RESEÑA: *MI HERMANA, MI REINA* WENDY J. DUNN




Ficha Técnica

Editorial: Libros de Seda

Traducción: Tatiana Marco Marín

Nº de páginas: 512

Formato: Cartoné con solapas

Género: Narrativa histórica

ISBN: 978-84-19386-19-9

P. V. P.: €23,00


Sinopsis de la Editorial

María de Salinas, dama y fiel amiga de Catalina de Aragón, esposa de Enrique VIII, está en sus últimas horas. Ha compartido toda una vida con su desventurada reina y prima y, con ella, el destierro en un país, Inglaterra, lejos de la Castilla que la vio nacer. Hace tres años que la vio morir y ahora, demasiado enferma para viajar, escribe a su hija, Catherine Willoughby, la joven condesa de Suffolk, una carta en la que le cuenta su vida: una vida que no puede ser contada sin la de su reina y mejor amiga, Catalina de Aragón, hija menor de los Reyes Católicos. En dicha carta, le cuenta por qué tomó las decisiones que tomó en su vida, empezando por la de mantenerse siempre fiel a su reina y por qué quiso compartir su destino y quedarse en Inglaterra con ella, viviendo buenos y malos tiempos y hasta el final aciago de la infeliz reina.


Propuesta musical para este libro

Pues que jamás olvidaros, Juan del Encina ("Cancionero Musical de Palacio" - S. XV/XVI).

*Crédito del vídeo Canal YouTube Belarmo

Pues que jamás olvidaros es un villancico secular, compuesto por el poeta, dramaturgo y músico renacentista español Juan del Encina, perteneciente a su Cancionero de palacio (Roma 1516). Juan del Encina está considerado como uno de los más grandes compositores del Renacimiento, especializado en polifonía religiosa y profana. Por otro lado, a él se le atribuye la creación del villancico que, en sus inicios, era una forma poética musical estructurada en varias estrofas o coplas, que estaban enmarcadas por un estribillo al principio y al final. Originalmente la temática de las letras era de carácter legendario y popular, basado en batallas o romances. Con el paso del tiempo, fueron adquiriendo un espíritu religioso, que derivaría finalmente en lo que hoy conocemos como “villancico”.

El motivo de mi elección musical para la reseña de Mi hermana, mi reina está clara, ya que Juan del Encina fue muy famoso en tiempos de los Reyes Católicos, y sus villancicos se escuchaban en castillos y palacios de las cortes europeas. 


Lo que Undine opina del libro


<Lo peor de las mansiones modernas es que no tienen lugar para los fantasmas.> Oliver Wendell Holmes (1809-1894)


Una de las experiencias viajeras más emocionantes que he vivido a lo largo de los años que llevo visitando mansiones y castillos deshabitados, es el mágico encuentro con los espectros del pasado. Me refiero a esas voces lejanas de sus antiguos moradores que aún resuenan entre sus muros y corredores, llegando hasta quienes se detienen a observar cómo el paso de los siglos dejó una huella incólume de su existencia.

Eltham Palace, 2013 (Fuente: Undine von Reinecke)
Hace algunos años, mis pasos me llevaron hasta Eltham Palace, una lujosa mansión situada en el distrito Royal Borough de Greenwich en Londres, que fue comprada en la década de 1930 por Stephen y Virginia Courtauld, una excéntrica pareja multimillonaria inglesa que, entre los muchos proyectos filantrópicos y culturales que apadrinaron, eligieron reconstruir unas antiguas ruinas medievales, con el fin de devolver al monumento su antiguo esplendor y utilizarlo como su hogar. Los Courtauld, que eran conocidos por su forma de vida extravagante, decidieron dar un aire innovador a su nueva mansión adaptándola a los gustos imperantes. Para ello, contrataron al prestigioso estudio de arquitectura Seely & Paget, y al decorador más de moda entre las gentes del glamuroso distrito de Mayfair, que era el playboy y aristócrata italiano Piero Malacrida de Saint-August, y el equipo al completo se ocupó del diseño y la decoración del nuevo y suntuoso palacio, convirtiéndolo en una joya del estilo Art Decó. 

