RESEÑA: VIENTO DEL ESTE, VIENTO DEL OESTE, P. S. BUCK
Fuente: Undine von Reinecke |
Ficha Técnica
Editorial: Plaza & Janés / Círculo de Lectores
Traducción: L. Gosse
Año de publicación: 1973
Formato: Tapa dura
Nº páginas: 190
ISBN: 84 226 0053 6
* Edición descatalogada. Disponible en librerías de segunda mano, o en edición de la editorial Debolsillo
Sinopsis de la Editorial Debolsillo
La joven Kwei-lan, hija de un rico patriarca chino, acaba de contraer matrimonio. Su marido, cuya exquisita educación ancestral se ha desvanecido por influencia de la cultura occidental, rechaza inicialmente a la esposa. Nuevas costumbres y usos, algunos en contradicción con aquellas convicciones en las que fue educada, deberá aceptar la esposa paulatinamente si desea conseguir el amor de su marido y comprender las difíciles situaciones familiares que provoca el contacto entre las culturas de Oriente y Occidente.
Propuesta musical para este libro
Lemon Tree, intérpretes Jingxuan (guzheng) y Felix Nunes (cello)
*Crédito del vídeo Canal Jingxuan
Lemon Tree es una canción del año 1995, que popularizó internacionalmente la banda de rock alemana Fool's Garden en 1996. Sin embargo, la interpretación que mis lectores están viendo corresponde a una adaptación para cello y guzheng.
El Guzheng, también nombrado como gu zheng o simplemente zheng, es un instrumento de cuerdas tradicional chino, que pertenece a la familia de las cítaras. Es antecesor de otros artefactos musicales orientales, como el koto japonés, el el gayageum coreano, o el đàn tranh vietnamita, que son similares a éste. Su historia se remonta al periodo de los Reinos Combatientes, allá por el siglo V a. C., y fue muy popular mientras estaba en el poder la dinastía Qin (221 a. C.-206 a. C.), primera dinastía imperial china.
Mi elección de este vídeo musical para la reseña de hoy tiene una intención clara, ya que la fusión entre la cultura occidental y la oriental es evidente, y ésta era la motivación que casi siempre estaba presente en las intenciones literarias de P. S. Buck.
Lo que Undine opina del libro
<Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla.> Confucio (551 AC-478 AC)
Hoy, 21 de junio de 2023, llego a China, sexta etapa de mi viaje literario La vuelta al mundo en doce libros 👈, y aquí haré una breve parada para visitar la Gran Muralla China, uno de los más grandes iconos de la ingeniería universal, que fue declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en 1987 y, además, ha sido elegida como una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno.
La gran Muralla, ubicación Jinshanling (Wikipedia) |
La dinastía Ming no sólo se encargó de reconstruir la barrera defensiva que a lo largo de los siglos sus antecesores habían levantado, sino que construyó la mayor parte de la edificación. Para hacernos una idea, si la muralla mide longitudinalmente cerca de nueve mil kilómetros reales (“curiosamente”, las fuentes oficiales citan una cifra mucho mayor), los Ming erigieron unos siete mil. Las constantes amenazas al norte del Imperio, por parte de tribus nómadas procedentes de Manchuria y Mongolia, hicieron necesaria tan colosal empresa. Y, de este modo, el coloso fortificado fue extendiéndose haciendo frontera con el desierto de Gobi (Mongolia) y con Corea del Norte, mientras recorría las regiones de Jilin, Hunan, Shandong, Sichuan, Henan, Gansu, Shanxi, Shaanxi, Hebei, Quinhai, Hubei, Liaoning, Xinjiang, Mongolia Interior, Ningxia, Pekín y Tianjin.
Mapa de la Gran Muralla (Wikipedia) |
Tamaña operación tuvo un coste considerable, y éste se pagó con la pérdida de vidas humanas. Son muchos los mitos que a lo largo del tiempo surgieron a raíz de ello, algunos verdaderamente sangrientos y morbosos que, afortunadamente, la ciencia moderna ha podido desmentir. Sin embargo, lo que sí se sabe con certeza es que para levantar la Gran Muralla se utilizó mano de obra esclava, y el número de fallecidos en el empeño fue elevadísimo. Tanto es así que, para los mentideros de la historia, este monumento es considerado como el mayor cementerio del mundo.
