RESEÑA: "LA VIOLETA DEL PRATER", CHRISTOPHER ISHERWOOD


 
Fuente: Undine von Reinecke

Ficha Técnica:

Colección: Narrativa del Acantilado, 344

Temas: Narrativa y Novela

Autor: Christopher Isherwood

Traductora: María Belmonte

ISBN: 978-84-18370-17-5

Edición: 1ª

Encuadernación: Rústica cosida

Formato: 13 x 21 cm

Páginas: 128

P. V. P.: 14 €

 

Sinopsis de la Editorial:

Corre el año 1933, Hitler ha sido nombrado canciller de Alemania y la situación en Austria es cada vez más inestable. Sin embargo, Chatsworth, productor de cine británico, se dispone a realizar un drama romántico basado en una obra musical vienesa. Está convencido de que la película, titulada La violeta del Prater, será un éxito comercial si la dirige Friedrich Bergmann—un judío austríaco tan genial como impredecible que ha dejado a su familia en Viena—y escribe el guión Isherwood—una promesa de la literatura inglesa que acaba de regresar a Londres tras vivir en Berlín—. El resultado de este encuentro no es sólo un certero retrato de Londres y Viena en los críticos momentos que precedieron el estallido de la Segunda Guerra Mundial, sino también la apasionante historia, basada en las experiencias del propio Isherwood, de cómo nace y toma forma una película, superando las tensiones, las intrigas y la pugna de egos que a menudo amenazan el proyecto.

 

Propuesta musical para este libro:


 

Lo que Undine piensa del libro:


<Juventud, ¿sabes que la tuya no es la primera generación que anhela una vida plena de belleza y libertad?> Albert Einstein

 

El periodo de entreguerras (1918/1939) es uno de los más interesantes de la historia tanto sociológicamente como intelectualmente. Supuso una época de cambios en todo el mundo favorecida por la euforia posterior al fin de la Gran Guerra y al crecimiento económico que trajo la paz. El panorama económico daba pie al optimismo con la reconstrucción de las zonas devastadas durante la contienda, la reapertura del comercio internacional, y con el desarrollo de un mercado bursátil y financiero sin precedentes. Pero esta ilusión inicial de los primeros años de paz se vino abajo en 1929 con la caída de la Bolsa de Nueva York que dejó una gran crisis económica que perduraría hasta el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Algunas de las consecuencias de este desastre monetario contribuyeron en gran parte al deprimente panorama social que se instaló en el ambiente, favorecido por la pobreza y el crecimiento del paro.

En este estado de las cosas, uno de los efectos que derivaron de él fue el nacimiento del movimiento fascista en los países que resultaron vencidos en la Primera Guerra Mundial. El ánimo de revancha generó un gran odio en la sociedad que veía injusto tanto el reparto colonial como las deudas económicas. En contraposición a este fenómeno radical surgieron internacionalmente movimientos ideológicos que basaban sus creencias en las ideas de Marx y Engels, que encontraban su caldo de cultivo entre los trabajadores disconformes y los intelectuales insatisfechos. Un ejemplo de estos últimos es el llamado Grupo Auden, nacido en Gran Bretaña durante la década de 1930 como consecuencia de la crisis social, de las secuelas de la Gran Guerra aún presentes y el miedo a otra guerra mundial que parecía probable.

Fuente: Amazon

El conocido como Grupo Auden designa a un conjunto de escritores, músicos y pintores, a los que T. S. Eliot apodó generación de posguerra, que lideraba el escritor Wystan Hugh Auden. Sus participantes se caracterizaron por el uso de estilos menos floridos y experimentales que los predominantes en la década de 1920, por una postura política principal de centro-izquierda, por una cierta rebeldía sexual, y por avergonzarse de sus propios orígenes de clase media acomodada. Uno de los principales componentes de este colectivo, gran amigo W. H. Auden, era el escritor Christopher Isherwood, protagonista de la reseña de hoy y autor del título que traigo ante vosotros. Me refiero a La violeta del Prater (1945), que ha publicado recientemente la editorial Acantilado con la traducción de María Belmonte.

