RESEÑA: LA JOYA DEL CLUB, MARIELUISE FLEISSER
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Fuente: Undine von Reinecke |
Editorial: Caleidoscopio de Libros
Traducción del alemán: Virginia Maza Castán
Colección: Clásicos modernos
Encuadernación: Rústica con solapas
Formato: 14,5 x 21,5
Número de páginas: 200
ISBN: 978-84-19930-21-7
Peso: 380 gramos
PVP.: 21 €
Sinopsis de la Editorial
En el aparentemente idílico escenario de una provincia alemana a inicios de los años treinta, Gustl Gillich, un famoso nadador, y Frieda Geier, viajante de harina, comienzan una historia de amor que se funde en armónica sintonía con el paisaje que los rodea.
Sin embargo, la realidad no tarda en mostrarse tal y como es: cruda, infeliz y arrolladora. El sistema de valores que sustenta la existencia de Gustl se desmorona: la independencia y desenvoltura de Frieda, que tanto lo atrajo en un primer momento, termina por resultarle intolerable; y su club de natación, al que ha consagrado su vida ganando para ellos méritos y distinciones, lo ningunea apostando por nadadores más jóvenes y relegándolo a un segundo lugar. Decepcionado, Gustl se lanza a la única tarea que aún puede dar un propósito a su vida: convertirse de nuevo en el nadador de élite que lleva su cuerpo al máximo rendimiento para alcanzar así gloria y reconocimiento. De esta manera logra salvaguardarse del desfondamiento de todo lo conocido y del advenimiento de un nuevo mundo que es incapaz de comprender, pero que toma forma y se encarna en la figura de Frieda y su omnímoda libertad.
Propuesta musical para este libro
*Crédito del vídeo: Canal de YouTube Claves Records
© 1994 Claves Records SA, Pully (Switzerland)
La pieza que el lector está escuchando es la Sonata para flauta y piano compuesta en 1936 por Paul Hindemith (1895-1963). Este músico alemán, nacionalizado estadounidense, destacó como compositor, teórico musical, profesor, instrumentista y director de orquesta, y es considerado uno de los músicos más influyentes de la primera mitad del siglo XX. Por otro lado, su principal instrumento fue el violín pero también se le consideraba un virtuoso de la viola, llegando a la temprana edad de veinte años a ocupar el puesto de concertino en la Ópera de Frankfurt. En 1933, mientras la crispación social se apoderaba de Alemania, Hindemith encontró su estilo compositivo, y este lenguaje musical tan particular disgustó a los nazis. De hecho, Joseph Goebbels lo desacreditó, diciendo de él que era un "hacedor de ruido atonal"; finalmente su música fue prohibida por Hitler. Así las cosas, Hindemith huyó en 1939 a Suiza, para más tarde trasladarse a los Estados Unidos donde vivió durante varios años como jefe del departamento de música de la Universidad de Yale. En 1954, regresó a Suiza, pero siguió viajando y actuando en Europa y los Estados Unidos.
Paul Hindemith escribió dicha sonata para flauta y piano en Berlín, a finales de 1936. El estreno de la obra se había previsto que se realizara en esta ciudad, pero fue imposible debido a la prohibición de su música. Finalmente, el 10 de abril de 1937, la obra fue estrenada en la Biblioteca del Congreso de Washington, en el marco del Festival de Música de Cámara Elizabeth Coolidge.
He elegido la Sonata para flauta y piano de Paul Hindemith para acompañar la reseña de hoy, porque su compositor, al igual que Marieluise Fleisser, fue célebre en la Alemania de entreguerras, y ambos creativos pertenecieron al movimiento Neue Sachlichkeit (Nueva Objetividad, movimiento que surgió en la década de 1920 como reacción contra el expresionismo). Por otro lado, tanto la música de Hindemith como la La joya del club de la escritora alemana formaron parte del listado nazi de obras prohibidas.
Lo que Undine opina del libro
<Toda actividad humana transcurre dentro de la sociedad, sin que pueda nadie sustraerse a su influjo.> Georg Simmel (1858-1918)
Decía el filósofo y economista inglés John Stuart Mill (1806-1873), que la originalidad es la única cosa cuya utilidad no pueden comprender los espíritus vulgares. Y esta aseveración, que a priori puede parecer un tanto esnob, es una sentencia que encierra una áspera verdad. ¿No es cierto que, a menudo, la opinión general valora cualquier idea sin conocimiento de causa y sin pararse a estudiarla en profundidad? De este modo, con frecuencia, todo lo que la masa no comprende, es aceptado a ciegas o sentenciado a la ignominia sin impunidad… Destacar por algo que comprometa el ritmo establecido en cualquier colectivo es visto con alarma por el sentir popular; y si el tiempo que se vive es convulso, esa inquietud puede redundar en algo muy peligroso para el bienestar de la sociedad.
