RESEÑA: IDA ELISABETH, SIGRID UNDSET

Fuente: Undine von Reinecke

Ficha Técnica

Editorial: Ediciones Palabra

Traductor: Cristina Gómez-Baggethun

Colección: Roman

Idioma:Castellano

Páginas: 512

Medidas: Ancho 13.5 cm Alto 21 cm

Edición:1ª

Fecha publicación: 23-01-2013

ISBN 978-84-9840-807-2

P V P : 21,85 €


Sinopsis de la Editorial

La trabajadora e incansable Ida Elisabeth ha de afrontar la vida que ha elegido, a causa de un error del pasado y que le ha llevado a casarse con Frithjof, su novio de juventud: encantador, alegre, fanfarrón... pero incapaz de sacar adelante una familia; un personaje inmaduro al que le superan las responsabilidades.

Una historia de personajes recios, de una grandiosa humanidad, marcados por pasiones con mayúsculas. Ambientada en la Noruega de los años 30 (...).


Propuesta musical para este libro


*Crédito del vídeo: Canal de YouTube Sir James Galway

℗ 1983 Sony Music Entertainment

La obra que el lector está escuchando es Morgenstemning, que significa La mañana en español. La pieza fue compuesta en 1886 por Edvard Grieg, e incluída en su obra Peer Gynt, Op. 23, que sirvió como música incidental para el drama homónimo de Henrik Ibsen. Esta pieza, que alterna solos de oboe y flauta travesera, también formó parte de la Suite Peer Gynt n.º 1, Op. 46, siendo el primer movimiento de los cuatro que componen la obra. Morgenstemning representa la salida del sol por la mañana en un desierto marroquí, que es el lugar donde Ibsen ubicó la escena que acompaña la melodía. Sin embargo, muy frecuentemente, la belleza que emana de esta composición se asocia con los paisajes escandinavos de donde era oriundo el compositor

He elegido elegido Morgenstemning para acompañar la reseña de hoy, porque Sigrid Undset y Edvard Grieg eran compatriotas noruegos. Y, aunque ambos creativos coincidieron poco más de veinte años en el tiempo, ambos triunfaron dentro y fuera de su país. Por otro lado, la belleza de Morgenstemning está en consonancia con los paisajes nórdicos descritos por Undset en Ida Elisabeth.


Lo que Undine opina del Libro


<Aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante. La vida, en realidad, es una calle de sentido único.> Agatha Christie (1891-1976)


Decía el humorista estadounidense Josh Billings (1842-1914), que la vida consiste no en tener buenas cartas, sino en jugar bien las que uno tiene. Y esta frase, que puede parecer motivadora o desalentadora dependiendo de quien la lea, encierra en sus palabras una gran verdad. Pero, ¿qué significa jugar bien las cartas, y qué reglas debemos seguir si nos toca un mal compañero de juego en la partida de la vida?

De estos y otros temas trascendentes nos habla Ida Elisabeth, una novela firmada por la escritora noruega Sigrid Undset, que fue publicada en 2012 por Ediciones Palabra en su colección Roman, con la traducción de Cristina Gómez-Baggethun.

Ida Elisabeth comienza así:


<Al reconocer la escasa distancia entre la puerta de la clínica y el coche, Ida Elisabeth tuvo la sensación de que la noche que se extendía en lo alto, por encima de la ciudad, estaba especialmente espesa e impenetrable. La luz amarilla que caía sobre los montones de nieve apilada a lo largo de la calle parecía colarse a través de una densa cubierta de oscuridad.>


Fuente: Ediciones Palabra

La novela nos traslada a la Noruega de la década de 1930. Allí conocemos a Ida Elisabeth, una madre joven que lucha con todas sus fuerzas por sacar a flote a su familia. Sin embargo, no lo tiene fácil, porque Frithjof, su marido, es un hombre completamente inmaduro, e incapaz de mantener un trabajo con el que contribuir a las cargas económicas, logísticas y emocionales del hogar. Huérfana desde muy joven, la protagonista no cuenta con nadie que la apoye y, para más inri, la familia del esposo, que es tan negligente como él, supone una carga más. Así las cosas, Ida Elisabeth demuestra tener iniciativa y coraje cuando monta su propia mercería para mantenerlos a todos. Y así van pasando los días, los meses y los años, atendiendo el negocio, ocupándose como puede de sus hijos, intentando evitar las consecuencias de las ideas peregrinas de su esposo, contemplando las demandas egoístas de su entorno familiar, e intentando encontrar dinero donde sea para pagar las facturas que se acumulan. Pese a todo, ella cree firmemente que quien comete un error, así considera ella su matrimonio, debe asumir las consecuencias. Hasta que un día, una tremenda desgracia se cierne sobre ellos. Y esta desventura, unida a la última fechoría de Frithjof, obligan a Ida Elisabeth a reaccionar. ¿Será capaz de Ida Elisabeth de encarrilar su vida según sus expectativas? ¿Encontrará la plenitud personal?