La violeta del Prater cuenta la historia de Isherwood, un escritor inglés al que una productora cinematográfica contrata para escribir el guion de una película. El film será dirigido por un director judío de nacionalidad austriaca, que ha dejado a su familia en Viena en plena crisis e inestabilidad política, derivada de la subida al poder de Hitler. La película está basada en un musical austriaco que pasó sin pena ni gloria, al que el productor pretende convertir en un drama romántico comercial. Pero la compleja personalidad del director austriaco, que vive atormentado por los problemas de su país y por el peligro que corre su familia allí, supondrá un desafío para el desarrollo de la empresa y los intereses de la productora. Isherwood entabla una sólida amistad con este peculiar hombre mientras observa con interés y cierto cinismo cómo funciona el mundo cinematográfico inglés, que vive al margen de los importantes acontecimientos sociales del momento. La historia transcurre a caballo entre los años 1933 y 1934 que dura el rodaje de la película.

La violeta del Prater fue publicada en 1945 y está basada en experiencias semi-autobiográficas del propio autor. Como podemos comprobar, el protagonista del relato es el propio Christopher Isherwood, y narra una historia ubicada en la época posterior al regreso del escritor de su estancia en Alemania, donde pasó una temporada viviendo. Recordemos que en su libro Adiós a Berlín (1939) se refleja aquella época. En La violeta del Prater utiliza aquellas experiencias berlinesas como razón para involucrarse en la historia.


< - (…) Su agente dice que usted lo sabe todo sobre Viena.

-          ¿Viena? Pero si sólo he estado allí una vez…, una semana.

-          ¿Una semana? - De pronto la voz sonaba muy irritada-. No puede ser. Nos aseguraron que vivió usted allí.

-          Mi agente se refería a Berlín.

-          Ah, ya, Berlín. Bueno, pero viene a ser lo mismo, ¿no? El señor Chatsworth quiere a alguien con un toque europeo. Tengo entendido que habla alemán, ¿no? Eso también será útil. Vamos a traer a Friedrich Bergmann de Viena para que dirija.>

           

 

Como se desprende de este pasaje, la historia está concebida como una comedia que recuerda, por lo peculiar y absurdo de sus diálogos, a las películas que se rodaban durante la década de 1930. Esas conversaciones disparatadas que leemos y que no parecen llevar a ningún sitio, generalmente están protagonizadas por algún miembro de la productora cinematográfica que, desde mi punto de vista, es la encarnación de la nación inglesa. Con ello Isherwood pretende reflejar el espíritu superficial y poco comprometido de una Gran Bretaña que vivía al margen de la realidad política y social que se respiraba en Europa durante aquellos años precedentes a la Segunda Guerra Mundial. El autor se vale de esta figura que encarna la ceguera británica para compararla con un personaje que representa una realidad muy distinta, la que vivían en el continente los grupos sociales oprimidos por el creciente poder del nazismo. Me refiero al director de cine  Friedrich Bergmann, un hombre que vive preso del miedo y el sufrimiento por los acontecimientos políticos y sociales de su país. En los discursos de este personaje que van dirigidos a Isherwood, el lector conocerá alguno de los sucesos más inquietantes que sucedieron en Austria durante los años 1933 y 1934, con la subida al poder de Hitler. A través de estos el autor desarrolla su opinión con respecto a la conducta política británica y a su posición negacionista.


<Verá, ese paraguas que lleva él me parece simbólico. Es la respetabilidad británica, que piensa: “Tengo mis tradiciones y ellas me protegerán. Nada desagradable, nada que no sea propio de un caballero puede ocurrirme en mi jardín privado”. Ese respetable paraguas es la barita mágica de los ingleses, con la que tratarán de hacer desaparecer a Hitler. Cuando Hitler, que es un grosero, se niegue a desaparecer, los ingleses abrirán su paraguas y dirán: “Bueno, ¿y a mí qué más me da que llueva un poco?”. Pero la lluvia será de bombas y sangre, y el paraguas no es a prueba de bombas.>


Por otro lado tenemos a nuestro personaje protagonista, Isherwood, el guionista que debe hacer de intermediario entre la productora y el director cinematográfico durante la elaboración del guion de la película y el rodaje de ésta. Él será un testigo privilegiado del tira y afloja entre ambas partes, que analizará esta situación con el pesimismo y la perspicacia propias de su generación. Los pensamientos de este personaje que, como ya mencioné anteriormente, representan al propio autor del relato, son francamente interesantes e ilustrativos del descontento que sentía al saberse parte de la realidad social de su país, un títere más dentro de un complejo engranaje que llevaba funcionando durante siglos, del que se sentía culpable y quería escapar.


