RESEÑA: EL JARDÍN SECRETO, FRANCES HODGSON BURNETT

Fuente: Undine von Reinecke

Ficha Técnica

Traductor/traductora: Montse Triviño

Colección: El jardín invisible

Número de la colección: 11

Número de edición: 1ª

Fecha de publicación: mayo del 2025

ISBN: 978-84-125794-9-9

Formato: 14,3 x 21,5

Páginas: 384

Encuadernación: Tapa dura

PVP: 21.00 €


Sinopsis de la Editorial

Tras perder a sus padres en la India a causa de una epidemia, Mary Lennox, una niña de nueve años malcriada e insoportable, viaja a Inglaterra para ir a vivir con su tío, Archibald Craven, que no muestra ningún tipo de interés por ella. Por si fuera poco, el nuevo hogar de Mary es una mansión perdida en medio de la nada, con más de cien habitaciones, la mayoría de ellas cerradas bajo llave. Solo la joven criada de la casa, una chica llamada Martha, parece dispuesta a perder el tiempo con Mary: le cuenta cosas sobre la casa, los campos que la rodean y un misterioso jardín cerrado desde hace años; tantos que ya nadie recuerda exactamente dónde está.


Propuesta musical para este libro


*Crédito del vídeo: Canal de YouTube Ty's OSTs

La pieza que el lector está escuchando es la Suite Orquestal de The Secret Garden (El jardín secreto), una obra escrita por el compositor polaco Zbigniew Preisner para la película homónima de 1993. El film es una adaptación de la novela de Frances Hodgson Burnett, cuya dirección corrió a cargo de la polaca Agnieszka Holland, y contó con Kate Maberly en el papel principal de Mary Lennox, Andrew Knott representando al carismático Dickon Sowerby y Heydon Prowse interpretando al enfermizo Colin Craven, entre otros personajes de interés. Como nota curiosa, comentar que a la recientemente fallecida Maggie Smith, como venía ocurriendo a menudo durante la última etapa de su carrera, le tocó meterse en un papel poco amigable, en este caso el de Mrs. Medlock, la arisca ama de llaves de la mansión.

Otros motivos interesantes se refieren a las localizaciones de la película. Los exteriores fueron filmados en Allerton Castle y en Fountains Hall, ambas propiedades ubicadas en Yorkshire, y las tomas interiores se rodaron en el de Midland Grand Hotel, luciendo su despampanante escalera principal, y en el antes citado Allerton Castle.

He elegido la Suite de The Secret Garden para acompañar la reseña de hoy, porque ésta corresponde a una de las mejores adaptaciones de la novela de Frances Hodgson Burnett. Por otro lado, la obra musical consigue transmitir los diferentes ambientes y la magia que contiene esta deliciosa novela.


Lo que Undine opina del libro


<El que no cree en la magia nunca la encontrará.> Roald Dahl (1916-1990)


Decía el escritor francés Anatole France (1844-1924), que cada cual tiene la edad de sus emociones. Y esta reflexión, que puede poseer una porción de verdad, en mi opinión, resulta un tanto limitada, porque no contempla la necesidad del individuo de retrotraerse a los momentos de la infancia, para encontrar en ellos la mejor versión de su personalidad. De esta manera, a través de los recuerdos y los sueños de aquellos días, puede refugiarse de los problemas del mundo adulto y apaciguar su mundo emocional. A este respecto, desde siempre, la literatura ha venido siendo un  medio estupendo para conseguirlo, proporcionando un vehículo seguro para llegar a esa anhelada armonía espiritual.

Fuente: Undine von Reinecke

Una de las escritoras con más carisma al respecto fue Frances Hodgson Burnett, autora anglo-americana de un número elevado de novelas, fábulas y cuentos, que buscan con empatía, audacia y cordialidad estimular el corazón del lector. Mis lectores recordarán que el pasado año traje a Lecturas de Undine La formación de una marquesa👈, una preciosa novela para adultos, que fue publicada en nuestro idioma por Ediciones Invisibles en su Colección Victoria. Este año, pensando en su público más joven, la editorial catalana nos trae El jardín secreto, otro de los grandes clásicos de la autora, que forma parte de la colección El jardín invisible, que está dedicada a clásicos universales infantiles, y que cuenta con la traducción de Montse Triviño.