Ese fue el motivo que me llevó hasta allí, conocer en persona una de las obras más impactantes que posee Inglaterra de aquel cinematográfico movimiento decorativo, que se hizo famosa por sus baños alicatados con teselas de oro, por su mobiliario exquisito y por el amplio hall circular, sobre el que impera una especie de cúpula acristalada o lucernario, que baña de luz la elegante estancia, y que recibe al visitante con apabullante esplendor. Sin embargo, cuando por fin entré en la finca de Eltham Palace, no fue eso lo que me cautivo, sino el encantamiento del que creí ser víctima, al contemplar su escenográfica y seductora atmósfera, evocadora de medievales leyendas y cantos ancestrales. 

Vista de uno de los jardines de Eltham Palace
(Fuente: Undine von Reinecke)

Y no es extraño que así fuera, porque su historia se remonta muchos siglos atrás, cuando Anthony Beck, obispo de Durham, entregó Eltham a Eduardo II en el año 1305 como residencia real. Desde aquel momento, y hasta el siglo XVI, los monarcas ingleses disfrutaron del palacio y sus jardines, organizando allí justas y torneos en su honor, que han pasado a la historia gracias a la gloria literaria. Muchas fueron las personalidades que caminaron entre sus piedras, el mismo Enrique VIII pasó sus primeros años de vida allí, y fue en Eltham Palace también donde conoció al gran Erasmo de Rotterdam, quien le fue presentado a la edad de nueve años por el prestigioso filósofo, teólogo y hombre de leyes Tomás Moro. El holandés dejó constancia por escrito de aquel encuentro, quizá inspirado por un soplo de intuición.

Más o menos por aquellos días, una joven princesa castellana se dirigía rumbo a Inglaterra con motivo de su enlace matrimonial. Se trataba de Catalina de Aragón (1485-1536), la hija menor de los Reyes Católicos, que había sido prometida en matrimonio a la tierna edad de tres años con Arturo Tudor, el heredero al trono inglés y hermano mayor del futuro Enrique VIII.

Y es este preciso instante, el del viaje de la infanta Catalina hacia la pérfida Albión, el que eligió la escritora australiana Wendy J. Dunn para dar comienzo a la historia que nos narra en Mi hermana, mi reina, la interesantísima novela histórica que ha sido publicada recientemente por la editorial madrileña Libros de Seda, quien la ha puesto a disposición de los lectores con la traducción de Tatiana Marco Marín.

Mi hermana, mi reina es el relato de la vida de Catalina de Aragón y Castilla, originalmente narrada por un testigo privilegiado de aquellos días, su fiel dama de compañía María de Salinas (1490 aprox.-1539). A esta mujer, que fue una noble española por derecho de nacimiento, y que llegaría a ser un personaje notable en la corte inglesa, le da voz la escritora Wendy J. Dunn, para que nos hable de uno de los personajes femeninos más interesantes, y sin embargo, en gran parte desconocido, de un momento convulso y determinante de la historia europea, como fue el siglo XVI.

Catherine Willoughby, Hans Holbein el Joven
Fuente: historytheinterestingbits.com

Narrada en forma de memorias que María de Salinas dirige a su hija Catherine Willoughby, la condesa de Suffolk, en el texto que escribe expone los acontecimientos que ponen luz sobre el triste devenir de la infanta castellana, y el de las personas que tuvieron contacto con ella, desde su matrimonio con Arturo Tudor, hasta su fallecimiento en 1533, cuando ya había sido desterrada y repudiada por su segundo marido, el ingrato y temido Enrique VIII. Mis lectores pueden imaginar que no desvelo nada, pues esta historia es de conocimiento popular.

