RESEÑA: CONFESIONES DE UN JOVEN, GEORGE MOORE

 

Fuente: Undine von Reinecke

Ficha Técnica:

Editorial: Belvedere

Traducción: Ricardo Bestué

Tamaño: 14 x 21 cm

Páginas: 288

Primera edición: Febrero 2013

Encuadernación: Rústica

ISBN: 978-84-937947-3-6

PVP: 17,50 €

Sinopsis de la Editorial

Con la herencia que recibió al morir su padre, Moore viajó a París con la intención de cumplir un sueño: ser pintor. Llega en plena ebullición artística: el movimiento romántico coexiste con los poetas parnasianos, los simbolistas, los escritores naturalistas, y con el genial movimiento pictórico impresionista, pintores a los que abuchea en la tercera Exposición en París. Tras darse cuenta de que no tiene aptitudes para llegar a ser un buen pintor, Moore se pasa a la escritura, probando suerte primero con la poesía, luego el periodismo y, finalmente con la novela. Tras una vida bohemia de poco más de seis años en París regresa a Londres. Imbuido de la vida artística francesa, Moore quiere importar sus gustos a Gran Bretaña. Publica A Mummer’s Wife y Esther Waters, dando fin a su juventud.

Propuesta musical para este libro


El preludio que el lector está escuchando pertenece al compositor francés Claude Debussy (1862-1918). Debussy fue un gran compositor contemporáneo a George Moore. Los inicios de su carrera coinciden con la época en la que Moore residió en París, en su intento de dedicarse a la pintura. Por lo tanto, es fácil pensar que se movieron en los mismos círculos artísticos. Por otro lado, Claude Debussy fue un grandísimo lector, seguidor de los poetas simbolista, como también lo fue George Moore. La elección de esta pieza es por motivos literarios, ya que está dedicada a un personaje creado por uno de los escritores favoritos de Lecturas de Undine, el simpático Samuel Pickwick del inmenso Charles Dickens. La obra fue compuesta en 1913, cuando George Moore ya había conseguido vivir de la literatura y residía en Inglaterra.


Lo que Undine opina del libro


<El que emplea demasiado tiempo en viajar acaba por tornarse extranjero en su propio país.> René Descartes


Hoy, 16 de febrero de 2022, he dejado tras de mí Gran Bretaña y desembarco en el puerto francés de Calais, segunda etapa en mi aventura La vuelta al mundo en doce libros 2022, para continuar inmediatamente hacia mi siguiente destino. París, la ciudad de la luz. Pero antes de continuar mi camino, quiero hacer un breve inciso para hablaros de Calais, un interesante lugar que ha protagonizado innumerables acontecimientos históricos con el correr de los tiempos.

Fuente: freightlink.es

Calais es una importante ciudad del norte de Francia, perteneciente al departamento del Paso de Calais. Está situada sobre el estrecho que separa el canal de la Mancha del mar del Norte, a tan sólo 20 km del cabo Gris-Nez, el punto más cercano a Inglaterra. Su fundación data del siglo X, y comenzó siendo un puerto pesquero. No obstante, muy pronto cambiaría su suerte, debido a su privilegiada situación geográfica que la hacía apetecible por su función estratégica para las naciones que deseaban extender su poder territorial. Los ingleses fueron los primeros en invadir el territorio en 1347 durante la Guerra de los cien años. Bajo su dominio, Calais se convirtió en un importante puerto comercial de incalculable valor económico. Tanta importancia llegó a tener este lugar para los británicos que incluso el famoso Richard Whittington (1354–1423) -Lord Mayor de Londres, miembro del parlamento y sheriff de la ciudad-, llegó a compaginar sus labores en la capital inglesa con la alcaldía de Calais. Sin embargo, los franceses no olvidaron nunca aquellas tierras y, cuando estuvieron preparados para recuperarlas tras sus luchas internas, acabaron con la hegemonía inglesa. Eso sucedió en 1558, pero cuatro décadas después, Calais cambió nuevamente de manos. Esta vez fue la Corona Española quien la conquistó gracias a las tropas llegadas desde los Países Bajos en 1596. El dominio hispano sólo duró dos años, ya que Felipe II se vio obligado a ceder la plaza a Enrique IV de Francia. 