El jardín secreto comienza así:

<Cuando a Mary Lennox la enviaron a vivir con su tío a Misselthwaite Manor, todo el mundo dijo que era la niña menos agraciada que habían visto jamás. Y era cierto: era esmirriada, tenía la cara chupada, el pelo muy claro y fino, y una expresión hosca. El pelo, de hecho, era tan rubio que casi parecía amarillo, y la piel también, porque había nacido en la India y siempre había estado enferma de una cosa u otra. Su padre tenía un cargo del gobierno británico y siempre estaba muy ocupado y enfermo, como ella, mientras que su madre era una mujer muy hermosa a la que solo le interesaba asistir a fiestas y divertirse con sus amigos. Ni siquiera quería tener una hija, así que, cuando Mary nació, la dejó al cuidado de una ayah, a la que hizo saber que, si no quería contrariar a su Mem Sahib, debía mantener a la niña apartada de su vista el máximo tiempo posible.>


Fuente: Ediciones Invisibles

El jardín secreto nos lleva a la India de comienzos del siglo XX. Allí conocemos a Mary Lennox, una niña caprichosa y déspota, carente de buena salud, que trae de cabeza a su ayah y a todo el personal de servicio indígena que trabaja para sus padres. Ella sabe que atenderán todos sus deseos, porque es hija de un representante del Raj Británico y su madre es una de las beldades más apreciadas de aquel mundo colonial. Un día, cuando una epidemia de cólera asola aquella zona de la India, la pequeña pierde a sus padres, quedándose sola y desvalida. Por esa razón, la comunidad inglesa que reside en el lugar decide enviarla a Inglaterra, para que se haga cargo de ella el único pariente que tiene. Se trata del señor Archibald Craven, el esposo de la hermana de su padre, una dama que falleció diez años atrás, dejando al caballero sumido en un tremendo y tortuoso pesar.

Así las cosas, cuando Mary llega a Misselthwaite Manor, la despampanante e inmensa heredad que posee su tío en los páramos de Yorkshire, se encuentra con un panorama un tanto peculiar. Su tutor reside poco tiempo en la propiedad y no quiere saber nada de ella, el personal de servicio campa a sus anchas y Mary no recibe ninguna vigilancia especial. Tan sólo Martha, una criada que hace las veces de doncella para la niña, le dedica un poco de atención. Ésta le cuenta anécdotas de su familia, especialmente sobre su hermano Dickon y la señora Sowerby, que es la madre de los dos. También comparte con ella muchos secretos, algunos de ellos escondidos en la mansión y otros, como la existencia de un jardín secreto, en las tierras adyacentes.

De esta manera, paulatinamente al gran cambio que está experimentado Mary, la niña irá descubriendo un mundo nuevo lleno de intrigantes misterios y oscuros secretos, dentro de la gran casa y en el mundo exterior. 

The secret garden, 1er edit, New York: F.A. Stokes
Fuente: *AC85 B9345 911s, Houghton Library,
 Harvard University
(Wikipedia)

El jardín secreto es una deliciosa y emotiva novela, un cuento de hadas maravilloso y encantador para todos los públicos, que ha pasado a la historia como uno de los mejores clásicos infantiles británicos de todos los tiempos. La novela apareció de manera seriada, entre noviembre de 1910 y agosto de 1911, en la revista norteamericana The American Magazine, que la publicó con el título original de The Secret Garden. Poco después, ese mismo año de 1911, el texto vio forma de libro en los Estados Unidos de la mano de la editorial Norteamericana Frederick A. Stokes Company, que la puso a disposición de los lectores con las ilustraciones de M. L. Kirk. Casi paralelamente, la editorial inglesa Heinemann hizo lo propio en el Reino Unido, y contrató al artista Charles Heath Robinson para iluminar su versión del texto.

La obra despertó mucho interés desde los primeros instantes de su aparición, agotándose rápidamente la primera edición, e imprimiendo una segunda tan sólo un mes después de haber salido la anterior. También tuvo una cálida acogida por parte de la crítica, que lo describió como una historia agradable en sintonía con el resto de los éxitos infantiles de Frances Hodgson Burnett. 

