RESEÑA: BELINDA, MARIA EDGEWORTH

Fuente: Undine von Reinecke


Ficha Técnica:

Título: Belinda

Editorial: Libros de Seda

Traducción: Noemí Jiménez Furquet

ISBN: 978-84-17626-48-8

Nº de páginas: 480

Género: clásicos

P.V.P.: 19,95 €

Sinopsis de la Editorial:

Después de casar a media docena de sobrinas con caballeros de gran fortuna, la señora Stanhope quiere asegurarle el mejor futuro a la última de ellas, Belinda, y nadie más adecuado para introducirla en la alta sociedad que su amiga lady Delacour, la mujer más frívola e influyente de todo Londres. De su mano, la joven se sumerge en un mundo deslumbrante, en el que brilla con luz propia el encantador Clarence Hervey, aunque las fiestas y los devaneos ocultan secretos y tragedias, y las amistades más deslumbrantes esconden intereses ocultos.

En medio de la agitada vida de finales del siglo XVIII, Belinda deberá escuchar a su mente y a su corazón, tomar decisiones arriesgadas y descubrir su propio camino.


Propuesta musical para este libro:

Charles Sackville (1711-1769) fue un poeta y cortesano inglés del siglo XVIII. Su contribución al mundo de las artes y las letras como mecenas durante el reinado de Carlos II fue notable, y ayudó a la expansión de la literatura durante el periodo de la Restauración. La pieza musical que estáis escuchando iba acompañada por un poema de su autoría, fechado en 1737.  Se hace referencia a esta obra en Belinda, en una escena protagonizada por lord y lady Delacour.


Lo que Undine opina del libro:


<No creo en la casualidad ni en la necesidad; mi voluntad es el destino.> John Milton


Es curioso cómo a veces encontramos el camino que determina nuestro destino. En mi caso particular éste parece regirse siempre por la misma constante: Jane Austen. Mis lectores antiguos conocen muy bien que a ella debo mi afinidad hacia la cultura inglesa y que, a causa de ello, mi biblioteca se nutre en mayor medida de las obras surgidas en aquellas tierras.
Jane Austen, C. Auten(1810)
Fuente: Wikipedia
Hace ya más de dos décadas que finalicé la última de las novelas que escribiera la venerada escritora inglesa y, desde aquel momento, gran parte de mi ocio, viajes e investigaciones literarias y culturales han girado en relación a su vida y obra. Cada artículo, ensayo o biografía que he encontrado escrito sobre ella ha sido siempre de sumo interés para mí. Y en eso estaba yo hace algunos años, más de los que quisiera admitir, cuando leyendo acerca de los autores contemporáneos que admiraban o criticaban a Jane, me topé con el nombre de Maria Edgeworth. El texto que tenía entre manos comentaba la fascinación que Austen sentía por esta escritora angloirlandesa, a la que admiraba de tal modo que incluso le envió un texto de su autoría para que le diera su opinión. Pero como pasa muchas veces en estos casos, el sentimiento de empatía no era recíproco y el documento fue devuelto a Jane sin haber sido leído. Mi asombro e indignación fueron tremendos, ¡¿cómo podía ser que una escritora de la que nunca había oído hablar mostrara tal desprecio por una autora que hoy es reeditada una y otra vez?! Ésta no sería la única impresión fuerte que me llevaría porque, al interesarme más por la figura de Maria Edgeworth, descubrí que en tiempos de las dos autoras ella fue la más famosa y exitosa de las dos. Su prestigio como ensayista y escritora de libros ejemplares era indiscutible y sus publicaciones no dejaban de reeditarse una y otra vez. Tal circunstancia motivó mi curiosidad por conocer su obra, y comencé a buscar todos los títulos que se hubieran publicado en nuestro idioma. Tristemente pude comprobar que, pese a la gran reputación que avala a Maria Edgeworth, en España tan sólo había disponibles dos de sus obras. Se trataba de El absentista, publicada en 2000 por Alba Editorial, y de El castillo de Rackrent, esta vez editada en 2004 por Littera Books, ambos dedicados a los temas angloirlandeses. Rápidamente me hice con ellos y los devoré con gran deleite. Su lectura consiguió transportarme a ese lugar común del que disfrutamos todos los lectores de clásicos y, cómo no, también los austenitas. Pese a la excelencia de estas dos obras, el mercado literario no nos trajo un nuevo Edgeworth hasta 2015. Pero la demora valió la pena, porque se trataba de Ennui, una novela publicada por Ático de libros, erudita y notable, que confirmó mis primeras impresiones sobre su autora. Pero lo mejor aún estaba por venir, porque hace algunos meses Libros de Seda anunciaba la inminente publicación de Belinda, una de las más polémicas y aclamadas obras de Maria Edgeworth. Después de un verano de incertidumbre deseando leer este título, hoy presento ante mis lectores la reseña de esta magnífica obra que se muestra ante el público español en una cuidada edición, basada en la original de 1801, y con la estupenda traducción de Noemí Jiménez Furquet.


