RESEÑA: "MIL MILLAS NILO ARRIBA", AMELIA B. EDWARDS

 

Fuente: Undine von Reinecke

Ficha técnica:

Nº de páginas: 464

Editorial: Aderabán

Idioma: Castellano

Traducción: Rosa Pujol

Encuadernación: Tapa blanda

ISBN: 9788495414526

Año de edición: 2014

Plaza de edición: ESPAÑA

Fecha de lanzamiento: 11/06/2014

 

Propuesta musical para este libro:


In the Mystic Land of Egypt' - Albert Ketelbey (1931)

 

Lo que Undine piensa del libro:


<Lo mejor que podemos hacer por otro no es sólo compartir con él nuestras riquezas, sino mostrarle las suyas.> Benjamin Disraeli


Queridos lectores:

Por cuarta vez en este año os convoco para hablar sobre literatura universal, dentro del reto La vuelta al mundo en doce libros. Los que conocéis el proyecto no necesitáis que os recuerde que hoy toca revisar lo que se leía por el mundo alrededor de 1872, a propósito de la publicación de Julio Verne La vuelta al mundo en ochenta días. Pero, para quienes pasan por aquí por primera vez, quiero señalar que, durante 2021, todos los terceros miércoles de mes están dedicados en Lecturas de Undine a una de las paradas que Phileas Fogg realizó en su periplo alrededor del mundo. Tras iniciar el viaje desde Londres (Memorias de una estudiante victoriana, Jane Ellen Harrison 👈 ), pasar por París (Un cura casado, Jules Barbey D'Aurevilly 👈), continuar en Turín (Eros, Giovanni Verga 👈 ), hoy llegamos a uno de los destinos más románticos y misteriosos de nuestro viaje literario. Me refiero a Egipto, concretamente a Suez.

Suez es una ciudad del norte de África de vital relevancia histórica debido a su ubicación, ya que representa la unión entre los continentes africano y asiático. Su puerto cobró protagonismo en el siglo VII de nuestra era, y fue fundamental en la Edad Media, tanto para la ruta de las especias, como en las peregrinaciones a la Meca. Pero este punto geográfico ya se consideraba muy importante en época faraónica. Los grandes gobernantes egipcios del siglo XX y XIX a. C. tenían como uno de sus objetivos más deseados conectar el Mediterráneo con el Mar Rojo. Para intentar conseguirlo, iniciaron una primera fase que consistía en construir una red de canales que unían el Nilo con el ya mencionado Mar Rojo. Este proyecto se materializó al completo en tiempos de Darío I (549-486 a. C.) rey de la dinastía aqueménida de Persia, que construyó el Canal de los Faraones. Aunque se sabe que en tiempos de los grandes monarcas del antiguo Egipto, como Ramsés II (1303-1213 a. C.), ya se había construido algún pequeño canal.

Serenata de la tripulación del Berenguela a la Emperatriz 
Fuente: ABC.es

No sería hasta el siglo XIX de nuestro tiempo que se construyó lo que hoy conocemos como el Canal de Suez. Las obras de este gran hito de la ingeniería comenzaron en 1859, promovidas por el empresario y diplomático francés Ferdinand de Lesseps, con el beneplácito de las autoridades egipcias de la época. La grandiosa obra se inauguró oficialmente en 1869, pero dos años antes, el 17 de febrero de 1867, la emperatriz de los franceses Eugenia de Montijo (1826-1920) cruzó a bordo del barco que hizo la primera travesía entre el Mediterráneo y el Mar Rojo. Este hecho histórico no solamente marcó el comienzo de la aventura por tierras egipcias de la emperatriz, sino que representa un símbolo para la historia del país africano. Una demostración más de lo que fueron las complejas relaciones diplomáticas y mercantiles durante la época colonial.

Desde que las tropas de Napoleón abandonaran Egipto, el país se sumergió en una serie de guerras civiles entre otomanos, mamelucos y mercenarios albaneses, que terminaron en 1805 con la subida al trono de Mehmet Alí (1769-1842). Bajo su gobierno se dirigió una campaña de expansión, permitida por el Imperio Otomano, que le llevó a conquistar las ciudades santas de La Meca y Medina en 1818, y en 1827 el Sudán. También combatió contra las potencias europeas por el control de Grecia, siempre apoyado por el Imperio Otomano, en las que fue derrotado. Pero los turcos temían la ambición de Mehmet por expandir Egipto hacia el norte, y en 1839 terminaron por aplacar algunas de sus acciones, que amenazaban incluso la seguridad de Estambul. Aprovechando esta circunstancia de debilidad de los otomanos, se establece una alianza entre Reino Unido, Rusia, Austria y Prusia, que exige desistir a Mehmet de sus ambiciones expansivas. Ante su negativa, los aliados deciden destruir la flota egipcia. Desde ese momento, el monarca capituló y prometió abandonar toda futura idea de ensanchar fronteras. Las consecuencias de estas acciones fueron múltiples, pero quizá la más notable sea la claudicación de Egipto ante el Imperio Británico, al que tuvo que conceder ciertos derechos de libre comercio, en virtud del tratado anglo-otomano de 1838. Esto desfavoreció notablemente la economía egipcia y afianzó la posición de Gran Bretaña sobre la zona.

Los sucesivos monarcas que accedieron al poder sobre Egipto se despreocuparon de la política interior, beneficiando de este modo los intereses ingleses políticos y comerciales, que aumentaron notablemente gracias a la red ferroviaria que construyeron entre las ciudades de El Cairo y Alejandría. Pero todo cambia en 1854 con la llegada al poder Mehmet Said. Este gobernante decide involucrarse vehementemente en los asuntos del país y deroga algunos de los derechos entregados a los ingleses en favor de la nación francesa. El hecho más notable es la concesión de explotación del Canal de Suez al país galo.

