RESEÑA: LA LIBRERÍA DEL SEÑOR LIVINGSTONE, MÓNICA GUTIÉRREZ

Fuente: Undine von Reinecke

Ficha Técnica

Editorial: B DE BOLSILLO

Colección: Ficción

Páginas: 288

Target de edad: Adultos

Tipo de encuadernación: Bolsillo

Idioma ES

Fecha de publicación: 07-10-2021

Dimensiones: 125mm x 190 mm

ISBN: 9788413143651

PVP.: 10,40 €


Sinopsis de la Editorial

Agnes Martí es una joven arqueóloga que se muda a Londres en busca de una oportunidad. Poco tiempo después de llegar a la ciudad, sorprendida por una repentina lluvia mientras pasea por el barrio del Temple y se refugia en una librería muy especial: Moonlight Books. Edward Livingstone está buscando una ayudante y, en el tiempo que Agnes tarda en secarse y tomar una taza de té caliente, ambos comprenden que no es casualidad que sea precisamente ella quien ha llamado a su puerta.

A medida que pasan los días, Agnes va descubriendo el carácter gruñón de su nuevo jefe, las excentricidades de su clientela habitual y el encanto de esta pequeña librería. Hasta que un día, uno de los libros más preciados de las estanterías de Moonlight Books desaparece y el inspector de policía John Lockwood entra en escena para hacerse cargo de la investigación y revolucionar la tranquila vida de Agnes.


Propuesta musical para este libro


*Crédito del vídeo: Canal de YouTube @Wham_Official

El tema que el lector está escuchando es Last Christmas, un super hit del dúo británico "Wham!". La canción fue compuesta y producida por George Michel, y fue lanzada por el sello CBS Records el 3 de diciembre de 1984 a nivel internacional, manteniéndose durante cinco semanas consecutivas en el segundo puesto de las listas británicas, hasta que le arrebató el lugar otro super-hit del momento, el gran éxito Do They Know It's Christmas? de Band Aid, agrupación a la que también pertenecía George Michael.

Desde entonces, Last Christmas es un tema recurrente cada Navidad, y sigue teniendo el mismo éxito que en su lanzamiento original. Sin embargo, curiosamente, la canción no obtuvo el primer lugar en la listas de sencillos del Reino Unido hasta enero de 2021. Habían transcurrido treinta y seis años de su aparición.

He elegido Last Christmas de Wham! para acompañar la reseña de hoy, porque este tema navideño es tan entrañable y evocador como La librería del señor Livingston de Mónica Gutierrez, que es la obra protagonista de hoy. Por otro lado, tanto la canción como la novela, desde su aparición, son constantemente recurrentes en redes sociales.


Lo que Undine opina del libro


<¡De nada sirve correr! ¡Lo que conviene es partir a tiempo!> La Fontaine (1621-1695)/ Sr. Livingstone


A una semana de terminar mi reto literario La vuelta al mundo en doce libros 2025-Tributo al tren, debido a una confusión, me apeo en la estación de Waterloo, y aprovecho para conocer su historia.

Waterloo Station, 1848 (Fuente: Wikipedia)
Waterloo Station es una importante terminal ferroviaria del centro de Londres. Este decimonónico apeadero está ubicado en el distrito de Lambeth, conectando con la estación de metro homónima. El apeadero debe su nombre al cercano puente de Waterloo que cruza el Támesis y que, a su vez, fue bautizado de este modo en conmemoración a la célebre batalla de Waterloo (18 de junio de 1815), que tuvo lugar justo dos años exactos antes de inaugurarse el puente.

Esta famosa estación fue diseñada por el arquitecto Sir William Tite (1798 –1873), creador de muchos de los célebres edificios de su tiempo, bajo encargo de la London and South Western Railway, para sustituir la terminal Nine Elms, que se encontraba lejos del centro de la ciudad y que, a la postre, quedaría para uso exclusivo de la Reina Victoria. De esta manera, Waterloo Station debía acercar el servicio ferroviario al Parlamento y a otros puntos importantes logísticos londinenses.

La Bolsa de Londres, 1855 (Sir William Tite)
Fuente: Wikipedia

En su origen, la estación no se concibió como una terminal en sí misma. Debido a ello, durante el siglo XIX, su crecimiento expansivo se realizó de manera incoherente, y el trasiego de pasajeros resultó ser caótico. Tal era el lío que se formaba, que se convirtió en un chascarrillo popular, y fue utilizado por escritores y periodistas como un chiste recurrente. Ejemplo de ello es la sátira que apareció en Tres hombres en una barca, novela firmada por el genial Jerome K. Jerome. Finalmente, se solucionaría todo en el siglo XX, cuando se llevaron a cabo determinadas obras urbanísticas y arquitectónicas, que dieron lugar a la nueva y frencuentada estación. De hecho, este accidentado apeadero ocuparía un lugar importante en el contexto de las dos guerras mundiales.