Belinda Comienza así:


< Advertencia

Todo autor tiene derecho a llamar a su obra como considere apropiado. El público, asimismo, tiene derecho a aceptar o rechazar la clasificación que se le presente.

La siguiente obra se ofrece al público en forma de “cuento moral”, pues la autora no desea considerarla una novela. Si todas las novelas fueran como las de madame de Crousaz, la señora Inchbald, la señorita Burney o el doctor Moore, la autora adoptaría gustosa tal nombre, pero tantos disparates, errores y vicios se difunden en los libros denominados “novelas” que espera que su deseo de darle otro nombre a este se atribuirá a sentimientos loables y no a un exceso de escrúpulo.>


No cabe duda que en estas palabras de advertencia que salen de la pluma de la propia autora habitan los prejuicios que llevaron a Maria Edgeworth a criticar la narrativa de Jane Austen. Pese a ello, en Belinda encontramos una apasionante aventura, propia de los mejores títulos del género en cuestión.

Retrato de Lady Bamfylde, J. Reynols (1778)
Fuente: Wikipedia

Belinda cuenta la historia de la señorita Portman, una joven que ha cumplido la mayoría de edad entre las diversiones de la ciudad de Bath y que, debido a esto es enviada a Londres a buscar marido con urgencia. Para ello, su tía, la señora Stanhope, que es una casamentera sin parangón, decide mandar a la muchacha junto a una amiga de confianza, la famosa Lady Delacour, una dama muy bien relacionada que dicta las normas de conducta en los frívolos salones londinenses. La tía Stanhope confía en que Belinda sea introducida y guiada en sociedad por una experta, y de este modo, pueda moverse entre la flor y nata de la société. Pero al poco de llegar y tras disfrutar de los placeres aristocráticos de la gran ciudad junto a su mundana anfitriona, Belinda Portman comprende que, pese a su gran belleza y esmerada educación, le precede la detestable fama de cazafortunas entre los solteros de alta cuna. La joven, que dista mucho de tenerse por tal, no está dispuesta a ser motivo de escarnio entre los caballeros, y desde ese momento decide eludir todo tipo de galanterías y peligros que la puedan conducir a un matrimonio fracasado. Especialmente evita las atenciones de Clarence Hervey, un caballero bien parecido y elegante, gran favorito de Lady Delacour, que demuestra una contradictoria atracción hacia la muchacha. No obstante, la aparente vacuidad del galán y los dobleces de su comportamiento ponen a la defensiva a Belinda que, sin prestar atención a los consejos de su protectora, decide seguir sus propios instintos. Pese a ello, la amistad entre la joven y su tutora se estrecha vivamente, hasta que un día un terrible malentendido entre las dos damas provoca su distanciamiento, con la consecuente huída de la joven de la casa de Lady Delacour. Esta situación dará lugar a una serie de acontecimientos y equívocos encadenados, de mayor y menor magnitud, que pondrán a prueba la valía moral de Belinda y su capacidad para progresar en medio de la licenciosa alta sociedad londinense. ¿Será capaz de sobrevivir entre tanto engaño y disipación? ¿Reconocerá el valor de la buena amistad? Y, lo que es más importante, ¿distinguirá el verdadero amor cuando por fin aparezca?