Dejando estos temas nada amables, y retomando los detalles arquitectónicos, el paso de los siglos favoreció que las técnicas constructivas fueran ganando en sofisticación, llegando a su máximo exponente en la Edad Media, desarrollándose en tiempos de la antes mencionada dinastía Ming. Empero, desde que se puso la primera piedra, el método base que emplearon los ingenieros chinos fue el de la tierra apisonada por capas, muy adecuado al carácter de esta edificación. Y no debió ser fácil llevarla a cabo, debido a lo escrupulosamente limpia que debía ser su ejecución, eliminando minuciosamente todo tipo de semillas o agentes destructivos que pudieran perjudicar la resistencia y solidez de la construcción. Como dato curioso, fijémonos en que las torres alcanzan una media de doce metros de altura, siendo de siete el de los muros almenados que conectan unas con otras. Sin duda, ese refrán que alude al esfuerzo como un “trabajo de chinos", en esta ocasión está más que justificado.
Emperador Yongle (1402-1424), dinastía Ming Fuente: Wikipedia |
En cuanto a su diseño, su función defensiva, y el amplio terreno que debían abarcar, hizo necesario incluir una serie de elementos que elevaron su complejidad. Puertas de acceso, muros sólidos, escaleras, almenas, aspilleras, sistemas de drenaje…Un montón de componentes, tanto estructurales como funcionales, que hicieron necesaria una planificación muy ardua y estudiada. La seguridad del Imperio dependía de ello.
Por ese motivo, los gobernantes no ahorraron en recursos militares. No en vano, se asignaba a cada torre de vigilancia una guardia de entre treinta y cincuenta soldados, que eran relevados cada cuatro meses. Los militares estaban allí permanentemente; vigilaban, vivían y dormían allí, sirviéndose de las instalaciones como almacén de víveres, a la espera de la señal de alarma que les avisara del temido ataque enemigo para ponerse en marcha. Evidentemente, las torres estaban separadas entre sí a una distancia prudente, para que el sistema de alerta fuera efectivo, utilizando para ello banderas y señales de humo durante el día, y luminosas por la noche.
La Gran Muralla en 1907 (Wikipedia) |
Y, en este punto, quiero presentar a mis lectores a una de las escritoras que más leí durante mi adolescencia, y que es representativa de esta oleada de misioneros que llegó a tierras chinas. Me refiero a la norteamericana P. S. Buck (1892-1973), una mujer que con su carisma y valía llegó a ganar dos de los galardones literarios más importantes que existen, el Pulitzer (La buena tierra, 1932) y el prestigioso Premio Nobel, que le fue concedido en 1938 como reconocimiento a toda su obra dedicada a China, sus costumbres y sus gentes.
Esta maravillosa autora, que luchó toda su vida por el entendimiento entre Oriente y Occidente, y fue una defensora acérrima de los derechos de la mujer, dejó para la posteridad un copioso legado literario que, para muchas personas, fue la puerta de acceso para conocer el pensamiento y la forma de vida China. Y esto fue posible, porque Buck pasó gran parte de su vida en el país asiático, donde aterrizó cuando era un bebé de pocos meses. Sus padres, que eran misioneros presbiterianos, llevaban viviendo allí desde hacía años, y solo abandonaron las tierras chinas para que la autora naciera en los Estados Unidos.
Ella misma ejercería como misionera entre los años 1914 y 1935. Sin embargo, y tras el cisma que se produjo dentro de la Iglesia Presbiteriana durante las décadas de 1920 y 1930, decidió abandonar esta labor evangélica, porque su controvertida manera de pensar no era compatible con las ideas de la comunidad a la que pertenecía.
La autora, que había vivido en Estados Unidos durante su época universitaria (en 1911 ingresó en el Randolph-Macon Woman's College), regresó definitivamente al país que la vio nacer en 1935, donde se centraría en su carrera literaria.
