RESEÑA: LA MALDICIÓN DE RA, NAGUIB MAHFUZ

Fuente: Undine von Reinecke

Ficha Técnica

Editorial: Planeta DeAgostini

Colección: El Egipto de los Faraones

Traducción: Ángel Mestres Valero

Encuadernación: Tapa duraNº pág.: 207

ISBN-10 ‏ : ‎ 8439568479

ISBN-13 ‏ : ‎ 978-8439568476

*Edición descatalogada pero disponible en librerías de segunda mano y en plataformas de internet.


Sinopsis de la Editorial

Mientras Keops, en el apogeo de su poder, emprende la construcción de la gran pirámide, su corte se enfrenta a un grave problema que el faraón intentará resolver de manera dramática. Sin embargo, no es ésta la única amenaza a la que debe enfrentarse Keops.


Propuesta musical para este libro

Salma ya Salama, Sayed Darwich (grabación de 1920)

Salma Ya Salama (سالمة يا سلامة) es una canción compuesta en 1919 por el músico egipcio Sayed Darwich, con letra de Badi' Khairi. En 1977, el tema se popularizó en Occidente, gracias a la cantante ítalo-francesa Dalila, que realizó diferentes grabaciones, tanto en francés como en árabe. En décadas posteriores, otros cantantes como Jean-Michel Jarre, o Ishtar, también hicieron sus propias versiones. Sayed Darwich (1892-1923), además de cantante y compositor reputado, pasó a la posteridad por haber sido el creador del himno nacional egipcio, cuyo título es Bilady, Bilady, Bilady, siendo la letra una adaptación del famoso discurso del líder nacionalista egipcio Mustafa Kamil (1874-1908). El tema fue adoptado oficialmente como himno de Egipto en 1979.


Lo que Undine opina del libro


<Lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo.> Proverbio árabe


Hoy, 19 de abril de 2023, llego a Egipto en mi incansable peregrinar literario siguiendo las huellas de Phileas Fogg, el intrépido personaje de Julio Verne. En pasadas ediciones de La vuelta al mundo en doce libros, tuve la ocasión de conocer diferentes aspectos de la sociedad egipcia, gracias a la visión de un par de viajeros decimonónicos, la inglesa Amelia B. Edwards 👈y el catalán Eduardo Toda i Güell👈, que en sus respectivos libros Mil millas Nilo arriba y A través del Egipto, escribieron sobre la historia, el arte, la religión, y las diferentes culturas que, a lo largo de los siglos, pasaron por este ancestral país africano. Y lo hicieron con la mirada de un docto extranjero seducido por sus mitos. Estos dos intrépidos pioneros de la arqueología forjaron una semblanza realista y entusiasta del mundo egipcio, que ha perdurado hasta nuestros días, forjada en aquellos años del último cuarto del siglo XIX, en que franceses e ingleses se disputaban el poder para imponer su autoridad sobre las posesiones de los antiguos faraones.  

Eduard Toda y Güell ataviado al estilo de una momia
 en el antiguo Museo de Bulaq (El Cairo)
Fuente: novoyadecirqueno.wordpress.com

Las páginas que nos dejaron escritas son un caudal de riqueza inagotable para aquellos lectores que, al igual que yo, sueñan con jornadas bajo el sol en un yacimiento arqueológico, pincel y rasqueta en mano, añorando encontrar algún pequeño vestigio de civilizaciones pasadas. Y no es extraño que sus textos motiven semejantes ilusiones, porque los capítulos que dedicaron a los viajes que realizaron para visitar diversos lugares y monumentos históricos no podrían ser más apasionantes. Especialmente los que centraban su interés sobre las diferentes necrópolis egipcias, en las que los dos escritores compartieron sus primeras experiencias como buscadores de tesoros amateur. Qué duda cabe que el recuerdo de ambas lecturas fue una fuente de inspiración que me incitó a ubicar la etapa egipcia de la presente edición de La vuelta al mundo en doce libros 2023👈 en el Valle de los Reyes, una de las necrópolis más emblemáticas e importantes del Egipto faraónico.   