Belinda. Ilustración de 1850
Fuente: RegencyHistory.net

Belinda es un emocionante, interesante y cautivador “cuento moral” que fue publicado en 1801 en tres volúmenes por Joseph Johnson (1738-1809), un importante editor londinense, que tuvo gran éxito durante el siglo XVIII. La publicación del libro fue polémica desde el mismo momento en que vio la luz, especialmente por aparecer en medio de la trama un matrimonio interracial. Hasta tal punto tuvo repercusión la introducción de este motivo en la obra, que en la reedición de 1810 Maria Edgeworth se vio obligada a hacer algunos cambios en la historia para sosegar los escrúpulos racistas y de decoro que habitaban en la educación inglesa. Recordemos que en 1807 se había firmado en el Reino Unido el Acta del Comercio de Esclavos, por el que quedaba prohibida la venta de personas. Pese a ello, la esclavitud no fue erradicada completamente en los territorios del Reino Unido hasta 1833, momento en el que se firmó la Slavery Abolition Act. Los prejuicios raciales estaban muy arraigados en la sociedad inglesa y los matrimonios de esta índole eran del todo inimaginables. Afortunadamente, la valiente intención de la escritora, crítica con la esclavitud, ha llegado hoy hasta nosotros, ya que, como mencioné al comienzo de la reseña, la edición que nos presenta Libros de Seda es la original de 1801, donde podemos encontrar el texto íntegro y sin retocar.  

Pese a que Belinda se publicó cuando comenzaba el siglo XIX, momento en el que se anunciaban grandes cambios estilísticos en la narrativa, Maria Edgeworth se acoge en gran parte al método moralista y filosófico del siglo de las luces. En su obra se adivina la trascendencia de grandes autores europeos del XVIII como el de el inglés Samuel Richardson, famoso por obras como Pamela o Clarisa; también se deja ver la pluma del francés Pierre Choderlos de Laclos, cuya novela epistolar Las amistades peligrosas (1782) denota un gran ascendiente sobre Belinda; del mismo modo encontramos similitudes con el carácter que mostraba Madame de Staël, una de las más reputadas e influyentes literatas de la ilustración, que con su estilo erudito y de corte feminista revolucionó el mundo político e intelectual europeo; Maria Edgeworth la emula en su vertiente ensayística, y ofrece en Belinda una crítica encubierta, tan audaz como progresista, sobre las ideas de Rousseau acerca de la educación para la mujer. A todo lo anterior hay que añadir el influjo de la más reputada tradición literaria y filosófica inglesa de todos los tiempos, representada en muchos pasajes por el espíritu de Shakespeare, John Milton o el Dr. Johnson. En este punto quiero hacer un inciso para elogiar la exquisita labor de Noemí Jiménez Furquet, la traductora de Belinda, que gracias a sus elaborados pie de página los lectores menos habituados a leer estos clásicos podrán comprender y degustar el libro con el mayor placer y entendimiento. Aunque realmente para disfrutar de esta gran obra no hace falta más que disponibilidad de tiempo, porque pese a la gran erudición que emanan de esas casi quinientas páginas, Belinda resulta un gratificante y edificante entretenimiento. En gran parte es debido a la dinámica con la que la autora plantea la novela, entremezclando pasajes de acción, con documentos epistolares y diálogos cáusticos que, muy lejos de dispersar la atención del lector, aumentan su interés por lo que está sucediendo en todos los puntos de interés del libro, llevándolo de la mano hasta la conclusión final. La impresionante capacidad intelectual de Maria Edgerworth y su elocuencia para transmitirla en su discurso es impresionante.

