RESEÑA: "LA LEYENDA DE UNA CASA SOLARIEGA", SELMA LAGERLÖF

 

Fuente: Undine von Reinecke

Ficha Técnica:

Traducción y postfacio: Elda García-Posada

ISBN: 978-84-939830-8-6

200 páginas

Cartoné

Tamaño: 12 x 20 cm.

PVP sin IVA: 20,19 €

PVP con IVA: 21 €

Fecha de publicación: febrero de 2012

 

Sinopsis de la Editorial:

En La leyenda de una casa solariega, la Premio Nobel sueca Selma Lagerlöf cuenta la historia del estudiante Gunnar Hede, quien, hechizado por la música de su violín y a punto de perder su mansión campestre en Dalecarlia, cae en la locura. La joven Ingrid Berg, rescatada por él de la tumba, aceptará la difícil tarea de curar a Gunnar con su amor inquebrantable y sacrificado.


 

Propuesta musical para este libro:



(Fantasía sobre "El cazador furtivo" de Carl María von Weber)

Pablo Sarasate (Pamplona 1844-Biarriz 1908), fue un compositor y virtuoso del violín español de gran éxito y prestigio universal. Viajó por toda Europa y gran parte del continente americano, dando conciertos que, según las fuentes de la época, fueron memorables. Llegó a tener dos de los famosos violines Stradivarius, uno de ellos, al parecer, fue un regalo de Isabel II. La pieza que escuchamos en este vídeo es la que interpreta el protagonista de La leyenda de una casa solariega.

 

Lo que Undine piensa del libro:

 

< En ocasiones pienso que el premio de quienes escribimos duerme, tímido y virginal, en el confuso corazón del lector más lejano.> Camilo José Cela

 

Llegamos al último miércoles del mes de julio, y antes de iniciar el deseado descanso estival, quiero compartir con mis lectores una novela peculiar y distinta, escrita por una mujer no menos interesante. Se trata de La leyenda de una casa solariega, firmada por Selma Lagerlöf, nombre eminente de la literatura y las letras suecas, a quien le fue concedido en 1909 el Premio Nobel de Literatura. Por ello, Miss Hurst y yo la hemos elegido para formar parte en nuestro proyecto titulado Reseñas Cruzadas, ya que cumple la premisa de ser la primera mujer en recibir este prestigioso galardón.

Fuente: Wikipedia

Como todo el mundo sabe, el Premio Nobel fue creado por Alfred Bernhard Nobel, un industrial, químico e inventor sueco, padre de la dinamita, que dejó estipulado en su testamento, fechado el 27 de noviembre de 1895, que con la fortuna que dejara a su muerte, se debía crear un fondo para dedicarlo a premiar a las personas que destacaran por su brillantez y generosidad hacia la Humanidad, contribuyendo de manera notable con su trabajo, en los campos de la Literatura, Medicina, Física, Química y de la Paz. Pese a que el gran benefactor sueco falleció en 1896, los premios no comenzaron a concederse hasta 1901.

Dese aquella primera vez, y antes de recibirlo Selma Lagerlöf, fueron nueve los escritores premiados, ya que en 1904 se galardonó a dos literatos, año grande para las letras españolas, porque uno de los afortunados fue José Echegaray, que compartió el gran honor con el provenzal Frédéric Mistral.