<Hacer hablar a la gente no tiene nada de vulgar. Un viejo que vende salchichas no es vulgar, excepto en el sentido original de la palabra: “perteneciente a la gente común o al vulgo”. Shakespeare habría sabido cómo hablaba, y también Tolstói. Y si yo no lo sabía era porque, pese a mi socialismo de salón, no era más que un snob. No sabía cómo hablaban los demás, salvo los chicos de los colegios privados y los bohemios neuróticos.>


Hasta aquí en cuanto a lo que subyace conceptualmente en el relato. En lo que se refiere a la trama, Isherwood plantea una historia de lo más original e interesante, narra los acontecimientos históricos del momento mientras nos muestra el funcionamiento del mundo del cine en la década de 1930 a través de sus protagonistas. Por el relato aparecen actores caprichosos y mundanos, escritores fracasados que se venden como guionistas, productores astutos que manejan como títeres a todo el mundo, adjuntos a la producción que son la mano negra de su amo, tramoyistas, y técnicos de montaje que no creen en la industria del cine sino en la interesada ciencia que la sustenta, que actúan como voz de la conciencia social.


<Si vosotros los artistas hicieseis lo que los técnicos, si os unieseis y dejarais de jugar a los demócratas, lograríais que el público aceptara la clase de películas que quisierais. Todo ese asunto de la taquilla no es más que una ficción sentimental democrática.>


En el relato se refleja todo ese complejo e idealizado mundo de comienzos del cine sonoro que, por otro lado, no debe diferir mucho del actual, a excepción de los avances tecnológicos. Los tejemanejes económicos, los intereses particulares, las traiciones y favoritismos, ese universo paralelo del cine que todos intuimos y unos pocos conocen a fondo aparece en La violeta del Prater. Todo un lujo observarlo de primera mano, ya que Christopher Isherwood trabajó en esa industria tanto en Inglaterra como en los Estados Unidos, cuando se trasladó a vivir allí en 1939, escapando de esa Europa marchita.

Por otro lado, y ya para afrontar el final de la reseña, es de rigor mencionar la implicación emocional de Isherwood que he podido percibir en el relato. El autor se desborda al final de su historia mostrando su personal visión de los acontecimientos mundiales y la postura que ante ellos tuvo su generación. No se esconde ni se excusa, sino que valientemente afronta la realidad que él percibió y vivió.

 

<Los jóvenes de hoy no parecen tener respeto alguno por el pasado ni esperanza ninguna para lo porvenir.> Hipócrates

 

Undine von Reinecke ♪


Cumplo, ya sabéis que a mi manera, la premisa de Clásico ambientado en el periodo de entreguerras, del reto Todos los clásicos grandes y pequeños (nivel 2) organizado en el blog de Las Inquilinas de Netherfield  👈

Añado otro título a mis lecturas para el reto Nos gustan los clásicos V Edición, organizado por el blog Un lector indiscreto👈



El autor por la Editorial:

Fuente: Editorial Acantilado

Christopher Isherwood (Disley, Cheshire, 1904  – Santa Mónica, California, 1986) abandonó Gran Bretaña en 1929 para instalarse en Berlín, donde fue testigo de la llegada del partido Nazi al poder. En 1933 dejó Alemania y más tarde recorrió China en compañía de W. H.  Auden, con quien emigró en 1939 a Estados Unidos. Acantilado ha publicado sus novelas Adiós a Berlín (2014)—su obra más célebre, adaptada al teatro y al cine: Soy una cámara (1955) y el clásico musical Cabaret (1972)—, El señor Norris cambia de tren (2016), Un hombre soltero (2019) y La violeta del Prater (2021).

 







 

 




Comentarios

  1. Hola,
    después de leerte no me convence. No me llama mucho el tema así que mejor lo dejo pasar.
    Un beso

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    1. No pasa nada, Eyra, a ver si esta semana te gusta más la reseña de la novela que publicaré.
      Un abrazo y gracias por la visita!!

