RESEÑA: EL PAPEL PINTADO DE AMARILLO, CHARLOTTE PERKINS GILMAN


Ficha Técnica

Editorial:Alpha Decay

Traducción: Montse Meneses Vilar

Fecha de publicación: 13/02/2023

Páginas: 96

Formato: Cartoné con solapas

Medidas: 14 x 21,2 cm

ISBN: 978-84-125777-5-4

Precio: 15,90€


Sinopsis de la Editorial

El papel pintado amarillo relata, en primera persona y a través de varias entradas de diario, el descenso a la locura de una mujer a quien se le prescribe la cura del reposo después de dar a luz. Aislada en una vieja finca colonial a la que ha ido a pasar el verano con su marido John, un médico de ética dudosa, la joven empieza a obsesionarse con los desconcertantes dibujos que se distinguen en las paredes de la habitación, pintadas de un color amarillo asfixiante.


Propuesta musical para este libro

Introduction: Hora novissima, tempora pessima sunt (Chorus), Horatio Parker

*Crédito de vídeo: Canal de YouTube Anna Soranno Tema

La obra que el lector está escuchando es el coro perteneciente a la introducción del Oratorio Hora novissima compuesto por el estadounidense Horatio Parker (1863-1919). Parker, que como la mayoría de sus compatriotas y colegas del mundo musical, completó su formación profesional en Europa, concretamente en Múnich, fue un compositor prolífico y sus obras estaban bajo la influencia estilística de maestros como Mendelssohn, Brahms, Wagner e, incluso, Elgar o Debussy. Está considerado el mejor músico estadounidense de su tiempo, y compaginó su faceta como compositor organista y director de coro con la de maestro, ejerciendo la docencia en la Universidad de Yale.

Con respecto al Oratorio Hora novissima, la obra está basada en el poema De contemptu mundi de Bernardo de Cluny (1040-1128) -monje cluniacense y arzobispo de Toledo (España)-, ha pasado a la historia como la pieza más importante del repertorio norteamericano de sus días, y es la composición por la que Parker es mayormente recordado.

He elegido el Oratorio Hora novissima para acompañar El papel pintado de amarillo, porque Horatio Parker y Charlotte Perkins Gilman fueron contemporáneos y, además, tanto la obra musical como el relato protagonista de la presente reseña fueron exitosos y el mayor exponente creativo de su género en los Estados Unidos en el momento de su aparición.


Lo que Undine opina del libro


<La aventura podrá ser loca, pero el aventurero ha de ser cuerdo.> Gilbert Keith Chesterton (1874-1936)


Hoy, miércoles 18 de septiembre de 2024, llego a Sacramento, actual etapa de mi viaje literario La vuelta al mundo en doce libros 2024👈, una aventura intelectual que pretende emular a Phileas Fogg, el gran héroe de la narrativa de Julio Verne.

La ciudad de Sacramento es la capital de California y, como tal, en ella se encuentran los poderes de gobierno del estado. Situada donde confluyen el río Sacramento y el río Americano, la metrópolis es una de las capitales estatales más pobladas de los Estados Unidos, y supone un gran núcleo cultural y económico para California.

La fundación de Sacramento se remonta al año 1848, y corrió de la mano del pionero suizo John Sutter, quien se hiciera famoso por haberse encontrado el primer yacimiento de oro en su rancho, comenzando con ello lo que se ha dado en llamar la fiebre del oro californiana. Si algunos de mis lectores tienen interés en conocer algo más sobre el tema, pueden leer la reseña de Cuentos del lejano Oeste👈del autor norteamericano Bret Harte, que publiqué en la primera edición del reto.

Sea como sea, antes de este acontecimiento socioeconómico de relevancia internacional, la zona que hoy conocemos como Sacramento estuvo habitada por grupos nativos, entre los que se encuentran los Nisenan o los Maidu y, a comienzos del siglo XIX, llegaron los españoles. Éstos, encabezados por el soldado de caballería Gabriel Moraga (1765 – 1823) inspeccionaron la zona y bautizaron el gran río que riega sus tierras como el Río del Santísimo Sacramento, en honor a la Eucaristía católica. De ahí devino el nombre de la ciudad.

