RESEÑA: ¡ASÍ DE GRANDE!, EDNA FERBER

Fuente: Undine von Reinecke

Ficha Técnica

Editorial: Nórdica Libros

Traductor: Íñigo Jáuregui

Tamaño: 13,5 x 22,5 cm.

Encuadernación: Rústica

Páginas: 304

ISBN: 978-84-16112-75-3

P.V.P.: 19,50 € / Epub2: 8,99 € 

Sinopsis de la Editorial

So Big, ¡Así de grande!, es el apodo cariñoso que Selina Peake DeJong le puso a su hijo, Dirk, al que, como toda madre orgullosa, preguntaba: «¿Cómo de grande es mi niño?». Esta mujer tenaz y luchadora es la verdadera protagonista de la novela. Siendo muy joven, tras la muerte de su padre, se instalará en una comunidad agrícola de origen holandés, cercana a Chicago, en la que el papel de las mujeres estaba alejado del trabajo del campo(...)

Propuesta musical para este libro

Anything Goes, Cole Porter 

*Crédito del vídeo: Canal de YouTube Cole Porter-Tema 

Anything Goes es un tema musical compuesto por el compositor norteamericano Cole Porter, que lo escribió para el musical que lleva ese mismo nombre. Anythings Goes está basado en una obra escrita originalmente por el autor norteamericano de comedias musicales Guy Bolton y por el célebre escritor británico P. G. Wodehouse, quienes elaboraron una simpática historia que narrara las peripecias acontecidas a bordo de un transatlántico, que cubría una travesía entre Nueva York y Londres. El musical fue estrenado en 1934 en el teatro Alvin de Broadway, actualmente conocido como Teatro Neil Simon, y desde aquel momento, ha sido recurrente en las carteleras de Inglaterra y Estados Unidos. Por otro lado, el gran éxito de esta obra motivó que fuera llevada a la Gran Pantalla en 1936 y 1956.

Mi elección de Anything Goes para la reseña de hoy se basa en la similitud que tuvieron las carreras de Edna Ferber y Cole Porter, dos contemporáneos y compatriotas que consiguieron triunfar en sus respectivas carreras.

Lo que Undine opina del libro

<La arquitectura es el testigo menos sobornable de la historia.> Octavio Paz (1914-1998)

Fuente: Undine von Reinecke

Hoy, 18 de octubre de 2023, llego a la Costa Este norteamericana, siguiendo los pasos de Phileas Fogg, el gran personaje de Julio Verne. Por tercer año consecutivo, el reto La vuelta al mundo en doce libros 👈me trae por estas tierras que tan buenos novelistas ha dado, para conocer de primera mano a alguno de los escritores que han ganado el Premio Pulitzer, un prestigioso galardón, del que ya hablé a mis lectores en la reseña dedicada a Guía para viajeros inocentes de Mark Twain👈, que concede anualmente la Universidad de Columbia desde que se instituyó en 1917. 

Debo confesar que mi elección ha sido complicada, porque entre los nombres casi desconocidos y muy apetecibles que han recibido el codiciado premio, se encuentran dos de mis escritoras favoritas, Edith Wharton y Willa Cather. Superar la inmensa tentación de volver a sus narrativas era complicado para mí. Sin embargo, quise sacar a pasear mi espíritu más aventurero, y me decanté por una novelista desconocida para mí, que se ha convertido en un gran descubrimiento. Me refiero a Edna Ferber, Premio Pulitzer 1925, una figura que personifica una de esas extrañas coyunturas difíciles de entender, ya que tuvo un éxito fulgurante en vida, pasando al olvido editorial casi inmediatamente después de fallecer. El caso es que esta fascinante autora comparte muchas cualidades con Wharton y Cather, e incluso he llegado a percibir en su pluma ese halo literario, vivaracho y empático que lucía la gran Louise May Alcott en su escritura. Por si esto no es suficiente recomendación, puedo añadir que algunos de sus títulos fueron llevados a la Gran Pantalla con gran éxito. ¿Acaso alguno de mis lectores no conoce Gigante, la película que protagonizaron Elizabeth Taylor, James Dean y Rock Hudson?