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  2. Es de esas historias que nos gustan porque nos dan otra visión distinta de ese período. Me ha resultado singular y original lo que cuentas de cómo refleja el autor la distancia o la ceguera de Inglaterra ante los acontecimientos que se veían venir. Me lo apuntoy te doy la enhorabuena una vez más por esta maravillosa reseña. Gracias, Undine. Un beso.
    Bea

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    1. Buenas tardes, Bea:
      Tú siempre tan amable con tus comentarios. ¡Mil gracias! Ciertamente, este relato es muy interesante para quienes valoramos conocer a fondo la historia. Como bien dices, te da un perfil distinto de los acontecimientos. Ya me contarás tu opinión cuando lo leas.
      Un abrazo grande y muchas gracias por la visita!!

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  3. Querida Undine:
    Ya tengo dos listas infinitas, la de pendientes y la de tus recomendaciones.
    En fin. Que me gusta este periodo histórico, aunque menudo palo también salir de una guerra, empezar a reconstruir y que enseguida viniera otra.
    Y si algo me gusta casi tanto como el cine, son las historias que se cuelan entre bambalinas. Aunque solo sea por eso, no me perdería este libro pero tiene mucho más, entre otras cosas el personaje del director. Otro más para la lista.
    Un abrazo y ¡Feliz semana!

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    1. Queridísima Norah:
      Cuando te leo me siento realmente alagada. Para mí es un verdadero elogio que una buena lectora como tú apunte mis recomendaciones. El título que nos ocupa hoy sé que te va a sorprender porque es muy diferente a lo que se suele leer. Eso sí, yo recomiendo leer ante Adiós a Berlín, no es que sea necesario, pero te da la ventaja de conocer mejor al personaje, a Isherwood (el propio autor). Por otro lado, el tema del cine es muy interesante y el trasfondo de la novela una genialidad, en mi opinión.
      Un abrazo grande y gracias como siempre por tu agradable visita!!

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  4. Pues no tiene mala pinta, puede llegar a interesarme. Y como siempre, una magnífica reseña.
    Un besazo

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    1. ¡Muchas gracias, Nitocris! Espero que lo disfrutes si finalmente lo lees.
      Un abrazo!!

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  5. Buenas tardes Undine!. Me llama la atención por la época en la que se desarrolla de la que no he leído mucho, me lo llevo anotado que me viene muy bien para próximas ediciones del reto de las Inquilinas. Preciosa la música. Un abrazo.

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    1. Buenas tardes, Mar:
      Ya veo que eres de las mías, mujer de entreguerras. Ya verás cómo este relato te parece diferente a todo lo que hayas leído. Espero que te agrade.
      Un abrazo y feliz semana!!

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  6. Holaa!! sin duda suena bastante interesante, en especial por la época en la que se desarrolla. Otro más que me llevo apuntado, gracias por el descubrimiento.

    Blessings!!

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    1. ¡Muchas gracias a ti por apreciar mi trabajo!
      Un abrazo fuerte y feliz semana!!

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  7. No me sonaba. Y con lo que me gusta leer sobre este período... Y tu fantástica reseña... Y tus buenas selecciones musicales! Imposible resistirse.
    Besotes!!!

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    1. Buenas tardes, Margari:
      Tus palabras me suben los colores :) Ya en serio, ¡mil gracias por tu amabilidad! Este relato merece leerse. Entiendo que no es para todo el mundo, pero los lectores que les guste este periodo quedarán muy satisfechos. Espero que sea tu caso.
      Un abrazo y feliz semana!!

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  8. Me interesa principalmente ese periodo que normalmente he leído pocas lecturas. Saber como se vivía esa preparación a lo que estaba por venir, lo que pensaban los ciudadanos. Interesante.
    Un beso

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    1. Buenas tardes, Inés:
      Yo te recomiendo que leas antes Adiós a Berlín y seguidamente este breve relato. creo que la experiencia lo merece. Por otro lado, hay otra novela titulada Una princesa en Berlín que es francamente interesante también para conocer la época y circunstancias, eso sí, en alemania.
      Un abrazo y gracias por la visita!!

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  9. Quiero leer a Isherwood desde que vi el filme de TV Christopher and His kind con Matt Smith haciendo de Isherwood y cuando supe que cabaret estaba basado.en su novela fue como *conmoción total* voy a ratrear este niño para leerlo y compartir opiniones!!! (Pd: amo el cine de los treinta es tan bello ❤️ creo que la voy a amar ya me la pongo en Goodreads) besotes y buenas lecturas!!!

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    1. Buenas tardes, Cinephilegirl:
      Cabaret está basada en Adiós a Berlín, pero como todas las adaptaciones varía bastante del libro. Aún así, merece muchísimo la pena leer la novela. Con respecto al relato de hoy, estoy segura que te encantará.
      Un abrazo y feliz semana!!

