RESEÑA: AGONÍA Y ESPERANZA, FERNANDO GARCÍA PAÑEDA
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Ficha Técnica
Autor: Fernando García Pañeda
Tamaño: 150x210
N° de páginas: 296
Maquetación: Rústica con solapas.
PVP.: Papel 15 € / eBook- ePub 4,99 €
ISBN Libro en papel: 978-84-685-5719-9
ISBN eBook en ePub: 978-84-685-5720-5
*A la venta en la plataforma Bubok y en librerías
Sinopsis de la Editorial
Frédéric Heywood y Anna Wellesley son dos jóvenes alegres, ingeniosos y con ganas de comerse el mundo. Reconociéndose como hechos el uno para el otro, vivieron su amor incondicional durante unos meses de felicidad sin límite. Pero los condicionantes sociales de ella, perteneciente a una familia acaudalada y aristocrática, la llevaron a romper su relación con un simple aspirante a escritor de clase media.
Varios años después, las circunstancias han cambiado. Frédéric se ha convertido en un escritor de éxito. Por su parte, los Wellesley, cuyas empresas han quebrado por efecto de la crisis financiera, se encuentran arruinados y viviendo más de su nombre que de sus escasos ingresos.
Al reencontrarse ambos a las puertas de Venecia, donde ambos van a residir durante algún tiempo, Frédéric se debate entre el resentimiento que ha sentido durante esos años de separación y un sentimiento que remueve su interior y no sabe interpretar.(...).
Propuesta musical para este libro
*Arthur Grumiaux, violin and the New Philharmonia Orchestra conducted by Raymond Leppard. Rec. April 1967
*Crédito del vídeo: Canal de YouTube Bartje Bartmans
La pieza que el lector está escuchando es el Adagio para violín y orquesta en Re Mayor, K. 261, compuesto en 1776 por Wolfgang Amadeus Mozart. Se cree que el músico austriaco escribió este adagio para reemplazar el movimiento lento de su Concierto para violín n.º 5 en La Mayor. Al parecer, la decisión de cambiar el movimiento original del concierto se debió a que no era del agrado del violinista Antonio Brunetti (1867-1845), que era el virtuoso que lo iba a interpretar, ya que éste opinaba que era “demasiado artificial", "demasiado serio". La relación entre los dos músicos era compleja… De hecho, existen cartas escritas por Mozart refiriéndose a Brunetti de manera despectiva.
Como quiera que sea, el Adagio K. 261 está compuesto para violín solo, dos flautas, dos trompas y cuerdas, y en la actualidad está considerado como una pieza imprescindible del repertorio violinístico. De hecho, la obra es valorada por la belleza de su melodía y por la elegancia clásica que en ella se adivina, interpreterpretándose como una pieza sola, sin formar parte de un concierto
He elegido el Adagio K.261 para violín y orquesta de Mozart, porque la pieza se estrenó pocos meses después del nacimiento de Jane Austen, acontecido el 16 de diciembre de 1775, que es la autora homenajeada por Fernando García Pañeda en su novela Agonía y esperanza. Por otro lado, la belleza de la obra musical y su refinamiento son comparables a los que destilan Persuasión y el retelling basado en esta novela firmado por García Pañeda.
Lo que Undine opina del libro
<Puede ser un héroe lo mismo el que triunfa que el que sucumbe, pero jamás el que abandona el combate.> Thomas Carlyle (1795-1881)
Decía el ensayista y moralista francés Joseph Joubert (1754-1824), que lo que sorprende, sorprende una vez, pero lo que es admirable lo es más cuanto más se admira, una sentencia que hace reflexionar sobre las pasiones que dirigen nuestras vidas. En mi caso particular, como vengo diciendo desde que abrí el blog, fue el descubrimiento de la narrativa de Jane Austen lo que me abrió la puerta a un universo emocionante por el que viajar. Los paisajes dibujados por Austen, la cultura de su Inglaterra natal, la elegancia de sus formas, su ingenio chispeante, o la mirada aguda que vuelca sobre la sociedad, entre otros aspectos de su narrativa, marcaron mi persona y mi trayectoria. Hoy por hoy, cada vez que releo sus novelas, sigo encontrando en ellas algún motivo que me hace soñar y reflexionar. Y esa es una de las razones por las que me siento tan vinculada al universo austenita, que cada año crece más y más.