Con respecto al campo de la cultura y la literatura, el peso y la importancia que tuvo para la historia la del Antiguo Egipto (la Biblioteca de Alejandría lo testimonia), no importó a los árabes cuando invadieron el país en el siglo VIII, ya que al llegar impusieron su lengua. Tan sólo permitieron la existencia de una minoría cristiana copta, que desarrolló una literatura religiosa escrita con raíces egipcias, coptas y judías. Arrasaron con lo que restaba de la Biblioteca de Alejandría, dañada anteriormente por los romanos, de este modo prosperó la literatura árabe y las bibliotecas dedicadas a dicha lengua. Así nació un nuevo Egipto creado por los musulmanes. Los papiros desaparecieron como superficie de escritura, sustituyéndose por papel de tela, y se introdujo la caligrafía como sistema de escritura. Ni que decir tiene que el foco principal de la literatura era el Islam. Por otro lado, no se debe olvidar la importancia de la literatura oral, que se extendió por todo el mundo árabe durante la Edad Media.

Pero con la llegada de Napoleón Bonaparte en 1798, Egipto se enfrenta a un tremendo choque cultural y filosófico. Gracias a este hecho, surge un renacimiento literario, el Nahda, que coloca a Egipto desde principios del siglo XIX en una posición preeminente en el mundo intelectual árabe. Sin embargo, se deberá esperar al nuevo siglo para disfrutar del nacimiento de una verdadera literatura egipcia. De hecho, la novela que está considerada como el primer ejemplo de literatura moderna egipcia fue publicada en el año 1914. Lleva como título Zaynab, y fue escrita y publicada por su autor, Muhammad Haykâl, en París.

Biblioteca de Alejandria, O. von Corben
Fuente: Wikipedia

Pero, ¿qué se escribía y leía durante el siglo XIX en Egipto? Como ocurría en el campo de la industria, el urbanismo y la economía, la literatura egipcia se vio muy afectada por el colonialismo. El fuerte influjo de las letras francesas e inglesas dejó su mella. De este modo, podemos observar que el dramaturgo más importante de aquel siglo fue Yaqub Sannu (1839-1912), también llamado el Moliere de Egipto. Este autor Escribía en árabe dialectal y se inspiraba en los modelos europeos de Molière, Goldoni y Richard Sheridan. Por otro lado, gran parte de los intelectuales egipcios viajaban fuera de sus fronteras para adquirir formación universitaria. Ese fue el caso de Ahmed Chawqi (1868-1932), conocido como el “Príncipe de los poetas”, que estudió en Francia, allí tomó como modelos a Pierre Corneille y Jean Racine. Este último dramaturgo escribió múltiples piezas en verso imbuidas en la historia egipcia y las leyendas árabes. De entre sus títulos cabe destacar La muerte de Cleopatra y La locura de Leyla.

Me hubiera gustado elegir cualquiera de las obras mencionadas de estos dramaturgos egipcios decimonónicos, para hacer una comparativa con la narrativa europea que hemos visto hasta el momento dentro del proyecto La vuelta al mundo en doce libros, pero ante la imposibilidad de encontrar ninguno de los títulos traducidos, me he decantado por leer y reseñar un libro escrito por una autora británica que trabajó en pro de la conservación y del estudio de la cultura egipcia ancestral. Me refiero a Amelia B. Edwards, la mujer que confundo el Egypt Exploration Society en 1882, a su regreso de un viaje que realizó a Egipto en 1873.

Amelia Ann Blanford Edwards nació el 7 de junio de 1831 en Londres, en el seno de una familia de clase media acomodada. Sus padres le dieron una educación más liberal de lo que correspondía a una joven victoriana y, en consecuencia, pudo adquirir una gran cultura. Su madre, que era una mujer refinada, le inculcó el gusto por la literatura, el teatro, la música y la pintura. Sin embargo, el carácter decidido que marcaba su personalidad lo heredó de su padre, un antiguo oficial del ejército británico. Con tales dotes para la vida, la joven Amelia se convirtió en una mujer con grandes inquietudes y pocos prejuicios para la época que le tocó vivir. Durante sus años de juventud intentó triunfar como pintora, actriz, cantante y pianista, pero finalmente terminó dedicándose al periodismo y a la literatura, además de ejercer como ilustradora de sus propios libros y algunos ajenos. Su primer éxito literario lo consiguió en 1864 con  Barbara's History, ni más ni menos que una historia de bigamia. De esta época también son algunas de sus conocidísimas historias de fantasmas, cuyo título más famoso es The phantom coach (1864), un relato que aparece frecuentemente en los recopilatorios del género.

Pero, como todo espíritu inquieto, Amelia B. Edwards no era conformista y sus ansias por conocer y experimentar la empujaban a viajar. De este modo comenzó sus aventuras fuera de Inglaterra, haciéndose acompañar por una amiga íntima, Lucy Renshawe, a quien siempre se refería tanto en sus libros como en privado como “L”. Sus escapadas viajeras la llevaron en 1872 hasta los Dolomitas, un lugar que quería conocer desde que años antes unas láminas la sedujeran por su belleza. De aquél intrépido viaje, que pocos viajeros se atrevían a hacer, se trajo grandes experiencias que plasmó en un libro, A Midsummer Ramble in the Dolomites (1873), que más tarde sería publicado con el título de Untrodden Peaks and Infrequent Valles. Pero no sería hasta noviembre de 1873 que la autora emprendió la aventura que le cambió la vida, un recorrido a través del Egipto de los faraones. A la edad de cuarenta y dos años, y acompañada de su inseparable compañera de fatigas “L”, Amelia B. Edwards se armó de valor, contrató un guía, alquiló una embarcación y se precipitó Nilo arriba para conocer los misterios de aquellas tierras. Estas experiencias las reflejó a su regreso del continente africano, en el libro que supuso su éxito editorial más importante, Mil millas Nilo arriba. Un título que por su relevancia histórica y sociológica me ha parecido muy adecuado incluir en La vuelta al mundo en doce libros. 