José Echegaray.
Fuente: Wikipedia
Quiero confesar que, pese al gran prestigio que envuelve al Premio Nobel, sólo he leído a cuatro de los autores que componen la lista de los veinte primeros premiados. Rudyard Kipling, Rabindranath Tagore, Knut Hamsun y Anatole France son los escritores a los que me refiero, y que forman mi exiguo repertorio de nombres. En mi descargo debo decir que no es fácil conocer ni acceder a las obras de aquellos primeros autores honrados por su trabajo, como tampoco es común encontrar sus novelas en las mesas de recomendados de las librerías, ni toparse con reseñas dedicadas a estos insignes literatos. Habitualmente, los lectores interesados en leerlos tienen que hacer el esfuerzo de investigar y buscar arduamente sobre ellos, buceando en bibliotecas virtuales, o entre ediciones descatalogadas y de segunda mano. Quizás por ese motivo no me fue fácil hasta hoy llegar hasta Selma Lagerlöf, a quien encontré casualmente mientras consultaba el interesante catálogo de la editorial Funambulista. Y no es que la autora sueca no haya sido desde siempre reconocida, tanto dentro como fuera de su país. Todo lo contrario, de hecho, una de sus obras, El maravilloso viaje de Nils Holgersson, forma parte de Los cien libros del siglo XX, listado de obras favoritas del público francés, que publicó el diario Le Monde, en el que ocupa el puesto sesenta y ocho, junto a títulos inmortales de autores que aún siguen encabezando el elenco de los más vendidos. Pese a ello, decía, pocos lectores sabrían hablar acerca de la persona o la narrativa de esta interesante escritora, que no sólo destacó en el campo académico y de la literatura, como bien nos cuenta Elda García-Posada en su interesante postfacio de mi edición del libro, sino que fue todo un ejemplo entre sus conciudadanos, demostrando una gran conciencia social en su faceta como hacendada y empresaria, para mejorar la vida de su comunidad. Del mismo modo, Lagerlöf no tuvo reparo en sacrificar parte de su tiempo dedicado al mundo intelectual para servir a su país en el terreno de la política, donde mostró interés por la causa de los derechos de la mujer y las labores sociales. Pese a todo, su trabajo como novelista y escritora no se vio perjudicado, ya que la devoción que sentía por su vocación literaria era inmensa, y así había sido desde edad muy temprana. Muestra de ello es La leyenda de una casa solariega, una de sus primeras novelas, que paso ya a comentar. La obra comienza así:



<Era un hermoso día de otoño a finales de la década de 1830. Por aquel entonces había en Uppsala una alta casa amarilla de dos pisos, que se erigía, extrañamente solitaria, en medio de un pequeño y muy apartado prado en las afueras de la ciudad. Era una casa bastante fea e inhóspita, pero la embellecía la frondosa enredadera que reptaba por la parte soleada de la fachada ambarina, tan alto que enmarcaba las tres ventanas del piso superior.

En una habitación al otro lado de una de esas ventanas enmarcadas por la enredadera se hallaba un estudiante desayunando. Era un mozo alto y guapo, de aspecto distinguido. Llevaba el cabello, que se le ondulaba con gracia, muy retirado de la frente, aunque un mechón le caía continuamente sobre los ojos. Vestía un atuendo cómodo y holgado, pero muy elegante.>


Y este guapo estudiante es Gunna Hede, el héroe de La leyenda de una casa solariega, que nos cuenta su singular historia.

Gunnar Hede era el hijo único de un matrimonio feliz y afortunado, que poseía una magnífica finca familiar en Dalecarlia, con una bonita casa solariega, un lago y un bosque de mágica belleza. El muchacho vive feliz su existencia como estudiante en la ciudad, alejado de su familia, sin atender sus obligaciones educativas, y prestando tan sólo atención a sus progresos como violinista aficionado. Hasta que un día, Alin, el hijo de un fiel jornalero de su padre, que goza de la vida universitaria por cortesía de la familia de Gunna, le echa en cara cómo desaprovecha su tiempo. Alin, que conoce el secreto de la inminente ruina de los Hede, intenta ayudarlo contándole las verdaderas circunstancias familiares, para concienciarle. Hede, muy sorprendido por estas espantosas noticias, se compromete a enmendar su actitud, a abandonar el violín y a reanudar sus estudios con esmero para ayudar económicamente a los suyos. Pero, nada más quedarse a solas, y mientras recapacitaba sobre el preocupante asunto, un sonido que viene de la calle interrumpe sus pensamientos. Se trata de una compañía de titiriteros que se anuncia con la música de un violinista ciego. Gunna sucumbe ante la visión del violín y, olvidando sus recientes promesas, sigue a los acróbatas hasta la calle. En seguida entabla conversación con ellos, y de esta manera conoce la triste historia de la pequeña huérfana Ingrid, nieta del violinista que ameniza las actuaciones. La pareja de artistas le cuenta que, aunque adoran a la dulce niña, no saben qué hacer con ella porque no sirve para la vida circense. La pequeña, que vive preocupada y triste por su inutilidad, es consolada con gran cariño y esmero por nuestro protagonista y, desde ese momento, Ingrid cae rendida ante la amabilidad y belleza de su héroe, del que se separa al finalizar la tarde.