Fuente: unprofesor.com

Desde entonces, Calais ha conocido muchos acontecimientos históricos de relevancia. Sírvame de ejemplo las guerras Napoleónicas, cuando en 1805 fue elegida como emplazamiento para el ejército del famoso general, antes de su fallido intento de invasión  sobre las Islas Británicas; también tuvo suma importancia durante las dos Guerras Mundiales, sirviendo como punto clave de abastecimiento para las tropas y como ruta de escape, especialmente durante la segunda gran contienda y tras la batalla de Dunkerque. Recordemos que fue desde allí que las embarcaciones inglesas que habían acudido al rescate pudieron trasladar a miles de soldados y ponerlos a salvo de las tropas alemanas. 

Hoy por hoy, Calais sigue siendo un lugar prominente que sirve como punto de conexión entre las Islas Británicas y el continente, así como por estar considerado como un lugar de interés turístico de relevancia. Cualidades que no sorprenderán a los lectores habituales de clásicos, porque Calais es una ciudad de lo más literaria, su nombre aparece en multitud de títulos de todos los tiempos. Quién no recuerda al famoso héroe de La Pimpinela Escarlata de la baronesa de Orczy (1905), él utilizaba constantemente el puerto de Calais en sus aventuras, en su afán por salvar de la guillotina a los aristócratas franceses durante la época del Terror. La relevancia de Calais en la literatura comenzó en el siglo XVII con el  Grand Tour, el viaje iniciático por Europa que emprendían los jóvenes aristócratas, especialmente los británicos; también era el punto de partida para muchos artistas y pensadores que querían visitar Italia, España, Grecia y, por supuesto Francia, para ampliar sus horizontes intelectuales. Así lo hicieron Laurence Sterne o Tobias Smollett, autores de Viaje sentimental por Francia e Italia (1768) y El Viaje por Francia e Italia (1766), respectivamente. Ese fue el caso también de George Moore, el autor de Confesiones de un joven, el título que os presento hoy, en edición de Belvedere y con la estupenda traducción de Ricardo Bestué.

Confesiones de un joven son las memorias parciales de George Moore, que fueron publicadas originalmente en 1888, pero que a lo largo de los años han sido reeditadas en diversas ocasiones, correspondiendo la publicación de la editorial Belvedere a la de 1936, tres años después de fallecer el escritor, en la que el propio autor había añadido cinco ensayos de su autoría, que no desmerecen en absoluto la calidad de su biografía, sino todo lo contrario. Estos son: Culto a los cómicos (una crítica a los actores), Una visita a Médan (una visita a la casa de Zola), Una actriz del siglo XVIII (la historia de una actriz del siglo XVIII), Le Revers d’un grand Homme (una liaison del duque de Wellington con Miss J.) y Epístola a los galeses (una disertación sobre el galés frente al inglés como idioma predominante en País de Gales).

James Joyce. Fuente: Wikipedia

George Moore (1852 Condado de Mayo, Irlanda-1933, Londres, Inglaterra) es un escritor poco conocido en el panorama literario español, pero de gran relevancia para las letras británicas, ya que está considerado como el precursor del naturalismo en Gran Bretaña. Su obra fue clave para la generación de escritores del cambio de siglo a la que pertenecía su compatriota James Joyce, de quien se dice que bebió de las fuentes de Moore para su propia narrativa, algo que también hicieron otros escritores exitosos de comienzos del siglo XX, como es el caso del genial Arnold Bennett quién, como Moore, también viajó hasta París para encontrar su musa literaria.

Cuando hablamos del género biográfico, el lector no acostumbrado a leer este tipo de narrativa puede temer el tedio que supone tener que enfrentarse a un sinfín de enumeraciones, citando acontecimientos de la vida del protagonista en cuestión. Este no es el caso de Confesiones de un joven, ya que ésta es una biografía con un planteamiento estilístico fresco y muy comunicativo, creando un vínculo distendido con el lector. En ella George Moore se enfrenta con el público a pecho descubierto, haciéndolo partícipe de sus secretos, a modo de confesión. Como resultado ofrece a quienes se embarcan en la lectura de sus memorias una narración peculiar y muy interesante, que abarca desde los años de su niñez en Irlanda, el periodo que vivió en Londres junto a sus padres siendo adolescente, los años que vivió en París intentando convertirse en pintor, y, finalmente, la época anterior a su dedicación plena como escritor, ya de regreso a las Islas Británicas.