Mil millas Nilo arriba comienza así:


<A menudo, el viajero debe comer a base de menú fijo en el transcurso de sus múltiples andaduras; pero muy raramente se le presenta la oportunidad de sentarse a la mesa con unos comensales tan variopintos como los que abarrotan el comedor del Hotel Shepheard’s de El Cairo al inicio y mitad de la temporada egipcia. Aquí se reúnen a diario alrededor de dos o trescientas personas de todas las clases sociales y nacionalidades, animados por diferentes propósitos; la mitad de ellos son anglo-hindúes de camino al extranjero o de vuelta a casa, residentes en Europa, o visitantes establecidos en El Cairo para pasar el invierno. La otra mitad es casi seguro que van a remontar el Nilo. Tan complejo e incongruente resulta este grupo de viajeros del Nilo, jóvenes y viejos, bien vestidos y mal vestidos, cultos e iletrados, que el primer impulso del recién llegado sería preguntar por qué motivos tantas personas de gustos dispares, se sienten impelidos a embarcarse en una expedición que, cuando menos, es tediosa, muy cara, y de interés excepcional.>


Fuente: Wikipedia

Mil millas Nilo arriba narra el viaje que realizó Amelia B. Edwards durante algunos meses comprendidos entre 1873 y 1874. Inicia la historia desde su llegada a El Cairo, donde el ambiente colonial invade las calles y hotel donde se aloja, para seguidamente dar paso a la parte más interesante y emocionante de su historia, la travesía por el Nilo hacia tierras nubias del sur, y el regreso en dirección contraria hacia El Cairo. La autora cuenta en su relato cómo se preparó para ello, cómo se dedicó a comparar los diferentes tipos de embarcaciones existentes para realizar el crucero, hasta dar con la que le pareció más apropiada: una dahabiyeh, que es una embarcación de madera que tiene el casco plano, de aspecto rústico y poco confortable. Amelia observó cómo otros navíos aparentemente más cómodos y modernos podrían no ser tan adecuados para las aguas por las que tenían que navegar, por eso eligió la típica embarcación egipcia ancestral. Su análisis del asunto terminó siendo acertado, porque a lo largo del viaje pudo presenciar diferentes naufragios de embarcaciones de aspecto más sólido, incluido el de un vapor británico de la empresa Cook repleto de turistas, que no consiguió remontar el Nilo. Este buen juicio que mostró al comienzo de la travesía la acompañó todo el viaje, pese a los peligros y momentos delicados que vivió, porque recordemos que en aquella época algunas zonas del viaje estaban habitadas por individuos que sólo conocían la civilización a través de los turistas que recorrían el rio.


<Respecto a la fascinación de un viaje a Egipto, del encanto del Nilo, de la sobrecogedora e inesperada belleza del desierto, de las ruinas que han maravillado al mundo, ya he dicho suficiente. Sin embargo, debo añadir que mi impresión personal es que las cosas y las gentes de Egipto han cambiado mucho menos de lo que nosotros, las gentes de hoy día, suponemos.>


Pese a los riesgos que suponía viajar por libre, Amelia huía de las agencias turísticas y los viajes organizados que, ya en aquella época, llevaban como en un rebaño a sus clientes. Sus comentarios al respecto de los cruceros y las excursiones que vio durante su periplo egipcio te hacen reflexionar sobre lo que opinaría de lo que significa viajar en el siglo XXI. Por otro lado, su sentido práctico de las cosas y el gran interés que tenía por conocer a fondo todas las maravillas que le esperaban en el viaje le hicieron planificar minuciosamente y a su manera cada detalle útil, demostrando la inteligencia e independencia de los grandes exploradores.

Philae, ilustración Mil millas Niloarriba
Fuente: Wikipedia

Así inició su recorrido por el Nilo. Su tripulación estaba formada por su inseparable amiga “L”, un guía que hablaba la lengua árabe y los marineros de la dahabiyeh, que llevaba el nombre de la ilustre ciudad de Philae. A ellos se unió posteriormente el pintor inglés Andrew McCallum, y una pareja de recién casados, a los que se refiere durante todo el libro como “la Pareja Feliz”. La embarcación hizo parte del viaje junto a una pequeña flota de dahabiyehs, entre las que se encontraba la alquilada por Marianne Brocklehurst, una viajera y coleccionista inglesa de antigüedades egipcias, que ha pasado a la historia como mecenas de algunas excavaciones arqueológicas. Esta amante de la egiptología apoyó la labor de Edwards a su regreso a Inglaterra, y mantuvo con ella una duradera amistad.

Con respecto al relato del viaje, la autora detalla cada momento de las distintas etapas con gran precisión psicológica, pictórica y literaria. Para la autora ninguna referencia es banal, ni el clima, ni la tripulación egipcia, ni los pueblos que ve a su paso a bordo de la dahabiyeh, ni los cambios que se perciben en el paisaje. .. Todo lo describe desde el punto de vista de una observadora crítica pero objetiva, ávida de aprender y compartir. Además, cada estampa que consideraba digna de admiración la dibujaba. Porque sus grandes dotes como pintora no podían resistirse ante tanta belleza. Debo señalar que tanto la edición original inglesa del libro, como la española que presento hoy están ilustradas con los exquisitos y minuciosos dibujos que la autora realizó durante el viaje. Nada escapaba a su pincelada, sus láminas están protagonizadas por monumentos arquitectónicos y humanos. La fascinación que ejercían sobre ella las diferentes costumbres y razas de los pueblos que pudo contemplar la llevaron a inmortalizarlos.


