DIARIO DE UNA LECTORA DE TOLSTÓI: EL CAMINO DE LA VIDA CON TOLSTÓI Y SELMA ANCIRA



Fuente: Undine von Reinecke

Sinopsis de la editorial
El camino de la vida sólo vio la luz en ruso en 1911, unos meses después de que Lev Tolstói falleciera en la estación ferroviaria de Astápovo. El libro, que había permanecido inédito en español, como un tesoro escondido, es la culminación de la obra moral del escritor y la expresión más completa de su pensamiento religioso: un destilado de máximas legadas por los sabios de todos los tiempos y de todas las tradiciones del mundo que le inspiraron sus propias reglas para el perfeccionamiento interior. Cada uno de los treinta y un capítulos que integran este volumen—uno por cada día del mes—conforman un singularísimo breviario espiritual destinado a «llevar una vida de bien» y contribuir así a la realización de una aspiración tan antigua como irrenunciable: la convivencia pacífica entre los individuos y los pueblos.

31 de enero de 2020







¿Cómo se despide un alumno del maestro que le indicó el camino?

Comienzo a escribir la última entrada de este diario de lectura mientras escucho la Sonata para Cello in G Minor Op. 19 de Serguei Rachmaninoff. Esta pieza siempre consigue trasladarme a lo mejor de mí, a ese rincón del alma donde perdura la esencia de lo que soy; donde reside la felicidad primaria de mi inocencia infantil. Así es como quiero despedirme del escritor que motivó en mí, siendo aún muy niña, la persona que soy.


Capítulo XXXI: La vida es un bien



<La vida del hombre y su felicidad están en la unión cada vez más íntima del alma, separada de las otras almas y de Dios a causa del cuerpo, con aquello de lo que está separada. Esta unión se opera gracias a que el alma, manifestándose a través del amor, se libera cada vez más del cuerpo. Y por eso, si el hombre comprende que la vida y su felicidad consisten en esta liberación del alma, su vida, a pesar de todas las desgracias, sufrimientos y enfermedades, no puede ser más que una dicha indestructible.>

En este último capítulo de El camino de la vida el maestro Tolstói abre su alma a la felicidad, y quiere compartirla con nosotros. Nos hace ver que tenemos todo lo necesario para ser felices: la vida. No admite quejas, para él toda vida es respetable y a tener en cuenta. Nos invita a considerar nuestra propia vida como el don más maravilloso, y a no fijarnos en ninguna otra, pues desconocemos su idiosincrasia.

<La vida, sea cual sea, es un bien, el bien más grande que existe. Si decimos que la vida es un mal, lo decimos sólo en comparación con otra vida, imaginaria, mejor; pero no conocemos ninguna otra vida mejor ni podemos conocerla; y por eso la vida, sea cual sea, es nuestro bien más grande.>

<A menudo desdeñamos el bien que es esta vida, confiando en recibir en algún lado, algún día, un bien mayor. Pero ese bien mayor no puede darse en ningún lado ni ningún día, porque ya nos ha sido dado el bien más grande, la vida. Mayor que este bien, no hay ni puede haber nada.>

Por otro lado, nos hace ver que hemos venido a este mundo para ser felices. Y que esa felicidad, sin lugar a dudas, terminará por reencontrarnos con Dios. Rectifica lo que dijera en capítulos anteriores, y nos asevera que la felicidad se encuentra ya en este mundo, y que depende de nosotros.

<No se puede decir que la finalidad de la vida sea servir a Dios. La finalidad de la vida humana siempre ha sido y será su felicidad. Pero como Dios quiso dar la felicidad a los hombres, éstos, cuando alcanzan la felicidad, hacen lo que Dios les pide, cumplen Su voluntad.>

<Según una falsa doctrina, la vida en este mundo es un mal, y la felicidad se consigue sólo en la otra vida.Según la verdadera doctrina cristiana, el objetivo de la vida es la felicidad, y esa felicidad se consigue aquí.La verdadera felicidad está siempre en nuestras manos. Ella, como una sombra, siempre va detrás de la vida de bien.>

También nos asegura que si somos fieles a nuestra persona, a nuestros credos, no habrá nada que nos aleje de la felicidad, pese a todos los enemigos e inconvenientes de nuestro camino seremos respetados; encontraremos una gran felicidad en esto. Porque la felicidad está en nosotros.

<Si vives una vida verdadera, tendrás muchos enemigos; pero aun tus enemigos te amarán. La vida te deparará muchas desgracias, pero aun ellas te harán dichoso y bendecirás la vida y harás que los otros la bendigan también.>

<Un sabio solía decir: recorrí el mundo entero en busca de la felicidad. La busqué sin descanso, día y noche. En una ocasión, cuando ya había perdido toda esperanza de encontrarla, una voz en mi interior me dijo: la felicidad está en ti mismo. Hice caso a esa voz y encontré la felicidad verdadera y constante.>

Vuelve a considerar la importancia de cuidar nuestra alma, el perfeccionamiento de ésta nos llevará a la felicidad, que es Dios.