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| Detalle de Retrato de un joven, Lorenzo Lotto (1530) G. Academia de Venecia (Fuente: Undine von Reinecke) |
Y es justamente esa misma impresión la que me invadió tras mi lectura de Agonía y esperanza, la novela de Fernando García Pañeda protagonista de la reseña de hoy.
El principio argumental de Agonía y esperanza se basa en la historia de amor que protagonizan Anne Elliot y el capitán Wentworth, las inmortales figuras principales de Persuasión. Sin embargo, su autor, que es un janeíta devoto y miembro de la Jane Austen Society España y de la Jane Austen Society UK, con el ánimo de respetar al máximo la obra original de Jane Austen, tomó distancia de la misma y la trasladó al siglo XXI, eligiendo otro entorno para desarrollar la acción.
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| Gran Canal de Venecia, 2023 Fuente: Undine von Reinecke |
En ese mismo sentido, los ancestros de la joven protagonista siguen siendo una estirpe aristocrática británica, aunque su fortuna reciente se forjó en el sector inmobiliario, y la familia de su coprotagonista continua perteneciendo a la clase media inglesa, regentando un negocio próspero de restauración, dedicándose también a la literatura aquel cuñado que adoptó el rol de Almirante Croft en Persuasión. Lo mismo ocurre con Charles Musgrove, el marido que dibujó Jane Austen para Mary Elliot, quien se convierte por obra y gracia de Fernando García Pañeda en un autor exitoso de novelas románticas.
Por otro lado, Kellynch Hall, la casa señorial de los Elliot que alquila el matrimonio Croft en la novela de Austen, pasa a ser un noble palacio veneciano.
Y así, como en una bella sinfonía clasicista, la historia transcurre entre los ancianos canales venecianos, transita por sus calles angostas, cruza sus puentes elegantes, visita los cafés, los teatros, iglesias y palacios históricos, trasladándose momentáneamente la acción a dos lugares apasionantes: a una isla de Grecia, localización que es un trasunto de la localidad de Lyme Regis que aperce en Persuasión, y al corazón más genuino de la Inglaterra del siglo XXI, donde el protagonista masculino disecciona sus emociones frente al lector.
Agonía y esperanza comienza en el aeropuerto Marco Polo de Venecia con el reencuentro de los antiguos amantes. Él va a pasar una temporada con su hermana y su cuñado, que viven en la Ciudad de los Canales, y Anna, por motivos especiales, debe trasladarse de manera permanente al palazzo “Wellesley”, que es la residencia paternal. Con ese choque casual se inicia una emocionante, bucólica y, en ocasiones desbordante historia que, al contrario que en Persuasión, cuyos acontecimientos son ofrecidos por la figura principal femenina, es relatada desde el punto de vista de Frédéric, siendo éste, desde mi punto de vista, uno de los puntos fuertes y atractivos de la narración.
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| Venecia 2023 (Fuente: Undine von Reinecke) |
Lo que viene después se lo pueden imaginar quienes conocen la novela decimonónica. Coincidencias casuales en reuniones sociales, encuentros inesperados en lugares importantes de su pasado, la aparición de terceras personas que, ignorando la historia entre los otrora amantes, se interponen entre los dos… Y, por encima de todo, la oposición inconsciente de Frédéric a que Anna vuelva a entrar en su vida… El hombre seguro de sí mismo que un día fue se muestra taciturno y resentido, escondiéndose tras una máscara de indiferencia casi infranqueable para proteger "un corazón roto".