Residencia de P. S. Buck en Universidad Nankín Fuente: Wikipedia |
La biografía de la escritora está llena de incidentes y tragedias personales. Las circunstancias que rodearon a su familia, y el momento sociopolítico que se vivía durante aquellas décadas en China, llenaron su vida de sobresaltos. Todo ello dejó una marca imborrable en su memoria, y le sirvió para inundar con motivos ambientales sus novelas. La infancia junto a sus padres, y la labor misionera que estos hicieron en China, las enfermedades y muertes familiares (tuvo una hija con John Lossing Buck que padecía una enfermedad congénita), las importantes revueltas políticas en el país asiático, las controvertidas relaciones entre ciudadanos orientales y occidentales, la cultura, religión y supersticiones que separan ambos mundos… Todas estas vivencias ofrecieron a la autora un universo inmenso de motivaciones, que le llevarían a escribir a lo largo de su carrera como escritora casi un centenar de obras que abarcan diversos géneros literarios: biografía, novela, gastronomía, ensayo... Punto aparte merece su relación con el cine, un mundo en el que se desarrolló como guionista, sin olvidarnos que algunas de sus mejores novelas fueron adaptadas a la Gran Pantalla con gran aceptación (La buena tierra, La estirpe del dragón, Pabellón de mujeres…). Pero esa es otra historia que dejaré para otro momento, cuando hable también de los cambios que se produjeron en su vida personal, al conocer al que sería segundo marido.
Por el momento, hoy vengo con mucha ilusión a ofrecer mis impresiones sobre Viento del este, viento del oeste, que es la primera novela de P. S. Buck.
Edición de John day Company (1932) Fuente: Wikipedia |
Viento del este, viento del oeste es una preciosa y conmovedora novela que fue publicada en 1930 por la editorial neoyorquina John Day Company, con el título original East Wind, West Wind. Y, a pesar de los años transcurridos desde su publicación, así como los muchos cambios sufridos en China desde entonces, a día de hoy sigue ofreciendo una interesante perspectiva de las diferencias existentes entre la civilización oriental y la occidental.
Ambientada en la década de 1920, la trama central es una bellísima historia de amor, que deriva en otras subtramas, algunas de ellas muy dramáticas, directamente conectadas con la vida de Kwei-lan, la protagonista.
Narrada de forma sumamente original, la novela comienza con un monólogo de la protagonista que, aparentemente, se dirige a una mujer occidental, en mi opinión, alter ego de la autora. Durante esta perorata, Kwei-lan va poniendo al lector en antecedentes de lo que es su vida, y de los cambios que tras su matrimonio ésta adoptará.
Monumento a P. S. Buck, Universidad de Nankín Fuente: Wikipedia |
En la segunda parte de la novela, y una vez celebrado el matrimonio de la protagonista, la autora seguirá adoptando ese papel de observadora privilegiada, para contarnos lo que sucede en la vida de Kwei-lan, y ésta se dirige a ella de manera epistolar. En este tramo de la historia, veremos el proceso de transformación que se produce en la joven, fruto de la influencia de ese marido occidentalizado con el que se ha casado. Su cónyuge, como una suerte de pigmalión, ofrecerá a la joven la oportunidad de abrirse a nuevas ideas, más acordes con los derechos humanos, y siguiendo la línea que marca la emancipación de la mujer.
Zapato chino para pies vendados (longitud ideal 7 cm) Fuente: Wikipedia |
Y tiene mérito cómo planteó estas escenas la autora, porque no era fácil el acercamiento entre los miembros de ese matrimonio “imposible”: ella es tremendamente ignorante, según el punto de vista occidental, y él cree en la ciencia y en el poder purificador de la educación. Mediante la comunión de estas dos almas que se han encontrado, P. S. Buck introduce esas convicciones que defendía, y que estarán desde ese momento presentes en su narrativa, referentes a la necesaria conexión entre Oriente y Occidente, y los antes mencionados derechos humanos.
Sin embargo, la fe que pone en sus ideales los somete a duras pruebas durante toda la novela. Es aquí cuando entran en juego esas subtramas derivadas de la historia principal. Hay muchos motivos argumentales interesantes, como las incidencias en la vida de las esposas del padre de Kwei-lan, o la actitud que el patriarca mantiene hacia ellas. Sin embargo, desde mi punto de vista la mirada debe centrarse en otra historia de amor, la que mantiene el hermano de la protagonista con una mujer norteamericana. Las dificultades que surgen para todos a raíz de esta unión explican de manera manifiesta la distancia que existía, y aún perdura, entre la forma de entender la vida entre la civilización oriental y la occidental. P. S. Buck deja muy claro que el racismo y los prejuicios no tienen nacionalidad o dueño, y que sólo con una educación abierta, respetuosa y cosmopolita, se puede llegar al entendimiento global, aunque estos son valores e imposiciones occidentales y, por ello, mis lectores deberán elaborar sus propias conclusiones. Así lo hizo la autora, quien, al parecer, también abogaba por las parejas birraciales. Este es un tema que, años más tarde, también trataría la escritora y doctora euroasiática Han Suyin, quien, en su novela de 1952 El amor es algo maravilloso (A Many-Splendoured Thing), hablaba de los problemas que tenían las parejas mixtas en China.