<Lo que llamamos felicidad e infelicidad de nuestro yo animal, está fuera de nuestra voluntad; pero el bien de nuestro yo espiritual depende sólo de nosotros: de que obedezcamos o desobedezcamos la voluntad de Dios.>

<Quien ha consagrado su vida al perfeccionamiento espiritual no puede estar descontento, porque lo que él desea siempre está en su poder.> Pascal

Nos hace ver que nuestra felicidad no podemos demandársela a otro, que ésta depende de nosotros mismos. Y que si nuestra alma se eleva podremos alcanzarla, y que la mejor manera es haciendo el bien.

<Nadie puede hacer la felicidad de otro. Sólo el hombre puede hacer su verdadera felicidad. La verdadera felicidad consiste en una sola cosa: vivir para el alma y no para el cuerpo.>

<Hacer el bien es la única obra de la que se puede decir que sea para nosotros verdaderamente beneficiosa.>

El maestro vuelve a sus orígenes, nos habla del amor, de amar siempre y por encima de todas las cosas. No hay mayor felicidad que el amor.

<Para estar seguros de poder ser felices sólo hay una cosa que hacer: amar, amar a todos, a los buenos y a los malos. Ama siempre, todo el tiempo, y serás feliz siempre, todo el tiempo.>

<Nadie nunca se ha cansado de hacer el bien. Y, sin embargo, el bien mayor es hacer lo que el alma desea, y el alma siempre quiere lo mismo: amor que salga de ella y amor que vaya hacia ella. Dedica tu vida a este aumento de amor y verás que tu felicidad siempre estará en tu poder.>

Para finalizar, nos habla a todos, creyentes o ateos. Tolstói pide que vivamos una existencia de bien. Asegura que el amor necesario para vivir armoniosamente y felices. También nos asegura que rogar por la felicidad no es una opción, tan sólo debemos inquirir y trabajar sobre ella en el amor; buscar en nuestro interior y hallarla. También nos aconseja no ambicionar nada que no podamos conseguir, pues ello nos causaría desazón.

<Si existe el buen Dios, y Él creó el mundo, seguramente lo creó de tal manera que todos los seres, incluidos nosotros, los humanos, estemos bien.Pero si Dios no existe, vivamos de modo que podamos estar bien. Y para que podamos estar bien, es necesario que nos amemos los unos a los otros, es necesario  que haya amor. Y puesto que Dios es Amor, de nuevo volvemos a Él.>

<Nada más que la muerte hay por delante y, en este momento, nada más que el cumplimiento del deber. ¡Cuán triste y terrible parece esto! Y sin embargo, si consagras tu vida a una sola cosa, a la unión cada vez mayor, a través del amor, con los seres humanos y con Dios, lo que te parecía terrible será el mejor y más indestructible de los bienes.>

<Pedirle a Dios que alguien nos conceda la felicidad en esta vida equivale a estar sentado junto a un manantial, y pedirle al manantial que calme nuestra sed. Inclínate y bebe. La felicidad absoluta nos ha sido concedida, sólo hace falta saber cómo valerse de ella.>

<Si vas a considerar un bien aquello que no está en tu poder, siempre serás infeliz. Entiende que la felicidad no es nada más que lo que está en tu poder, y nunca nadie podrá quitártela.>

Cierro aquí este diario en el que he volcado mis humildes impresiones sobre El camino de la vida, del maestro Lev Tolstói. Han sido treinta y un días de emociones fuertes: En ocasiones me he enfadado; otras me he sorprendido por su visión parcial de la vida, pero las más de las veces me he sentido como una pupila escuchando al maestro anciano, que tiene mucha sabiduría que contar. Y, aunque mi vida dista mucho de seguir el camino que él nos marca, no por ello dejo de valorar y considerar muy admirables todos o casi todos sus consejos; especialmente en lo tocante al amor. El amor es lo que me acercó a Tolstói, el amor es lo que me hace quedarme junto a él. Se despide ofreciéndonos la llave para la felicidad, yo la acepto. Como asumo también el reto del camino al perfeccionamiento interior, que él propone en su última gran obra. No sé dónde me llevará, pero espero que sus palabras me mantengan firme y en contacto permanente con mi mejor yo.

Y aquí lo dejo ya, pero no sin antes agradecer a Selma Ancira, traductora y editora del libro, su dedicación y buen hacer para con la obra del gran Tolstói. Esta edición novedosa en nuestro país de El camino de la vida ha sido un gran regalo para los lectores de habla hispana, un privilegio para disfrutar toda la vida. Porque eso es esta obra, un manual para el buen vivir. Un libro al que recurrir cuando algo marche mal, y retornar a la felicidad que sugieren las palabras del maestro:


<Hay que estar siempre alegres. Si la alegría se acaba, busca en qué te equivocaste.>


Gracias a todos los lectores que me habéis acompañado durante este mes de enero de 2020. 