Mary E. Braddon, autora bestseller victoriana
Fuente: maryelizabethbraddon.com/

En la primera parte de esta palpitante narración, el lector conocerá de primera mano cómo fueron los inicios de George Moore como lector siendo tan sólo un niño, cuál fue el bestseller victoriano que despertó su imaginación y el poeta que iluminó su chispa intelectual, algo que le llevó a interesarte por las corrientes de pensamiento y por la pintura, una disciplina que, en su intento de triunfar como artista, le incitó a viajar a París en la década de 1870, tras fallecer su padre y heredar la valiosa hacienda familiar. Allí, en la bulliciosa capital francesa del siglo XIX, buscó hacerse hueco entre los artistas que llegaban de todas partes de Europa. No lo tuvo fácil, pero consiguió que se le admitiera como pupilo en el taller de un artista. Después de eso, comenzó a relacionarse con todos los personajes con los que se cruzaba, visitó todos los cafés y salones de la société parisienne, codeándose indistintamente con aristócratas, vividores o con los artistas e intelectuales que forjaron la importantísima línea de pensamiento de aquel momento en Francia. Nombres como los de Mallarmé, Turgenev,  Manet o Zola se repiten innumerables veces durante el relato, con cáusticas anécdotas que no ocultan en ningún momento su intención mordaz. No obstante, el autor se reconoce vehemente en sus emociones y, aunque ofrece su sesgada opinión sobre las personas con las que se relacionó y los acontecimientos que protagonizaron, deja espacio para que el lector saque sus propias conclusiones al respecto. No pretende sentar cátedra, sino transmitir sus vivencias y opiniones de lo que vio y experimentó. En relación a esto, son especialmente divertidos los pasajes que dedica a Émile Zola, autor muy admirado por George Moore y que influyó mucho en su estilo narrativo, sin embargo, el irlandés se muestra más cáustico en esas líneas que en ningún otro momento de sus memorias, revela determinados acontecimientos en relación con el escritor francés que ofrecen una panorámica curiosa de ambos autores. Invito a mis lectores a que se sumerjan en el libro si quieren pasar un rato de lo más hilarante conociendo lo que nos cuenta George Moore sobre Zola. 

Retrato de George Moore, E. Manet (1879)
Fuente: Wikipedia
Por otro lado, no son menos ácidas las opiniones que declara sobre la literatura británica de su tiempo, de la que ni siquiera el propio Henry James se libra. La mirada que tiene sobre los grandes nombres del momento como el de George Meredith levantaría más de una protesta entre los académicos del momento. Y si de academias hablamos, ese es otro tema donde Moore se muestra rotundo en su opinión. Muestra la rigidez de estas instituciones artísticas, tanto en Londres como en París, en contraste con la libertad de la que disfrutaban las nuevas corrientes, a las que dedica gran atención y que tampoco escapan a sus críticas. Moore relata incluso cómo se mofó de los grandes pintores impresionistas, en una exposición que visitó junto a un amigo, crápula y bohemio como él mismo. Las contradicciones de pensamiento presiden estas memorias, signo inequívoco de cercanía, humanidad y grandeza del autor.

Esta veneración por la libertad de pensamiento en su anhelo de llegar hasta la verdad artística le costó más de un disgusto, no sólo a nivel personal, donde tuvo sus más y sus menos hasta entender el mundo bohemio tal y como era en el París del último cuarto del siglo XIX, sino también en el terreno profesional, viéndose obligado a cambiar sus intereses en el campo de la pintura y virar hacia el mundo de la literatura primero como poeta simbolista -corriente por la que mostraba gran interés-, más tarde como dramaturgo y en último lugar como ensayista y escritor. De aquellos momentos se nutren sus memorias con grandes anécdotas, en ellas palpita la enfermiza, aunque seductora atmósfera de los cafés y las calles París, esas que nos transmitieron las grandes novelas de Zolá o los carteles de Toulouse-Lautrec.

Caricatura George Moore, autor Walter Sickert
para la revista Vanity. Fuente:Luzyarte.net