En aquellos días, la autora ya se había labrado un gran prestigio como escritora de bestsellers para adultos, y también fueron muy aclamadas sus historias infantiles. De hecho, algunas de éstas se convirtieron en verdaderos fenómenos editoriales. Sirvan de ejemplo El pequeño Lord Fauntleroy (1886) o La princesita (1905), siendo la primera de ellas un hito histórico literario, que revolucionó la moda infantil del momento, utilizándose la descripción de su personaje principal como icono de la misma.

El éxito de El jardín secreto no le fue a la zaga, ya que se convirtió en uno de los libros más vendidos durante la temporada navideña de 1911, siendo solicitada en las librerías por un amplio espectro del público lector, a uno y otro lado del Atlántico. Su triunfo comercial no fue casual, porque al aparecer por primera vez en The American Magazine, una revista tradicionalmente dedicada a los lectores adultos, afectó directamente en su exitosa difusión. Y así ha venido siendo desde entonces, manteniendo su puesto como uno de los títulos más queridos y admirados, que se transmite de padres a hijos, generación tras generación. 

Y aunque la obra sufrió un breve y momentáneo olvido editorial tras el fallecimiento de su autora, acontecido en 1924, afortunadamente, El jardín secreto conoció una nueva vida a comienzos de la década de 1950. Una incipiente generación de críticos y escritores vieron en esta singular historia un mundo rico que explorar. 

Frontispicio 1º Ed. (1911)
Fuente: *AC85 B9345 911s, Houghton Library,
Harvard University
(Wikipedia)

Más allá de los manidos clichés académicos eduardianos y georgianos de décadas anteriores, que veían en esta fascinante obra de Frances Hodgson Burnett una adaptación infantil de famosas obras victorianas como Jane Eyre o Cumbres Borrascosas, la nueva lectura que se hizo del texto encontró un fondo complejo y novedoso digno de valorar y estudiar. 

Me explico, es cierto que la ambientación se ubica en los páramos sombríos de Yorkshire, y que ciertas descripciones pueden equipararse con las salidas de la pluma de Emily Brontë; también es verdad que Mary Lennox es una protagonista que está sola y desamparada, muy similar a priori a la heroína de Jane Eyre. Sin embargo, El jardín secreto no se queda en esas premisas, y su fondo puede entenderse como una crítica progresista al sistema de educación ancestral inglés. Me refiero a esa manera de impartir lecciones, arraigada en tradiciones frías y severas, que favorecían el desapego y el casi inexistente trato paternofilial. Las familias dejaban en manos de tutores, institutrices o instituciones educativas de diferente calibre la formación de los niños y adolescentes, sin tener presente la educación emocional. Este término, tan presente en nuestros días, era en aquel momento algo prácticamente inexistente o sinónimo de debilidad. Sin embargo, durante las primeras décadas del siglo XX comenzaban a abrirse paso nuevos pensamientos en el mundo intelectual occidental que buscaban un sistema educativo más humano y efectivo. Mis lectores recordarán algunos preceptos de la Institución Libre de Enseñanza, que estuvo activa en España desde 1876 hasta 1939, y que seguían esas nuevas tendencias.

En sintonía con estas ideas, tanto la historia que narra El jardín secreto, como el desarrollo positivo que experimenta su protagonista Mary Lennox junto al resto de personajes que aparecen en el libro, puede analizarse como una fábula constructiva y optimista que formula una nueva teoría educacional. Ésta se cimenta en el contacto directo con la naturaleza, la buena alimentación, el deporte, la amistad, la colaboración y la tolerancia entre todo tipo de personas, y, por encima de todo, en una autoestima nacida del amor.

En ese mismo sentido, la preciosa historia que narra El jardín secreto también apela a la magia, a la fe y a la esperanza como instrumentos catalizadores del cambio para revertir cualquier situación negativa de la vida. Y este mensaje contiene tanta fuerza y emotividad que, desde mi punto de vista, este cuento de hadas para todos los públicos tiene asegurada su universalidad a perpetuidad. 

Allerton Castle, Ubicación para una adaptación de 1993 del  El jardín secreto
Fuente: Wikipedia
Sea como sea, más allá del fondo intelectual que contiene la novela, otro de los motivos importantes es la imaginación desbordante que empleó Burnett para construir su historia. Este deslumbrante texto, redactado con el característico estilo refinado e inteligente de su autora, traslada al lector a lugares tan exóticos como enigmáticos. Y lo hace con asombrosa sofisticación, cercanía y clarividencia, dejando huella en cualquier tipo de lector. 