Con todo y con ello, ese desasosiego en el que vive irá poco a poco desapareciendo, dando paso a nuevo amanecer. Y hasta aquí puedo contar del principio argumental de Agonía y esperanza. El resto deben descubrirlo quienes decidan involucrarse en esta subyugabte y soprendente novela.
Góndolas en vez de caballos, cruceros por el Mediterráneo sustituyendo viajes en calesas, literatura posmoderna en lugar de poemas byronianos o de Scott, mensajes emotivos de Whatsapp a falta de epístolas en papel… Agonía y esperanza traslada Persuasión al siglo XXI con resolución, pulcritud y con un carácter másculino que, en mi opinión, potencia la versión.
Bella, delicada, original y, por encima de todo, honesta, Fernando García Pañeda logró imprimir en su texto ese carisma que muchos admiradores de Jane Austen adoramos de Persuasión. El romanticismo de ciertas escenas, la elegancia pictórica de las imágenes venecianas, la musicalidad de las palabras, cada objeto y situación destilan amor y respeto incondicionales a la gran novelista de Regencia. Y esto no sólo evidencia el gran conocimiento y admiración que posee García Pañeda por su narrativa, sino la categoría estilística de este autor.
<Me debato entre la agonía y la esperanza. No me diga que llego demasiado tarde, que aquellos preciados sentimientos se han desvanecido para siempre.> Persuasión, Jane Austen (Ed. dÉpoca, 2023)
Undine von Reinecke ♪
El autor por Fernando García Pañeda
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| Fuente: Bubok |
Aunque nadie a mi alrededor poseía el hábito de la lectura, descubrí que las historias que salían de aquellas páginas me ataban y me sorbían el ánimo y el seso; vivía las aventuras que se narraban, compartía los sentimientos de los personajes, sentía una complicidad con quienes escribían esos hechizos mágicos. Así, varias décadas de lectura incansable produjeron en mi espíritu un efecto tan previsible como irreparable: nací a creación de mis propias historias y personajes, con mi propio estilo. Un re-nacimiento que se convirtió en necesidad.
Mi espíritu viajero y desarraigado contribuyó en buena medida a intensificar esa necesidad. El conocimiento de otras culturas, otras gentes, otras visiones de la vida, así como paisajes y ciudades que pasaron de ser ficción literaria o información enciclopédica a la percepción de mis sentidos y el suelo bajo mis pies, todo ello dio alas a mi ya de por sí alada imaginación. Y el ansia de conocer cada vez más datos de historia, de arte, de literatura, o de los protagonistas de la verdadera historia de la humanidad se ha ido acentuando sin descanso a lo largo de los años.
Los protagonistas de mis historias, tanto mujeres como hombres, tienen un carácter apasionado, tenaz, indomable, tierno y emotivo. Y unos valores inestimables y férreos, propios de auténticas damas y verdaderos caballeros, propios de un mundo que ya no existe y que tal vez no existió nunca más que en el alma de unos cuantos soñadores. Con ese equipaje, y con todo lo aprendido en tantos años de acumular ese sucedáneo de la sabiduría que son los conocimientos, les hago vivir aventuras, les envuelvo en relaciones personales con un intenso toque romántico, les obligo a afrontar dificultades y disgustos o les envío a lugares que vivifican el espíritu o a algunos de esos tiempos interesantes a que se refiere la maldición china. Y trato de hacerlo siempre con un lenguaje limpio, sencillo y elegante.
¡Porque mucho ojo conmigo, que soy un embaucador! Ante una página en blanco me vuelve un tipo de cuidado, un mentiroso compulsivo capaz de inventarme las trolas más inverosímiles con tal de que sean hermosas y os las creáis. Para demostrarlo ahí está la relación de novelas y otras fechorías que he perpetrado para regocijo de espíritus sensibles y lectoras cómplices.
Luego no digáis que no os lo he advertido.





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