De este y otros asuntos trascendentes habla La joya del club -Una historia sobre tabaco, deporte, amor y negocios-, novela firmada por la escritora alemana Marieluise Fleisser (1901-1974), que ha sido publicada recientemente por la editorial Caleidoscopio de Libros. El trabajo de traducción corresponde a Virginia Maza, que es también autora del interesantísimo posfacio del libro.
La joya del club -Una historia sobre tabaco, deporte, amor y negocios-, comienza así:
<Han pasado cuatro días desde que Gustl Gillich, el de los tabacos, abrió las puertas de su propio negocio en Bitterer Stein.
Lleva a sus espaldas otros tres, en los que solo ha cruzado la virginal puerta de la tienda aquel que se haya visto obligado por la más estricta necesidad. Gustl Gillich espera tras el mostrador, va vestido de domingo y se le doblan las rodillas. ¿Y si no ha sabido medir sus fuerzas? ¿Será la ubicación tan buena como pensaba? ¿Lo engañarían cuando firmó el contrato?>
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Fuente: Caleidoscopio de Libros |
Mientras tanto, cuando el clima social se va tornando inestable, en el club de natación nuevas promesas comienzan a cosechar éxitos, y Gustl Gillich siente que su momento de gloria ha pasado. ¿Sucumbirá el campeón de natación ante esta situación? ¿Sacrificará Frieda sus propios intereses en pro del éxito comercial y deportivo de Gillich?
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Edición en alemán, ed. Suhrkamp Verlag (1975) Fuente: Amazon |
De todo ello nos habla Virginia Maza en el magnífico y sustancioso posfacio del libro, donde analiza el fondo de la obra, y da las claves para comprender los motivos que tuvo Marieluise Fleisser para realizar determinados cambios (matices es más adecuado) al texto que había publicado en la década de 1930. Si tenemos presente que la Alemania nazi censuró su novela, y a esto añadimos todo lo que sucedió después de 1933, podemos imaginar las modificaciones que quiso introducir la escritora hasta alcanzar el clima que le interesaba crear, para que el lector del futuro comprendiera cómo era Alemania durante la República de Weimar en los tiempos primigenios de la era hitleriana.
De este modo, cuando nos embarcamos en la lectura de La joya del club, la poderosa voz de Marieluise Fleisser nos traslada mágicamente a una ciudad de provincias de le Baviera de entreguerras. En este interesante lugar, trasunto de Ingolstadt, ciudad natal de la autora, nos topamos con una sociedad de moral rígida y patriarcal, que se mueve al ritmo que marcan los tiempos que corren. En aquel ambiente, eminentemente conservador y burgués, donde más o menos todo el mundo se conoce y la etiqueta a seguir viene marcada por el qué dirán, la Gran Guerra ha dejado su huella. Con la economía seriamente dañada a raíz del Tratado de Versalles, que estableció las reparaciones, morales, materiales y de desarme, que Alemania debía efectuar como responsable del desarrollo de la Primera Guerra Mundial, poco espacio queda a los jóvenes para prosperar. Por ese motivo, el desánimo y la apatía comienzan a anidar entre la población, apareciendo las primeras señales que anuncian lo que está por llegar.
En este contexto sociopolítico asfixiante y sombrío, Fleisser introduce a su héroe. Se trata de Gustl Gillich, el gran campeón de natación, cuyos logros han cosechado muchas glorias para su ciudad. De personalidad a priori anodina, y apegado a las faldas de su madre, posee cierto carisma propio de un gran héroe. Sin embargo, cuando su vida personal languidece, debido a sus problemas de pareja, a la inestabilidad de su negocio y a su decaer deportivo, da comienzo en él un interesante proceso de transformación que, por motivos de spoiler, no puedo desvelar. Baste decir, que la crítica ha visto en ello una metáfora del germen del espíritu del nacionalsocialismo. Interesante, ¿verdad?
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Edición en español. MESTAS Ediciones, S.L Fuente: Amazon |
Sea como sea, Frieda Geier, la novia del protagonista, se presenta como la otra figura imponente. Como apuntaba líneas arriba, su personalidad, caracterizada por una independencia fuera de lo común para una mujer de su tiempo, actúa como antagonista del héroe, representando el ideario de la nueva mujer. Y este motivo es sumamente importante en La joya del club por varias razones. Por un lado, el feminismo es una constante en la narrativa de Fleisser; y por otro, existen paralelismos entre la escritora y su heroína literaria. De tal modo, que esta novela posee un carácter autobiográfico ciertamente arrebatador. Una vez más, invito a mis lectores a que conozcan lo que cuenta Virginia Maza en el posfacio del libro, para conocer más sobre este y otros temas de interés.