En la actualidad, Waterloo Station es una terminal de carácter internacional. Es más, fue la primera estación londinense en ver partir los trenes Eurostar con destino a la Gare du Nord de París, atendiendo también las necesidades locales del sur del país.

Y es justamente allí, en Waterloo Station, donde Mónica Gutierrez sitúa una de las escenas que aparecen en La librería del señor Livingstone, que es la novela protagonista de hoy. Mi edición fue publicada en 2021 por Ediciones B.

La librería del señor Livingston comienza así:

<Al señor Livingstone le parecía abominable que Roberta Twist hubiese bautizado a su único hijo, en la iglesia presbiteriana de St Andrew, con el nombre de Oliver. Y no porque tuviese nada contra los feligreses presbiterianos, o contra la espantosa cúpula de St Andrew, sino porque estaba convencido de que hacía falta mucha maldad para dejar abandonado en la puerta de su librería, de lunes a viernes, a un niño llamado Oliver Twist.>

La librería del señor Livingston narra la historia de Agnes Martí, una arqueóloga barcelonesa que se muda a Londres con el fin de encontrar un trabajo digno en el que pueda desarrollarse profesionalmente. Con sus ahorros menguados notablemente tras unos meses de búsqueda infructuosa, Agnes se siente deprimida y ve cada vez más cercano el momento en que deba regresar a su ciudad natal. Un día, aconsejada por Jasmine, su casera, amiga y compañera de piso, la protagonista decide visitar el distrito londinense del Temple para intentar apaciguar su ansiedad. Durante su paseo por la City en busca de la famosa iglesia del siglo XII, una tormenta incesante la obliga a refugiarse en el primer local que se encuentra por la calle. Este resulta ser Moonlight Books, la librería regentada por el peculiar señor Livingstone, que es un librero de carácter extravagante y gruñón. Sin embargo, tras su entrada cinematográfica, el dueño de Moonlight Books queda complacido por la imagen romántica de la muchacha. De tal manera que, tras una breve conversación en la que ambos congenian, decide contratarla como su ayudante. 

Es así como Agnes comienza a trabajar en Moonlight Books. Por las mañanas, se dedica a realizar entrevistas de empleo como arqueóloga, y por las tardes, orientada por el señor Livingstone, comienza a leer ávidamente los libros que éste le muestra, a familiarizarse con la curiosa clientela de la librería y a entablar amistad con los personajes que, diariamente, forman parte de la mágica del lugar. Hasta que un día, un texto histórico muy valioso desaparece de su vitrina, desbaratando la paz que reina en Moonlight Books. Es en ese momento cuando entra en acción John Lockwood, un atractivo inspector de Scotland Yard que, entre pesquisa y pesquisa, logrará que Agnes se dé a sí misma una oportunidad

Fuente: Undine von Reinecke

La librería del señor Livingstone es una armoniosa y bellísima novela feelgood, de esas que ayudan a resetear cuando el lector va en busca de paz. Autopublicada originalmente en 2017 por su autora, la escritora barcelonesa Mónica Gutierrez, Ediciones B de Bolsillo la reeditó con gran éxito en 2021, y en el momento presente va ya por la sexta reimpresión. Mis lectores no deben extrañarse por ello, ya que esta obra posee un espíritu tan cálido, romántico y encantador, que todo el que la lee cae rendido de emoción.

Divertida a raudales, adictiva por momentos y tremendamente emotiva, la lectura de La librería del señor Livingstone fluye animadamente para regocijo del lector. Éste, seducido por su chispeante historia y por los disparatados diálogos que mantienen algunos de sus personajes, devora página tras página hasta llegar al emocionante final. 

Cimentada en el carácter de las mejores comedias románticas cinematográficas clásicas y modernas, tales como Historias de Philadelphia, El bazar de las sorpresas, Tienes un email o Prácticamente magia, por poner algún ejemplo, La librería del señor Livingstone es un homenaje maravilloso al mundo literario en general y a las letras británicas en especial. De hecho, como es costumbre en la pluma amable de Mónica Gutierrez, su texto es un oráculo para quienes disfrutan construyendo una biblioteca propia y especial.