El valle de los Reyes, conocido en la antigüedad como Ta Iset Maat, es decir “lugar de verdad”, se encuentra muy cercano a la moderna ciudad de Luxor, que fue construida sobre las ruinas de la Antigua Tebas, la emblemática capital de los faraones en el momento más álgido de su poder. Su primer morador fue Tutmosis I, monarca de la XVIII dinastía, y tras él, la gran mayoría de los reyes del Imperio Nuevo (1550 a. C.- 1070 a. C.) eligieron este misterioso lugar para dar el paso a la vida eterna. Y, aunque son muchos los monarcas y personajes famosos que allí fueron enterrados, el más conocido es Tutankamón, que fue encontrado en el Valle de los Reyes por el célebre Howard Carter en 1922

Howard Carter examina el sarcófago de Tutankamón  (1923)
Fuente: Wikipedia

Este magnífico sitio de enterramiento fue proclamado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1979, bajo el nombre de Antigua Tebas con su Necrópolis, y se extiende por otros lugares de sepelio, como el Valle de las reinas, el de los artesanos, y los emplazamientos de Dra Abu el-Naga y Sheij Abd el-Qurna, no lejos del cementerio principal, donde reinas, obreros, y algunas personalidades de la dinastía XVIII quisieron compartir eternidad junto a sus excelsos señores los faraones, quienes dispusieron que también sus mascotas y los animales que consideraban sagrados fueran enterrados allí. Las necrópolis estaban situadas en la orilla izquierda del Nilo, porque los antiguos egipcios eran fieles a la creencia de que el Duat -inframundo en la mitología egipcia-, se encontraba en el lado occidental. Ésta es sólo una de las múltiples convicciones que los egipcios tenían. Adentrarse en su universo legendario de creencias resulta fascinante, y todo un reto, porque es necesaria una vida entera para dominarlo, pero sin duda, el tema que más fascinación despierta de su cultura gira en torno a la muerte y a los rituales de enterramiento que aquella misteriosa civilización ejercía.

La muerte tenía un significado muy importante en el antiguo Egipto, ya que estaba intrínsecamente relacionada con el paso a la vida eterna. Por ese motivo, la existencia de todo individuo estaba dedicada a ella, y hacían méritos para conseguirla. Ciencia, filosofía, religión y magia son los ingredientes presentes en los ritos mortuorios de aquellos egipcios, que se ayudaban de hechizos, y utilizaban el embalsamamiento de los cuerpos, el culto a las divinidades, o la construcción de templos y tumbas singulares, para conseguir la anhelada eternidad. El mundo de los muertos no dejó de evolucionar a través de los siglos, dejando vestigios de ello con cada dinastía faraónica. Muestra de ello son los distintos tipos de tumbas que podemos encontrar en las necrópolis históricas, donde mastabas, pirámides, y sepulcros colosales, escondidos entre las rocas, guardan secretos ancestrales.

El-Qurn, montaña sagrada en forma de pirámide que preside
el Valle de los Reyes (Fuente: Wikipedia)

Es una lástima que la acción del tiempo, el vandalismo, y los saqueos de ejércitos enemigos o ladrones, que se iniciaron ya en época faraónica, terminaran con muchas de las pistas que podrían habernos ayudado a conocer los enigmas más oscuros de esta antiquísima cultura. Sin embargo, aún hoy se siguen organizando expediciones arqueológicas para que puedan aportar luz. 