Sin embargo, el relato de Wendy J. Dunn va mucho más allá de lo que nos ofrecen los libros académicos de historia. La escritora australiana ha buceado en la memoria del tiempo para retratar una época y a sus gentes, como pocas veces nos la han mostrado. Sin olvidar que Mi hermana, mi reina pertenece al género de la ficción histórica, y que, como es normal, no hay constancia escrita de muchos momentos que aparecen en la trama de la obra, también es cierto que la historia que narra está cimentada sobre hechos reales que dan veracidad a la novela

Jardines de Eltham Palace (Fuente: Undine von Reinecke)

De sobra es conocida la relación entre la Corona de Castilla e Inglaterra, los tratados de paz entre las diferentes coronas europeas, o los compromisos matrimoniales que los monarcas acordaban entre ellos en aquellos días, en previsión de futuras alianzas bélicas. De todo ello se hace eco la autora, quien ha dibujado con gran sagacidad este interesante periodo histórico, adentrándose en los jardines, salones y dormitorios de los principales escenarios ingleses de aquellos días, mostrándonos también algún que otro lugar extranjero que da soporte a su historia. Desde el bucólico Eltham Palace que mencioné al comienzo de la reseña, pasando por el oscuro castillo de Ludlow en el norteño condado de Shropshire, o las famosas mansiones y palacios ubicados en la ribera del Támesis, donde se establecía por aquellos días la corte Tudor en su peregrinar. Son muchos los marcos interesantes que Dunn nos presenta en Mi hermana, mi reina, algunos desaparecidos hoy en día, donde ha recreado con gran acierto la forma de vivir de aquellos tiempos, y los acontecimientos que dieron lugar a importantes cambios sociales, políticos y religiosos de la Humanidad. La atmósfera diseñada por la autora es tan absorbente, y su trama está tan sagazmente ambientada, que es fácil dejarse llevar por los acontecimientos que se relatan.

Por otro lado, las escenas ficticias de la narración no traspasan las fronteras de lo creíble, ya que se resuelven de manera sencilla y natural. De este modo, las conversaciones o momentos privados que mantienen los personajes que aparecen en la novela, son descritos por la autora como resultado de la observación de la vida, y del estudio exhaustivo de cada individuo que aparece en la obra. Y en este sentido, este es uno de los puntos fuertes del texto, ya que nos habla del gran mensaje que subyace en él: visualizar el diferente papel que otorgaba la sociedad de la época al hombre y a la mujer.

Sin embargo, Mi hermana, mi reina es una obra eminentemente femenina, dedicada con delicadeza, respeto y admiración a aquellas damas del pasado que vivieron tiempos peores que los nuestros, mujeres que gozaron su existencia ejerciendo el papel de moneda de cambio, y viviendo su feminidad a instancia del hombre y la maternidad.

Catalina de Aragón, Lucas Horenbout (1525). Fuente: Wikipedia

Evidentemente, como principal figura histórica femenina de esta trama, el mayor interés de la novela recae sobre Catalina de Aragón. Esta mujer, a quien el general de la sociedad conoce tan solo por ser hija, esposa y madre de grandes monarcas, y por haber sido ultrajada por su desleal segundo marido, el infame Enrique VIII de Inglaterra, en realidad fue todo un personaje. Amada por el pueblo inglés, gracias a su generosidad, piedad, valentía y carisma para el liderazgo -estos hechos han sido constatados-, ejercía al mismo tiempo sus funciones como fiel esposa y madre, sin eludir responsabilidad alguna. Por otro lado, es sabido que gozó también del respeto de eruditos, políticos y grandes personajes religiosos de su tiempo, que admiraban su intelecto y veían en ella una figura interesante con la que parlamentar. 

Así nos la muestra Wendy J. Dunn, quien la acerca hasta nosotros en sus diferentes facetas humanas para desmitificar esa esquemática y parca imagen que de Catalina de Aragón nos ha llegado. Y lo hace valiéndose de la relación que mantuvo con los diferente hombres que influyeron en su vida, desde el Rey Fernando de Aragón, el monarca inglés Enrique VII y su primogénito Arturo Tudor, pasando por los diferentes nombres de Iglesia Católica y la esfera política que estuvieron a su servicio, y finalizando con Enrique VIII, el huracán que arrasó con todo y puso fin a su prometedora vida. 

