RESEÑA: LADY MARY, MARGARET OLIPHANT

Fuente: Undine von Reinecke

Ficha Técnica

Editorial: El Nadir

Traducción: María Inglés

Páginas:101

Medidas: 14×21

Encuadernación: Rústica

Año de publicación: 2009

ISBN: 978-84-936744-0-3

P. V. P. : 15,00€


Sinopsis de la Editorial

«Una muerte imprevista y un error de tanta envergadura que, para subsanarlo, su protagonista tendrá que atravesar una frontera, la que lleva del mundo de los muertos al mundo de los vivos.»

Diálogos chispeantes, hermosas descripciones y una atmósfera de extraña cotidianeidad hacen de Lady Mary una obra particularmente notable, alejada de los modernos estereotipos del género de fantasmas.


Propuesta musical para este libro

John Francis Barnett (1837-1916) - Grand sonata opus 41: Andante con moto

La pieza que el lector está escuchando es el Andante con moto perteneciente a la Gran Sonata Op. 41, compuesta en 1883 por el músico inglés John Francis Barnett (1831-1916). La obra consta de tres movimientos: Allegro, Andante con moto y Allegro vivace. En su inicio, el compositor la pensó para ser interpretada para flauta travesera sola con orquesta, aunque en la actualidad existen reducciones para piano e instrumento solista, como la que estamos escuchando. El término musical “Andante con moto” se refiere a un tempo un poco más animado que el Andante, que a su vez se refiere a una interpretación musical tranquila, moderadamente lenta. Y este tempo, parece tremendamente adecuado para expresar las emociones que Lady May despierta en el lector.

John Francis Barnett fue contemporáneo a Margaret Oliphant, y, la Gran Sonata Op. 41 se publicó sólo un año antes que apareciera Lady Mary en el panorama literario.


Lo que Undine opina del libro


<El cielo se gana por favores. Si fuera por méritos usted se quedaría afuera y su perro entraría.> Mark Twain (1835-1910)


Desde el comienzo de los tiempos, uno de los asuntos que más ha preocupado al ser humano es el abandono de este mundo, y la existencia de un más allá. Cada civilización, religión o creencia, ha intentado a lo largo del tiempo dar una explicación más o menos plausible a ambas ecuaciones, asociándolas a diversas cuestiones filosóficas, religiosas o morales, que pudieran apaciguar el alma del individuo. Y, aunque entre todas esas creencias existe diversidad de opiniones, lo que nadie puede discutir es que la vida como la conocemos es finita. El inframundo, el cielo, el purgatorio, Dios, dioses o demonios, han inspirado desde antaño enigmáticas leyendas, ofreciendo al mundo del arte un soplo de iluminación. Las letras universales se han beneficiado de ello, y no creo que exista un género literario que no lo haya tratado, desde el ensayo a la poesía. Sin embargo, hay uno en concreto que tiene especial aceptación entre los lectores, por el pintoresquismo, misterio y emoción que regala a sus adeptos. Me refiero al cuento de fantasmas que, en el siglo XIX, vivió una de sus mejores épocas. A este género cuentístico y época pertenece Lady Mary, el relato firmado por la escritora escocesa Margaret Oliphant, que publicó en el año 2009 El Nadir Ediciones, con traducción de María Inglés

Edición norteamericana de Roberts Brothers (1884)
Fuente: Amazon 

Lady Mary narra la historia de una anciana dama que, en su vejez, disfruta plenamente de la vida. Querida por su familia y amigos, respetada por sus sirvientes, y adorada por su ahijada, una muchacha de dieciocho años a la que acogió cuando era sólo una niña, Lady Mary goza de tan buena salud que se aferra a la vida sin temer al mañana. Sin embargo, la dama lleva tiempo siendo apremiada por sus fieles consejeros para que haga testamento, ya que sin él, toda su fortuna pasará a manos de su nieto, que ya es rico, y sin embargo, su pobre pupila quedará totalmente desvalida. Ellos temen que, a sus más de ochenta años, su fortaleza la abandone sin previo aviso. Y ella, bromista como nadie, y no queriendo complacer a quienes bien la aconsejan, guarda en secreto sus últimas voluntades en un lugar difícil de encontrar. Tan bien escondidas están, que, cuando Lady Mary deja el mundo de los vivos inesperadamente, se da cuenta del terrible error que ha cometido. ¿Será posible solucionarlo desde el más allá?