John Sutter, Frank Buchser (1866. Fuente: Wikipedia alemana

Pese a su crecimiento exponencial gracias a la fiebre del oro y a la protección bajo el augurio de la fe cristiana, el desarrollo de Sacramento estuvo comprometido por diferentes calamidades. De hecho, poco después de su fundación oficial, la ciudad fue rebautizada como La ciudad del dique, porque las constantes inundaciones obligaron a las autoridades a construir elementos de contención. En otro sentido, la población disminuyó en años sucesivos, debido a la epidemia de cólera que asoló Sacramento en 1850 y por el grave incendio que en 1852 acabó con el ochenta por ciento de los edificios del área urbana. 

Sin embargo, y gracias a su privilegiada ubicación amparada por la Cordillera de Sierra Nevada, donde se encontraba la principal veta del anteriormente mencionado codiciado metal, Sacramento sería elegida como la nueva capital del estado de California y, durante las décadas de 1860 y 1870, su crecimiento y su preponderancia sobre otros centros neurálgicos se consolidaron. 

De aquellos días son algunas de sus joyas arquitectónicas, como su bellísimo Capitolio, edificado a imagen del nacional. No menos curiosa fue su relación en las comunicaciones nacionales, ya que fue designada por su trascendencia para acoger la terminal occidental del Pony Express que, como mis lectores conocerán gracias al cine y otras fuentes, fue un servicio de correos norteamericano, que utilizaba relevos de jinetes a caballo entre Missouri y California, hasta que la aparición del telégrafo en 1861 hizo innecesaria su función. Y, aunque sólo estuvo en funcionamiento diecinueve meses (desde abril de 1860 hasta noviembre de 1861), sigue siendo un capítulo legendario en la historia estadounidense. De hecho, su relevancia fue tal a la hora de facilitar las comunicaciones entre la costa este y oeste norteamericanas, que el carismático Mark Twain quiso dedicarle cierto protagonismo en su libro Roughing It.

Frank E. Webner, jinete del Pony Express
Fuente: Wikipedia

Y, justamente en el año que se fundó el Pony Express nacía una de las escritoras más sorprendentes que han dado las letras norteamericanas.

Me refiero a Charlotte Perkins Gilman (1860-1935), una mujer que impresionó al mundo con su atrevida, despampanante e inteligente narrativa. A este respecto, la escritora destacó especialmente por El papel pintado de amarillo, el relato protagonista de hoy. Mi edición pertenece a  la editorial Alpha Decay, que lo puso en el mercado editorial español con la traducción de Montse Meneses Vilar y la interesante introducción de la conocidísima escritora irlandesa Maggie O´Farrell, cuyo texto es una breve disertación acerca de lo que supuso para ella entrar en contacto con este audaz y potente relato durante sus años de adolescencia.

La edición que nos presenta Alpha Decay, además de ofrecernos El papel pintado de amarillo, también cuenta con otros tres relatos de significativo carácter, a saber: Cuando fui bruja, Si yo fuera un hombre y Transformada. Por otro lado, al final del libro se incluye un interesante artículo, firmado por la propia Charlotte Perkins Gilman en 1913, en el que la autora explica las razones que la llevaron a escribir el famoso relato que da título al ejemplar. Y puedo asegurar a mis lectores que todos y cada uno de los escritos que se adjuntan sorprenden por su audacia y singularidad.

En este punto de la reseña, habitualmente suelo incluir un breve resumen del argumento del libro en cuestión. Sin embargo, con respecto al texto que me ocupa hoy, como los relatos son tan breves, intentaré hacer un esbozo elemental de cada uno de ellos para no caer en el spoiler. Comencemos.

El papel pintado de amarillo narra las experiencias de una joven que, tras dar a luz a su primer hijo, es diagnosticada de una dolencia emocional. Acomodada en una elegante e inquietante mansión campestre durante el verano junto a su cuñada, su marido y el vástago de ambos, la dama es inducida a guardar reposo físico e intelectual y a seguir una estricta dieta alimenticia. Sin embargo, durante las semanas que dura su cura de salud, la enferma no se conformará con esta estricta disciplina, y se esconderá de sus familiares para escribir en su diario las perturbadoras señales que recibe del cuarto donde habita y de todas las cosas extrañas que suceden progresivamente a su alrededor.

Cubierta de una edición de 1901 (Fuente: Wikipedia)

El papel pintado de amarillo es un deslumbrante, potente y angustioso relato que fue publicado originalmente en enero de 1892 en la revista literaria The New England Magazine con el título The yellow wall paper. A Story. Está considerada como una de las obras pioneras y más importantes del feminismo literario norteamericano. No en vano, el relato ofrece un análisis espectacular de lo que hoy se conoce comúnmente como depresión postparto, y que en tiempos de la autora no se diagnosticaba correctamente, llevando a las mujeres afectadas a situaciones muy dolorosas y peligrosas, tanto física como emocionalmente. 