Partiendo de un principio argumental a priori sencillo, y que puede recordar las historias victorianas para niños (una niña desvalida que encuentra cobijo entre un grupo de personas de un escalafón social diferente), se transforma en una aventura divertida, emocionante y con tintes fantásticos, carente de la mojigatería característica de la narrativa infantil del momento de su aparición. 

De este modo, tanto las imágenes que construye la escritora, como las situaciones que elabora, así como los personajes que protagonizan la novela, cobran vida de manera cinematográfica frente a los entusiastas ojos del lector. Y lo mismo ocurre con los escenarios que dibuja, presentando en los primeros pasajes del libro la tórrida y perturbadora India británica colonial con audaz autenticidad, o materializando las tierras norteñas de Yorkshire, con sus páramos inhóspitos invernales y gentes de carácter rudo, en contraste con sus primaverales brezos en flor. En relación a estas atmósferas mutables que aparecen en la historia, los paulatinos cambios climáticos que acontecen en ella son parte una parte importante del espíritu de la narración. 

Me explico, El jardín secreto comienza mostrando una atmósfera sombría y pesimista, tanto como lo es la personalidad y la vida de Mary Lennox, la protagonista, para volverse gradualmente alegre, dichosa y colorida, al mismo tiempo que la heroína se esfuerza en su trabajo como jardinera, hace amistades por vez primera y, en definitiva, deja de pensar en sí misma y comienza a convertirse en una personita mejor…Lo que se dice un cuento con moraleja.

Fountains Hall (1830). Localización para la adptación de 1993 de El jardín secreto
Fuente: Wikipedia 

Sin embargo, esta transformación que experimenta Mary no sería tal sin sus compañeros de aventuras, que son un magnífico grupo de figuras salido del imaginario literario victoriano inglés, muy dickensiano, desde mi punto de vista. Comenzando por la vivaracha Martha, una muchacha humilde e ignorante, que goza de gran corazón; continuando por Dickon, el encantador de animales, un niño de doce años que guarda mucha magia en su interior; y finalizando con Ben Weatherstaff, el gruñón y anciano jardinero que, junto a la cariñosa y sabia señora Sowerby, son los adultos cómplices de los niños que protagonizan los misterios, los juegos y las intrigas que se cuentan en esta narración. 

Y no es poca cosa, porque las conspiraciones de este grupo singular ayudarán a solucionar los problemas y enigmas de los habitantes de Misselthwaite Manor… Al ritmo que marca la consigna de “nunca es tarde y todo es posible en la vida”, esta novela luminosa se nos presenta como un Bildungsroman (novela de aprendizaje) para todas las edades

Sin embargo, en esta obra rebosante de optimismo y jovialidad existen otros personajes importantes. Algunos antipáticos, como el ama de llaves  de la mansión, y otros fascinantes, como la fauna animal. Estoy hablando del petirrojo juguetón, un pajarillo curioso que es capaz de entenderse con los humanos; del afable cuervo Tizón y su fiel amigo el zorro, ambos compañeros inseparables del niño Dickon; o de la graciosa pareja de ardillas que responden a los simpáticos nombres de Cáscara y Nuez…La presencia de esta original galería de secundarios aporta inocencia y colorido a la novela, aumentando con ello su embrujo y calidez.

Y si de hechizos se trata, ese jardín secreto al que alude el título del libro obra como un personaje principal más, y obra como un catalizador de magia dentro de la narración. De hecho, es a través de sus cambios estacionales, de su floración y exuberancia primaveral, donde Frances Hodgson Burnett esconde la mayor lección: el poder de la naturaleza como obradora y regeneradora de la vida. Y lo más curioso de todo es que, al parecer, la autora se inspiró en un jardín real. Me refiero al jardín amurallado de Great Maytham Hall, un rinconcito dedicado a la floresta dentro de la aristocrática heredad, que data de 1721. Cuentan que la autora residió en Great Maytham Hall en el periodo comprendido entre 1898 y 1907, y allí se topó con este espacio vegetal amurallado, que le sorprendió por encontrarse descuidado y abandonado. Burnett dejó testimonio de ello, y también comentó que un pequeño petirrojo le indicó la puerta de acceso al jardín, que estaba oculta bajo una maraña de hiedra. Cuando la escritora consiguió entrar, comenzó inmediatamente su restauración, plantando rosales por todas partes y arreglando el maltrecho cenador. Y dicen voces autorizadas que fue allí donde escribió algunas de sus aclamadas novelas.