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  10. Hola.
    Me atrae la época en la que se ambienta el libro pero el argumento no termina de tentarme del todo, así que no sé si me animaré a leerlo. Sobre la marcha.
    Un saludo.

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    1. Buenas tardes:
      Ya me contarás si finalmente lo lees.
      Un abrazo grande!!

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  11. He leído Adiós Berlín así que este podría ser también.
    Gracias por tu estupenda y adictiva reseña a las que me veo incapaz de faltar a leerlas😊🍁🍂❤📚👍 Abrazosbuhos! !!

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    1. Buenas tardes:
      Si has leído Adiós a berlín conoces perfectamente la narrativa de Isherwood. En este relato lo reconocerás perfectamente, aunque el tono es diferente, se esconde bajo una película de humor. Si finalmente lo lees no dejes de contarme tus impresiones.
      Un abrazo y gracias por la visita!!

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  12. No termina de convencerme, no es un tema que me atraiga mucho así que lo dejo pasar.

    Un abrazo y gracias por la reseña

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    1. ¡Cuánto lo siento! Espero la próxima semana acertar mejor con mi propuesta.
      Un abrazo

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  13. Hola Undine!! Tomo buena nota de tu experiencia lectora, ya que siempre me llevo anotados títulos geniales de tu blog. ¡Estupenda reseña y gracias por tu recomendación! Besos!!

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    1. ¡Muchas gracias a ti por la visita!
      Un abrazo y feliz semana!!

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  14. Tus reseñas siempre incitan a lanzarnos a la lectura de las obras que nos traes. Sin embargo, en esta ocasión, no termino de verlo. Yo creo que es más un mecanismo de protección porque, tengo tanto atraso en las lecturas, que creo que me pongo pegas yo misma para no sucumbir. Besos

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    1. Buenas noches, Marisa:
      Es imposible leer todo libro que se ponga ante nuestros ojos. Comprendo tu punto de vista, a mí me sucede lo mismo.
      Un abrazo fuerte y feliz semana!!

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  15. Mi queridísima Undine, ¡qué rápido has leído el libro! (sé que es cortito, pero me refiero en el tiempo... tú me entiendes, que yo me explico fatal). Ya sabes lo que me pasa con Isherwood, que lo conozco a él, su figura, su vida y su trabajo, pero leerlo no lo he leído. Pensaba empezar con "Adiós a Berlín", pero será precisamente con "La violeta del Prater" con la que empiede que sabes que también tengo mi ejemplar. Me encanta todo lo que cuentas, sin haber leído a Isherwood creo que sus libros suelen moverse por las mismas aguas porque al ser semibiográficos eso era lo que a él le preocupaba y lo que no dejaba pasar la oportunidad de contar (ya me lo confirmarás tú que sí has leído el de Berlín).

    En fin, que este es de los que sí que quiero que no pase de este año leerlo, sin importar todo lo que tengo pendiente.

    ¡Besote!

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    1. Querida MH:
      Como sabes, este relato me hizo mucha ilusión por varios motivos: porque me lo regalaron por sorpresa y porque Isherwood me gusta mucho. Sé que a ti también te va a agradar pero, si me lo permites, te recomiendo que leas antes Adiós a Berlín. No es necesario hacerlo como tal, pero sí mucho más gratificante como experiencia lectora. Primero conoces las experiencias alemanas de Isherwood y después sus vivencias inglesas, así sigues el orden natural en el tiempo y la evolución del personaje/autor. Pero que sepas que estoy deseando conocer tu opinión sobre la narrativa de este autor.
      Un abrazo grande y hasta el miércoles a las 8:00!!

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  16. Mi lista de deseos no deja de aumentar cada vez que veo una reseña tuya, apuntado queda.

    Gracias!!!

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    1. ¡Muchísimas gracias, Jani! Si lo lees espero que lo disfrutes tanto como yo.
      Un abrazo!!

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  17. No sé qué hacer con tanto libro anotado. Otro que se va a la lista...

    Un abrazo,

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    1. Buenos días:
      Esa sensación es común en todo buen lector. Yo procuro anotar y leer por intuición. Poco a poco voy despejando esa grandísima lista de títulos.
      Un abrazo y feliz semana!!

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