Dicen que nada es eterno en la vida y George Moore también lo asegura en sus memorias. De este modo el escritor irlandés justifica su regreso a las Islas Británicas. Es en este punto del libro cuando comienza la última etapa de su relato. En ella habla de sus intentos por triunfar como escritor, primeramente en Irlanda, donde tuvo que ocuparse de la hacienda familiar mientras se codeaba y llamaba la atención de dramaturgos de la talla William Butler Yeats o Lady Gregory. Más tarde, se trasladó a Londres donde vivió en una pensión de mala muerte, allí conocería a personas peculiares que le servirían de inspiración en su futura producción. De aquellos tiempos intentando abrirse camino en el mundo editorial nos dejó su interesante visión del mundo victoriano, que no entendía, y que compara en todo momento con el intelecto nacido en Francia. Moore tuvo que adaptarse y cambiar de registro para poder vivir de la literatura en Inglaterra. No obstante, nunca abandonó la rebeldía que caracterizaba su manera de pensar, muestra de ello fue la censura que sus obras tuvieron en las bibliotecas circulantes de la época que prohibieron sus obras por aparecer en ellas escenas de sexo muy explícitas de toda índole, adelantándose en introducir estos temas a los escritores ingleses de décadas posteriores. Moore siempre se sintió en deuda con su línea de pensamiento pese a la pérdida económica que esto le suponía.

Y es aquí cuando Moore abandona su relato, para mi gran decepción. De sus triunfos y de cómo comenzó a ganarse al público lector, tanto como escritor realista como en su faceta de crítico de arte, debemos investigar por nuestra cuenta. Como consuelo nos quedan los cinco ensayos que se adjuntan en este libro y que son una exquisitez para quienes admiramos a George Moore, un escritor que pudo vivir de las rentas y acomodarse en Moore Hall, la hacienda familiar que le dejó en herencia su padre, un parlamentario independiente en la Cámara de los Comunes londinense, que abogó por los inquilinos irlandeses que ocupaban sus tierras. Así fue por algún tiempo, pero su intelecto había sido tocado por las musas desde la infancia. Fiel a su credo, siguió sus instintos y, gracias a ello, dejó para la posteridad una obra valiente que refleja la otra verdad de su tiempo.



<Si nunca se habla de una cosa, es como si no hubiese sucedido.> Oscar Wilde



Undine von Reinecke ♪


👉Añado Confesiones de un joven al directorio correspondiente al proyecto Viajando por la Inglaterra victoriana.


El autor 


Fuente: Mobi.com
George Moore (Wikipedia)

George Augustus Moore (24 de febrero de 1852-21 de enero de 1933) fue un novelista irlandés, escritor, poeta, crítico de arte, escritor de memorias y dramaturgo. Moore provenía de una familia católica. Originalmente quería ser pintor, por lo que en 1870 estudió arte en París. Allí, trabó amistad con muchos artistas y escritores franceses que habían alcanzado ya fama.

Como escritor naturalista, estuvo entre los primeros autores de habla inglesa que absorbieron los estilos de los realistas franceses y, en especial, influenciado por los trabajos de Émile Zola. Sus obras influyeron a James Joyce según el crítico de literatura y biógrafo Richard Ellmann, y, aunque la obra de Moore es en ocasiones vista como ajena a las literaturas irlandesa e inglesa, según otras opiniones ha de ser considerado como el primer gran novelista irlandés moderno.


Comentarios

  1. Hola Undine, no conocía al autor y ha sido muy interesante todo lo que nos has contado. No sé si me leeré en algún momento su biografía, pero voy a cotillear sus obras.
    Un besazo

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    1. Buenas tardes, Nitocris:

      Gracias por tus palabras!! Si en algún momento te cruzas con este libro, no dejes de echarle un ojo porque es verdaderamente singular.

      Un abrazo y muchas gracias por la visita!!

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  2. Querida Undine:
    Si tuviera una fortuna me dedicaría a eso, a viajar por el mundo pero sin prisa, sin dejarme nada, viviendo en los lugares que visito durante un tiempo. Mientras me llueve ese dineral, me conformo con mis pequeños viajes y cómo no con las lecturas, esos pequeños y maravillosos pasaportes.
    Por supuesto me suena Calais, menos mal, pero no, el autor no. Esos clásicos me dan miedo como dices por si son demasiado densos, pero no porque se extiendan en descripciones, lo qie también es lógico en la época en la que vivían donde no todo estaba en una pantalla a mano de la.gente en general.
    Me gustan las autobiografías, y mucho las de escritores y gente que vive al menos una temporada fuera de su tierra.
    Me apunto de cabeza y a ver qué les pasó con Zola (otro pendiente). Una pena que abandone justo cuando llega la etapa escritor consagrado, supongo que ahí ya pensó eso de "y el resto es historia".
    Besitos y ¡¡Feliz semana!!
    PD deberías dirigir un museo de algo, harías cosas muy interesantes.