Un ejemplo de ello es la tumba intacta que se descubrió en el año 2018 en Saqqara, la necrópolis que fue el lugar de enterramiento para los faraones de las dinastías III, IV, V y VI, cuando la ciudad de Menfis era la capital del Imperio Antiguo (2686 y 2181 a. C.). Este hallazgo supuso un logro inmenso en el campo de la arqueología, porque en ella se encontraron muchos indicios científicos de interés, así como miles de artefactos que datan de hace más de cuatro mil años, la primera momia de león conocida, y el vestigio de lo que pudo haber sido la primera epidemia de malaria de la historia. El sepulcro pertenecía a un sacerdote del que no se tenía hasta entonces noticias, pero las riquezas encontradas no eran desdeñables. Imaginemos cómo serían los enterramientos faraónicos en la época esplendorosa de las pirámides. 

No nos tenemos que alejar mucho de Saqqara para encontrar el mejor ejemplo de enterramiento espléndido, ya que apenas hay que cubrir la distancia de treinta kilómetros hasta llegar a Guiza, en las afueras del Cairo, donde se encuentra la Gran pirámide de Keops. Este inmenso monumento no solamente es la pirámide de mayores dimensiones que existe en Egipto, sino que es también la más antigua y la única que aún permanece en pie de las siete maravillas del mundo antiguo, y durante mucho tiempo fue la edificación más alta del mundo en la historia de la humanidad. ¿Verdad que estos datos despiertan cierta curiosidad por saber cómo era el hombre que mandó edificarla?

Postal del siglo XIX de una foto tomada Guiza
Fuente: Wikipedia 
Han pasado tantos milenios desde su construcción, que la historia no puede aclarar tanto como querríamos sobre el tema, pero sí se sabe que la pirámide fue un capricho del faraón de la dinastía IV Jufu, también nombrado como Sufis, pero universalmente conocido por su nombre helenizado, entre otros, por Heródoto (484 a. C.-425 a. C.), quién se refería a él como Χέοψ (Keops).

De los orígenes de Keops no se tienen datos completamente claros, aunque se cree que fue hijo o hijastro del faraón Seneferu y la reina Hetepheres. Tampoco se sabe a ciencia cierta cuántos años estuvo en el poder, aunque se especula que fueron alrededor de treinta. Lo que sí se conoce es que durante su mandato, la monarquía alcanzó las más altas cotas de autoridad, llegando a considerarse como el primer estado absolutista de la historia, por controlar el monarca todos los estamentos de poder. Su “megalomanía” debió ser tan grande, que anheló extenderla al ultramundo, y eso le llevó a querer levantar la pirámide más colosal que se pudiera construir jamás. Dicen los cronistas de tiempos remotos, que Keops llegó a prostituir a una de sus hijas para financiar la edificación de tamaña obra… Dejando los chismorreos históricos a un lado, el coste económico debió alcanzar cotas inimaginables, si tenemos en cuenta las cifras que Heródoto compartió. El historiador griego hablaba en sus escritos de cantidades que rondaban los cien mil hombres trabajando en la construcción, y eran operarios libres, a quienes obligatoriamente se debía pagar un sueldo. Por otro lado, la pirámide tardó en finalizarse veintisiete años, y sólo hay que entender un poco de cálculo para imaginar que la suma total debió ser descomunal.

Sin embargo, y pese a que todo indica que Keops pudo haberse enterrado con todo su patrimonio, cuando se exploró el monumento no se encontraron tesoros en él. Quizá la pirámide fuera expoliada mucho antes de que se iniciaran las expediciones de reconocimiento, o tal vez sus cámaras secretas estuvieran tan bien diseñadas, que ha sido imposible poder hallarlas a día de hoy. Ahí reside en gran parte la fascinación por su leyenda, aunque es cierto que se sigue trabajando para desvelar estos misterios. De hecho, este mes de marzo de 2023, se ha descubierto un nuevo corredor dentro de la pirámide, y el equipo de investigadores que se ocupa de ello -un proyecto internacional que llama Scan Pyramids-, cree que puede conducir a la cámara funeraria de Keops.