Lady Mary es un curioso e interesante cuento de fantasmas escrito por Margaret Oliphant en 1884 como homenaje a su buena amiga Harriet Stewart, quien falleció poco después de que la historia se publicara por primera vez. El cuento apareció primeramente en la revista Blackwood's Magazine en enero de 1884, y, en ese mismo año, la editorial bostoniana Roberts Brothers se encargó de la primera publicación de Old Lady Mary en Estados Unidos en forma de libro. 

Posteriormente, la editorial escocesa Blackwood and Sons -importante empresa del sector, responsable de muchos trabajos de autores como Anthony Trollope, George Eliot, Joseph Conrad o E. M. Forster, entre muchos otros-, lo incluyó dentro del recopilatorio Stories of the Seen and Unseen (Historias de lo visible y lo invisible), junto a otros cuentos inquietantes de la autora, entre los que destacan The open door, The portrait y The library window, este último traducido en España por la editorial Funambulista como La ventana de la biblioteca, dentro del recopilatorio Cuatro damas del misterio 👈, que tuve la ocasión de reseñar hace algunos años.

Harriet Stewart, amiga de Oliphant a quien dedicó la nouvelle
Fuente: Web oliphantfiction.com

Aquel fue el primer acercamiento que hice a la narrativa de Margaret Oliphant, una escritora que me impresionó, tanto por su acentuada sensibilidad, como por la originalidad y emotividad con la que trataba la conexión entre la vida y la muerte, de tal modo, que me quedé con muchas ganas de conocer otra de sus historias. Lamentablemente, sus trabajos están llegando con cuentagotas a las bibliotecas españolas (además de Lady Mary y La ventana de la biblioteca sólo he podido encontrar La puerta abierta en edición de Impedimenta, dentro del recopilatorio Damas oscuras), y es tremendamente sorprendente porque esta escritora fue una de las más valoradas de la era victoriana; es más, las crónicas de la época la apuntan como la favorita de la reina Victoria, con perdón de Charles Dickens, a quien la monarca leía con avidez. Muchas de sus novelas fueron superventas, y la crítica la aclamaba y comparaba con nombres literarios muy celebrados en su tiempo y que hoy son de culto. Afortunadamente, en el mundo anglosajón su figura está resurgiendo, y muchos de sus trabajos están disponibles online, eso sí, en inglés.

Como quiera que sea, la exitosa carrera literaria de Margaret Oliphant dio comienzo en 1849, año en que publicó su primera novela Passages in the Life of Mrs. Margaret Maitland. Dos años más tarde vendría Caleb Field, su segunda obra, al tiempo que comenzaba su importante colaboración con la revista Blackwood's Magazine, publicación con la que colaboró durante toda su vida, escribiendo más de cien artículos entre relatos y crítica. Sin embargo, esa gloria que obtenía en el terreno profesional no trascendía a la vida personal. La escritora tuvo una vida muy desgraciada: tres de sus hijos murieron en la infancia, enviudó muy pronto, tuvo que mantener económicamente a su familia y la de un hermano arruinado y, para colmo de males, sobrevivió a todas sus personas queridas, incluidos los dos hijos que llegaron a la edad adulta. La muerte estuvo muy presente a lo largo de toda su existencia. Es posible que, por ese motivo, en sus relatos inquietantes y en los cuentos de fantasmas que publicó exista siempre esa preocupación por el más allá, y que, además, se pueda encontrar en ellos alguna connotación de su vida personal. Y estas dos circunstancias dan a sus trabajos un cierto halo de romanticismo.