<Entonces pasamos al lado de una mujer fellah alta y guapa que estaba majestuosamente de pie al borde del camino, con su velo echado hacia atrás y cayendo en pliegues hasta los pies. Ella sonrió, extendió su mano y murmuró “¡Bakhshish!”. >


Dentro de la narración tienen gran importancia la historia y la arqueología. Por sus páginas aparecen descritas las grandes ciudades del Antiguo Egipto y los principales monumentos que todos conocemos, además de muchos otros que quedan reservados para los expertos arqueólogos y egiptólogos de corazón. Pero también la autora dedica pasajes importantes a los notables personajes que hicieron historia en la época faraónica y a los ilustres viajeros que se enamoraron de Egipto, después de que las tropas Napoleónicas abrieran las puertas a los descubrimientos arqueológicos. Me ha gustado conocer a otra viajera que estuvo algunos años antes que Amelia B. Edwards en Egipto. El nombre de Lady Duff Gordon ya nunca se me olvidará.

Gran Templo de Abu Simbel
Fuente: Wikipedia

Quizá el lector piense que, al tratarse de un libro de viajes, las pesadas descripciones arqueológicas o paisajísticas le puedan ahogar. Pero no, todo lo contrario, la emoción del relato aumenta por momentos, debido a los intrépidos acontecimientos que vivieron sus protagonistas y por la exótica ambientación. La autora presenta un escenario que, inevitablemente, el lector del siglo XXI asociará con recuerdos cinematográficos. Quien sea capaz de leer Mil millas Nilo arriba sin rememorar la estética y aventuras de Indiana Jones o de La Momia, o no ha visto las películas o no tiene imaginación, porque cada escena te lleva a un momento emocionante y romántico: la entrada a un templo antiguo, la visita al Valle de los Reyes, el paseo por un mercado egipcio, la búsqueda de cocodrilos, el ataque de ladrones a las embarcaciones, la vista de las pirámides, la cena con un caudillo egipcio…Incluso el descubrimiento de un santuario egipcio que había estado oculto por la acción del tiempo y que, Andrew McCallum, el pintor compañero de viaje de Edwards, destapó para beneficio de la humanidad. Aunque este último punto es cuestionado por la autora. Porque Amelia Edwards era una mujer muy respetuosa y no podía hacer ojos ciegos a las catastróficas consecuencias que había tenido la mano del hombre sobre el legado del Antiguo Egipto. Las invasiones, los ladrones, el turismo e incluso los arqueólogos dejaron a su paso marcas negativas sobre gran parte del patrimonio. Son muy interesantes las reflexiones que hace al respecto, como también lo son las múltiples anécdotas que cuenta a cerca de cómo los egipcios de su tiempo seguían buscando tesoros escondidos, pese a la prohibición de las autoridades.

Tantas y tantas barbaridades las que vio, que la autora se preguntaba cuántas de las maravillas que admiró durante su viaje perdurarían en el tiempo. Esta es otra cuestión que, desde mi punto de vista, aumenta la emoción de leer Mil millas Nilo arriba. Porque, queridos lectores, debo confesar que tardé mucho más de lo previsto en terminar el libro debido a que constantemente buscaba en Google cada monumento mencionado por la autora. Ver el estado en el que se encontraba cuando lo visitó Edwards y comprobar que aún sigue en pie, incluso algunas mejor de lo esperado, es para todo aquel que se llame a sí mismo amante del arte y la cultura un momento de gran excitación y felicidad. Esta emoción te hace entrar en comunión con la escritora, quien comparte sus íntimos pensamientos con el lector.

Por otro lado, es relevante señalar la importancia etnológica y sociológica que tiene este documento, ya que Edwards hace unas observaciones muy interesantes sobre los diferentes pueblos, razas y costumbres que poblaban las márgenes del Nilo cuando ella lo visitó, así como evidencia la atmósfera colonialista que imperaba en Egipto. Pero, lo que más me ha llamado la atención de estos pasajes sociológicos es la solidaridad mostrada hacia la mujer egipcia, a quien prefiere ver trabajando duramente como lo hacían las esposas de los fellahin, que encerradas en un harem contemplando su propia existencia.

Cuando Amelia B. Edwards regresó de su viaje por Egipto, la fascinación de lo había visto y lo que allí experimento la indujeron a escribir Mil millas Nilo arriba, que se publicó en 1877. Su ferviente deseo de preservar para la posteridad el patrimonio de aquel país la indujo a promover una concienciación social sobre el peligro que corrían las maravillas egipcias por culpa del turismo, los especuladores y el progreso. Se convirtió en defensora de la investigación y la ciencia, para la preservación de la historia y las obras de arte. Abandonó en gran medida sus otros trabajos como escritora y, en 1882, confundo el Egypt Exploration Society junto a Reginald Stuart Poole, un arqueólogo del Museo Británico.  Este organismo sigue existiendo hoy en día, y puede presumir de tener entre sus colaboradores eminentes a Howard Carter, el famosísimo arqueólogo y egiptólogo que descubrió en 1922 la tumba KV62, perteneciente al faraón de la dinastía XVIII Tutankamón, en el Valle de los Reyes, frente a Luxor.