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    1. Mi querida Norah, yo también me pasaría la vida viajando si contara con un gran capital :)
      Me parece envidiable que aquellas gentes se plantearan la vida de esa manera, viajar, conocer, aprender.
      Por otro lado, no tengas miedo de leer estas memorias de George Moore, de verdad que son muy accesibles y divertidas, Moore debió ser todo un personaje, de esas personas que se invitan a las fiestas para amenizarlas. Sobre lo de Zola...Cuestión de ego, eso que todos tenemos, aunque yo, gracias a ti, lo tengo bien cuidado. ¡Muchas gracias!

      Un abrazo grande y mil gracias por acompañarme!!

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  3. Hola.
    No conocía a este autor y lo que nos cuentas tanto de él como de Calais me ha parecido interesante, gracias.
    Un saludo.

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    1. Buenas tardes, Samarkanda:

      Te agradezco muchísimo tus palabras. Si tienes oportunidad de acercarte a este autor estoy segura que te sorprenderá.

      Un abrazo y gracias por la visita!!

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  4. Menuda labor de documentación has tenido que hacer para esta entrada. Muy interesante todo lo que cuentas de Calais. Algunas cosas ya sabía, pero la mayoría me han resultado novedosas y muy curiosas, como eso de que durante dos años perteneció a la corona española.
    Respecto a las memorias de Moore es una lástima que a veces esas memorias terminen justo cuando más nos interesaría que continuaran. Pero esas opiniones sobre los escritores de su tiempo tienen que ser muy apetecibles.
    Un beso y muchas gracias por el trabajo y la información.

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    1. Buenas tardes, Rosa:

      Cuando toca reseña del reto siempre es así, debo recopilar información. Pero no me importa el trabajo, me lo paso bien enlazando datos históricos. ¡Quién me lo iba a decir cuando era una colegiala :)

      Con respecto a estas memorias, es muy interesante el punto de vista del autor. Te acerca a personajes muy conocidos, con los que el propio Moore mantuvo amistad. Es curioso cómo ciertos personajes como Manet se presentan tan reales y humanos. Creo que este aspecto del libro es muy importante. Espero que tengas la oportunidad de leerlo en algún momento.

      Un abrazo y como siempre, gracias por leerme con tanta atención!!

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  5. Justo en mi parada francesa había elegido a Zola, pero ya sabes, voy tarde, y he perdido el barco. Incluso me estoy planteando quedarme un mes más en Inglaterra, esperando a que me traigan un libro que he pedido y que sé que a ti te encantó. Este que nos traes hoy me lo apunto y lo buscaré. Un abrazo

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    1. Buenas tardes, Esther:

      Qué curiosidad conocer el libro que has encargado. Por otro lado, tú sigue la ruta a tu ritmo, ya nos alcanzarás.

      Un abrazo y felices lecturas!!

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  6. Buenas tardes Undine!. A mi me suena George Moore, pero no recuerdo haber leído ninguna de sus obras, quizá fue en relación a otro autor. Muy interesante lo que nos cuentas de Calais, que aparece en muchas novelas inglesas como paso obligado para entrar en Francia, lo que no sabía era que había pertenecido a la corona española. Tu reseña estupenda como siempre. Un abrazo.

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    1. Buenas tardes, Mar:

      Gerge Moore es muy poco conocido en España. Que yo recuerde, sólo han editado tres obras suyas; dos la editorial Belvedere, uno Funambulista. Es una lástima porque me parece mucho más interesante que otros autores de más fama. Te invito a que te acerques a su obra, estoy segura que te agradará.

      Un abrazo y mil gracias por la visita!!

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  7. Holaa!! Pues no estoy acostumbrada a leer dentro del género biográfico, pero no descarto hacerlo en algún punto, así que me apunto este libro. Gracias por tu increíble reseña.

    Blessings!!

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    1. Buenas tardes, Booklover:

      Entiendo que leer biografía se hace a veces pesado si el autor no es ágil escribiendo. Si en algún momento te interesas por Confesiones de un joven, no tengas miedo, porque es un relato muy divertido.

      Un abrazo y felices lecturas!!

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  8. Qué pena que lo deje en el momento más interesante! Una vez más, he aprendido muchísimo con tu entrada. ¡Cómo te las curras! Y aunque no sé si me animaré. que no es el género por el que más me muevo, con cierta curiosidad me has dejado. Y qué placer tu propuesta musical de hoy!
    Besotes!!!

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    1. Buenas tardes, Margari:

      Muchas gracias por tus amables palabras!! Pese a que el género biográfico no sea el que más te guste, te animo a que te acerques a Confesiones de un joven en algún momento, es tan apasionante como una novela, incluso más que alguna.