Annie Louisa Walker, prima de Oliphant
Fuente: Dictionary of Canadian Biography

Así ocurre en Lady Mary, la nouvelle protagonista de la reseña de hoy. En ella, su personaje principal, la anciana que da título al cuento, ha perdido a casi todos sus seres queridos, y los pocos que aún le quedan, o viven muy lejos, o no guardan relación alguna con ella. Algo que, sin duda, nos hace pensar en su historia personal. Igual ocurre con la ahijada de la anciana Lady Mary, una muchacha a la que la dama acoge en su hogar, al igual que hizo Margaret Oliphant en 1866 con su prima segunda Annie Louisa Walker, cuando ésta se quedó sola en la vida.

Estas dos coincidencias son motivos objetivos, y pueden ilustrar la preocupación de la autora por esa soledad y desamparo que deja en las personas la desaparición de sus seres queridos. No obstante, existen en esta historia otros motivos más abstractos, que aluden al reencuentro con antiguos amores después de la muerte, y que los lectores más románticos podrían situar también en el campo de lo personal. Así me ha ocurrido a mí.

No obstante, no adelantemos acontecimientos, porque, aunque esta obra sea tan breve que apenas ocupe cien páginas, su complejidad intelectual quiere ser más importante. En ella, trata cuestiones que han ocupado a grandes cabezas pensantes. En este sentido, la autora introduce en su ficción temáticas como el cielo y el infierno, y la directa relación que tienen los actos del individuo en el destino que le espera. Y en correspondencia con ello, sutilmente saca a colación las disputas religiosas entre las diferentes líneas de pensamiento cristiano (la autora pertenecía a la Iglesia de Escocia), con respecto a la existencia del purgatorio. Por otro lado, y hablando de asuntos más mundanos, pero profundamente importantes para la autora, por razones obvias, deja caer la idea de lo injusta que era la sociedad de su tiempo para las mujeres que, muchas veces, dependían de la caridad ajena para poder subsistir.

Empero, dejando a un lado las motivaciones intelectuales que tuviera Oliphant, no debemos olvidar que Lady Mary es un cuento de fantasmas y, como tal, la trama es fundamental. En este punto me resulta interesante mencionar que la historia debe dividirse en tres partes. La primera narra la etapa en la que la protagonista aún está viva, y es donde se nos plantea la intriga: ¿llegará a escribir la anciana ese testamento que libre a su ahijada de la indigencia? La siguiente etapa del relato nos habla del paso de Lady Mary a la otra vida, y de las cuitas que ésta se plantea cuando se da cuenta del perjuicio que ha causado a su protegida. Y la tercera y última parte, nos relata cómo transcurren los acontecimientos para los que siguen vivos, especialmente para Mary, la joven pupila de la anciana fallecida, cuyo desenlace guarda una pequeña y risueña sorpresa. El humor tiene un hueco en esta historia, y Margaret Oliphant quiso que se mostrara en relación con la crítica que subyace en el relato.

M. R. James, anticuario, medievalista y escritor británico
 de ficción fantasmal (Fuente:Wikipedia)

Pese a que el cuento se encasille en el género fantasmagórico, porque en él aparecen almas penando, y que esté considerado por la crítica (M. R. James tenía en gran estima los cuentos de fantasmas de la autora), como un antecedente del cuento moderno, no debemos olvidar que estamos hablando de un relato victoriano y, como tal, difiere de los gustos actuales. Me explico, la historia en sí no da miedo, debe hablarse de ella en términos que la relacionen con lo escalofriante más que con el terror. Sin embargo, en mi opinión, la escritora supo introducir en ella acicates argumentales que ponen el punto de emoción, y lo van incrementado, desde casi el comienzo del cuento, hasta que éste finaliza. El ritmo no es trepidante, la autora se toma su tiempo para contar todo lo que le interesa, pero el desasosiego acompaña a quienes se introduzcan en la historia, preocupados por el destino de Lady Mary y, por supuesto, el de su desheredada pupila, manteniendo la tensión.

Como nota curiosa en torno al cuento, entre los personajes que aparecen en la historia, el abogado Mr. Furnival merece mención especial, no sólo porque hubiera aparecido en anteriores obras de la autora, como Zaidee (1854) y Grove Road, Hampstead (1880), sino porque está inspirado en la obra By Parcel Post (1853) de Charles Dickens donde, al parecer, figuraría la firma de abogados Furnival & Clement. La escritora escocesa no fue la única que se fijó en la obra del gran autor victoriano, porque Anthony Trollope, que sentía una gran rivalidad con respecto a Dickens, a modo de chufla,  incluyó en su obra Orley Farm a su propio Mr. Furnival, de oficio abogado, en 1862.