Ida Elisabeth es una magnífica y reflexiva novela, una obra con una carga moral y filosófica impresionante. Publicada en primera instancia en 1932 por H. Aschehoug & Co, una de las editoriales noruegas más importantes que aún hoy se mantiene en acción, la recepción del libro estuvo dividida en el momento de su aparición. Una parte de la crítica describió la obra como una novela poderosa, que se encontraba entre los mejores títulos del momento;  otros críticos, en cambio, vieron en su mensaje una lección de vida algo engañosa.

Sea como sea, Ida Elisabeth es uno de esos textos que no dejan inmune a nadie, sea éste o no del agrado del lector. No podía ser de otro modo firmando la obra Sigrid Undset (1882-1949), una de las autoras más importantes e interesantes de la primera mitad del siglo XX, y una de las pocas mujeres que han sido galardonadas con el Premio Nobel de Literatura, honor que se le concedió en 1928.

Fuente: Ediciones Encuentro

Pese a la calidad del conjunto de su obra, esta magnífica escritora es conocida principalmente por sus novelas históricas ubicadas en la Noruega de la Edad Media, destacando Cristina, Hija de Lavrans -trilogía publicada entre 1920 y 1922-, que está considerada una de las mejores obras del género de todos los tiempos, ocupando para muchos el primer lugar. No obstante, como decía, el resto de su narrativa no le va a la zaga, y entre sus variados trabajos (Undset escribió biografías, tradujo obras clásicas de la literatura nórdica, y escribió ensayos sobre literatura británica, entre otras cosas)  también podemos disfrutar de obras de un vívido realismo dedicadas a retratar la cotidianidad de la vida en su Noruega natal. 

Así es Ida Elisabeth, una obra publicada cuando Sigrid Undset ya había recibido el Nobel, era una escritora aclamada a nivel internacional, y su vida espiritual había experimentado un gran cambio: se había convertido al catolicismo en la década de 1920. La escritora había sido bautizada en la fe luterana cuando nació, recibió una educación laica en la infancia, y después de haber vivido como agnóstica gran parte de su juventud, decidió buscar horizontes espirituales que respondieran sus preguntas. Undset, como gran parte de su generación, se vio afectada por los horrores que dejó a su paso la Primera Guerra Mundial.

Como iba diciendo, la historia de Ida Elisabeth, al igual que la mayoría de sus mejores obras, centra su atención en los sucesos cotidianos de la existencia de una mujer, con todo lo que eso conlleva. Es decir, los claroscuros que se presentan frecuentemente a lo largo de la vida femenina: enamoramientos, desengaños del corazón, embarazos, abortos, la maternidad, el desamor... La autora cuyo pensamiento literario intentó siempre alejarse de todo romanticismo, a través de las experiencias de su heroína Ida Elisabeth, consiguió construir una obra enorme, elocuente y admirable, a nivel estructural y estilístico, en la que volcó  una visión profunda del significado de la vida. Y, al mismo tiempo, consiguió reflejar con un realismo palpable y gran honestidad las relaciones entre hombres y mujeres. 

Realmente no era la primera vez que Undset introducía temas de este calado en una de sus obras, ya lo había hecho en 1911 en la polémica y modernísima Jenny (19911), y también se pueden visualizar en Cristina, hija de Lavrans (1920-1922), aunque éste sea un texto de muy distinto calado. Sin embargo, en el momento de redactar Ida Elisabeth, la escritora gozaba ya de una madurez que supo plasmar con eficacia en el tono de su obra. Y esto puede visualizarse especialmente en la evolución que experimenta su heroína, quien recorrerá a lo largo de la historia un duro y arduo camino de aprendizaje.