He llegado al final de mi reseña de hoy. No ha sido fácil poner palabras a las emociones que el texto de Amelia B. Edwards me ha causado, como tampoco lo ha sido explicar el importante contenido de sus páginas. Cuando el material que tienes entre manos es tan imponente resulta un gran compromiso.  Pese a ello, espero haber provocado al menos una chispa de entusiasmo en mis lectores. Porque leer Mil millas Nilo arriba no es sólo una buena lectura con la que pasar un rato entretenido y revelador, también es un documento honesto que invita a la reflexión. Quizá, después de disfrutar este libro, seamos capaces de preguntarnos quiénes somos verdaderamente y hacia dónde queremos ir.

 

<El cerebro no es un vaso por llenar, sino una lámpara por encender.> Plutarco

 

Os espero a todos el 19 de mayo de 2021, en una nueva cita de La vuelta al mundo en doce libros. Bombay nos espera, queridos lectores.



 

Undine von Reinecke ♪

 

La autora por la Editorial:

Fuente: Wikipedia
De aprendizaje precoz y carácter inquieto, estudió danza, música, pintura y literatura, especialmente a partir de la publicación de los relatos de sus viajes. Quedó fascinada por Egipto en su único viaje a este país, en 1873, dedicándose desde este momento plenamente a la egiptología. De regreso a Inglaterra, fundó el Egypt Exploration Fund- que sigue existiendo en la actualidad con el nombre de Egypt Exploration Society- para el patrocinio de estudios y excavaciones en Egipto, contando con colaboradores como Flinders Petrie o Howard Carter, entre otros.

En 1877 publicó esta obra, Mil Millas Nilo Arriba, con gran éxito, de la que se hizo una nueva edición en 1891. Antes de su muerte, creó la primera cátedra de egiptología del Reino Unido en el University College de Londres.

 


 

 


Comentarios

  1. Para mí, viajar a Egipto siempre es un placer así es que me lo llevo anotado que igual para este verano me voy para allá...con los libros claro.
    Un beso

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    1. Buenos días, Inés:
      No dudes en leer este libro si puedes. Además, el verano es la mejor ocasión para hacerlo, porque se necesita calma y tiempo para disfrutarlo. Yo he pasado momento de verdadero placer contrastando con Google los lugares que se mencionan el libro. Espero que a ti te suceda lo mismo.
      Un abrazo y muchas gracias por la visita!!

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  2. ¡Madre mía Undine!! menuda lección de historia tan maravillosa nos has dado, se nota que te fascina el tema y no me extraña. A mí el tema Egipto también me fascina, me dio una época cuando leía mucha novela histórica por leer novelas ambientada allí y las disfrutaba mucho. Aunque los gustos y las preferencias lectoras van cambiando con el tiempo, es curioso, ahora me parecen interesantes, pero no me decanto por ellas.
    Siempre quise también viajar a Egipto, espero algún día poder cumplir ese deseo, de momento está claro que hay que esperar
    Interesante este libro de viajes...
    Besos

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    1. Buenos días, Marian:
      Lo cierto es que el proyecto de La vuelta al mundo en 12 libros me está dando la oportunidad de conocer y contrastar mucha información. Lo estoy disfrutando, y espero que quienes me lean lo hagan también. A mí también me dio por leer novelas de ambientación egipcia cuando era adolescente. Pero como te pasa a ti, en la actualidad leo otras literaturas. No obstante, debo decir que lo he pasado maravillosamente leyendo a Amelia B. Edwards.
      Un abrazo y muchas gracias por leerme!!

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  3. Hola Undine, yo siempre deseé leer este libro y no sabía que había esta edición tan ¿reciente? (bueno más o menos). Me encanta que lo hayas traído por aquí porque es una lectura que tengo apuntada (ya no en mi lista de deseos sino en mi corazón) y al final se va quedando ahí viendo pasar el tiempo. Anoto esta edición maravillosa ilustrada por la autora y me haré con ella en breve. Me encanta todo lo que has contado de ella.
    Yo pude realizar mi sueño de viajar a Egipto en 2005, posteriormente hice un curso de jeroglíficos egipcios (que tengo olvidadísimo, aunque algunas cosillas recuerdo) y ahora tengo ganas de llevar a mi hijo al que le he traspasado mi pasión por la cultura.
    Gracias por traer este libro por aquí, me haré con él en breve.
    Un besazo

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    1. Buenos días, Nitocris:
      Qué suerte que hayas viajado a Egipto. A mí me encantaría ir, pero nunca se ha dado la ocasión. Como te sucede a ti, aquel país, su historia, su arte y cultura me fascinan. Por eso me hacía especial ilusión esta etapa del viaje del proyecto. Elegí este libro por lo que implica, creo que rinde un homenaje precioso a Egipto. Amelia B. Edwards demuestra tanta admiración y respeto por aquel país, que cualquiera que lea Mil millas Nilo arriba se enamorará de Egipto. Me parece super interesante el curso de egiptología que hiciste, qué envidia.
      Un abrazo y no dejes de contarme tus impresiones sobre el libro cuando lo leas.
      Besos!!

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  4. Me has dejado boquiabierta ojiplática y con las patas vueltas ¡Qué masterclass de historia más brutal has dado!
    Yo estuve en Egipto hace muchísimos años, en el paso del ecuador de mis amigas de psicología y medicina, pues me viaje fue a Checoslovaquia, Hungría, Bulgaria... Y no quería perder la oportunidad de ir a Egipto por si el destino no me dejará ir en otra ocasión. Y así fue, no he vuelto.
    Me has llenado de ilusión, de ganas de aprender, de saber ¡Me lo llevo!
    Otra cosa es que me acompañen las ganas pero la intención está 😅😁

    Besos 💋💋💋

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    1. Buenos días, Yolanda:
      Nada de masterclass :) Sólo he contextualizado la época. Me parecía importante hacerlo para que se entendiera el momento histórico en el que fue publicado el libro...El colonialismo, vamos. He disfrutado mucho con esta reseña, y espero no haber aburrido mucho a los lectores con su longitud.
      Yo nunca he estado en Egipto, y no ha sido por falta de ganas. Siempre me imaginé viajando en un crucero como el que aparece en la famosa novela de Agatha Christie :) Espero que en algún momento de vivida pueda ir.
      Por otro lado, Yolanda, este libro debes leerlo porque te hará sentirte muy bien.
      Un beso grande y muchas gracias por tus palabras!!

