RESEÑA: LO QUE CUENTAN LOS ANIMALES, ELENA FORTÚN

Fuente: Undine von Reinecke

Ficha Técnica

Editorial: Renacimiento

Colección: Biblioteca Elena Fortún

Nº en la colección: 22

Edición: 1ª Edición

Prólogo: Pablo Rodríguez Palenzuela /Intro.: María Jesús Fraga

Edición y notas: Arantza Gómez Gómez.

Fecha de publicación: 17/04/2023

Encuadernación: Rústica (Med.: 210 mm x 150 mm)

Número de páginas: 144

ISBN: 9788419617675

P.V.P.: 17,01 € impuestos inc.

Sinopsis de la Editorial

¿Quién no ha oído hablar de la Casa de Fieras del Retiro de Madrid? De todo aquel recinto, solo quedan algunas instalaciones, como las oseras o los pabellones de las jaulas de los leones convertidos ahora en una biblioteca pública. Pero ¿sabemos qué otros animales albergaba ese pequeño zoo? Aquí podréis ver sus fotos, conocer sus costumbres y saber si añoraban o no su pasado en libertad. Lo que cuentan los animales reúne las entrevistas que, en los años treinta, publica en la sección Gente Menuda de la revista Blanco y Negro, el periodista Roenueces –un simpático conejito reportero, alter ego de Fortún–. Se han recopilado todas las entrevistas a los inquilinos de la Casa de Fieras, desde el guacamayo al búfalo, pasando por el elefante o el pájaro bobo. Se han incluido también las visitas de Roenueces al Museo de Ciencias a observar el esqueleto del famoso diplodocus y al canódromo del Metropolitano de Madrid para hablar con su amiga Roechufas, la liebre mecánica. De esta original manera, Elena Fortún mostraba a los niños algunas particularidades del comportamiento animal que, sin duda, resulta mucho más divertida que si se hubiera impartido de forma convencional. En contrapartida, las entrevistas ofrecen una versión heterodoxa y a veces poética de la zoología, en consonancia con la peculiar personalidad de la autora.

Propuesta musical para el libro

El Carnaval de los animales, Camille Saint-Saëns (Intérpretes: Sinfónica Juvenil de Seattle)

*Crédito del vídeo: Canal de YouTube Classical Relaxation 4K

El Carnaval de los animales, cuyo título original es Le carnaval des animaux, es una suite musical compuesta en 1886 por el francés Camille Saint-Saëns. La obra consta de catorce movimientos, y, desde el primero de ellos -Introducción, seguida de La marcha del león-, representa un paseo o recorrido por un zoológico, en el que nos topamos con temas dedicados a diferentes animales, como el burro, el elefante, las tortugas…Y, cómo no, el cisne, cuya melodía es una de las más conocidas y celebradas de la obra.

El carnaval de los animales fue concebida para ser tocada por una orquesta de cámara, aunque también se suele interpretar por orquestas de cuerda. Saint-Saëns la compuso como una broma dedicada a un día de carnaval, de ahí el humor que emana de algunas piezas protagonizadas por animales. En vida del autor, la obra sólo fue interpretada en petite comité y entre amigos, aunque  éste dejó por escrito que podría publicarse a su muerte. Hoy por hoy, esta suite es una de las obras más conocidas y queridas del músico francés. 

Lo que Undine opina del libro

<Una de las glorias de la civilización sería el haber mejorado la suerte de los animales.> Théophile Gautier (1811-1872)

Escribiendo esto a 15 de mayo, día festivo en mi ciudad, porque se celebra en Madrid San Isidro, el patrón de la Villa. Por fin comienzo a contabilizar los días que restan hasta la inauguración de la Feria del Libro de Madrid, uno de los momentos más esperados del año para mí. Este evento literario viene celebrándose desde 1967 en el Parque del Buen Retiro, un lugar tan emblemático y unido a nuestra historia, que lo hace si cabe aún más singular.

