, con música y todo. Esta novela la leí no hace mucho para el reto de las Inquilinas de netherfield, pero en una edición muy antigua que no tenía una traducción demasiado cuidada, sabía que El Reino de Cordelia estaba publicando las novelas del autor y la verdad es que hace tiempo que me apetecía leer alguna, por lo que leo en tu reseña merecen mucho la pena, así que miraré alguna de las novelas que me faltan. La verdad es que Philo Vance es un detective muy interesante y las historias muy entretenidas.
ResponderEliminarMe quedo por aquí. Besos.
Buenas tardes, Mar:
EliminarMe alegra que hayas leído la novela, porque entonces sabes bien de lo que hablo. Siento que tu edición no tuviera una buena traducción. Te aseguro que la de Reino de Cordelia está cuidadísima. Como también los prólogos de cada uno de los títulos de la colección, son buenísimos.
Ahora pasaré por tu blog a leer la reseña que publicaste.
Un abrazo y bienvenida a Lecturas de Undine!!
Hola! Muy interesante todo lo que cuentas, como siempre, me llevo anotado todo lo que dices, a ver si surge la oportunidad y leo alguna de la serie.
ResponderEliminarBesos!
Buenas tardes, Jani:
EliminarMil gracias por tus palabras!! Si finalmente lees la novela estaré deseando leer tus opiniones sobre ella.
Un abrazo!!
Me animaré por la peli primero... ;)
ResponderEliminarBesos. ¡Muaca!
¡Genial! Ya me contarás qué te ha parecido.
EliminarUn abrazo y feliz comienzo de semana!!
¡Qué suerte que leas mucho en verano! En mi caso es la época en la que menos leo. Llevo muy mal el calor y en las noches que son mi único tiempo libre tengo que elegir entre encender la luz o abrir la ventana para que refresque. Suelo optar por lo segundo.
ResponderEliminarNunca he leído nada de Van Dine así que tomo nota.
Besotes.
Buenos días:
EliminarNo sé si leo más en verano que en invierno, pero lo seguro es que leo mejor y disfruto más. A mí el calor no me afecta, una suerte puesto que en Madrid es tremendo cómo aprietan las temperaturas.
En cuanto a Van Dine, cualquiera de los títulos que elijas te gustará. Ya me contarás.
Un abrazo!!