Ilustración de Letters of M. Edgeworth (1895)
Fuente: RegencyHistory.net

Maria Edgeworth hace un alarde de destreza narrativa tal que, pese a su empeño en distinguirse del género novelesco, el lector habituado a leer novelas puede no advertir las diferencias. De cómo lo consigue habría que escribir un ensayo, pero para que mis lectores se hagan una idea, podemos decir que la autora conjuga en el libro una trama principal potente, donde se explica las circunstancias e intereses de la heroína protagonista y la problemática que envuelve a su protectora, la interesante y frívola Lady Delacour, a la que añade una serie de subtramas, tan impactantes o más como la línea argumental central, en la que se dan cita una galería de personajes, algunos peculiares otros escandalosos, que imprimen atractivo al texto. Por él aparecen damas perversas disfrazadas de caballeros, petimetres edulcorados, damiselas románticas al estilo Walter Scott, galanes atractivos de novela, pícaros redomados... Hasta doncellas de servicio entrometidas, que ponen en un brete a su señora. Es sorprendente que de entre todos ellos el personaje central que da título al libro sea el menos interesante, pese a sus múltiples virtudes. Ello es debido a que la autora otorga a Belinda una personalidad anodina, muy parecida a la que posee la Fanny Price de Jane Austen, en Mansfield Park, con el fin de utilizar la vara moral de medir. En el fondo, y pese a la insistencia de Edgeworth en distinguirse de escritoras como la la gran autora de regencia, la diferencia que existía entre ellas no era tan grande, y reside principalmente en ese carácter afín al siglo XVIII que guarda el estilo de la escritora angloirlandesa.

Belinda, edición 1896
Fuente: RegencyHistory.net

Esto me lleva a comentar la trascendencia que Belinda tuvo en la producción de Jane Austen. En esta edición que nos presenta Libros de Seda se nos recuerda que Jane habló de Belinda en La Abadía de Northanger, y adjunta el pasaje de la novela dónde elogió su relevancia. Sin duda ésta es una muestra evidente de la profunda admiración de la gran escritora hacia Maria Edgeworth, pero los grandes conocedores de las novelas de Austen podrán identificar muchos más, principalmente esa mirada crítica e inteligente, capaz de analizar sin esfuerzo las debilidades humanas con ironía y elegancia. También podrán distinguir el interés que comparten ambas literatas por destapar la precaria situación de la mujer frente a la sociedad, un motivo que nos muestra Austen crudamente en Sentido y sensibilidad, tanto como lo hace Edgeworth en Belinda, como también esa cruenta lucha que mantienen corazón y razón. Y aludiendo a las pasiones terrenales, las dos autoras comparten un mismo savoir faire en relación al planteamiento de sus personajes y las uniones románticas entre estos. Identificar en Belinda momentos similares y grandiosos como el que aparece en Persuasión cuando Anne Eliot discute con un amigo del capitán Wentworth sobre la constancia en el amor es un auténtico deleite, y como este episodio existen muchos más, pero dejo a mis lectores que se zambullan en la lectura de Belinda y que disfruten descubriéndolos.

Y hasta aquí llega mi reseña de hoy, una de las más comprometidas de todo el año, por tratarse de un gran título de las letras inglesas. Pese a todo, he disfrutado compartiendo las virtudes de Belinda que, como toda obra de importancia, lo contiene todo. Amistad, política, religión, solidaridad, artes, humor, crítica social…amor, todas las pasiones humanas que dominan el mundo habitan en ella. ¿No es eso la inmortalidad?


<He aquí un buen criterio para medir al genio: observad si progresa o sólo da vueltas sobre sí mismo.> Samuel Taylor Coleridge


Undine von Reinecke ♪


La autora por la Editorial:

Maria Edgeworth (1768-1849) fue una escritora angloirlandesa. La segunda de veintidós hermanos (su padre se casó cuatro veces), recibió una educación liberal y fue una mujer muy comprometida con asuntos sociales como el racismo, las hambrunas que asolaron Irlanda, el injusto sistema de arrendamientos establecido en el país o la educación de la mujer, de la que su padre fue siempre firme partidario. Escribió diversos ensayos, cuentos para niños y novelas. Muy popular en su época, fue una de las autoras favoritas de Jane Austen, que incluso llegó a mencionarla en sus obras. Entre sus novelas, que siempre tenían un propósito moral, destacan El castillo de Rackrent (1800), Belinda (1801) o Ennui (1809).