El Buen Retiro en 1637, cuadro atribuido a Jusepe Leonardo.

El Parque del Buen Retiro fue una antigua posesión real que, en origen, era un gran conjunto palaciego, aunque no ha llegado íntegro hasta nuestros días. Cuando se planificó, allá por el siglo XVII, estaba compuesto por edificaciones de diferente carácter, que estaban rodeados por jardines, arboledas y huertos con variedad de diseños. El recinto fue mandado construir por el conde-duque de Olivares, que era valido del rey Felipe IV, para el goce y disfrute del monarca y sus descendientes. El uso que se dio al lugar, al igual que venía ocurriendo con los Reales Sitios, era el de entretenimiento y descanso, por ello, entre las edificaciones que servían como alojamiento, se distribuyeron otras destinadas al ocio y al culto religioso. En la finca se contabilizaron un número considerable de ermitas, un enorme salón de baile, un teatro, un foso donde se celebraban corridas de toros y espectáculos ecuestres, e incluso una leonera, en la que se exhibían fieras salvajes. 

Los mejores artistas venidos de diferentes lugares de Europa participaron en el diseño, construcción y decoración de lo que antaño fue el Parque y Palacio del Buen Retiro, siendo este espléndido lugar una de las cortes más admiradas del mundo conocido. Y uno de los motivos que le dieron este carácter fue el parque que lo acogía. En él se instaló una red hidráulica muy sofisticada, que daba servicio a los canales navegables que lo recorrían, suministrando agua a los múltiples jardines y al lago artificial, que había sido diseñado con fines paisajísticos y como lugar donde realizar fiestas acuáticas y batallas navales.

Carlos III retratado hacia 1765 por Anton Raphael Mengs
 Museo del Prado. (Fuente:Wikipedia)

Fue en tiempos de Carlos III, que la finca quedó abierta al público, para que el pueblo llano también pudiera recrearse en ella. El monarca, que fue apodado con el sobrenombre de el Mejor Alcalde, por las diferentes mejoras urbanísticas que realizó en Madrid, también quiso dotar al Parque del Buen Retiro de un lugar destinado a alojar animales salvajes. De este modo, se construyó una casa de fieras que sirviera al mismo tiempo como distracción y que atendiera a distintos propósitos científicos. En ese zoológico, que fue uno de los mejores de su tiempo, junto al de la corte austriaca, los animales que lo ocupaban eran principalmente traídos desde las colonias de América. Sin embargo, poco duró el importante proyecto, porque debido al paso de las tropas napoleónicas e inglesas durante la Guerra de la Independencia, el lugar al completo quedó muy dañado, y, del antiguo esplendor del conjunto palaciego muy poco se salvó. La ruinas restantes de aquel lugar maravilloso fueron derribadas a lo largo del siglo XIX. A día de hoy, de los edificios construidos sólo se conservan el Salón de Reinos y el antiguo salón de baile, que es conocida como el Casón, y en la actualidad forma parte de las instalaciones pertenecientes al Museo del Prado. En cuanto a sus jardines, lo que nos ha quedado es tan sólo un recuerdo de la gloria paisajística que allí habitó.

Plano de las fortificaciones francesas en el Buen Retiro
Fuente: Wikipedia

Evidentemente, el zoo no se libró del desastre. No fue hasta 1830, ya reinando Fernando VII, que la Casa de Fieras conoció un nuevo resurgir. Se destinó para ello una nueva ubicación, construyéndose en lo que hoy se conoce como los jardines de Herrero Palacios (junto a la Puerta de Sainz de Baranda), y el nuevo zoológico pasó a llamarse Real Gabinete de Historia Natural. Las instalaciones constaban de diferentes edificaciones. La principal de ellas, era una construcción de dos plantas. El primer nivel contenía jaulas destinadas a leones y otras fieras salvajes, y en el segundo, se encontraban los aposentos destinados a la familia real y sus invitados, que estaban decorados con animales disecados. 