Otro aspecto impactante de La joya del club, es su estilo narrativo que, de algún modo, sigue las corrientes emergentes. La historia es contada por un cronista omnisciente, capaz de trasladar empáticamente cada pensamiento, estímulo o arrebato que los personajes sufren durante el transcurso de la narración. Sin embargo, pese a la fuerza que tiene su discurso, y al evidente trabajo de introspección que hizo la escritora en él, esta fórmula narrativa marca un cierto distanciamiento entre los acontecimientos que se cuentan y el lector. Esta circunstancia, desde mi punto de vista, no es aleatoria, sino una fórmula que intenta dejar en quienes se involucran en la historia cierto regusto de deshumanización.
Y hasta aquí me permito contar sobre La joya del club -Una historia sobre tabaco, deporte, amor y negocios-, una novela diferente y muy interesante que, al igual que ocurre con la novela Adiós a Berlín de Christopher Isherwood (1939), supone una pieza imprescindible para comprender los acontecimientos que llevaron al pueblo alemán a aceptar el ascenso del nazismo, que llevaría a la aniquilación del individuo, y concluiría en otra catástrofe de índole global.
<Todos nacemos originales y morimos copias.> Carl Gustav Jung (1875-1961)
Undine von Reinecke ♪
La autora por la Editorial
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Fuente: Caleidoscopio de Libros |
«Escribo para los que insisten en descubrir. Escribo para los que no se dejan engañar».
Marieluise Fleisser nació en Ingolstadt, Alemania, en 1901. Elfriede Jelinek dijo de ella que era «La mayor dramaturga [en lengua alemana] del siglo xx». Colaboró en el círculo de Brecht, pero no obtuvo un sólido reconocimiento literario como autora fundamental del siglo xx hasta la década de 1960, gracias a los jóvenes dramaturgos Rainer Werner Fassbinder y Franz Xaver Kroetz.
En el verano de 1926 conoció a Bertolt Brecht en Augsburgo, quien le propuso escribir Pioneros de Ingolstadt, que se representó en Berlín en 1929 y ocasionó uno de los mayores escándalos teatrales y políticos de la República de Weimar, además de una gran cesura a lo largo de la vida de Fleisser, que fue expulsada de su casa paterna y rompió todos los lazos con el mundo literario, incluidos el círculo de Brecht.
Aunque tuvo graves problemas económicos, un intento de suicidio, y su literatura fue proscrita por el nacionalsocialismo, Fleisser no cejó en su empeño de escribir; su obra es amplia y abarca teatro, novela y cuento. La joya del club es su novela más significativa. Walter Benjamin reconoció desde el comienzo su prosa como un «medio artístico de primer orden». Con el tiempo, su figura alcanzó el lugar que merecía en el canon de la literatura alemana. Murió en 1974 en el mismo pueblo que la vio nacer.
Oh pues m haré con el para leer
ResponderEliminar¡Hola! De vez en cuando está muy bien leer historias diferentes de las que no sabes muy bien que esperar así que tomo nota de esta. Un besote :)
ResponderEliminarBuenos días , Undine.
ResponderEliminarMe has atrapado totalmente con este libro. Es que oír entreguerras y República Weimar ya me pone los dientes largos. Si encima la comparas con Adiós a Berlín, ya está el lío armado. Ya me atrajo desde el principio esa idea que lanzas de John Stuart Mill: "la originalidad es la única cosa cuya utilidad no pueden comprender los espíritus vulgares". Tomo nota del libro.
Un beso y feliz puente.
Querida Undine:
ResponderEliminarEs tan peligroso no tener nada que perder...eso siempre puede desembocar en algo bueno o en algo malo, y por lo general, en situaciones como esa, siempre sale alguien que saca ventaja y se hace con el poder.
Me gusta esa época y me parece más que interesante el cruce de personajes. Siempre es un plus saber que estuvo prohibido, sabes que algo tiene que tener.
Me lo apunto.
Besotes y feliz puente
Hola, Undine:
ResponderEliminar¡Qué reseñazas te marcas siempre! ¡Muchas gracias por tu trabajo y tu tiempo!
No se trata del tipo de historia que más me tienta, pero le echaré un ojo :-)
Beso grande y feliz semana lectora.
Buenos días Undine, el ambiente de la novela me parece bastante sombrío y no sé si es lo que me apetece ahora mismo; pero las novelas de entreguerras siempre me han llamado la atención, porque nos traen ecos de lo que ocurrió en la contienda anterior, y nos preparan para la siguiente. Aunque no pienso leerlo próximamente, no puedo descartarlo, no sé porque pero con tus reseñas siempre me convences. Un abrazo.
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