Piámide de Keops, sección Sur-Norte (Fuente: Wikipedia)

Sea como sea, las peregrinaciones a la necrópolis de Guiza para visitar la pirámide de Keops están datadas desde el fallecimiento de su morador, y a él se rindió culto en el cercano templo dedicado a la diosa Isis. Cuentan que en tiempos de los helenos y los romanos, los turistas de aquellos días podían conseguir amuletos con el nombre de Keops, un faraón a quien sus aires de grandeza le llevaron a ser acusado injustamente de intentar erradicar el culto al dios Ra.

Pues bien, sobre Keops y todos sus mitos, versa la novela protagonista de la reseña de hoy, que no es otra que La maldición de Ra, una obra perteneciente al Premio Nobel de 1988, el escritor egipcio Naguib Mazufh (1911-2006). Es para mí una satisfacción poder adentrarme por vez primera en la narrativa del país africano, de la mano de un intelectual que fue un referente para sus compatriotas, no sólo como escritor, sino como impulsor y difusor de la cultura árabe, dentro y fuera de su país. Este hombre, nacido en 1911 en las calles del antiguo Cairo, cuando los ingleses aún ocupaban Egipto, tuvo la fortuna de pertenecer a una familia ligada al funcionariado británico, por lo que se benefició de una buena educación que le abrió las puertas al conocimiento. Desde niño despuntó en el campo de las letras, interesándose por la literatura, los idiomas y la filosofía. Se inició en la escritura de manera temprana, aunque también ejerció como funcionario en el Ministerio de Asuntos Religiosos. Sin embargo, fue la traducción de textos extranjeros lo que le inspiró para convertirse en literato. Y, aunque sus mayores logros los consiguió en el campo de la novela realista y existencialista, sus comienzos narrativos pertenecen a la ficción histórica, género al que pertenece La maldición de Ra.

Naguib Mazufh , década 1960
Fuente: Wikipedia

La maldición de Ra narra la historia del faraón Keops durante los años en que se construyó su pirámide. Y comienza en los días en que se iniciaba la monumental obra, cuando el monarca recibió una inquietante premonición. Estos malos augurios aseguraban la desaparición de su estirpe, que sería usurpada por un bebé recién nacido, vástago de un sacerdote de Ra. Preocupado por tan oscura profecía, el faraón y su heredero deciden terminar con el asunto, asesinando a la criatura en cuestión. Sin embargo, como es sabido, nadie escapa a los designios de los dioses. ¿Podrá el gran Keops evitar el destino que le asignó el dios Ra?

La maldición de Ra es una encantadora y cautivadora historia, que fue escrita originalmente en lengua árabe, y publicada en 1939, con el título original Abath al-Aqdar (عبث الأقدار, que significa Ironía del destino), por el escritor egipcio Naguib Mahfouz. La novela es la primera obra de gran envergadura del autor, y forma parte de una trilogía que ha sido catalogada bajo el nombre de Faraónica, por la temática que abordan los tres títulos que la componen. La maldición de Ra es el primero de ellos, posteriormente fueron publicados Radophis la cortesana (1943) y La batalla de Tebas (1944).

La historia está ambientada en la antigua ciudad de Menfis, durante las dos últimas décadas de la construcción de la pirámide de Keops. La novela maneja todos los clichés que se le ha otorgado al famoso morador del colosal monumento, señor todopoderoso de Egipto, a quien se le denominó como enemigo acérrimo del dios Ra, quien tuvo dos esposas y fue padre de una vasta familia, cuyo hijo primogénito Kauab no llegó a reinar, pasando los derechos de sucesión a su hermano Dyedefra, y luego al famoso Kefrén, aunque estos datos están bajo una cierta pátina nebulosa de confusión, que el autor utiliza a su antojo, al servicio de su creación. Como quiera que sea, Naguib Mahfuz consigue con su narración crear una atmósfera envolvente, cálida y emocionante, que sigue claramente la tradición cuentística de su tierra, tanto en ritmo como en ambientación, y esto hace de la novela una obra con virtudes cinematográficas, dignas de una adaptación. No en vano el autor escribió guiones de películas, tanto nacionales como extranjeras, y colaboró con algunas eminencias del cine egipcio, como el realizador y actor Youssef Chahine y el director Salah Abu Seif.