Fuente: Editorial Espinas

Comentaba líneas arriba, que el planteamiento de la obra es una de sus virtudes. Y ello lo podemos adivinar desde el mismo comienzo de la novela, en cuanto vislumbramos el interés que guarda su principio argumental. Me refiero a cuando Ida Elisabeth descubre el error que ha cometido al casarse con Frithjof, el joven al que se une vagamente enamorada, en un intento de redimirse de otra “equivocación” anterior. Cuando la protagonista tiene claro qué clase de individuo es el hombre con el que se ha casado, y comienza a ver los resultados de tan desacertado desliz, se desencadenan en su interior una serie de monólogos internos, serios, profundos y conmovedores, y ese flujo de conciencia cala inexorablemente en el lector. Sus pensamientos más íntimos al descubrir que su pareja es como un niño que jamás madurará, la impotencia que experimenta al comprender que sobre sus hombros se cierne toda la responsabilidad de alimentar y educar a sus hijos, los sentimientos que se desatan en su interior al adivinar que va a ser madre una vez más, la rabia que le sobreviene cuando ve que su familia política se aprovecha de ella una, otra y otra vez… Y todo ello, mientras su pareja disfruta de la vida como un adolescente sin tener remordimientos por sus viles actos, incluso se miente a sí mismo, demostrando con ello sus carencias emocionales y una falta de juicio total. La soledad y angustia que siente Ida Elisabeth es abrumadora, y es tan contagiosa, que el lector la puede saborear. La formidable pluma de la escritora denota su eficacia en todo momento.

Con todo y con ello, la historia es tan interesante que no se puede ni se debe abandonar, porque sólo estamos al comienzo de la misma. Lo mejor está por llegar.

En este punto, me parece interesante comentar la profundidad psicológica con la que Sigrid Undset perfiló a los personajes, una galería de figuras interesante y muy singular. Comenzando por la protagonista Ida Elisabeth, una mujer con los defectos inherentes al ser humano, pero de gran carisma a todos los niveles. Ésta, como todas las heroínas que construyó Undset a lo largo de su carrera, guarda un sinfín de similitudes con la propia escritora. Desde paralelismos biográficos, hasta inquietudes intelectuales y espirituales.

Sigrid Undset en su juventud
Fuente: Wkipedia//serina.wordpress.com

Por ello, merece la pena hacer un breve resumen sobre determinados aspectos de su trayectoria. A saber, Sigrid Undset no lo tuvo nada fácil desde muy temprana edad. Y, aunque nació en un entorno próspero y feliz –fue hija de un eminente arqueólogo que le proporcionó un buen hogar–, al fallecer éste muy joven, dejó a su familia económicamente en la ruina. Por ese motivo, la escritora abandonó sus sueños de dedicarse a la pintura siendo adolescente, y tuvo que buscar un trabajo como secretaria en una empresa para contribuir con su sueldo a mantener a los suyos. No obstante, demostró desde ese mismo momento un talante admirable no amilanándose ante los obstáculos y buscando la manera de florecer. Encontró su camino en la literatura, y aunque sus primeros intentos de publicar no obtuvieron recompensa, siguió trabajando hasta conseguir prosperar.

En otro sentido, su vida personal también fue compleja, se enamoró de un hombre casado y su relación fue muy complicada hasta que él se divorció de su primera mujer. Una vez casada con él en 1912, continuó con su carrera literaria, fue madre por tres veces, y también se hizo cargo de los hijos del primer matrimonio de su esposo; y he de señalar, que tanto uno de sus propios vástagos (su hija) como otro de los que aportó su esposo al núcleo familiar eran disminuídos psíquicos. Sin embargo, ella se ocupó de todos ellos con apego maternal. Tampoco se amilanó cuando se divorció de su marido mientras ella esperaba la llegada de su último hijo. Dió a luz en solitario y, más tarde, se esforzó por construir para sus hijos un hogar feliz: Bjerkebæk, donde hoy se ubica la casa museo dedicada a la escritora.

¿Verdad que resulta interesante su perfil? Por ello, invito a mis lectores a bucear en la vida de esta simpar escritora para comprender mejor los motores de su narrativa, y conocer el carácter de esta mujer excepcional, que mostró un carácter combativo y muy humano hasta el final de sus días. De hecho, en la década de 1930, con el ascenso del partido nazi en Alemania, comenzó a denunciar el peligro que se cernía sobre el conjunto de la sociedad. Y cuando Finlandia fue finalmente invadida por orden de Stalin (1939), hizo derretir la medalla de oro que le dieron con el Premio Nobel para colaborar en su liberación. Todo esto puso en grave riesgo su vida durante la Segunda Guerra Mundial, pero esta es otra historia que algún día contaré.