Gigante, cartel de la adaptación (1956)
Fuente: Wikipedia

Bajo el nombre de Edna Ferber (1885-1968), se esconde una mujer fuerte, una literata que nació en el seno de una familia judía, una cuestión que marcaría toda su vida. De padre emigrante húngaro y madre norteamericana, aunque descendiente de judíos alemanes, la joven Edna pasó toda su infancia y adolescencia viajando entre los estados de Michigan, Illinois y Iowa, siguiendo los intentos vanos de triunfar en el campo de los negocios de su padre. De aquellos años, la escritora dejaría constancia de su malestar al ser objeto del antisemitismo que sufría en su propia persona, algo que combatiría con vehemencia desde la posición futura que tendría como escritora, escribiendo incluso una dedicatoria envenenada en uno de sus libros dirigida a Adolf Hitler.

Destacada estudiante, a los doce años se graduó en la escuela secundaria, y pasó brevemente por la Universidad de Lawrence. Su intención era estudiar  interpretación, con idea de dedicarse en el futuro a ser actriz, pero la mala situación económica de su familia acabó con sus sueños profesionales. Sin embargo, su habilidad escribiendo le valió obtener un puesto como reportera novata en el Appleton Daily Crescent, para luego ejercer el mismo oficio en el Milwaukee Journal, cuando se mudó de ciudad. No obstante, los problemas de salud la obligaron a volver a su hogar de Appleton. Fue así como comenzó verdaderamente a escribir.

Sus primeros trabajos fueron cuentos cortos, que conseguía colocar en algunas revistas. En 1911 publicó Dawn O'Hara, The Girl Who Laughed, su primera novela, y, un año más tarde, las librerías vendían con fluidez un recopilatorio de sus cuentos, que llevaba por título Buttered Side Down. El éxito fue inmediato, ante la perplejidad de los críticos literarios, que creían que Edna Ferber era un seudónimo bajo el que se escondía un caballero. Al parecer, las historias eran tan duras que a estos les parecía inaudito que una joven de veinte años se dedicara a escribir semejantes cuentos. La autora se despachó con audacia sobre las habilidades literarias que ostenta cada género en su autobiografía de 1939.

1ª Ed. Buttered Side Down
 Fuente: abebooks.com

Su oficio como escritora comenzaba bien, y no cejó en su empeño de escribir y publicar. Fue a partir de 1922 cuando comenzó a viajar frecuentemente a Europa, donde fue testigo del ascenso del fascismo, que devino en un agudo antisemitismo. Con gran tristeza Ferber dejó constancia de ello en los textos que escribía, sorprendiéndose de cómo Europa estaba ciega ante la hecatombe que se le venía encima.

Como quiera que sea, sus obras encontraban un hueco en los hogares de los lectores: Fanny Herself (1917), The Girls (1921)... Sin embargo, el éxito más rotundo le llegó en 1925 con ¡Así de Grande! (So Big), la novela con la que ganó el Pulitzer. No fue casualidad, porque su siguiente obra Show Boat obtuvo la misma gloria comercial, aunque sin galardón de por medio. Fue así como se consolidó su carrera como novelista. Sus textos llegaban a Broadway y a Hollywood, y se convirtió poco a poco en un personaje notorio de la esfera intelectual norteamericana. Incluso llegó a formar parte del mítico club neoyorquino Algonquin Round Table (1919-1929), al que pertenecían un singular grupo de escritores, críticos, actores y personajes pintorescos de la ciudad de Nueva York, que se reunían diariamente para almorzar, y para disfrutar de juegos y bromas, que luego difundían por todo el país en las columnas de los periódicos a los que algunos miembros del grupo pertenecían.