Papiro de Westcar, fragmento conservado en el Altes Museum de Berlín
Fuente: Wikipedia

Por otro lado, y ateniéndose estrictamente al tema argumental, la obra es una variación de un mito popular egipcio, perteneciente al Papiro de Westcar  (S. XII a. C.), titulado Quéope y los magos, que toma como base el asesinato de un bebé recién nacido, cuya existencia pone en peligro el poder faraónico. Desde mi punto de vista, y guardando las distancias, el comienzo de la historia tiene ciertas semejanzas con aquel príncipe de Egipto del que nos habla el Antiguo Testamento, y que mis lectores conocen con el nombre de Moisés. Sin embargo, aquí no se menciona al pueblo judío en ningún momento, estamos en una atmósfera completamente egipcia, y los escenarios son todos templos, palacios, pirámides y campos de batalla, donde los personajes interactúan entre ellos, siempre al servicio de la trama principal: el futuro del trono faraónico. 

Pese al tono épico de la historia, desde mi perspectiva, todo lo que envuelve a la moraleja del cuento tiene relación con la imbatibilidad que posee el “destino”, y la lucha inútil que el ser humano emprende contra él. Y si el drama que se teje en las sombras tiene un trasfondo muy dramático, la armonía que domina toda la lectura compensa las desgracias que suceden en él. Esto ocurre porque el estilo narrativo de Naguib Mahfuz es sosegado, delicado y armonioso. De este modo, el lector puede relajarse, para disfrutar de los romances de leyenda que aparecen, las batallas épicas narradas, y de la descripción que el escritor hace de la sociedad egipcia en tiempos de los faraones. Y todo ello de la mano de un erudito oriundo de aquella tierra, que está considerado una eminencia de carácter internacional. Él fue junto a su compatriota Taha Hussein uno de los mayores exponentes del existencialismo árabe. 

El Antiguo Egipto, J. Baikie 
Fuente: Amazon

Si además tenemos en cuenta que Naguib Mahfuz fue el primer autor egipcio en utilizar el “motivo faraónico” en sus obras como apoyo o crítica a la difícil situación sociopolítica del momento en su país, que en aquellos días pasaba por una época de nacionalismo exaltado, y que este sentimiento se acogía a los días de gloria faraónicos, su labor gana notoriedad. Unido a esto, las labores que llevó a cabo durante su juventud como traductor -poco tiempo antes de publicar La maldición de Ra, el escritor había traducido la obra El Antiguo Egipto del escritor inglés James Baikie-, le sirvieron para empaparse de la historia faraónica, dotando a su propia obra literaria de un encomiable y rico contexto histórico y cultural. 

Probablemente La maldición de Ra, y las dos otras novelas que conforman la trilogía faraónica, no se encuentren entre las mejores obras de Naguib Mahfuz. Toda la crítica apunta a que lo mejor de su producción comenzó al finalizar la Segunda Guerra mundial, cuando viraron sus intereses intelectuales hacia un ámbito mucho más social, que le dio como fruto el reconocimiento y cuantiosos premios, mientras iba camino de proclamarse el mejor prosista árabe de todos los tiempos. Entre sus obras más notables se encuentran la Trilogía del Cairo -compuesta por Entre dos Palacios (1956), Palacio del deseo (1957), y La Azucarera (1957)-, Hijos de nuestro barrio (1959), o El Callejón de los Milagros, esta última es una de sus obras más aclamadas internacionalmente, de la que existe una adaptación cinematográfica de 1995, que tuvo como protagonista a Salma Hayek y a Jorge Fons como director. El carácter realista de las novelas antes citadas, que centraban su interés sobre la vida cotidiana de las clases populares del Cairo a mediados del siglo XX, son un referente del pensamiento islámico en su tiempo.