El zoo conoció algunas ampliaciones cuando Isabel II ostentaba la corona, el lugar aún gozaba de la preferencia real. No obstante, debido a la inestabilidad política del momento, el Parque del Retiro dejó de ser una posesión de la Corona en 1868, y pasó a manos del Ayuntamiento de Madrid. 

La cantante Julia Fons retratada junto al elefante de la
Casa de Fieras en 1911 (Fuente: Wikipedia)

Desde ese momento, la Casa de Fieras comenzó a ser muy popular entre los ciudadanos, y, pese a los altibajos que sufrió durante su trayectoria, debido a diferentes motivos, como el cambio en la dirección del organismo, el alto coste de su mantenimiento, o el vandalismo de los visitantes, el zoo siempre fue uno de los entretenimientos favoritos para los madrileños, y para los visitantes que venían de fuera, hasta que en 1972 se cerraron sus puertas, y la fauna allí alojada debió ser trasladada a la Casa de Campo. Donde se encuentra ahora el conocido zoológico de Madrid.

El Parque del Retiro con su Casa de Fieras vivió un momento de gloria durante las décadas de 1920 y 1930. En aquellos días, el zoo volvía a ser gestionado por el ayuntamiento, y dejaron éste al cuidado de Cecilio Rodríguez, Jardinero Mayor del organismo, quien lo reacondicionó, creando paseos y senderos nuevos, para que los visitantes pudieran contemplar debidamente la gran variedad de especies animales que allí habitaban.

Elena Fortún
Fuente: Biblioteca digital C. de Madrid)

Por aquellos días, una visitante muy especial recorría los caminos que llevaban al foso de los osos, o a las jaulas de animales. Se trataba de Elena Fortún (1886-1952), cuyo nombre real era María de la Encarnación Gertrudis Jacoba Aragoneses y de Urquijo, una genial escritora española cuyo carisma podría ser comparado, salvando las distancias estilísticas, con el de grandes autoras internacionales de su época, de la talla de Katherine Mansfield o Vita Sackville-West, entre muchas otras. Su formación académica estuvo acorde con la España de la época, pero sus inquietudes intelectuales fueron mucho más allá, en consonancia con los importantes movimientos sociales y de pensamiento que circulaban en la esfera internacional. La escritora se formó de manera autodidacta en diferentes campos: estudió braille, biblioteconomía (ciencia documental que tiene por objeto el estudio de la biblioteca)... También formó parte de la Sociedad Teosófica y se hizo socia del Lyceum Club Femenino madrileño, un lugar emblemático de la época, por tratarse de un punto de encuentro para las mujeres intelectuales, y que era semejante al existente en Barcelona, del que ya hablé en una publicación dedicada a la escritora catalana Aurora Bertrana👈. Voraz lectora, comenzó a escribir, y su trayectoria como articulista la llevó a publicar en revistas como Asociación de libros, en la que su nombre se veía impreso junto al de escritoras emblemáticas de la Generación del 27 como Carmen Conde. También colaboró con distintos medios, principalmente destinados a mujeres, en los que no sólo escribía artículos de moda o entretenimiento, en otro sentido abordó temas de carácter feminista y social, como la ilegalización de la prostitución, entre otros asuntos de interés.

1er título de la saga de Celia
Fuente: Ed. Renacimiento

Sin embargo, hoy en día el nombre Elena Fortún se asocia mayormente a la serie televisiva Celia de la década de 1980. Esta popular producción, protagonizada por una simpática y audaz niña rubia, estaba basada en los relatos que la escritora publicó en Gente Menuda, el suplemento infantil de la revista dominical Blanco y Negro del diario ABC, que dirigía por aquel entonces Torcuato Luca de Tena. Los derechos de aquellos escritos fueron comprados posteriormente por la editorial Aguilar, y vieron la luz por primera vez en forma de libro en la Feria que se celebró en 1935. Y en la actualidad, la editorial Renacimiento se ha hecho cargo de la recuperación, no sólo de los títulos protagonizados por Celia, sino de toda la obra de Elena Fortún.