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  5. Buenos días Undine!. Hay que ver lo que se aprende con tus reseñas, tan magníficamente introducidas, ambientadas y desarrolladas. ¡Como para no llevarme esta historia si además Egipto es uno de mis lugares soñados para visitar! Además conozco a la autora, de un libro sobre mujeres exploradoras. Nada que ya está apuntado. Un abrazo.

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    1. Buenos días, Mar:
      Qué palabras más bonitas me dedicas, ¡muchas gracias! También Egipto es mi lugar soñado para viajar. No sé si podré ir algún día, pero con este libro me he sentido allí, junto a Amelia B. Edwards. No podría recomendártelo más, querida Mar.
      Por otro lado, ¿cuál es título del libro de exploradoras? Me encantaría leerlo.
      Un abrazo grande y mil gracias por leerme!!

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  6. Holaa!! otro más que no conocía pero que suena bastante interesante y que sin duda me llevo apuntado. Gracias por compartir tu opinión.

    Blessings!!

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    1. ¡Muchas gracias a ti por pasar a leerme! Espero que disfrutes el libro.
      Un abrazo

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  7. Te estoy ahora mismo haciendo la ola después de leer, disfrutar y aprender con esta magistral reseña. Me apunto el libro, sin duda, para poder ir a Egipto y disfrutar del viaje y de su cultura. Aunque tardará en caer, que ya son demasiados los pendientes.
    Besotes!!!

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    1. Buenos días, Margari:
      ¡Muchas gracias por tus amables palabras! Lo cierto es que he disfrutado mucho preparando esta reseña. Espero no haber aburrido mucho a los lectores con su longitud, pero el proyecto lo requiere.
      Sobre viajar a Egipto, ¡qué maravilloso sería hacerlo como lo hizo Edwards! Pero los tiempos que corren no son propicios para ello. Para consolarnos nos queda Mil millas Nilo arriba. Si me permites un consejo, cuando lo leas, procura no tener prisa.
      Un abrazo grande, y mil gracias otra vez!!

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  8. Hola.
    Leer sobre Egipto siempre es un placer y con una reseña así cómo no sentir curiosidad por uno de los paises más fascinantes, desde todos los puntos de vista, que existen. Anotada.
    Un saludo y gracias por tu magnifica reseña.

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    1. Buenos días:
      ¡Muchísimas gracias por tus amables palabras! Deseo que cuando leas Mil millas Nilo arriba puedas disfrutarlo tanto como yo lo hice. Es un libro para volver a él, y rememorar pasajes. Muy recomendable para amantes de Egipto y la historia.
      Un abrazo y gracias nuevamente!!

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  9. Querida Undine:
    No has provocado una chispa en mí, más bien diría que una hoguera porque me lo acabo de comprar.
    ¡Quiero ser Amelia! Aunque no valgo como viajera intrépida, voy a lo seguro pero eso sí, el viaje me lo organizo yo aunque luego me confunda de tren. Qué ganas de que esto acabe y volver a volar en todos los sentidos.
    La verdad es que leyendo tu reseña no sabía si pillar este libro o una biografía de Amelia. Me fascina la gente que se apasiona con algo y encima luego tienen talento para contarlo de forma tan atractiva. Y tú también lo cuentas así. Esta vez te has salido ya del todo, me ha dado una pena acabar la reseña, estaba tan metida en la historia que es como si estuviéramos hablando por teléfono y de repente se cortara.
    Reseñón.
    Besotes y un abrazo. ¡Feliz semana!

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    1. Buenos días, Norah:
      No tengo palabras para agradecerte tu amabilidad. Siempre escribo con cariño las reseñas, quizá el tema de hoy sea tan interesante que me impliqué más en ello. Por otro lado, yo también quiero se Amelia B. Edwards. ¡Qué mujer tan intrépida e inteligente! Su vida no tiene desperdicio, y su labor en el campo de la egiptología me parece fascinante.
      Con respecto a viajar, yo también soy de las que se organizan el viaje. Opino como la autora, no me gustan los viajes de agencia turística. Y sí, ojalá "esto" acabe pronto y podamos volver a viajar.
      Un abrazo grandísimo, querida, amiga, y nuevamente mil gracias por tus amables palabras!!

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  10. Hola unidne! Cómo amo tus entradas siempre aprendo algo nuevo o recuerdo algo que sabía y olvide como Amelia B Edwards que fue una alta exploradora. Me gustaría mucho leer este libro pienso que lo amaría. Gracias por traernos estos libros tan raros en la.blogosfera y tan necesarios. Besotes!

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    1. Buenos días, Cinephilegirl:
      ¡Mil gracias por tu amabilidad! Lo cierto es que Amelia B. Edwards fue una mujer muy interesante, y todo lo que cuenta en su libro es una muestra de ello. No sólo en lo relativo al viajes, sino en la demostración que hace de intelecto superior. Leer Mil millas Nilo arriba es un disfrute para los sentidos. Espero que lo puedas leer en algún momento.
      Un abrazo y muchas gracias otra vez!!