Londres, el Mall, 2009
 Fuente: Undine von Reinecke

En ese sentido, los títulos que se citan pertenecen a los géneros que forman parte de la identidad de la autora, y son utilizados por ésta como herramienta para construir su subyugante atmósfera ambiental. El género de la fantasía, la novela feelgood, el teatro shakespeariano, el detectivesco de la Golden Age…Y qué mejor escenario para disfrutar de estos títulos que Moonlight Books, la cálida librería que actúa como epicentro de esta historia que, como ocurre en algunos de los más emotivos cuentos de Charles Dickens, gran parte de la misma sucede en un típico Londres navideño.

De este modo, entre tazas de té, pastas de nata, bollitos calientes, y mince pies “proscritos”, la historia transcurre mágicamente, y pasea al lector por algunos de los escenarios más emblemáticos de la geografía londinense. Hyde Park, Fortnum & Mason, Leadenhall Market, el British Museum…Incluso lo traslada momentáneamente a un pintoresco cottage de la campiña de Surrey. Todos y cada uno de los emplazamientos elegidos por la autora, y las escenas que en ellos construye, poseen la capacidad de transportarnos emocionalmente a un lugar y a un momento especial de nuestro pasado más querido. Así de empática es esta ficción.

Cúpula del British Museum (Fuente: Undine von Reinecke, 2009)

De hecho, Agnes, la protagonista de la novela, es una heroína tan cercana que parece sacada de la cotidianidad de la vida, con la que muchas jóvenes se pueden identificar. Y lo mismo ocurre con el resto de personajes, cada uno de ellos con sus peculiaridades, por supuesto, al igual que ocurre en la vida real. Todos juntos forman una estupenda pandilla con la que cualquier lector desearía socializar. Comenzando por el señor Livingstone, el librero supuestamente antipático, que, entre sus muchas peculiaridades, cita brillantemente a los clásicos británicos; siguiendo por el pequeño genio Oliver Twist, un chaval superdotado adorable de nueve años, que sueña con viajar al espacio; continuando por la editora Sioban y la optimista Jasmine, que son la novia del librero y la amiga de la protagonista, respectivamente; y finalizando por el guapo inspector John Lockwood, cuyo papel en esta historia, por motivos de spoiler, no debo comentar.

El resto de personajes, entre clientes, amigos de la librería o de los protagonistas, son una fantástica troupe que transita entre el carácter ingenioso shakesperiano, el espíritu cordial dickensiano y el humor satírico de E. F. Benson. Si mis lectores me lo permiten, me gustaría destacar a dos de estos personajes secundarios. Me refiero a las dos ancianas que viven en el cottage de Surrey mencionadas en la historia, cuyas personalidades coinciden con ese simpático imaginario que muchos hemos construído de dama venerable y extravagante británica. Esta pareja, al más puro estilo brujeril del film Prácticamente magia, son las abuelas, tías o vecinas que todos quisiéramos tener.

Y hasta aquí llegan mis impresiones sobre La librería del señor Livingstone, una novela elegante y afable, en la que reinan la amistad, el romanticismo y la cortesía. Ha sido un placer disfrutar nuevamente de esta obra en una época tan cercana a la Navidad. Su relectura me ha confirmado esta verdad: la magia literaria de Mónica Gutierrez convierte un hadas en una historia cercana a nuestra cotidianidad.


<El mundo sería un lugar mejor si no nos avergozáramos de tener días entrañables> Agnes Martí y Mónica Gutiérrez


Undine von reinecke ♪


La autora por la editorial

Fuente: Página web MónicaguttiérrezArtero.com
Mónica Gutiérrez nació en Barcelona y es licenciada en Periodismo y en Historia. Ha sido galardonada con varios premios y menciones en concursos de narrativa breve y poesía, y desde hace unos años también escribe ficción, especializándose en novela feelgood.

Es autora de diez novelas: Una Navidad escocesa (2023), Club de lectura para corazones despistados (2023), Sueño de una noche de verano (2021), Próxima Estación (2020), El invierno más oscuro (2018), Todos los veranos del mundo (2018), La librería del señor Livingstone (2017), El noviembre de Kate (2016), Un hotel en ninguna parte (2014) y Cuéntame una noctalia (2012). Todas han recibido una calurosa acogida por parte de los lectores y cuentan con centenares de reseñas positivas en la red.

En la actualidad, desde su página personal (monicagutierrezartero.com) comenta lecturas, lleva a cabo actividades culturales de diversa índole y recoge las opiniones de los lectores sobre sus obras favoritas. Colabora como articulista en otros blogs e imparte un club de lectura para acercar los clásicos a los adolescentes.




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