Hace pocas semanas, concretamente el martes 25 de abril, tuve la ocasión de asistir a la presentación del último trabajo publicado por la editorial Renacimiento firmado por Elena Fortún. Se trata del libro Lo que cuentan los animales, que es un compendio de artículos dedicados a los animales que vivían en la Casa de Fieras del Parque del Retiro de Madrid. El evento se realizó en la Biblioteca Pública Municipal Eugenio Trías, que ocupa las antiguas instalaciones de lo que fue en su día aquella antigua Casa de Fieras. Reformada por los arquitectos Jaime Nadal y Sebastián Araujo, e inaugurada en el año 2013, las instalaciones guardan el carácter de la actividad que allí se realizaba antes, habiéndose respetado los cubículos que eran antes ocupados por los animales salvajes, hoy transformados en una especie de peceras, destinadas a recibir a estudiantes y lectores. 

Los tres conferenciantes posando en el interior 
de lo que fue una antigua jaula de la Casa de
Fieras (Fuente: Undine von Reinecke)

En uno de esos habitáculos se celebró la presentación de Lo que cuentan los animales, y el entorno no podía ser mejor. Allí nos recibieron los responsables de la publicación, encabezados por María Jesús Fraga, autora de la introducción del libro, a quien acompañaban Pablo Rodríguez Palenzuela y Miguel Delibes de Castro, dos autoridades en el campo de la biología.

El coloquio comenzó de mano de María Jesús Fraga, a quien debemos el trabajo de investigación, y no sólo de estos artículos de Elena Fortún, porque la filóloga y periodista lleva muchos años dedicándose a difundir la obra y trascendencia de esta carismática y singular escritora. Fraga comenzó describiendo el libro, y nos explicó que en él se recogen una selección de artículos dedicados a los animales de la antigua Casa de Fieras que aparecieron entre los años 1930 y 1931 en Gente Menuda, el antes mencionado suplemento infantil de la Revista Blanco y Negro. También nos indicó que cada capítulo iba acompañado de fotos realizadas a los animales en aquella época. Se refirió a la originalidad de estos escritos, que adoptan forma de entrevistas, presentándonos a su simpático y descarado reportero, un personaje ficticio, personificado en el conejo parlante Roenueces. Este castizo reportero, pues el lenguaje que emplea lo hace madrileño adoptivo, se dedicaba a visitar a los animales, para que sus lectores infantiles pudieran conocer los misterios de la vida animal. Las preguntas comprometidas que les hacía aportan una nota de humor, y están, por otro lado, cargadas de intención, y no siempre inocente...

María Jesús Fraga nos contó todo lo que subyace en estos escritos, que se refiere al amor y al respeto que Elena Fortún sentía hacia los animales. Por otro lado, también hizo mención al gran compromiso que adoptó hacia el mundo natural al completo, distinguiéndose como una figura pionera y de vanguardia, en directa conexión con las corrientes ecologistas de la actualidad.

Miguel Delibes de Castro
Fuente: Undine von Reinecke

El turno de palabra lo tomó seguidamente Miguel Delibes de Castro, que fue durante ocho años director de la Estación Biológica de Doñana, y está considerado como la máxima autoridad mundial sobre el lince ibérico. A él correspondió hablar sobre la trascendencia académica que tienen los artículos firmados por el conejo Roenueces en el campo de la biología. Nos habló de la gran labor de investigación que se adivina en la intención que puso en ellos Elena Fortún, y quiso puntualizar algunas incorrecciones, propias de los conocimientos en biología que se tenían en la época, que también aparecen aclarados en esta edición de Lo que dicen los animales. Su charla fue muy amena, ya que compartió con el público asistente su experiencia personal con el libro de una manera cercana y empática, no exenta de una importante visión profesional.

El acto concluyó con unas breves palabras de Pablo Rodriguez Palenzuela, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad Politécnica de Madrid, a quien corresponde la autoría del precioso prólogo del libro. Tras ello, se realizó la firma de libros.