Cartel de la adaptación cinematográfica de
 la novela El Callejón de los Milagros
Fuente: Filmaffinity.com

En 1988, la Academia Sueca de la lengua se fijó en él, premiando su labor en favor de la lengua y la cultura árabe con el Premio Nobel. El galardón fue acompañado de estas palabras: "una demostración del arte árabe, el cual posee validez universal". Pese a todo, para Naguib Mahfuz no fue todo un lecho de rosas, ya que el gran contenido político que se desprende del conjunto de su obra literaria le valió en 1994 sufrir un atentado que puso en riesgo su vida. Por otro lado, su novela Hijos de nuestro barrio se prohibió en 1959 en Egipto, el país donde nació y que le concedió en 1972 el Collar de la República y el Premio Nacional de las Letras Egipcias.

Y hasta aquí llega la reseña de la etapa egipcia de La vuelta al mundo en doce libros 2023. Ha sido para mí muy grato entrar en contacto por primera vez con la narrativa del país de los faraones. Por ello prometo a mis lectores volver con otra de las obras de Naguib Mahfuz.



<Habla para que yo te conozca.> Sócrates (470 AC-399 AC)



Undine von Reinecke ♪


👉Con esta reseña comienzo mi participación en el Reto Egipcio organizado por Miss Hurts en el blog literario Las Inquilinas de Netherfield, en la categoría Nombre propio en el título.


Os espero a todos el 17 de mayo de 2023 en la India, próxima etapa de La vuelta al mundo en doce libros 2023. ¡Feliz viaje, amigos!



El autor por Biografías.es

Naguib Mahfuz (1911 - 2006), Naguib Mahfuz, ganador del Premio Nobel de Literatura de 1988, fue un novelista y escritor de cuentos cortos, nacido en El Cairo, el 11 de diciembre de 1911. Después de su graduación (1934) de la Universidad de El Cairo, trabajó en varios ministerios gubernamentales hasta su retiro en 1971. 

Mahfuz fue el escritor más famoso y más respetado del siglo XX en Egipto y probablemente en todo el mundo árabe, donde muchos de sus obras fueron adaptadas para cine y televisión. Sus novelas se caracterizan por representaciones realistas de la vida social, política y religiosa de Egipto en el turbio siglo XX. Su ficción presenta una amplia variedad de ciudadanos comunes, generalmente habitantes de El Cairo, e incluye exploraciones de temas tales como la posición de las mujeres y el tratamiento de los presos políticos. Estilísticamente, sus obras rejuvenecieron el árabe literario, y en 1988 se convirtió en el primer escritor árabe en ganar el Premio Nobel de Literatura.

En total, Mahfuz escribió 33 novelas, 16 colecciones de cuentos, varias obras de teatro, 30 guiones y una variedad de otras obras. Sin embargo, gran parte de su reputación se basa en su "Trilogía de El Cairo" de 1956-57 -Bayn al-Qasrayn, Qasr ash-Shawq, y As-Sukkariyya (traducido como Entre dos Palacios, 1989, Palacio del Deseo, 1991, y La Azucarera, 1992), una serie arrolladora de novelas que traza la historia de una familia musulmana de clase media de El Cairo, a lo largo de tres generaciones, de 1917 a 1952.


Comentarios

  1. Ay, qué entrada más interesante. me encanta Naguib Mahfuz, Leí muchos libros suyos durante unos años. De la trilogía de Egipto leí Rhadopis y La maldición de Ra. Me gustan más sus novelas ambientadas en la época actual, pero estas dos las leí con mucho. La trilogía de El Cairo me gustó más, pero por cuestiones de gusto personal. Has hecho un acercamiento a la época y a la pirámide de Keops de lo más atractivo. Muy buena etapa.
    Un beso.

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    1. Buenos días, Rosa.