Pero la realidad no puede evitarse y, pese a su amor por la música y el violín, Gunna decide volver al hogar familiar y ponerse a trabajar duramente para recuperar el patrimonio familiar. Sus planes parecen ir bien y poco a poco va reuniendo el dinero necesario para no perder la querida finca ancestral, pero una inesperada desgracia arruina su estrategia y pierde la confianza de su bella prometida. Esta circunstancia angustia al joven que, desesperado por el fracaso, cae presa de una ciega locura que le hace vagar y vagar sin cesar, en busca de un inalcanzable anhelo. Pero la diosa fortuna le ofrece una oportunidad de salvación, y vuelve a aparecer en su vida la pequeña Ingrid, ya convertida en mujer. ¿Serán ambos capaces de reconocerse? ¿Logrará el antiguo amor de Ingrid vencer los obstáculos que los separan y derrotar a la locura?

 

Marbacka

La leyenda de una casa solariega es una preciosa novela, que fue publicada en 1899 bajo el título original de En Herrgårdssägen. Según parece, la historia tiene connotaciones autobiográficas, ya que, de alguna manera, la mansión que aparece en ella estaría basada en Mårbacka, la casa de nacimiento de la autora, que su familia perdió por problemas económicos en 1880, y que la escritora recuperó en 1907, después de trabajar duramente para conseguirlo, al igual que intenta hacer Gunnar Hede, el héroe de su novela. Hoy por hoy, Mårbacka está abierta al público, por expreso deseo en su testamento de Selma Lagerlöf, y es un lugar de culto para los suecos y para el turismo literario.

Como quiera que sea, La leyenda de una casa solariega guarda una estética que hace honor a la tradición cuentística en general y, más en concreto, a la del norte de Europa. Tanto es así que, la novela ha sido relacionada por la crítica con el famoso cuento La reina de las nieves (1844), una de las historias mejor consideradas del escritor danés Hans Christian Andersen, o con la mítica fábula de La Bella y la Bestia, tantas veces versionada. De tal manera La leyenda de una casa solariega recuerda este mundo fantástico que, además de seguir sus esquemas narrativos y cumplir ciertos clichés del género, también encontramos a lo largo de la narración constantes referencias a los cuentos de hadas.

 

<Echaron mano de todos los cuentos que habían representado en el guiñol: la consolaron con la historia de la Bella Durmiente, con la historia de Cenicienta, con todos los cuentos de hadas del mundo.>

 

El estilo que emplea Selma Lagerlöf no deja lugar a dudas, y su historia podría considerarse otro cuento de hadas más, pero escrito en la era moderna y siguiendo algunas de las corrientes intelectuales y activistas de su época, como el psicoanálisis y el feminismo, a los que alude sutilmente. La autora recurre para conseguirlo a la fantasía, a las leyendas medievales suecas, a los seres paganos de la tradición oral y a la mitología clásica, representada por el mito de Eurídice y Orfeo, que encarnan Ingrid y Gunnar, los protagonistas de esta historia. La escritora combina todo ello con gran virtuosismo, y obtiene como resultado una inquietante fábula, interesante y cautivadora, con escenas que presentan una acusada atmósfera gótica, donde el bien y el mal, representados por la cordura y la locura, entablan una dura lucha.

 

< ¡Respóndeme! Pero, si estoy en mi sano juicio. ¿Por qué hay cosas que no recuerdo?>

 

Orfeo y Euridice (Rubens). Fuente: Wikipedia

Por otro lado, Lagerlöf mantiene a sus protagonistas ocupados en un pulso muy igualado, en el que no se sabe muy bien quién salva a quién del mal que los envuelve a cada uno. Hombre y mujer, héroe y heroína, ambos comparten la misma responsabilidad e importancia en la carrera de la vida. Aunque es cierto que hacia el final la balanza se decanta del lado ideológico de la autora, desde mi punto de vista, los dos personajes se ayudan mutuamente. Llegados a este punto, debo comentar otra interesante anécdota que comparte Elda García-Posada en el estupendo postfacio del libro, y es que, al parecer, el personaje de Gunnar Hede podría haber estado inspirado en un estudiante que la escritora conoció durante su juventud, en cuya imagen idealizada basó algunos de sus trabajos. La autora quedó prendada de su belleza, y de alguna manera se enamoró platónicamente. Años más tarde se reencontró con él, y el cambio tan negativo que había sufrido su imagen, debido a un rechazo amoroso, la hizo recapacitar sobre la trascendencia dañina que puede llegar a tener el sentimiento romántico. A raíz de ello escribió la historia de La leyenda de la casa solariega como un interesante ensayo al respecto, en el que intentaba salvar a su antiguo héroe de la desesperación y del desamor.