Decía Francisco de Quevedo, que el amor es la última filosofía de la tierra y del cielo. Ese mismo mensaje, en mi opinión, se deduce de la lectura de Lady Mary, un relato que se debate entre el cielo y la tierra, en lucha constante entre lo correcto y el deshonor. 



<El día de tu muerte sucederá que lo que tú posees en este mundo pasará a manos de otra persona. Pero lo que tú eres será tuyo por siempre.> Henry Van Dyke (1852-1933) 



Undine von Reinecke ♪



*Si mis lectores quieren conocer más sobre las obras de Margaret Oliphant, les recomiendo que visiten la página Oliphantfiction,com, donde encontrarán el listado de todas sus obras, y muchos temas de interés en relación con sus historias.

👉Con esta reseña concluyo el primer nivel del reto Todos los clásicos grandes y Pequeños que organiza el blog amigo Las Inquilinas de Netherfield.


La autora por la Editorial

Fuente: Ed. El Nadir

(Wallyford, 1828-Wimbledon, 1897)

Margaret Oliphant nació en 1828 en Wallyford (Escocia) y falleció en Wimbledon, Londres, en 1897. Creció en un ambiente que favoreció su interés por los juegos literarios y publicó su primera novela en 1849. A pesar de llevar una vida personal dura, recorrida por la enfermedad, la muerte y las necesidades económicas, no se dejó derrotar. Tras la muerte de su esposo en Roma, regresó a Inglaterra para dedicarse a escribir como forma de manutención y logró gran fama, siendo muy conocida por sus relatos góticos, dotados de una maestría particular. A lo largo de su vida escribió más de cien artículos para el Blackwod´s Magazine, famosa revista en la que escribieran Edgar Alan Poe y Nathaniel Hawthorne.


Comentarios

  1. Hola Undine, pues me parece una maravilla de relato. Así que me lo apunto. Gracias por dárnoslo a conocer.
    Un besazo

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    1. Buenas tardes, Nitocris.

      Qué guay que te haya interesado esta nouvelle. Ya me contarás qué te parece cuando la leas.

      Un besote.

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  2. Hola, Undine. Me ha encantado saber de este libro y de esta autora que me suena de nombre, pero nada más. Caray con Mr Furnival, sí que ha tenido pretendientes. Desde luego no es un personaje que deba buscar autor porque se lo rifan, ja, ja.
    Qué terrible tiene que ser vivir viendo cómo se van yendo todos tus seres más queridos. Perder hijos es terrible, pero perder a todos es para enloquecer. Aunque aquellas mujeres estaban acostumbradas. Morían tantos niños que estaban preparadas a perder alguno. Nueve perdió una de mis abuelas, pero todos, salvo uno que murió con cinco años, muy bebés. ya que se mueran adultos tenía que ser peor.
    Me parece muy interesante esa mujer que no hace caso de sus consejeros y luego se arrepiente ya muerta. Me queda mucha intriga por saber cómo se resuelve el asunto. Tomo nota porque si además es corta no me ocupará mucho tiempo.
    Un beso.

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    1. Buenas tardes, Rosa.
      Sí, Dickens y sus personajes despertaban pasión y muchas envidias. La rivalidad que mantuvo Anthony Trollope con él está muy documentada. Por ello lo de Mr Furnival no me extraña nada.

      Por otro lado, pobrecita tu abuela, perder tanto hijos es terrible, y no creo que te llegues a recuperar nunca del trauma. Es cierto que en otros tiempos era parte de la normalidad, pese a ello...

      Me alegra que esta autora y su relato te hayan llamado la atención. Espero que te agrade mucho más cuando la leas.

      Un beso, y gracias por la visita!!

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  3. ¡Hola preciosa!
    No conocía este libro y aunque no soy mucho de leer relato la verdad es que siempre me voy enamorada de los libros que nos traes, siento bastante curiosidad por ellos. Gracias por tan magnifica reseña, no me cansare de decirte que siempre es un placer pasarme por esta tu casita y leerte.
    Que tengas un bonito día.