Fuente: Undine von Reinecke

Leyenda o realidad, este vivificante motivo y su fuente de inspiración me recordaron otra lectura reciente. Estoy hablando de Un abril encantado de Elizabeth von Arnim (1922)👈, otra magnífica novela en la que se adjudica a la naturaleza una porción enorme de magia como obradora de vida y benefactora del ser humano. Quizá por ello, ambas novelas han servido de inspiración al mundo creativo, adaptándose en diferentes ocasiones para el cine, el teatro y la televisión. En el caso de El jardín secreto, incluso se ha visto en los escenarios operísticos.

Y hasta aquí me permito contar sobre El jardín secreto, un inolvidable cuento de hadas magnífico, dulce y especial. Sus pasajes rezuman vida, tolerancia y humanidad, y son ideales para disfrutarse cuando se es niño, deben recordarse años después con interés, para volver a releer  sus páginas con entusiasmo en la etapa adulta y en la vejez.


<Nunca será tarde para buscar un mundo mejor y más nuevo, si en el empeño ponemos coraje y esperanza.> Alfred Tennyson (1809-1892)


Undine von Reinecke ♪


La autora por la Editorial

Fuente: Ediciones Invisibles

Frances Hodgson Burnett

(Cheetham Hill, Inglaterra, 1849 - Plandome, Estados Unidos, 1924)

Aunque su educación formal terminó cuando cumplió los trece años, gracias a su talento se convirtió en una escritora de éxito que desafió las convenciones sociales de su época sobre la mujer. Precisamente, las malas lenguas alimentaron los rumores acerca de sus escandalosos divorcios, y se le atribuyeron un gran número de amantes.

Si bien actualmente es más conocida por sus obras infantiles, como El jardín secreto, en Estados Unidos las novelas que escribió para el público adulto permanecieron muchas semanas en las listas de los libros más vendidos. Su enorme éxito la llevó a revolucionar la ley de la propiedad intelectual, tras ganar una demanda en la que solicitaba que los escritores percibieran derechos por las obras derivadas de sus textos. Fue también una firme defensora de la lucha de las sufragistas.


Comentarios

  1. Querida Undine:
    Hace un par de años o así me regalaron este libro y se suponía que iba a leerlo en compañía del amigo lector que me lo regaló. Estoy esperando
    La primera vez que supe de esta historia fue en 1993 cuando vi la peli en el cine. Y me prestaron el libro que leí encantada poco después.
    Es una historia que tiene todo lo que dices y que pese al tiempo que ha pasado recuerdo bastante bien. Eso es buena señal.
    Nunca habría hecho esa comparación con las obras de Brontë, solo por el escenario y porque en principio la infancia de Mary se pudiera parecer a la de Jane.
    Doy por hecho que la edición fría y con desapego originó adultos fríos y despegados. Pero el extremo actual que hay ahora en algunos padres está originando también unos tiranos de cuidado que además no quieren hacer ningún tipo de sacrificio, ni toleran la más mínima frustración. Creo que hace unos años por lo general la cosa estaba más equilibrada y era lo ideal.
    Las lecturas infantiles y juveniles y esas historias que de pequeños nos emocionaron son vitales para resistir la realidad y la vida adulta. Nos ayuda a reconectar con esa parte más inocente y recuperar la ilusión.
    Benditos libros de nuestra vida.
    Besotes y feliz semana veraniega

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  2. Buenos días, Undine.
    Curiosamente, estaba pensando en Un abril encantado, que ya sabes que he leído recientemente, mientras leía tu reseña. Aunque creo que esta vez no voy a apuntar el libro. Tengo tentaciones, pero es que mi lista ya está rebosante y aprovecho que parece uno obra más bien infantil para dejarla pasar. No deja de ser un alivio, pero me ha encantado leer tu reseña. La novela tiene aires de Dickens, al que mencionas, y con esa ubicación en Yorkshire enseguida pensé en Cumbres borrascosas que también mencionas. A la que no me recuerda es a jane Eyre aunque puede que sea porque hace mucho que no leo la novela y recuerdo sobre todo la parte en la que Jane es adulta.
    Un beso.

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