      Un abrazo y gracias por la visita!!

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  9. Menudo descubrimiento y pedazo de reseña. El trabajo de documentación es esplendido. Y me llevo el libro más que anotado. Me encanta esta época.
    Sin leer nada, tan solo con ver qué obra musical recomiendas, ya me he trasladado al Paris de finales del siglo XIX. Además con el retrato de Manet unes, para mi, a las mejores artes: literatura, musica y pintura.
    Besos

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    1. Buenas tardes, Senyoreta Buncle:

      Mil gracias por tus palabras, es un placer compartir libros e información con tan buena lectora y melómana.

      Por otro lado, el libro es del todo recomendable, no lo dejes escapar.

      Un abrazo y mil gracias otra vez!!

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  10. Milady,
    En esta ocasión me he entretenido tanto con la pieza musical, cuya historia sí conocía, raro en mí porque mi oído musical es el mismo que el de una gallina. A lo que iba, me gusta tanto que la he escuchado un par de veces seguidas y ya me iba del blog cuando me dado cuenta que no había terminado de leer la reseña 😯 por fortuna me he dado cuenta a tiempo porque me hubiera perdido, como siempre, una gran reseña. Libro y autor que me llevo anotados porque no tenía el placer de conocerlos.

    Besos y besos. Qué no falten los besos 💋💋💋

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    1. Buenas tardes, Yolanda:

      No me extraña que te entretuvieras con la pieza musical, Debussy es tan maravilloso y particular que es una tentación siempre. ¿Verdad que es una agradable coincidencia que a él también fuera admirador de Dickens?

      Respecto al libro, haces bien en anotarlo porque es divino.

      Un abrazo y muy felices lecturas!!

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  11. ¡Hola preciosa!
    No sabía de este autor pero como siempre me ha encantado todo lo que has escrito sobre él. Te entra ganas de averiguar más sobre el y sus obras.

    ❀Fantasy Violet❀
    Besotes❤️🥰

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    1. Buenas tardes, querida Violeta:

      Te agradezco las palabras que me dedicas. Por otro lado, te invito a que te acerques a la obra de George Moore, verás que es realmente interesante.

      Un abrazo y gracias por la visita!!

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  12. ¡Hola Undine!
    Me encantan tus reseñas porque son muy completas.
    Espero estés pasando de lo lindo en Calais y bon voyage a tu siguiente parada.
    No he leído este libro, y la verdad es que el autor no es muy conocido. Me encantaría leerlo, así que voy anotando. ¡Gracias por la recomendación!
    Un saludo

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    1. Buenas tardes, Yessykan:

      Lo cierto es que estas entradas del viaje literario me llevan mucho tiempo, aunque también son muy reconfortantes.

      Por otro lado, es cierto que no se conoce casi la obra de George Moore, espero que pese a ello puedas encontrar alguno de sus títulos.

      Un abrazo y gracias por la visita!!

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  13. ¡Hola! Todavía no he tenido la ocasión de probar con George Moore pero dices tantas cosas buenas con él que me lo anoto para darle una oportunidad cuando esté buscando algo del estilo. Un besote :)

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    1. Buenos días, Marys:

      Me alegra que te haya llamado la atención George Moore. Deseo que te agrade su narrativa.

      Un abrazo y felices lecturas!!

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  14. Conozco al autor, pero no su obra, así que desconocía por completo la existencia de esas memorias. Ya tengo curiosidad sobre los que cuenta de Émile Zola xD Tiene pinta de ser una lectura muy interesante a la par que divertida, así que no descarto darle una oportunidad.
    ¡Ha sido un placer leerte, como siempre! :P
    ¡Nos leemos!

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  15. Hola Undine!! Creo que podría estar muy bien la lectura de este título, me lo llevo bien anotado. ¡Gracias por la reseña y por el descubrimiento! Besos!!

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  16. Hola Undine. Yo ahora mismo no estoy para lecturas de mucho peso que, con los estudios, acabo embotada pero hay que reconocer que el libro tiene buena pinta. Me encantan todos los descubrimientos a los que accedemos con estos libros y con tus reseñas. Un placer leerte siempre. Besos

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  17. Como siempre, una reseña muy completa y perfectamente ambientada. En cuanto al libro, en este caso no me resulta demasiado atractivo, la verdad, así que lo dejo pasar.

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