La autora, que experimentó en primera persona una situación de este calibre, y que se topó durante el proceso con un doctor en medicina erróneamente preparado, escribió El papel pintado de amarillo para denunciar las malas prácticas médicas que estaban de moda en su tiempo con respecto al cuidado de la mujer y, por otro lado, quiso que su relato sirviera de ayuda a otras mujeres, para que pudieran identificar lo que les estaba ocurriendo durante su convalecencia postparto y que consiguieran librarse de ese estigma de locura que frecuentemente se asociaba en aquellos días a ciertas problemáticas femeninas. 

Así nos lo cuenta Maggie O´Farrell en la interesante introducción del libro, y así lo corrobora el artículo que escribió la propia autora, donde también relata los positivos efectos que tuvo su narración en los días que se publicó, a destacar cómo repercutió en el doctor que trató a Charlotte Perkins Gilman... Es más, el alcance mediático que tuvo El papel pintado de amarillo es de esos acontecimientos que pueden suponer un acicate para aquellos individuos que dudan en alzar su voz cuando se topan con una injusticia.

Sea como sea, y dejando a un lado el contexto sociológico del texto, la relevancia de esta obra puede analizarse desde diferentes puntos de vista. Más allá de su evidente relevancia feminista y humana, por su detallado análisis del impacto psicosomático de una depresión postparto y los desatinos médicos que se realizaban, la obra denota grandes virtudes estilísticas. Desde mi punto de vista, la habilidad de la autora para capturar la atención del lector en su discurso es brillante, como fascinante es el crecimiento exponencial del misterio, la tensión y el horror que este finalmente experimentará. En otro sentido, la atmósfera que construyó Perkins Gilman es tan asfixiante, palpable y vivida, que este relato puede considerarse a la altura de los más grandes títulos del género gótico victoriano y eduardiano. De hecho, la crítica ha establecido paralelismos entre su heroína y personajes femeninos de las hermanas Brontë o Jean Rhys, entre otras autoras. 

Y no es extraño que así fuera, porque como ha venido ocurriendo a lo largo de la historia con las escritoras que han marcado un antes y un después, la personalidad de Charlotte Perkins Gilman y su estilo de vida poco ortodoxo, hicieron de ella un modelo a seguir por las generaciones de mujeres escritoras y feministas que la sucedieron. Y por ello fue incluida en el Salón femenino de la fama. 

Artículo de Gilman sobre feminismo publicado en el periódico.
 Atlanta Constitution (1916). Fuente: Wikipedia
Humanista, novelista, articulista, conferenciante, feminista utópica, su infancia transcurrió sin el amparo de una figura paterna, en la más completa pobreza y su educación fue errática, no recibiendo el cariño de su madre. Sin embargo, creció bajo la influencia de familiares que le sirvieron de modelo, entre ellos la sufragista Isabella Beecher Hooker, la escritora Harriet Beecher Stowe (autora de La cabaña del tío Tom) o la pedagoga Catharine Beecher. Mucho más de lo que otras mujeres podrían soñar. Por otro lado, desde pequeña dio muestras de una inteligencia fuera de lo común, pese a ser una mala estudiante. Con todo y con ello, siguió estudiando, se inscribió en  la Escuela de Diseño de Rhode Island, e incluso llegó a ser profesora y mentora de otros jóvenes artistas.

En 1884, Charlotte se casó con Charles Stetson, un artista con el que tuvo a su hija Katherine año y medio después de su enlace. La escritora, que era ya propensa a la depresión, comenzó a experimentar fuertes síntomas psicosomáticos debido a los cambios que produjeron en su forma de vida el matrimonio y la maternidad. Fue entonces cuando entró en contacto con los métodos curativos del doctor Silas Weir Mitchell, un neurólogo que desarrolló una peculiar cura de reposo, que se basaba en un régimen estricto de descanso físico e intelectual, en una dieta alimenticia absurda, y en la poca interacción social. La enfermedad de la escritora y el tratamiento al que fue sometida, como anticipaba líneas arriba, fue el origen de El papel pintado de amarillo. Y si mis lectores quieren saber cómo Charlotte Perkins Gilman afrontó la enfermedad y la superó, les animo a que lean este libro.