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  11. Me gusta de este libro la ambientación. Además las novelas de corte colonial suelen ser preciosas e instructivas y si como dices es un documento honesto que invita a la reflexión pues con más motivo todavía para leerla.

    Un besazo,

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    1. Buenos días:
      No sabes lo bien que muestra el momento histórico. Pero es normal, la escritora lo escribió poco después de volver de Egipto. Es cierto lo que dices, estas novelas son de los más instructivas. Si en algún momento decides leerla, no dejes de compartir tus opiniones conmigo.
      Un abrazo y gracias por la visita!!

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  12. Tus entradas son clases de historia, literatura, música. Son geniales. Con estas entradas tuyas estoy dando vueltas a leer este año el libro de Julio Verne y el año que viene leer los libros que tu has ido leyendo este año. Me gusta aprender contigo. Un abrazo!

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    1. Buenos días, Esther:
      ¡Muchas gracias por tus palabras! Lo cierto es que estoy aprendiendo y disfrutando muchísimo con La vuelta al mundo en doce libros. Me hace mucha ilusión que te entre el gusanillo de hacer el viaje. Si finalmente lo inicias el próximo año, compartiré tus reseñas aquí en el link del reto.
      Un abrazo grande y mil gracias otra vez!!!

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  13. Hola,
    Egipto me fascina y esta novela tiene muy buena pinta. Anotada me la llevo.
    Un beso, guapa

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    1. Buenos días, Eyra:
      A mí también me fascina Egipto, deben ser pocas las personas que no caigan rendidas ante su magia. Espero que si lees el libro lo disfrutes tanto como lo hice yo.
      Un abrazo y gracias por leerme!!

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  14. Me encantan los hilos históricos ♥

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    1. Buenas tardes:
      Si es así, Mil millas Nilo arriba te encantará.
      Un saludo

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  15. Hola Undine!! Lo desconocía por completo, no descarto darle una oportunidad más adelante. Tomo buena nota de tus impresiones lectoras. ¡Gran reseña y gracias por tu recomendación! Besos!!

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    1. ¡Muchísimas gracias a ti por pasar a leerme y por tus bonitas palabras!
      Un abrazo y feliz semana!!

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  16. Ohhhh, qué maravilla, Undine. Te confieso que he venido a leerte intrigada por el título y por esa cubierta tan prometedora y me he quedado fascinada. Los libros de viajes siempre resultan románticos e interesantes, pero si le añadimos el marco histórico en el que fue escrito y la mirada de género de la época, y además dices que tiene ese toque de aventuras clásica a lo Indiana Jones, a mí me parece irresistible. Me lo llevo. Muchas gracias por el descubrimiento. Besos.

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    1. Buenas tardes, Mónica:
      Conociendo tus dotes para la historia y tus gustos literarios, estoy segura que Mil millas Nilo arriba hará las delicias de muchos días en tu vida. Porque es un libro que merece leerse pausadamente. Si algún día te atreves con él, no dejes de contarme si he acertado.
      Un abrazo

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  17. Tranquila, querida Undine, te aseguro que has transmitido perfectamente el valor de este libro. Tanto, que me he propuesto conseguirlo como sea; volver a Egipto de la mano de Amelia me parece todo un regalo. Gracias por otra excelente reseña. Abrazos.

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    1. Muchísimas gracias a ti, Marisa, por tus cariñosas palabras. Estoy segura que no te decepcionará, todo lo contrario. Además, seguro que le sacas mucho más jugo del que yo he podido mostrar. Ya me contarás.
      Un abrazo y muy felices lecturas!!

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  18. Vaya viaje te has marcado jejeje. Egipto, qué maravilla. El otro día hablaba del país con mi cuñada, que viajó allí hace muchos años y dice que fue el viaje de su vida. Ahora, con lo que tenemos encima, no hay más remedio que viajar con los libros y este tuyo es una puerta de embarque estupenda. Gracias por el descubrimiento Undine. Besos

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    1. Muchas gracias a ti, Marisa por pasar a leerme:
      Egipto siempre es un romántico destino. De la mano de Amelia B. Edwards mucho más. A ver si hay suerte y puedes leerlo.
      Un abrazo y gracias otra vez!!

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  19. Hola, Undine. Creo que me gustaría conocer a Amelia. Qué propuesta tan interesante, ya la vi el otro día en IG. Creo que a mí también me vas a contagiar. Un besote enorme.

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    1. Buenas tardes, Rocío:
      Contagios como el de la literatura son siempre bienvenidos. Ya verás cómo te gusta el estilo de Amelia B. Edwards. Su prosa es muy dinámica e inteligente, además de altamente emotiva en los pasajes más interesantes. Ya me contarás si algún día te pones con Mil lillas Nilo arriba.
      Un abrazo grande y gracias por la visita!!

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  20. Qué entrada más interesante y qué destino Egipto. Me ha llamado la atención lo que has contado de la novela así que me lo llevo anotado para ver si lo encuentro.

    Gracias!

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    1. Buenas tardes, Jani:
      Muchas gracias por tus palabras. De verdad que deseo que encuentres este libro porque lo vas a disfrutar.
      Un abrazo grande y felices lecturas!!

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  21. Uff!! Hace tiempo que no realizó un viaje literario al antiguo Egipto. Es una civilización que me atrae mucho. Aunque también pongo a la misma altura la romana y la Helena. Tomo buena nota de este título, porque me parece muy interesante la visión que ofrece esta autora, sobre todo al viajar por el Nilo en las condiciones que mencionas. Felicidades por tu gran trabajo didáctico y la forma de exponerlo. Un abrazo.