      Muchas gracias por tus palabras. Entiendo lo que comentas, y estoy segura que cuando lea más obras de Mahfuz me pasará igual. Yo también prefiero las obras que trascienden más allá de la ficción histórica. Lo cierto es que me apetece mucho leer la Trilogía del Cairo.

      Un abrazo, y muchas gracias por la visita!!

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  2. Buenos días Undine!. De Mahfuz leí hace años El primer libro de la trilogía del Cairo, Entre dos palacios, me gustó mucho, pero no encontré en la biblioteca el segundo, y lo fui dejando, ahora lo has vuelto a traer a mi memoria y me has dejado con ganas de retomarlo. En cuanto a la serie de Egipto no la conocía, pero me parece muy interesante porque todo lo que tiene con Egipto me llama y tu estupenda reseña invita a leerla, aunque como señalas no sea lo mejor de su literatura. Un abrazo.

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    1. Buenos días, Mar.
      A mí me ha gustado conocer a Mahfuz, y de mi lectura de La maldición de Ra deduzco que la narrativa más comprometida de este autor me va a cautivar. Tengo mucho interés en leer la Trilogía del Cairo, para conocer mejor la idiosincrasia egipcia.

      Con respecto a la Trilogía Faraónica, desde mi punto de vista, es un tipo narrativa entretenida, y deliciosa pasar el tiempo. Me ha encantado el ritmo y la atmósfera creados por Mahfuz.

      Un abrazo, y gracias por pasar a leerme y comentar!!

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  3. Querida Undine: cuando vi que tocaba Egipto he venido corriendo. No tanto como el año pasado, tengo que reconocer.
    De este autor siempre quise leer algo, porque siempre he leído historias de Egipto escritas por occidentales y creo que sería muy interesante leer a un lugareño. Pero intenté el del callejón y no me fue bien, entre otras cosas porque me faltaba experiencia lectora. Me llamó la atención porque sonó varias veces como candidato al Príncipe de Asturias aunque creo que no se lo llegaron a dar.
    El caso es que esta historia que recrea aquella época es de las que me gustan así que me lo apunto para intentarlo de nuevo con el autor.
    Los pobres egipcios fueron asaltados y expoliados sin piedad, siempre me ha parecido muy injusto.
    Como ya hay conflictos bastantes en el mundo no insistiré en que a veces pienso en que se lo tendrían que devolver.
    Besitos y feliz semana

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    1. Buenos días, Norah.

      Yo también opino como tú, creo que las expediciones arqueológicas de antaño se parecían mucho a las acciones de los vándalos. Sin embargo, y después de leer a Amelia B. Edwards, me pregunto si los monumentos egipcios hubieran llegado en buen estado a nuestros días, teniendo en cuenta el comportamiento de los habitantes decimonónicos y de comienzos del siglo XX de Egipto con respecto a su propio patrimonio. Es algo que ya nunca sabremos, lamentablemente.

      En cuanto a la narrativa de Mahfuz, tengo mucha curiosidad por adentrarme en sus obras realistas. Estoy segura que aprenderé mucho con ellas. Ya te contaré.

      Un abrazo, y mil gracias por seguir mi reto con tanto interés!!

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  4. Hola Undine, mira que no sé si me he leído este libro, tengo que mirar por casa a ver si lo tengo. El que sí tengo seguro es de Rhadopis, que me lo has recordado y seguro que le encuentro un hueco entre las premisas del reto egipcio de MH. Hasta me vadrá para una de las premisas de Todos los clásicos grandes y pequeños, jeje...
    Un besazo

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    1. Buenos días, Nitocris.
      No me extrañanada que conocieras esta obra, no podía ser de otro modo, sabiendo lo mucho que te gusta la cultura egipcia. Yo también pretendo leer Rhadopis, así como la otra novela de la Trilogía Faraónica, para el reto de MH. Creo que voy a disfrutar muchísimo con estas novelas. Me encantará intercambiar opiniones contigo.

      Un abrazo y muchas gracias por visitarme!!