Undine von Reinecke ♪

Comentarios

  1. Y llego al final de este camino, muy emocionada, con el corazón henchido de alegría y los ojos llorosos; corren malos tiempos para la felicidad y para las emociones, y sin embargo, Tolstói nos recuerda que todo es mucho más sencillo, que nosotros somos clave y cónclave de la Felicidad con mayúsculas, qué vivir es un don en sí mismo.
    Un camino con altibajos pero gratificante, y es que es cierto, la Felicidad no es la meta, es el propio camino.
    Muchas gracias por compartirlo, obra y camino en sí.

    Y Rachmaninoff... absolutamente plena.
    Besitos 💋💋💋

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    1. Corren malos tiempos para la buena gente, pero da la casualidad que Tolstói suele reunir entorno a él a personas de bien. Ha sido un placer compartir contigo 31 días de muchas emociones, buenas y no tan buenas. Conversar con personas de tu talla es un privilegio.
      Un abrazo fuete Yolanda y que sepas que te regalo esta pieza de Racmaninoff, cuando quieras soñar es toda tuya!!

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  2. Muchas gracias a ti por compartirlo.

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    1. Un auténtico placer haberte tenido por aquí.
      Un abrazo, preciosa!1

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  3. Holaa!! muy buena y profunda entrada, como siempre, es un placer leerte. El tema a tratar también me ha parecido muy interesante. Gracias por compartir tu opinión.

    Blessings!!

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    1. ¡Muchísimas gracias a ti por haber participado en el camino!
      Un abrazo!1

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  4. Buenas noches, Undine:
    Qué sensación más rara, ¿verdad? Es como cuando visitas a alguien, y luego llega el momento de irse.
    Qué bien que se despide con el mejor capítulo de todos. Qué curioso que cosas que se escribieron hace tanto tiempo sigan siendo válidas. Por mucho que todo haya cambiado, en esencia seguimos con lo mismo. Me ha calado lo que dice de que imaginamos una vida mejor, sin darnos cuenta de que ya tenemos una y que la imaginaria no existe. Me ha tocado especialmente porque lo hago siempre, es más, como tengo bastante imaginación suelo tener muchas versiones.
    Tolstói cuando se pone así, es una de esas personas capaces de decirte que todo irá bien y que solo porque ellas lo dicen, te lo crees, como si tuvieran un poder especial.
    Lo cierto es que ha dejado un capítulo final con muy buen sabor de boca. Pero como te decía al principio, la sensación es rara, porque echaré de menos venir cada noche a charlar contigo. Ha sido muy guay. Muchas gracias. El esfuerzo que has hecho ha merecido la pena.
    Un abrazo

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    1. Querida Norah, de las cosas más bonitas que ha tenido este camino, ha sido conectar aún más contigo. Hoy, una vez más, comparto contigo esa cuestión de imaginar otras vidas, no lo puedo evitar. Pero es cierto lo que dice Tolstói, tenemos ya una vida y lo que hagamos con ella es lo que nos definirá eternamente.
      Es cierto que Tolstói tiene luces y sombras, pero cuando alumbra, lo hace sin parangón. Yo quedé deslumbrada por él hace años, y pienso seguir leyendo una y otra vez sus obras porque, afortunadamente, aún me quedan sus cartas y diario para seguir conociendo al hombre.
      Un abrazo grande, y miles de gracias por tantos minutos en tu compaía!!

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  5. Hola preciosa!
    Me encanta tus entradas, siempre me dejan pensando. Que importante es la felicidad y cuanto cuesta a veces encontrarla.

    ❀ Fantasy Violet ❀
    Besotes! 💋💋

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  6. hermosa frase. Ojala pudiera mantenerme alegre siempre, pero a veces jaja el mundo apesta. besos y me encantó la entrada!!!

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  7. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  8. Maravilloso post! ❤️

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    1. ¡Muchas gracias! Y disculpa que conteste tan tarde, no había visto el mensaje.

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  9. Hola Undine!! Me quedan pendientes por leer aluguas de tus reseñas sobre este diario de Tolstoi y me encanta que reflexiones tan profundas. ¡Genial reseña! Besos!!

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    1. Buenos días,preciosa:
      No hay prisa alguna, aquí está el diario para cuando puedas pasar a leerlo.
      Un beso y muchas gracias!!

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  10. Bueno querida amiga Undine, llego al final de este camino, que me ha durado más días que los que proponía Tolstói, pero que he leído con gusto. Leer el capítulo y venir seguidamente a tu blog ha sido un hábito que ha enriquecido mucho la lectura. Un abrazo, espero seguir compartiendo lecturas contigo.

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