Edna Ferber nunca se casó, y no se le conoció relación alguna. Su soltería la llevaba con mucha dignidad, ejerciendo como tía cariñosa de sus sobrinos, y gran profesional del mundo editorial. Su vida finalizó en 1968, legando a la posteridad un número considerable de obras, que el mundo del arte y la escena quiso considerar, todas ellas protagonizadas por personajes femeninos ricos, de carácter fuerte y gran humanidad, que se dejaban acompañar de unos secundarios muy interesantes. Por otro lado, sus narraciones recorrían la geografía estadounidense, centrando su atención en las problemáticas étnicas del país, así como en las diferentes culturas que en él cohabitaban.

Y yo, que debía escoger entre todas esas historias interesantes, me decidí por So Big, la novela de Edna Ferber galardonada con el Pulitzer, que la editorial Nórdica Libros publicó con el título ¡Así de grande! en el año 2015, con la traducción de Íñigo Jáuregui. 

Michigan Boulevard (Chicago, principios S. XX)
Fuente: Wikipedia

Mi elección estaba clara desde el principio, cuando comprobé que ¡Así de grande! se ubica en el estado de Illinois, en sus campos de labranza, y en una de las ciudades norteamericanas que, desde mi perspectiva, es más interesante, debido a su desarrollo cultural. Me refiero a la gran Chicago, también llamada la Ciudad de los Vientos.

Los primeros pobladores de esta gran urbe fueron la tribu de los Potawatomis, que la llamaron Chicaugou, cuyo significado es “poderoso”. El primer europeo que se asentó allí, finalizando el siglo XVIII, fue Jean Baptiste Point DuSable, aunque mucho tiempo antes de eso los españoles y franceses ya habían explorado el área. Los nativos estadounidenses cedieron la zona por el tratado de Greenville en 1795, pero no sería hasta 1833 que Chicago fue fundada oficialmente, tras vivirse en aquellas tierras la masacre de Fort Dearborn y la emblemática Guerra de 1812 entre ingleses y estadounidenses, dos acontecimientos que forjaron el carácter de la nación.

Chicago siempre fue un hervidero de crecimiento, y tras la Guerra de Secesión (1861-1865), lo fue aún más. Por ese motivo, la zona vio la llegada de miles de emigrantes de medio mundo, que veían en aquellas tierras un lugar para prosperar. Dos motivos lo propiciaron, la llegada del ferrocarril y la construcción de los canales de Illinois y Míchigan, que interconectaban  los Grandes Lagos con el río Mississippi, propiciando así el comercio de la industria de la ganadería, de la agricultura y la madera, que consiguieron hacer exponencial aquella prosperidad.

Gran Incendio Chicago 1871(De Currier and Ives - Chicago Historical Society )
Fuente: Wikipedia

En 1871, un nefasto acontecimiento asoló la ciudad. Fue el llamado Gran Incendio de Chicago, una famosa tragedia que conmocionó a la esfera internacional. Sin embargo, como el ave fénix, la urbe renació de sus cenizas y con mayor fuerza. A ella llegaron arquitectos de fama internacional para reconstruirla. El resultado fue tan espectacular, que fue elegida como lugar de celebración de la Exposición Mundial Colombina, que conmemoraba los cuatrocientos años de la llegada al continente de Cristóbal Colón.

Con todo y con ello, donde hay bonanza económica también surgen problemas, y a Chicago llegaron de dos maneras. Por un lado, los movimientos sociales propiciaron el alzamiento obrero, que derivó en la histórica y tumultuosa revuelta de de Haymarket, en demanda de una jornada laboral de ocho horas; y por otro, la corrupción invadió la ciudad, de la mano de los cinematográficos aunque muy reales gángsters. Los nombres de Al Capone o Tony Accardo, entre otros, se adueñaron de Chicago, cuando la llamada Ley Seca fue aprobada en 1919.