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  5. ¡Hola preciosa!
    Me encanta todo lo relacionado con Egipto, soy una apasionada y siempre que puedo leo algún que otro libros ambientado en el antiguo Egipto. todavía no he leído nada de este autor. Me atrae bastante lo que cuentas sobre este, así que me lo llevo, de seguro que en cualquier momento cae.
    Feliz miércoles.

    ❀ Fantasy Violet ❀
    Besotes! 💋💋

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    1. Buenos días, Violeta.

      Se que compartimos la pasión por Egipto, por ello te recomiendo que leas a este autor. La ambientación que hizo de tiempos del faraón Keops me indica que disfrutarás mucho con ellas. Ya me contarás si te animas a leer la Trilogía Faraónica.

      Un beso, y muchas gracias por la visita!!

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  6. ¡Hola! Nunca me había planteado leer al autor pero de animarme con él no creo que lo haga a través de este libro ya que dices que tal vez no sea su mejor libro. Aún así, anoto la trilogía. Un besote :)

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    1. Buenos días, Marya.
      Todo apunta a que el mejor libro de la Trilogía Faraónica es Rhadopis. No obstante, te informaré sobre ello cuando lea la novela. Te lo comento por si tienes interés en leer alguno de los tres libros.

      Un abrazo, y mil gracias por pasar a comentar!!

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  7. Qué introducción más interesante. Si es que siempre se aprende en tu rinconcito. ¡Y se disfruta! El tema de este libro me resulta tentador, y aunque no sea lo mejor del autor, no me importaría nada leerlo. Lo único que he leído de él es su novela más famosa, El callejón de los milagros, y hace la tira de tiempo. Recuerdo que la disfruté mucho.
    Besotes!!!

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    1. Buenos días, Margari.

      Muchísimas gracias por tus amables palabras. Lo cierto es que empleo mucho tiempo en estas entradas de mi viaje literario, por ello recibo con un agradecimiento inmenso la buena acogida que tienen.

      Con respecto a El callejón de los milagros, tengo mucho interés en leer la novelas, así como en disfrutar de su adaptación. Ya te contaré.

      Un beso, y muchas gracias otra vez!!

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  8. Holaa!! pero qué libro tan interesante!! no lo conocía pero desde ya tomo nota. Gracias por la reseña.

    Blessings!!

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    1. Buenos días, BookLover.

      Me alegra que te haya interesado la novela. Espero que la disfrutes inmensamente cuando la leas. Ya me contarás tus impresiones.

      Un abrazo, y gracias por la visita!!

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  9. Hola guapa :)
    tengo el mismo libro por casa, junto con los otros de la saga, y la verdad es que no he sido capaz de terminar este. Quizás le tenga que dar otra oportunidad vistos los años que han pasado desde que me lo compré pero en su momento no me hizo mucha gracia.
    Besos!

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  10. ¡Hola, Undine! Pues que te voy a comentar sobre la entrada de hoy, ya sabes mi pasión por esta temática y si ya de por sí es siempre un placer leer sobre el tema, leerte a ti hablando de ella es una alegría doble. Como ya sabes tengo este libro esperando en casa pero me decidí por Rhadopis, de la que hablaré en algún momento en el blog. Cuando comentas el estilo del autor, muy propio de la propia cadencia de su país y su cultura, me ha venido a la cabeza la sensación que yo tuve leyendo Rhadopis, y es que es la primera vez que he leído un libro sobre el Antiguo Egipto escrito por un egipcio; toda la literatura histórica sobre el tema que había leído venía de la mano de autores occidentales. Y tuve una sensación muy rara durante toda la lectura hasta que caí en lo que pasaba: que descubrí que esa literatura occidental intentaba copiar el estilo lírico y pausado de Mahfuz, su sensualidad e introspección espiritual. Y puede parecer una tontería pero para mí ha sido todo un descubrimiento. En fin, me callo :)

    Un besote grande

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