Comentarios

  1. Hola,
    no conocía la novela y me ha gustado lo que nos cuentas así que la voy a apuntar por si acaso tengo un hueco para ella.
    Un beso, guapa

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    1. Buenos días, Eyra:
      Si te gusta leer clásicos haces bien en apuntar esta obra y a su autora. A mí me fascina su narrativa y todo lo que subyace en sus textos. Por otro lado, el trabajo de edición en Belinda es excelente y se disfruta muchísimo con su lectura.
      Un abrazo y gracias por la visita!!

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  2. Buenos días Undine!. Como tú yo también conocí a Maria Edgeworth por Jane Austen, aunque hasta ahora sólo he leído El absentista. La novela que traes hoy me llama la atención, por la autora y los temas que trata. En algunos momentos y por lo que cuentas me recuerda a Etelvina de Francés Burney, aunque mi impresión igual es errónea porque hace tiempo que la leí. Estupenda reseña como siempre!. Un abrazo.

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    1. Buenos días, Mar:
      Sin duda, Evelina guarda alguna similitud conceptual con Belinda. Ya ves que Maria Edgeworth cita a Burney en su nota al texto que incluyo en la reseña. Pero son dos obras que tienen cada una de ellas sello propio. Aunque ambas maravillosas. Sin embargo, creo que en Belinda se distingue ya la evolución temporal de la narrativa y de la sociedad. Ya me contarás si estás de acuerdo con mis palabras cuando la leas.
      Un abrazo y gracias por la visita!!

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  3. Querida Undine:
    Pues mira que no soy yo fan aférrima de Austen pero me ha dado pena que Maria la tratara con esa soberbia. ¿Tantos manuscritos recibía? Claro que luego la vida le pagó a su manera, todo el mundo incluso los que no leen, la conocen, no se puede decir lo mismo de Mary.
    En fin. En cuanto al libro, la última vez que leí del género fue en mis viajes a UK. Me saca recuerdos. Pero de vez en cuando me gusta entretenerme con estos tejemanejes. Y el verdadero amor yo creo que sí se distingue, el caso es que llegue o no.
    Besitos y ¡¡feliz semana!!

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    1. Buenos días, Norah:
      No creo que Edgeworth recibiera tantos manuscritos, el tema iba más por otros derroteros. Creo que consideraba a Austen la típica escritora de "novelitas" para damas. En el fondo creo que era más un tema de cambio generacional. Con respecto al libro, creo que te agradaría su espíritu. Ya me dirás si eso es así.
      Un besote y mil gracias por leerme con tanto cariño!!

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  4. Hola Undine, pues parece una novela muy interesante y recomendable. Siempre es un placer acercarse por tu casa y encontrar estas lecturas.
    Un besazo

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    1. ¡Muchas gracias, Nitocris!
      Belinda es un título a tener muy en cuenta por quienes admiran la narrativa del siglo XVIII y XIX inglés. Es una obra muy potente al tiempo que emocionante y subyugadora. Espero que te agrade si decides leerla.
      Un abrazo y gracias por la visita!!

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  5. Hola, pues me llama mucho la novela que nos traes hoy, voy a investiga sobre ella. Mil gracias

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    1. Buenos días, Jani:
      Espero que lo que encuentres sobre Belinda coincida con mis palabras y te animes a leer estamagníca obra.
      Un saludo.

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  6. Holaa!! Este también suena bastante bien y me ha llamado la atención, así que uno más a la lista. Gracias por tu reseña.

    Blessings!!

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    1. ¡Qué estupendo que te agrade, BookLover!
      Espero que disfrutes de su lectura.
      Un saludo.

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  7. Qué pena que la admiración no fuera mutua. Pues no conocía a esta autora, así que me llevo bien apuntado esta novela, que pinta muy bien. Y disfrutando de tu propuesta musical!
    Besotes!!!