María Jesús Fraga durante la firma
Fuente: Undine von Reinecke

Fue una tarde entrañable. No obstante, lo mejor aún estaba por llegar, porque aún me quedaba la lectura de Lo que dicen los animales. Ésta sería para mí algo más que un compromiso adoptado con las personas que visitan Lecturas de Undine, un público generalmente acostumbrado a leer reseñas que hablan de novelas. Lo que tenía entre manos era un texto muy especial, y así lo debía transmitir.

Qué duda cabe que Lo que cuentan los animales es un texto cuyos artículos van especialmente dirigidos a los niños. Sin embargo, como ocurre con las diferentes obras de Elena Fortún, el diálogo infantil que establece no es pueril ni ñoño, sino inteligente y algo descarado. Desde mi punto de vista, tiene tanta chispa que estimula el lado soñador y creativo de quienes se involucren en él. No importa que sus lectores sean adultos o niños, las conversaciones que Roenueces entabla con los animales que entrevista son tan entrañables que a nadie defraudarán, pudiendo transportar a los bonitos momentos de la infancia a aquellos que contabilicen más años. En esos artículos tan peculiares, aparecen cisnes, palomas, canguros, elefantes… Incluso un bisonte habla con él. Por otro lado, cada capítulo va acompañado de la foto correspondiente a la época en que fue escrito, donde aparecen retratados junto a Roenueces los animales protagonistas del artículo. Éstas son un interesantísimo documento histórico que se ha rescatado para esta edición. No puedo expresar cuánta emoción despierta leer y sostener en las manos un pedacito de nuestra historia, de la que sin duda debiéramos aprender, porque preservar la vida animal es nuestra responsabilidad.

Arriba: Biblioteca Eugenio Frías/ Abajo: Casa de Fieras
Fuente: blog de UPM (Univ. Politécnica Madrid)

En sentido parecido, tanto el prólogo firmado por Pablo Rodríguez Palenzuela, como la introducción escrita por María Jesús fraga, son dos textos cálidos, cercanos e importantes, que ayudan a comprender la importancia que tuvo para Madrid la Casa de Fieras del Parque del Retiro, el primer zoo de la ciudad, del que hoy sólo queda un sutil y romántico recuerdo en su antigua ubicación. Sin embargo, éste seguirá vivo en nuestra memoria gracias a los escritos de Elena Fortún. 

El próximo viernes 26 de mayo, y hasta el domingo 11 de junio de 2023, el Parque del Retiro acoge la 82ª Feria del Libro de Madrid. Sus casetas, como viene siendo costumbre, se instalarán muy cerquita de la antigua Casa de Fieras, ahora Biblioteca Eugenio Frías. Y, aprovechando esta ineludible visita, recomiendo encarecidamente a mis lectores que se acerquen hasta allí. Alejarse por unos minutos del bullicio y el entusiasmo que siempre despierta la búsqueda de libros, quedará más que recompensado al contemplar los vestigios de aquel mágico lugar, donde aún puede percibirse el espíritu de sus antiguos moradores.

<La historia cuenta lo que sucedió; la poesía lo que debía suceder.> Aristóteles (384 AC-322 AC)

Undine von Reinecke ♪

La autora por la Editorial

Fuente: Ed. Renacimiento

Elena Fortún (Madrid, 1886-1952). Creadora de las célebres novelas de Celia, el personaje infantil más emblemático de la literatura española, comenzó a publicar las aventuras de esta niña madrileña que quería ser escritora el año 1928 en el suplemento infantil Gente Menuda. A través de sus vivencias y las de los otros protagonistas de la saga (Cuchifritín, Matonkikí, Patita y Mila) Elena Fortún construyó una fiel crónica de los años más convulsos del siglo xx español con la visión extraordinaria y fiel de unos personajes que, como su creadora, nunca terminaron de adaptarse al mundo moderno.