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  22. ¡Muchas gracias por tus palabras, Francisco! Este título es un disfrute para todo lector que aprecie la historia, y necesita contextualizarse para apreciarlo en lo que vale. Me pareció una acertada elección para mi proyecto. Sin duda, es una joya literaria que muestra cómo era el Egipto de su época. Deseo que puedas disfrutarlo tanto como yo lo hice.
    Un abrazo y gracias por la visita!!

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  23. De la autora leí varios de terror y es excelentisima
    Lo anoto como que no
    Gracias
    Saludosbuhos! !

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    1. Es cierto, sus relatos de misterio y fantasmas son extraordinarios. Lo mismo te sucederá con Mil millas Nilo arriba. Espero que puedas leer este estupendo libro.
      Un abrazo y gracias por tus palabras!!

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  24. Querida Undine, ya sabes que tengo el libro en la estantería a la espera de animarme con mi proyecto. Igual nunca ve la luz y no me decido a hacerlo, pero el libro está ahí y tarde o temprano lo leeré. Sabes de mi pasión por la egiptología (vocación frustrada la de egiptóloga y arqueóloga, pero ya no tiene remedio) y he leído con mucho interés todo lo que comentas. La destrucción que ha sufrido Egipto a lo largo de los siglos da para hablar mucho, pero tanto por los que hemos ido de fuera como por los propios egipcios. Que hoy en día sigan en pie tantísimos ejemplos de una civilización tan magnífica y única como aquella es un milagro y un privilegio que no todo el mundo sabe reconocer. Te leía y solo pensaba lo que me hubiese encantado ir a bordo de esa dahabiyeh junto a Amelia. El día que yo pise Egipto lloraré a moco tendido, y hablo como si fuera algo que va a ocurrir sí o sí porque espero que así sea. No quiero pensar que nunca ponga un pie allí. Y no quiero terminar sin decirte que me he reído mucho con tus alusiones a Indiana Jones y La momia... no te digo la de veces que he visto todas las pelis de las dos sagas porque lo mismo no me crees, pero han sido muchas. MUCHAS.

    Qué grande eres, Undine. No te merecemos.

    ¡Besote!

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    1. Mi querida MH:
      Tus palabras me llegan al corazón. Sabes que tú eres un referente para mí en este mundo de las reseñas. Por ello guardo todo lo que me dices con cariño. ¿Verdad que las pelis que menciono son eternas? Yo creo que cuando sea una anciana seguiré viéndolas y sintiéndome una jovencita aventurera al lado de Harrison Ford :) Pero en serio, Amelia lo narra tal cual.
      Sé...confío que realizarás tu proyecto. Yo seré tu fan número uno de la sección.
      Un abrazo y un beso grandísimos!!

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  25. Menuda guia de viaje. Parece un libro estupendo para descubrir Egipto y ver la visión que tenían de este país los ingleses :-((
    Y todo desde el respeto por esta autora que me parece maravillosa.
    Me lo pillo ya, y a ver si me gusta tanto como a ti.
    Que reseña tan maravillosa, felicidades!!
    Besos

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    1. Buenos días,Senyoreta Buncle:
      ¡Muchas gracias por tus amables palabras! Desde ya te digo que no tengo duda alguna que te gustará. La autora no sólo te conquistará por lo que cuenta, sino que te emocionará.
      Un abrazo y muchas gracias otra vez!!

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  26. Me ha entusiasmado todo lo que cuentas. Amelia Edwards me parece una autora muy interesante y la temática del libro, apasionante!

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    1. Buenas tardes y bienvenid@:
      Me alegra haber podido captar tu atención con mi reseña, Amelia Edwards y su libro merecen estar presentes y tener protagonismo entre los lectores.
      Un abrazo y gracias por leerme!!

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  27. Saludos a todos, en especial a Undine, que tan magnífica reseña ha hecho de MI libro. No, no lo he escrito yo, pero sí que lo he traducido al castellano. Fue un trabajo duro que me llevó casi dos años, ya que el inglés del s XIX no es como el de ahora. Pero me siento feliz de haber podido captar la magnífica prosa de la autora. Un buen traductor ha de desaparecer del libro y respetar en todo momento lo que escribió el autor. Yo así me lo propuse, y por vuestras opiniones, parece que el resultado fue bueno. Animo a quienes estén interesados en el antiguo Egipto a ponerse cómodos y disfrutar de este viaje a la antigua. Gracias a todos en nombre de la gran Amelia. Rosa Pujol

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  28. Buenas noches, Rosa:
    Es para mí una satisfacción enorme que hayas leído la reseña y, mucho más aún, que decidieras dejar unas palabras. Esto me da la oportunidad de poder agradecerte y felicitarte por el excelente trabajo que hiciste en Mil millas Nilo arriba, libro que releeré en el futuro con la misma ilusión del primer día.
    Un saludo y muchas gracias!!

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    1. La verdad es que disfruté mucho traduciéndolo, a pesar de que fue un trabajo muy minucioso. Gracias por la divulgación, en nombre de Amelia, que amaba tanto Egipto, que en la lápida su tumba tiene un anj (cruz de la vida) y en lugar de cruz, la preside un obelisco. Y si te fijas en el libro, cuando se pone ante las pirámides, ella escribe la palabra 'sombra' con mayúsculas, para demostrar la grandiosidad de lo que tenía ante sí. Que disfrutes en tu re-lectura.

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    2. Y un pequeñísimo detalle por si quieres corregirlo. La editorial no es 'Aldebarán' como parece que nos suena a todos, sino 'Aderabán'. Por si quieres corregirlo.

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    3. ¡Disculpa el error! Ya está corregido.
      Un saludo y Muchas gracias!!

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