Undset trabajando en su casa de Bjerkebæk (Fuente: Wikipedia/maihaugen.no)

Como iba diciendo, el personaje de Ida Elisabeth, de alguna manera, puede considerarse el alter ego de la escritora, quien vivió en ciertos momentos una crisis espiritual comparable a la de su protagonista. Por ello, resultan completamente creíbles y muy cercanas sus reflexiones. Éstas tratan temáticas como los errores de juventud, las cuestiones inherentes al matrimonio, los miedos que surgen y las responsabilidades que se adquieren con la maternidad, o los sueños románticos e intelectuales que acompañan a una mujer durante toda la vida. Y, como trasfondo de todo ello, varias cuestiones trascendentes de carácter moral: ¿Debe una persona emocionalmente sana hacerse cargo de quienes no lo son, aunque estos se aprovechen continuamente? ¿Debe una mujer priorizar la maternidad por encima de todo, incluso poniendo en riesgo su bienestar? ¿Tienen el hombre y la mujer el mismo papel en la educación y en el cuidado de los hijos? ¿Es justo que los hijos hereden la carga de los errores cometidos por sus padres? Y como éstas preguntas, un montón de cuestiones más.

Y este debate que Ida Elisabeth mantiene, a veces consigo misma y otras con algún otro personaje, da como fruto unas conclusiones que le han valido a la novela ser considerada como un texto influido por la moral católica. 

Sea así o no, como comenté al comienzo de la reseña, lo cierto es que Sigrid Undset, después de la Primera Guerra Mundial, experimentó un proceso de conversión espiritual (durante este periodo, mantuvo un vivo contacto y tradujo muchas obras de G. K. Chesterton, escritor británico conocido, entre otras cosas, por haber dejado la Iglesia de Inglaterra y adoptar la fe católica), y éste, de alguna forma, se vio reflejado en sus obras. 

Así lo vemos en Ida Elisabeth, un texto repleto de cuestiones que invitan al lector a reflexionar sobre temas actuales de carácter universal. Y, como fondo la belleza del paisaje nórdico. Éste es otro de los puntos fuertes de la novela, su fantástica y bucólica ambientación atmosférica.

Edición en noruego de e-artnow
Fuente: Amazon UK
He llegado hasta aquí y tan sólo he hablado del personaje principal de la novela. La figura de Ida Elisabeth es tan apasionante pese a toda su complejidad, que podría seguir hablando de ella mucho más. Sin embargo, el texto contiene una nutrida galería de personajes que son también enormemente interesantes. Comenzando por Frithjof, el inmaduro, cansino y egoísta marido de la protagonista; siguiendo por los padres de éste, una pareja aparentemente buena e inocente, que está tan fuera de la realidad como el propio Frithjof; y continuando por las hermanas de éste, que son un trío de corruptos clichés femeninos, víctimas de una defectuosa educación. 

En sentido opuesto, tenemos al doctor Sommervøld y al abogado Tryggve Torvald, dos caballeros importantes en la vida de la protagonista que, por razones de spoiler, no puedo explicar. Estos, entre otros aspectos, adoptan el papel de Pepito Grillo dentro de la novela, y en ellos se mira Ida Elisabeth como en un espejo, para intentar hallar aquello que está buscando, ¿será quizá el amor? Evidentemente, estamos ante una novela de crecimiento o maduración.

Para finalizar, aunque por esta novela transita algún que otro personaje más, quiero mencionar a dos de los hijos de Ida Elisabeth. Me refiero a Karlemann, un niño inteligente, carismático y amable, aunque algo extraño en sociedad, y al pequeño Tryggve, el polo opuesto de su hermano, que por aspecto y comportamiento se parece a su progenitor. Ambos retoños son el orgullo y la bandera que defiende Ida Elisabeth, y en ellos, tras un largo camino, encontrará la ansiada redención.

Y hasta aquí puedo contar de Ida Elisabeth, una novela tan emocionante como incómoda, tan apasionante como beligerante. Amor, desdichas, pequeños espacios de luz…Y, por encima de todo, la maternidad como un camino hacia la plenitud de la vida.

Dicen que Sigrid Undset era feminista, aunque sus ideas eran diametralmente opuestas a las que defendían las correligionarias de su tiempo, con las que hubo alguna fricción. Si esto es justo o no, ahora le toca reflexionar al lector.


<Las verdades se convierten en dogmas desde el momento en que comienzan a ser discutidas.> Gilbert Keith Chesterton (1874-1936)


Undine von Reinecke ♪


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La autora por la Editorial

Sigrid Undset (1882-1949) es una de las grandes mujeres y novelistas europeas del siglo XX. En 1928, con 46 años de edad, el Premio Nobel de Literatura llamó a la puerta de esta escritora noruega por la enorme fuerza literaria y moral de sus novelas históricas. Unos años antes, en 1924, se convirtió al cristianismo y fue recibida en la Iglesia católica. Escribió Ida Elisabeth en 1932.


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