Campos de labranza, ganado en las praderas de Illinois, mercados de frutas y verduras en las calles de Chicago compartiendo espacio junto a antiguas mansiones victorianas… Una ciudad emergente que vería la llegada de grandes rascacielos con el cambio de siglo y especialmente al comenzar la década de 1920… La historia de Chicago es la historia de sus gentes. Y eso es lo que el lector va encontrar en ¡Así de grande! de Edna Ferber.

Fuente: Nórdica Libros

¡Así de grande! cuenta la historia de Selina Peake, una joven huérfana de madre, que viaja por las poblaciones de Estados Unidos junto a su padre. El señor Peake, elegante y un bon vivant impenitente, arrastra a su hija de ciudad en ciudad, en busca de la mesa de juego que le haga rico. Y pese a no ser el ambiente ideal para una niña, Selina lo vive todo como una aventura, porque su progenitor la ha enseñado a soñar. Cuando él está inmerso en una partida de naipes, ella lee novelas sin la supervisión de ningún adulto; cuando Simeón Peake tiene una buena racha, se alojan en hoteles lujosos, comen en los mejores restaurantes y van al teatro. Qué importa si la suerte les abandona, y deben conformarse con hábitos de vida más humildes. La niña es feliz soñando con un futuro brillante como novelista en busca de su ideal de belleza. Y así van pasando los años.

Un día, cuando Selina acaba de finalizar sus estudios en un elegante colegio para señoritas de Chicago, una tragedia fortuita pone a la joven en una encrucijada horrorosa. Con tan solo diecinueve años debe enfrentarse a una realidad jamás imaginada, entre gentes extrañas de las praderas de Illinois, que la acogen con reservas en su sociedad de costumbres ancestrales y arraigadas. ¿Qué nuevas aventuras le deparará esta nueva vida?

¡Así de grande! es una deliciosa y bellísima novela que fue publicada en 1924 por la editorial neoyorquina Grosset & Dunlap. Edna Ferber mandó el manuscrito de la obra a su editor con muchas reservas, argumentando que no confiaba en que su historia pudiera cautivar a nadie, que su heroína poco lustrosa y nada glamurosa no interesaría a los lectores. Sin embargo, Russell Doubleday, su editor, quedó impresionado con la novela y decidió publicarla sin demora. El éxito de ventas fue inmediato, el público se volvió loco con la historia de Selina Peake. Y ese solo fue el comienzo, porque un año más tarde le fue concedido el Pulitzer. 

Pronto llegaron también las ofertas del mundo del cine, ya que la primera adaptación se realizó el mismo año en que se publicó la novela. Se trataba de una película muda, dirigida por el anglo-americano Charles Brabin. Más tarde, en 1932 y 1953 se realizaron otras dos adaptaciones mucho más famosas, la primera protagonizada por la maravillosa Barbara Stanwyck, en la que Bette Davis tuvo un pequeño papel, y la segunda fue dirigida por el genial Robert Wise, que eligió a la oscarizada Jane Wyman como intérprete principal. Éste último film es el que ha pasado a la memoria con más gloria. Por otro lado, ¡Así de grande! también tuvo su adaptación radiofónica, causando gran impacto en los hogares norteamericanos en 1942, quienes escucharon a la famosa actriz de telenovelas Joan Blaine interpretando el carismático papel de Selina Peake.

Cubierte 1ª Ed. (Fuente: Wikipedia)

Y no es extraño que tuviera en su día tanta repercusión mediática, porque, en mi opinión, tras la historia de ¡Así de grande! se esconde una gran verdad: que la vida de cada individuo es única, y que se debe sentir como tal. Y esta máxima es fácil que arraigara en un país como Estados Unidos, donde el sueño americano se encuentra en cada esquina.