 

< (…) ella le respondió que no podía seguir esperándole. Entonces Hede sí que perdió la razón casi por completo.>

 

De esta manera, Selma Lagerlöf nos ofrece, a través de su particular historia, una sugerente visión de lo que supone enfrentarse al fracaso y a la depresión que, a veces, deriva en una grave enfermedad mental, medita sobre lo qué puede llevar al individuo a caer en ella, habla de cómo reacciona la sociedad ante la locura y especula con la posibilidad de recuperarse de ella. Abre una puerta a la esperanza, basada en el afecto, el amor y en el poder sanador de los estímulos sensitivos, en este caso, representados en la música del violín.

La autora demuestra tener gran empatía hacia el ser humano, y la vuelca sobre sus personajes, a los que examina profundamente, demostrando su capacidad de análisis psicológico. Estudia a sus principales con amor y pulcritud, con sus luces y sombras, y diseña a los secundarios con esmero, para que sirvan de apoyo a la historia. En este sentido, y desde mi punto de vista, podríamos establecer dos partes en la novela, que vienen definidas por los comportamientos de los personajes. La primera, correspondería al periodo anterior a que Gunnar Hede caiga en el abismo de la locura, en la que los protagonistas no difieren en su comportamiento de cualquier otra figura literaria salida, por ejemplo, de la pluma de Charles Dickens, a quien recordé gracias al matrimonio de titiriteros; y la segunda, sería el espacio de tiempo que abarca la novela tras perder la lucidez nuestro héroe, en él que los personajes adoptan conductas peculiares, a veces, un tanto exageradas, incluso aparecen en la historia seres fantásticos y suceden fenómenos paranormales que enfatizan y denuncian con claridad todos los defectos del ser humano, incapaz en muchas ocasiones de un acto de caridad. En esta segunda parte conceptual de la novela es donde la autora introduce esa acentuada fantasía de la que hablaba al comienzo, con la que se ayuda para dibujar los monstruos y el miedo que anida en la psique humana.

El resultado de todo lo anterior construye una sutil historia que habla de la soledad, del poder del amor para combatirla, del miedo y sus consecuencias, y de la capacidad para vencerlo en buena compañía, todo ello envuelto en una narración de delirante belleza y acusada sensibilidad que invita a dejarse llevar y a soñar.

En definitiva, La leyenda de una casa solariega es una obra sólida que derrocha gran erudición, y denota un alto compromiso moral con el ser humano, signo de la categoría que poseía Selma Largelöf, una intelectual que no vivió encerrada en su mundo de glorias académicas, sino que luchó y combatió la injusticia a lo largo de su vida, incluso dando cobijo a víctimas del nazismo, y no dudó en vender sus trofeos literarios cuando la necesidad apremiaba para ayudar a los demás.

 

< Al bien hacer jamás le falta premio.> Miguel de Cervantes

 

Undine von Reinecke ♪


Os invito ahora a visitar el blog de Las Inquilinas de Netherfield, allí Miss Hurts os espera con sus interesantes impresiones sobre La leyenda de una casa solariega, ¿coincidiremos esta vez? Del mismo modo, emplazo a mis lectores a nuestra próxima cita de Reseñas Cruzadas, que publicaremos el 28 de agosto. ¡Feliz verano a todos!



 

La autora por la Editorial:

Fuente: Editorial Funambulista

Selma Lagerlöf nace el 20 de noviembre de 1858 en Mårbacka, la casa solariega, sita en la provincia sueca de Värmland, que dominará toda su vida y su obra. Con veintitrés años marcha a Estocolmo para estudiar magisterio. Diez años más tarde, mientras se encuentra ejerciendo la enseñanza en Landskrona, publica su primera obra, La saga de Gösta Berling, que tiene una excelente acogida entre el público. Por entonces la familia se ha visto obligada ya, dada su mala situación financiera, a vender Mårbacka. Sin embargo, Selma Lagerlöf a partir de entonces no deja de cosechar éxitos con su fructífera carrera literaria. Entre otras obras, la archiconocida El maravilloso viaje de Nils Holgersson a través de Suecia, que escribe en 1906 como libro de geografía para escolares por encargo del Gobierno sueco, la consagra definitivamente como la autora sueca más leída dentro y fuera de su país. Ello le permite retornar a Värmland y recomprar su adorada casa natal, que ampliará y reformará cuando en 1909 reciba el premio Nobel de literatura, siendo a la vez la primera mujer y el primer autor sueco en recibir tal galardón. Durante el resto de su vida, compaginará su faceta de prolífica escritora con las de terrateniente, empresaria y activista política. Muere en Mårbacka el 16 de marzo de 1940, a los 81 años de edad, dejando un abundante legado literario que —integrado por obras que han sido traducidas a múltiples idiomas y llevadas al cine— sigue encumbrándola como uno de los grandes nombres de la literatura universal.