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    1. Buenos días, Margari:
      Yo creo que lo que ocurría entre Edgeworth y Austen es propio del cambio generacional. Si nuestra Jane hubiera vivido más años es posible que la autora angloirlandesa hubiera cambiado de opinión con respecto a ella.
      Un abrazo, y mil gracias por visitarme!!

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  8. Vaya, pues sí que empezamos bien: rechaza a Jane Austen. Ella se lo perdió. Quizás sea por ese rechazo el que la novela empieze en Bath -al leer el nombre de esta población me acordé ipso facto de La abadía de Northanger. Pese a este rechazo de la autora de Belinda, tomo buena nota de esta novela, porque me resultó muy interesante todo lo que nos comentas tanto sobre la trama principal como sobre las subtramas que la complementan. Un clásico a tener muy en cuenta, en el que me llama mucho la atención el que haya un matrimonio interracial, con el consiguiente escándalo que comentas. Besos.

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    1. Buenos días, Paco:
      La obra de Austen está plagada de momentos que recuerdan la obra de Edgeworth. No son iguales, porque cada autora tenía personalidad propia, pero sin duda se distinguen y emocionan. Te animo a que conozcas Belinda, un lector como tú disfrutará seguro de este clásico tan estupendo.
      Un abrazo y gracias por la visita!!

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  9. ¡Hola! Hace tiempo que no leo un buen clásico y creo que este puede valer la pena así que lo anoto a mi lista de posibles. Un besote :)

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    1. Buenos días, Marya:
      Conociendo tus lecturas, estoy segura que este clásico será de tu agrado. Ya me contarás si finalmente te animas a leer Belinda.
      Un abrazo y gracias por la visita!!

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  10. La abadía de Northanger ha sido la última novela de Austen que me quedaba por leer y lo hice hace unos meses. Me acuerdo de la referencia a Belinda. Es un nombre que no se me olvida por la película (que nada tiene que ver) del mismo título que me gustó mucho de niña.
    No sé si es la novela que más me puede apetecer, pero tomo nota porque la comparación con Jane Austen puede ser interesante.
    Un beso.

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    1. Buenos días, Rosa:
      Yo te aseguro que si te gusta la narrativa de Austen la Edgeworth te agradará también. Esta obra en concreto recoge muchos de los temas que importaban a nuestra querida Jane y, sólo por eso ya es una lectura sugerente. Pero, además, encontrarás en esta autora un mundo intelectual y sociocultural donde perderte y en el que encontrar muchos temas de interés.
      Un abrazo y muchas gracias por leerme!!

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  11. Buenos días Undine!. Como tú yo también conocí a Maria Edgeworth por Jane Austen

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  12. Que curioso que Maria (yo ya me tomo confianza) fuera más famosa que Jane Austen en su época y en la actualidad muchos no hemos oído hablar ni de ella.
    Me ha gustado todo lo que comentas sobre la historia de Admiración (no reciproca) a Jane. Ahora quiero saber más de estas dos, pero a riesgo de que me quemen en la hoguera tengo que decir que no he leído nada de Jane Austen, no me acaba de gustar. Aun así es para mi casi una obligación y lo leeré y ahora Belinda sé apunta a la lista de libros que sé que tengo que leer porque además de que seguramente me gusten forman parte de nuestro imaginario colectivo.

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    1. Buenos días, Cova:
      Cada lector tiene sus admiraciones y gustos, con respecto a los autores y géneros de preferencia. Así como a mí no me parece bien que me juzguen por los míos, yo tampoco critico las afinidades literarias de otros. En mi opinión, lo importante es leer y disfrutar con ello mientras aprendemos.
      Un saludo y bienvenida a Lecturas de Undine!!

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  13. Pues ya estaba deseando leer "Belinda" desde que Noemí Jiménez anunció que la había traducido, pero después de tu entusiasta reseña todavía tengo más ganas. Solo sabía que Edgeworth había sido fuente de aprendizaje y admiración de Jane Austen, pero no sabía nada más al respecto. Me impresiona lo que comentas sobre su capacidad intelectual y su destreza narrativa para distanciarse del género novelesco de su época. Me ha encantado tu reseña. Besos.