Jardines de Eltham Palace (Fuente: Undine von Reinecke)

Por otro lado, y ahí radica la otra faceta importante de Mi hermana,mi reina, la autora hace una semblanza preciosa de la relación que la hija de Isabel de Castilla mantuvo con las mujeres que formaron parte de su día a día. La autora se preocupó en estudiar quienes fueron los miembros femeninos de la comitiva castellana que viajó con ella hasta Inglaterra para servirla, y a todas y cada una adjudicó una emotiva relevancia en el relato. De este modo, Wendy J. Dunn ha conseguido dar visibilidad a la existencia de unas mujeres a quienes el mundo jamás hubiera prestado atención. Lo mismo hizo con las damas inglesas que la recibieron al llegar a las costas británicas: la reina madre Margarita Beaufort, su nuera la reina Isabel de York, la monarca Margarita de Escocia, o la princesa Mary de Inglaterra, conocida por su belleza y por haber sido brevemente reina consorte de Francia, todas ellas mujeres de la casa Tudor que fueron educadas para anteponer las necesidades de su regia familia en detrimento de la propia vida, y en virtud de unas normas abusivas que alguien un día estableció. Para todas construye la autora un recuerdo, y un instante de admiración, desmitificando así la leyenda que narra la falta de solidaridad en la comunidad femenina.

Bodas reales, amoríos extramaritales, conjuras políticas, guerras y levantamientos sociales, Mi hermana, mi reina recrea de manera amena y apasionante aquel convulso momento de la Humanidad. Sin embargo, en los pasajes que escribió Wendy J. Dunn podemos encontrar mucho más, porque en ellos se alzan con firmeza voces femeninas del pasado que, pese a la negligencia de algunos, la historia no ha podido borrar.



<Cada hombre lleva un fantasma de mujer, no en la imaginación que entonces sería fácil de expulsar; sino circulando en su sangre, y cada mujer un fantasma más o menos concreto de hombre.> Gregorio Marañón (1887-1960)



Undine von Reinecke ♪



La autora por la Editorial

Fuente: Libros de Seda

Wendy J. Dunn es una autora australiana fascinada por la época Tudor, tanto que el hecho de que descubriera una relación lejana con los Tudor poco después de escribir su primer libro sobre Ana Bolena no la sorprendió. En dicho libro narra la historia de la desafortunada reina desde el punto de vista de sir Thomas Wyatt, El Viejo. Su árbol genealógico muestra que una familia antepasada suya conocía a los Wyatt y a los Bolena. Está casada, es madre de cuatro hijos ya adultos y abuela de dos nietos increíbles. Obtuvo el doctorado en 2014 y le encanta seguir los pasos de aquellos personajes históricos a los que da vida en sus novelas. También es profesora en la Swinburne University of Technology en Melbourne, Australia.



Comentarios

  1. Buenos días, Undine.
    El instituto donde yo hice el COU se llamaba Juan del Enzina. No sé si sabes, imagino que sí, que Juan del Enzina fue prior de la catedral de León y murió allí.
    Pero centrándonos en la novela que nos traes, me encanta el tema. Hace muchos años, años setenta, creo que en un programa de la tele que se llamaba Grandes Relatos, pusieron una serie sobre Enrique VIII y en ella empieza con el viaje de Catalina a Inglaterra para casarse con Arturo. Me encantó aquella serie y he procurado ver todo lo que se ha hecho sobre el tema que ha llegado a mi conocimiento. Es una época fantástica y si se mete en las vidas de las mujeres que quedaron más en el anonimato, puede resultar fascinante. Tomo nota de ella.
    Un beso.

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    1. Buenos días, Rosa.

      Mi familia es leonesa, concretamente de Astorga. León y su catedral son para mí dos de los lugares que guardo con más cariño en el corazón.
      Con respecto a Mi hermana, mi reina, y aludiendo a tu afición por el tema, no dudes en leer esta obra porque te va a fascinar.

      Un abrazo, y muchas gracias por leerme con tanta atención!!