Por otro lado, aunque el argumento no sea grandilocuente, y es cierto que no se asemeja en nada a la majestuosa historia de Lo que el viento se llevó, la novela histórica norteamericana por excelencia, sí comparte con ella varios aspectos, más allá de haber sido galardonadas ambas con el Pulitzer. Por un lado, las dos novelas retratan con gran acierto una parte de la historia de Estados Unidos, y por otro, sus maravillosas protagonistas. Es cierto que la Guerra de Secesión y la triunfadora Scarlett O’Hara tuvieron y tienen en la actualidad mucha trascendencia, y que ¡Así de grande! narra una historia más humilde de carácter regional, cuya protagonista es una heroína aparentemente menos brillante. Sin embargo, las dos obras poseen la misma fuerza, esa que lleva el sello inconfundible de los ganadores. 

Es difícil no dejarse seducir o sucumbir ante la lucha vehemente de una mujer que, pese a las adversidades, no ceja en la búsqueda de sus objetivos. Si Scarlett O’Hara juró no volver a pasar hambre, Selina Peake jamás dejó de perseguir la belleza. Hambre, penurias, matrimonio, maternidad… Dos mujeres muy diferentes que se enfrentan con la misma viveza a un mundo dominado por los hombres.

Y esta última idea es importante en ¡Así de grande!, porque Edna Ferber dotó a su novela de esas ideas feministas que iban abriendo camino en Norteamérica a comienzos del siglo XX. Sin embargo, logró hacerlo con tanta delicadeza y elegancia, que su mensaje debió impactar en los corazones de aquella nación con un halo de gracia. No en vano, los pasajes del libro invocan a grandes nombres que lo hicieron antes: Jane Austen, Charlotte Brönte, Louise May Alcott, y sí, también Charles Dickens tiene su importancia en esta historia, porque esta obra es a su vez un elogio a la mejor  literatura. Jo March, Elizabeth Bennet, Jane Eyre y los pequeños héroes dickensianos pueblan las calles de Chicago.

Por otro lado, ¡Así de grande! comparte esa aureola de modernidad de las grandes novelas norteamericanas de comienzos de siglo, esas en las que se ve al país crecer, y convertirse en una nación de primer orden, una vez finalizada la Primera Guerra Mundial. Es fascinante experimentar a través de la pluma de Edna Ferber la transformación de Chicago y su comarca en los albores del siglo XX, que daría paso a la nueva era industrial, y a vocablos como rascacielos, publicidad y economía global.

Cálida, emocionante, entrañable… son adjetivos que definen muy bien a ¡Así de grande!. Sin artificios, pero con una habilidad narrativa enorme y mucha sensibilidad, Edna Ferber consiguió escribir una magnífica historia. Su éxito radica precisamente en eso, en recurrir a la simplicidad, algo que todos tenemos a nuestro alcance, y sólo las almas brillantes saben apreciar.

 

<El arquitecto del futuro se basará en la imitación de la naturaleza, porque es la forma más racional, duradera y económica de todos los métodos.> Antonio Gaudí i Cornet (1852-1926)

Undine von Reinecke ♪

Os espero a todos el 15 de noviembre de 2023 en la Calzada de los Gigantes (Irlanda), próxima etapa de La vuelta al mundo en doce libros 2023 👈

La autora por la Editorial

Fuente: Wikipedia

Edna Ferber (Kalamazoo, 1887 - Nueva York, 1968). Escritora y dramaturga estadounidense. Independiente y enérgica figura feminista «avant la lettre», es autora de novelas y obras teatrales de tono sentimental y romántico muy apreciadas por el gran público. Después de una breve experiencia periodística, de la que extrajo valiosos motivos de inspiración para sus historias sobre la pequeña y media burguesía estadounidense, debutó en 1908 con la publicación de una serie de relatos centrados en Mrs. McChesney, una ambiciosa mujer de negocios, que le valió una gran popularidad. Sus raíces profundas en el Medio Oeste y el amor por su gente y por su tierra, son algunos de los elementos inspiradores de su narrativa, caracterizada por un lúcido análisis de las tensiones sociales y dominada por un aliento épico. Es autora de obras tan conocidas como Cimarron (1930), Gigante (1950) o ¡Así de grande!, con la que obtuvo el Pulitzer.