Han Suyin, autora de El amor es algo maravilloso Fuente: Wikipedia |
Otro punto importante de la novela es el tratamiento de los personajes. A este respecto, la autora distingue muy bien entre los femeninos y los masculinos. Quizá, y desde mi perspectiva, cada equipo está encabezado por uno de los progenitores de Kwei-lan, que fueron cuidadosamente perfilados. Por un lado está su madre, una mujer que ve entristecida cómo el marido mete una mujer tras otra en su hogar; y por el otro, tenemos al patriarca de la familia, un cacique egoísta, irreverente, e hipócrita, que ve en las mujeres un juguete de usar y tirar. Estas dos figuras, ambas imprescindibles y presentes en todos los momentos fundamentales de la historia, son el exponente máximo de lo que P. S. Buck nos quiere mostrar, en contraposición del pensamiento occidental. No obstante, la novela está plagada de muchos y muy ricos caracteres, que ennoblecen y dan color a sus páginas. Concubinas, sirvientes, esclavos, eruditos, y personajes varios, que ofrecen una estampa evocadora y bucólica de lo que fue China en la última etapa colonial.
Poco más puedo decir de Viento del este, viento del oeste, sin desvelar en exceso los interesantes acontecimientos que relata la novela. El propio lector deberá adentrarse en el el texto para descubrir sus misterios. Tan sólo me resta asegurar que en la novela reside una magia que a nadie defraudará. En ella, la autora consiguió plantear una fascinante trama, donde la tradición y el progreso entablan una dura disputa, de la que saldrá victorioso el astuto tándem que forman el amor y la educación.
<La naturaleza hace que los hombres nos parezcamos unos a otros y nos juntemos; la educación hace que seamos diferentes y que nos alejemos.> Confucio (551 AC-478 AC)
Undine von Reinecke ♪
👉Con esta reseña tacho la premisa libro olvidado del reto Libros Rescatados, organizado por el blog amigo Un Libro en un Tris.
👉Con esta reseña comienzo el 2º Nivel del reto Todos los Clásicos Grandes y Pequeños, organizado por el blog amigo Las Inquilinas de Netherfield.
* Os espero a todos el 19 de julio en Kioto (Japón), próxima etapa de La vuelta al mundo en doce libros 2023.
Hola Undine, soy Esther, hoy blogspot no quiere reconocerme. Este libro lo leí también en la adolescencia. No recuerdo nada de nada, sólo que me dejó como un poso de tristeza. Igual es hora de que lo relea. La versión de la canción que nos traes hoy me ha encantado. Un abrazo!
ResponderEliminarHola Undine, creo que también leí este libro hace muuuucho tiempo. Recuerdo que me llamó mucho la atención lo del vendado de pies... no recuerdo mucho más, jeje... Igual algún día lo releo.
ResponderEliminarComo dice Esther, la canción ha sido maravillosa.
Un besazo
Me gustó muchísimo esta novela la primera vez que la leí, siendo muy joven. Hace unos años, caí del guindo y me di cuenta de que Pearl S. Buck había sido Premio Nobel de Literatura y, entonces, me entró mucha añoranza y volví a leer "Viento del este, viento del oeste". Solo aumentó el buen sabor que me había dejado el recuerdo de la primera lectura. Qué prosa tan brillante y concisa, qué bien trasmite, cuánta profundidad. Me queda pendiente leer el resto de novelas de la autora, aunque no sé si desbancarán algún día este título. Besos.