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  2. Buenos días, Undine.
    Esta vez me libro de apuntar. Aunque tú lo cuentas muy interesante y el escenario es increíble, la verdad es que este tipo de historias no es para mí. Empiezo a veces con entusiasmo porque me gustan las idas y venidas, tejemanejes políticos y demás enredo pero me suelo cansar hacia la mitad.
    Me gusta más tu historia del palacio y cómo sentiste que allí había una energía especial.
    Besitos y feliz semana

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    1. Buenos días, Norah.
      A ver, debo darte algún descansillo :) Ya en serio, no sabes la energía que emana de Eltham Palace. Aquel lugar representa una de las visitas más emocionantes que he hecho en mi vida. La zona moderna transmite el aura de entreguerras con su glamur, los jardines y el pabellón medieval traen a la memoria sones de caballería. Fascinante todo!!

      Un abrazo, y muy feliz día!!

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  3. Hola Undine, me encanta la historia de Inglaterra por esta época, me gusta esos momentos convulsos y tan interesantes. Hace tiempo que no leo novela histórica, porque me cuesta horrores... pero a ver si le cojo el ánimo y me pongo con esta.
    Un besazo

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    1. Buenos días, Nitocris.

      A mí me encanta que te encante la historia de Inglaterra, así tenemos otro tema en común. Ya me contarás si finalmente lees esta novela. Me gustará comentarla contigo.

      Un abrazo, y gracias por la visita!!

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  4. ¡Hola! No puedo decir que sea un libro que vaya a leer pero creo que sí podría ser de mi interés conocer un poco más, principalmente, a Catalina de Aragón ya que es cierto que la mayor información que tenemos de ella la sitúa siempre en un segundo plano. Un besote :)

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    1. Buenos días, Marya.

      Es novela histórica, y tu sueles leer romántica. Sin embargo, la novela tiene un motivo de ese tipo que a ti te podría cautivar. No la desestimes si te cruzas con ella,.

      Un abrazo, y mil gracias por leerme y comentar!!

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  5. Me gusta mucho leer sobre la Inglaterra de esta época, y me lo cuentas tan bien que me resulta imposible resistirme. Apuntado.
    Besotes!!!

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  6. Buenos días Undine, a mí también me gusta visitar caserones y castillos y disfruto imaginándome la vida que habrán llegado allí sus antiguos moradores.
    En cuanto a Catalina de Aragón, lo que conozco de ella viene de las novelas que leí sobre las esposas de Enrique VIII, pero que se centraban más otras como Ana Bolena o Jane Seymour, dejando a Catalina un poco relegada. Siempre me ha dado pena esta mujer por la vida que tuvo que llevar, aunque bien mirado fue mucho más afortunada que otras. Tomo nota que la época me encanta. Un abrazo.

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    1. Buenos días, Mar.

      Tenemos gustos literarios muy similares, por ello estoy segura que Mi hermana, mi reina será de tu agrado. Es de esos libros que te da mucho y en muchos sentidos. Con él se puede viajar...

      Un abrazo, y gracias por leerme!!

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  7. ¡Hola! Nos encanta la frase de las mansiones modernas y los fantasmas, qué curiosa. Además, se ve que hay salseo en este libro para dar y regalar, así que en algún momento, cuando tengamos más tiempo, nos gustaría darle una oportunidad.
    Besos

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    1. Buenos días, Marlu.

      Efectivamente, la novela contiene "salseo" histórico. Sin embargo, no se debe dejar de lado el importante motivo que subyace en la novela: dar visivilidad a las mujeres que hicieron historia en el siglo XVI.

      Un abrazo, y gracias por la visita!!

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  8. Me ha encantado tu reseña, mil gracias por descubrirnos este relato sobre Catalina de Aragón, esa aproximación al punto de vista de una de las mujeres más poderosas del siglo XVI. Siempre recuerdo que mi profe de Historia Moderna nos decía que Catalina era la tía preferida de Carlos I y que eso le daba todavía más poder en un momento en el que la corona del Sacro Imperio dominaba todo el continente. Me encantará leerlo. Besos.

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    1. Buenos días, Mónica.
      Tu antigua profesora coincide con la imagen que refleja de aquella relación tia-sobrino Wendy Dunn. respeto muchísimo tu opinión profesional, por ello te estoy muy agradecida.

      Un abrazo, y gracias nuevamente!!

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