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    1. Buenos días, Mónica:
      Sé muy bien que vas a disfrutar leyendo Belinda. Es un título destinado especialmente a quienes gustan leer buena literatura, esa que lo engloba todo. Claro está que se ajusta a su tiempo y no se puede esperar encontrar en ella el tipo de narrativa que gusta a ciertos lectores del siglo XXI. Pese a ello, la historia es apasionante, muy divertida y un placer para los sentidos.
      Un abrazo grande y muchas gracias por tu visita!!

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  14. Hola, Undine:
    No conocía la novela y tampoco a la autora aunque es posible que su nombre se haya cruzado alguna vez en alguna de mis lecturas. pero tampoco lo puedo asegurar porque aunque Jane Austen no me desagrada no soy acérrimo seguidor de ella.
    Lo que más me ha agradado de tu magnífica, entusiasta y más que interesante reseña es la relación que realizas entre la Edgeworth y la Austen, en especial cuando sitúas a la primera perfectamente contextualizada respecto a la literatura del momento o del inmediatamente anterior: Choderlos de Laclos, Mme de Stäel, Samuel Richardson, etc.
    Esta sucesión en el tiempo de los autores me parece especialmente interesante para observar la evolución de los temas en unos y otros. Especialmente me refiero a la consideración del papel y del destino de la mujer en la sociedad visto por unos u otros.
    Yo que desconocía la figura de María Edgeworth tomo buena nota de su nombre y de su obra para comparar debidamente el tratamiento que da a la mujer y así verlo en relación con el que le da Jane Austen, George Eliot y otros u otras autoras.
    Me encanta leer tus reseñas por el gran conocimiento que tienes de este período literario (XVIII y XIX) y por lo bien que cuentas, Undine.
    Un beso

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    1. Buenos días, Juan Carlos:
      Primeramente, muchas gracias por tus amables palabras que, viniendo de un lector tan serio como tú me halagan especialmente. Leer este título ha sido un placer auténtico, porque se trata de uno de esos libros especiales que pocas veces se ven en la actualidad editorial. Ahora las modas marcan otras tendencias. Aunque no seas lector de Jane Austen esta lectura podría encajarte, no por tus afinidades como lector, sino como persona ilustrada que disfruta aprendiendo con los libros. Así lo creo tras seguirte en tu blog y leer tus reseñas.
      Un saludo y muchas gracias por la visita!!

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  15. Madre mía, qué inquina hasta en los tiempos de Austen. Tiene buena pinta la novela de la que, como siempre, haces un análisis muy exhaustivo. Apuntada queda. Besos

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    1. Buenas tardes, Marisa:
      Muchas gracias por tus palabras. Lo cierto es que este título es de esas obras de las que te sientes orgullosa de su lectura. Y sí, la rivalidad entre escritores es atemporal.
      Un abrazo y gracias por la visita!!

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  16. Ya le había echado el ojo a la novela cuando la enseñaste en las redes. Y, leída tu reseña, me parece de lo más apetecible. Gracias por tan fantástica reseña y, sobre todo, por ponernos en antecedentes de todo lo que su publicación supuso
    Besos

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    1. ¡Muchísimas gracias a ti por leerme! Estoy segura que es una obra que puede agradarte si encuentras el momento adecuado para ponerte con ella (es larga :) En mi opinión, lo tiene todo: historia, atmósfera, divertimento, erudición... Una maravilla.
      Un abrazo grande y muchas gracias por la visita!!

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  17. Hola.
    Primera vez que oigo hablar de esta autora y me ha llamado la atención que en su época fuera más conocida que Jane Austen, hoy día diría que es todo lo contrario. Gracias por la reseña.
    Un saludo.

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    1. Buenas tardes, Samarkanda:
      Efectivamente, hoy por hoy Austen es mucho más famosa y, si no existiera la caducidad de los derechos de autor, sus herederos o descendiente se harían de oro. Así se escribe la historia...

      Un abrazo y feliz comienzo de semana!!

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