Tras esta etapa oscura de su vida, Gilman Perkins decidió trasladarse a California y, en 1888, se divorció de su marido. En lo personal mantuvo diferentes relaciones con algunas mujeres, y en el terreno profesional, comenzó la etapa más activista y prolífica como escritora de su vida, destacando su lucha en pro de la reforma social y el voto para la mujer. 

De todo ello dan fe los relatos que completan el libro protagonista de la reseña hoy. Tres relatos lúcidos, chispeantes, potentes y, aunque los temas que tienen por trasfondo sean serios, la lectura de todos resulta muy divertida. 

El primero de ellos se titula Cuando fui bruja, y narra lo que ocurre cuando se empiezan a cumplir los deseos de su protagonista. Se trata de una mujer que, irritada por lo que ocurre en su vida diaria y lo que acontece socialmente en los Estados Unidos, comienza a desear castigos para los culpables de tantos sinsabores.

La segunda narración lleva por título Si yo fuera un hombre y, desde mi punto de vista, puede ser el origen de algunas producciones cinematográficas, como Lo que piensan las mujeres, película protagonizada por Mel Gibson y Helen Hunt, aunque con un carácter muy distinto. Su principio argumental  narra el despertar de la conciencia en una mujer que sufre un cambio de papeles con su marido. Es decir, el espíritu de la dama adopta la apariencia del marido y, durante una jornada, vive la vida de su esposo. Sus conclusiones sobre lo que escucha y experimenta debieron ser muy intructivas para las damas de su tiempo.

El último texto se titula Transformada, y quizá sea el texto más emocional de los tres. La obra cuenta la historia de una mujer inteligente, profesora universitaria antes de su matrimonio, que es traicionada en su propia casa por su esposo. Lo original de este relato es la postura final que adopta la excelente mujer, tras aceptar el drama a tres bandas en el que se ve involucrada.

Y hasta aquí llega mi reseña de hoy. Ha sido refrescante y muy interesante entrar en contacto con la narrativa de Charlotte Perkins Gilman, una autora que sorprende por su originalidad y compromiso con un tema tan en boga y peliagudo como es el feminismo.

Decía Sigmund Freud que la gran pregunta que nunca había sido contestada y que él no había podido responder durante sus muchos años de investigación del alma femenina, es: ¿qué quiere una mujer? A mí me hubiera gustado conocer la respuesta de Charlotte Perkins Gilman frente a frente con el eminente doctor.


<Aspirar es privilegio de mujer.> Germaine de Staël (1766-1817)


Os espero el 16 de octubre en Atlanta (EEUU), próxima etapa de La vuelta al mundo en doce libros.



Undine von Reinecke ♪


La autora por la editorial

Fuente: Editorial Alppha Decay

Charlotte Perkins Gilman

Charlotte Perkins Gilman (1860-1935) fue una intelectual multidisciplinar, muy activa en la defensa de los derechos civiles de las mujeres entre finales del siglo XIX y mediados de la década de 1920. Su extensa obra comprende un gran número de trabajos teóricos y piezas literarias de diversos géneros: teatro, poesía, novela y relato. Parte de su ficción se desarrolla en un futuro utópico que ha dado pie a que sea reconocida como una de las primeras autoras cercanas al lenguaje de la ciencia-ficción. Su obra más conocida y emblemática es El papel pintado amarillo, un relato de inspiración autobiográfica que escribió después de una severa depresión posparto.


Comentarios

  1. ¡Hola! No me cabe duda de que me resultaría una gran lectura pero a mí me cuesta mucho leer relatos así que no creo que en esta ocasión vaya a animarme a darle una oportunidad. Un besote :)

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  2. ¡¡Buenos días, Undine!! Bienvenida de nuevo. Se te echaba de menos.
    No conocía a Charlotte Perkins Gilman, pero lo que cuentas de este libro de relatos, sobre todo el primero, me llama mucho la atención. También me ha gustado todo lo que nos enseñas acerca de Sacramento y ese Pony Express del que algo sabía (me suena el nombre), pero tampoco mucho.
    Hace ya varios años me sorprendí mucho al saber que las capitales los estados de Estados Unidos nunca eran las esperadas. Pensaba que de California sería Los Ángeles o San Francisco y cuando lo miré en Google me encontré con que era Sacramento. Empecé a mirar y pasa con todos los Estados. Anoto la novela.
    Ya casi has completado tu Vuelta al Mundo lo que quiere decir que nos hemos ventilado otro año...
    Un beso.

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