ResponderEliminarBuenos días Undine, esta novela me encanta, fue la primera que leí de la autora y a ella siguieron muchas más. Me llama principalmente las diferencias que existen entre los orientales y los occidentales que la escritora resalta muy bien, y que en vez de nosotros sean ellos los que nos tilden de "raros" , cuando parece que esa es prerrogativa nuestra, nos olvidamos que su cultura es más antigua y ancestral y muy rica, aunque con muchas costumbres no estemos de acuerdo. La releí hace dos anos para el reto de las Inquilinas y la disfruté tanto como la primera vez.
ResponderEliminarTengo además la misma edición que tú, aunque la mía está en peor estado debido a los préstamos. Me ha gustado mucho leerte. Un abrazo.
De mis eternos pendientes este libro. Si ganas le tenía, más le tengo ahora. A ver si por fin consigo animarme y hacerle hueco. Sé que la voy a disfrutar mucho por lo que cuentas. Y qué maravilla de versión nos has dejado hoy.
ResponderEliminarBesotes!!!
¡Hola! Es un libro que me encantaría leer para adentrarme en esa maravillosa historia de amor y también para ver cómo la vida tan trágica de la autora ha influido en la escritura del libro. Un besote y excelente reseña, como siempre :)
ResponderEliminarQué pena que esta autora esté tan olvidada. Yo también la leí mucho de jovencilla y me parece sensacional. Una reseña magnífica. Me ha encantado recordarla contigo.
ResponderEliminarBuenas tardes, Undine:
ResponderEliminarEsta autora siempre la he tenido rondando por ahí, aparece de vez en cuando pero lo cierto es que no terminaba de animarme.
China es de esos países y culturas que en cierto modo me atraen pero tienen que cambiar mucho para que yo los ponga en mi lista de viajes.
Me encanta la historia personal de ella. Está claro que era de los autores que escriben con algo más que la intención de simplemente contar historias, sino que quería algo más.
Me la apunto y a ver si este año la saco ya de la lista de pendientes.
Besos y ¡feliz entrada de verano!
Buenos día, Undine.
ResponderEliminarUn maravillosos paseo por China el que has hecho en tu vuelta al mundo de este año. Como tú, leí mucho a la autora en mi adolescencia. Ahora no recuerdo todos los libros porque mi lista de leídos empieza cuando cumplí diecinueve y para entonces ya había leído los libros de Parl S. Buck. Viento del este, Viento del Oeste lo releí en 1981 y es el único que figura en esa lista. Por cierto, leí la misma edición que aparece en tu foto, es la del Círculo de Lectores, aunque no recuerdo si es de los que ya tenía mi padre en casa o lo escogí yo cuando mi padre delegó en mí esa tarea a mis doce o trece años. La verdad es que nunca censuró lo que escogía ni lo que leía.
Me has dado muchas ganas de volver a meterme en ese mundo de lucha entre las culturas oriental y occidental.
Me ha encantado lo que cuentas de la Muralla. Tus reseñas siempre están llenas de detalles maravillosos e interesantes.
Un beso.
No he leído este libro, de hecho yo creo que nunca me ha llamado la atención. De esos libros que una dice este no es para mí. Pero ahí entra tu fantástica reseña para cambiar mi punto de vista, una vez más. Besos
ResponderEliminarMe gustan las reflexiones acerca del pasado y el futuro
ResponderEliminarViendo que la edición de esta novela es del año 1973, y que de la misma pone que está descatalogada, pensaba que ya no se podría encontrar el libro.
ResponderEliminarPero me he quedado sorprendido. Ya sabes que internet es un mundo completo. Entonces, resulta que hay ediciones modernas, y que esta novela la venden en muchos sitios, y entre estos sitios, la venden en la Casa del Libro, de la cual han abierto hace poco una sucursal en Palma de Mallorca.
Habrá que echarle por tanto un vistazo a la novela.
Y de la autora, me he quedado sumamente sorprendido, pues es una autora enteramente famosa, con una obra extensa, basada casi toda su obra escrita en unos hechos novelescos, de los cuales ella hallo su inspiración en ese lejano país del Oriente que es China.
¡Hola preciosa!
ResponderEliminarQue maravilla de vuelta al mundo. Me encantaría ir a visitar la Gran Muralla China, tiene que ser espectacular. En cuanto al libro que nos traes hoy me parece una maravilla así que tomo nota.
Que tengas una bonita semana.
❀ Fantasy Violet ❀
Besotes! 💋💋