Comentarios

  1. Hoy vengo con el libro leído. No conocía a esta autora, y me hice con el libro en la biblioteca cuando lo vi en vuestro reto. Me ha gustado mucho. Un libro muy interesante por todo lo que comentas, el amor, los cuidados nos salvan. Un abrazo Undine y si tienes pronto vacaciones disfrutalas.

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    1. Buenas tardes, Esther:
      No sabes la ilusión que me hace que estés siguiendo este proyecto con tanto cariño, es muy bonito que l@s compañer@s blogueros se implique y lean las novelas. Por otro lado, me encanta coincidir contigo en lo especial que es La leyenda de una casa solariega. Habrá que leer más a Selma Lagerlöf.
      Un abrazo y felices lecturas!!

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  2. Querida Undine:
    ¿De qué me sonaba tanto Selma? Pues de algún que otro blog que se animó a reseñarla para un reto, creo que en el de Serendipia. Y sobre todo de Nils, que si mal no recuerdo hubo hace poco una edición especial.
    Me pasa como a ti con los Nobel, así a bote pronto creo que Vargas Llosa y García Márquez. Por curiosidad he ido a ver la lista y he leído alguno más como Ishiguro, Coetzee, y a dos de mis dos grandes amores literarios, Toni Morrison y John Steinneck que no sabía que lo habían ganado.
    Este que nos traes me gusta mucho, sobre todo porque parece un cuento y solo con tu breve descripción del lugar ya se me han puesto los dientes largos.
    Va a los primeros puestos de la lista.
    Un súper abrazo y ¡Feliz semana!

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  3. No me sonaba de nada. Qué interesante todo lo que nos has contado. Y preciosa la propuesta musical que has elegido! Me llevo el libro muy bien apuntado.
    Besotes!!!

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  4. Buenas tardes Undine!. Como le comenté a MH, conozco a la autora por la adaptación a dibujos animados de El maravilloso viaje de Nils Holgersson, pero leer no he leído nada y apenas conozco nada de ella salvo que había recibido el Nobel. Tras leer vuestras reseñas, no puedo menos que apuntarme la novela porque estoy segura que es de las mías. Me encanta la música que has elegido, que me parece muy apropiado para esta historia. Espero que tengas unas muy felices vacaciones, que descanses y leas, y estaré esperando tus estupendas reseñas. Un abrazo.

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  5. ¡Hola! Me encanta lo que comentas de ella. La verdad es que haces que casi cualquier libro parezca interesante y es por ello que casi nunca me voy de aquí sin la intención de plantearme darle una oportunidad a todo lo que nos muestras. Un besote :)

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  6. Holaa!! me ha gustado lo que comentas del libro, suena interesante, así que me lo apunto. Gracias por la reseña.

    Blessings!!

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  7. Hola.
    Como siempre es un placer leer tus reseñas y, en este caso, me has descubierto a una autora que me era desconocida por completo. La novela no me llama especialmente pero sí la pieza musical que has elegido para acompañarla.
    Un saludo.

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  8. Hola Undine!! Me alegro de que te haya gustado tanto y gracias por el descubrimiento de este título y de su autora, creo que podría estar muy bien. Además, me encantan los títulos de esta editorial. ¡Gran reseña! Besos!!

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  9. Hola Undine una reseña completísima como siempre. Me gusta eso que cuentas de la soledad y el amor... aunque estoy en un momento de bajón y no sé si eso me animaría... En fin... que lo apuntaré.
    un besazo

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  10. Leyéndote me doy cuenta de algo que llevo pensando hace tiempo: que debería dejar de reseñar. Ya no soy capaz de trasladar en palabras lo que me hacen sentir los libros, estoy muy cansada.

    Dejando esto a un lado, me ha encantado conocer a Selma Lagerlöf, he disfrutado mucho de la lectura, de la forma de contarla y de lo fácil que hace lo dificil. Sé que en algún momento la releeré, y tengo muchas ganas de hacerme con su libro más famoso y que tú nombras en la reseña (El maravilloso viaje de Nils Holgersson), a ver qué tal.

    Besote gramde, Undine. A tus pies.

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  11. No me sonaba de nada así que gracias por la presentación e información. Por lo demás, no sé cómo lo haces que siempre me convences
    Besos

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