    ❀ Fantasy Violet ❀
    Besotes! 💋💋

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    1. Buenas tardes, Violeta.

      Antes yo tampoco era de relatos, ahora me gustan más. Sin embargo, esta historia puede considerarse una novela completa, pese a su brevedad. Te animo a que la leas si te topas con ella. Es algo muy especial.

      Un beso, y gracias por la visita!!

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  4. Buenas tardes Undine, de esta autora he leído un relato dentro de la colección Damas oscuras, cuentos de fantasmas de escritoras victorianas, ahora no recuerdo el título ya que lo leí allá por 2018, pero no me parece que sea este porque no me suena de nada.Siempre me han gustado los relatos de fantasmas y los de la época victoriana más, tienen una atmósfera especial que aunque no dan miedo, te impresionan de alguna forma. Una reseña estupenda.Un abrazo

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    1. Buenas tardes, Mar.

      Antes de nada, muchas gracias por tus amables palabras!!
      Como ya conoces a la autora, no te animo a que leas Lady Mary. Estoy tan segura de que te gustará esta historia, que sé que antes o temprano la disfrutarás.

      Un besote, y mil gracias por pasar a comentar!!

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  5. Pues me dejas con curiosidad por saber si logra la anciana arreglar la que ha liado. Tomo nota, que no me sonaba de nada.
    Besotes!!!

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    1. Buenas tardes, Margari.

      Sólo te puedo decir que la autora saciará tus ansias por conocer la resolución del asunto... Ahí lo dejo.

      Un besote grande, y muchas gracias por pasar a comentar!!

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  6. ¡Hola! Qué curioso que nos hayas traído una historia de fantasmas. Me encanta lo que cuentas de ella y me encantaría descubrir a ese personaje y cómo se enfrenta a la muerte teniéndolos a todos dándole la recomendación de que haga testamento. Creo que sería placer descubrir cómo se resuelve todo esto y qué hace ella una vez muerta. Un besote :)

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    1. Buenas tardes, Marya.

      No suelo leer cuentos de fantasmas, más allá de los meses de octubre, noviembre o diciembre. Sin embargo, como era un requisito del reto Todos los clásicos grandes y pequeños me vi obligada a ello. No obstante, te aseguro que es una lectura apasionante. Espero que te animes con ella.

      Un beso, y muchas gracias por todo!!

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  7. Querida Undine:
    De esta autora he leído el de La puerta abierta, que viene en Damas oscuras. No recuerdo mucho pero ya que estamos, he pensado que sería buena idea releerlo y así veo qué tal me llevo con la autora. Porque la idea de cuento de fantasma que tiene que intervenir para hacer unos arreglos con los vivos, me gusta.
    Teniendo en cuenta su historia personal, da la sensación de que conseguía cierto consuelo con estos escritos. Tanto duelo acumulado la tenía que tener agotada.
    Besos y ¡feliz semana!

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    1. Buenas tardes, Norah.

      Como sé que a ti te gusta conocer a los autores que lees, y que sus propias vidas te gusta descubrirlas en las obras que publican o publicaron, te animo a que leas una vez más Oliphant, porque te llevarás muy gratas sorpresas.

      Un besote enorme, y mil gracias por leerme siempre con tanta atención!!

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  8. Me encanta todo lo que cuentas de esta autora y de este cuento de fantasmas. Y la música la tengo ya buscada porque gracias a ti siempre que puedo leo acompañada de música clásica. Así que gracias por partida doble. Besos

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    1. Buenas tardes, rocío.

      Te agradezco mucho las palabras que me dedicas, y te animo a que te acerques a la narrativa de Oliphant. Ya verás cómo te va a gustar.

      Un abrazo, y gracias por la visita!!

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  9. Madre mía con la anciana. Me dejas intrigada. Gran reseña, como siempre. Besos

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    1. ¡Muchas gracias, Marisa! Ya me dirás si te atreves con esta nouvelle de fantasmas.

      Un abrazo.

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