DIARIODE UNA LECTORA DE TOLSTÓI: EL CAMINO DE LA VIDA CON TOLSTÓI Y SELMA ANCIRA



Fuente: Undine von Reinecke

Sinopsis de la editorial
El camino de la vida sólo vio la luz en ruso en 1911, unos meses después de que Lev Tolstói falleciera en la estación ferroviaria de Astápovo. El libro, que había permanecido inédito en español, como un tesoro escondido, es la culminación de la obra moral del escritor y la expresión más completa de su pensamiento religioso: un destilado de máximas legadas por los sabios de todos los tiempos y de todas las tradiciones del mundo que le inspiraron sus propias reglas para el perfeccionamiento interior. Cada uno de los treinta y un capítulos que integran este volumen—uno por cada día del mes—conforman un singularísimo breviario espiritual destinado a «llevar una vida de bien» y contribuir así a la realización de una aspiración tan antigua como irrenunciable: la convivencia pacífica entre los individuos y los pueblos.

6 de enero de 2020

Hoy día de Reyes amanezco a las seis de la mañana. Me preparo mi taza de café, cojo El camino de la vida, y mientras abro el libro por el capítulo correspondiente al día de hoy, contemplo los paquetes que los Reyes Magos han dejado para mi familia. Y aunque soy enteramente partidaria de estos momentos de ilusión, no dejo de preguntarme si verdaderamente al terminar el día nos sentiremos felices, y si el motivo son los regalos recibidos. Comienzo a leer.

Capítulo VI: Pecados ,Tentaciones y Supersticiones


<La vida humana sería una felicidad continua si las supersticiones y los pecados no hubiesen privado a los hombres de ese bien que es para ellos alcanzable y accesible. El pecado es la indulgencia con los deseos carnales, las tentaciones son la concepción errónea que el hombre tiene de sus relaciones con el mundo; las supersticiones son las doctrinas falsas aceptadas de buena fe.>

Ayer cuando terminé el capítulo dedicado al amor quise saber qué tema me tenía Tolstói preparado para el día siguiente. Cuando vi que charlaríamos sobre el pecado y las tentaciones pensé: ¡Mañana entablaremos una ardiente batalla! Pero no podía estar más alejada de la realidad; había olvidado el origen de mi atracción por Tolstói: la bondad que sus novelas encierran, la energía positiva que me empujó a querer conocer el culmen de su filosofía de vida.

Lo confieso, no fui justa con él, mis prejuicios originados en días anteriores por la severidad de sus preceptos me hacían esperar a un juez estricto hablando sobre el pecado y la culpa. Pero no, nada de eso he encontrado aquí.

El capítulo de hoy me acerca a los orígenes del escritor. A ese personaje humano y terrenal de Guerra y paz, que tras una vida de crápula sin conciencia alguna, recapacita e intenta llevar una vida digna para consigo y sus semejantes. El corazón compresivo de Pierre Bezújov capaz de perdonar lo que la sociedad jamás exonera está aquí presente. No tengo que pensar mucho de donde viene esa indulgencia , si se lee el siguiente pasaje:

<En su juventud, cuando no conocen el verdadero objetivo de la vida, que es la comunión en el amor, los seres humanos se fijan como objetivo la satisfacción de sus deseos carnales. Bueno fuera que este error no fuese sino un error de la razón; pero ocurre que la satisfacción de los deseos carnales ensucia el alma de modo que el hombre, tras haber ensuciado su alma al llevar una vida de placeres, pierde la facultad de encontrar su felicidad en el amor.>

Por todos es conocido que Lev Tolstói, antes de convertirse en la persona que pasaría a la historia como el gran escritor y filósofo que fue, llevó una vida de placeres y desenfreno; y que tras un viaje que realizó por Europa regresó renovado, con ganas de cambiarse y cambiar el mundo. Pero tras su conversión, lejos de comportarse como un hipócrita, no juzga sino que aconseja. Algo refrescante, pues siempre he observado que la sociedad pone  la espada de Damocles sobre toda persona, como si el miedo a las consecuencias fuera mejor guía que el conocimiento.

No condena el mal comportamiento humano, pero sí dejarse llevar por él, aunque cree en la redención para todo el que se arrepiente:

< (…) Lo mismo le ocurre al hombre en su juventud; mientras aún está limpio de asuntos malos e inmorales, se cuida y se aleja de todo lo malo, pero basta con que cometa uno o dos errores, para que piense: da lo mismo que me cuide o no, si de todas formas pecaré, y entonces se abandona a todo tipos de vicios. No sigas ese ejemplo. Si te has ensuciado, límpiate, y ten más cuidado; si has pecado, arrepiéntete aún más del pecado.>

Me encanta que hable a los jóvenes y que lo haga como un padre comprensivo, con experiencia y no suficiencia de la vida. Creo necesario más diálogo y comunicación en la relación entre adultos y adolescentes para conseguir generaciones de individuos sanos. ¿Puede alguien rebatir las siguientes palabras de Tolstói? :

<Imaginemos que los seres humanos viven únicamente una vida animal, sin luchar contra sus pasiones. ¡Qué vida tan terrible sería ésa, cuánto odio de todos contra todos, cuanto desenfreno existiría, cuánta crueldad! Sólo debido a que los hombres conocen sus propias debilidades y sus pasiones, y luchan contra sus pecados, tentaciones y supersticiones pueden vivir juntos.>

Para cerrar la entrada de hoy, doy contestación a una pregunta que me hice ayer sobre la concepción que Tolstói podía tener sobre el amor maternal. Pido disculpas por mi cinismo, y me reconcilio enteramente con él por valorar como único dicho amor:

< ¿Por qué Dios creó a las mujeres de tal manera que, para tener hijos, deben sufrir, parir, amantar, criar? ¿No sería más sencillo que Dios les diera hijos ya listos, sin partos, sin amamantamientos, sin esfuerzos, preocupaciones y temores? Ninguna madre hará esa pregunta, porque ama a su hijo precisamente porque en los dolores del parto, en el amamantamiento, en la crianza y en las preocupaciones por él está la alegría más grande de su vida.>

¡Hasta la próxima entrada, amigos!


Undine von Reinecke ♪



Comentarios

  1. Hola.
    Supongo que los pecados existen porque las personas se arrepienten de haber cometido tal o cual acto porque la moralidad, digamos religiosa o social, así lo impone.
    En el pasaje que dice que la vida sería terrible si los humanos no lucharán contra sus pasiones. Bien, yo me pregunto, ¿cuánto sufrimiento han padecido las personas por resistirse a sus "pecados" porque no se considera correcto?.
    Mientras se respete las libertades individuales, no se sobrepasen ciertos límites legales y haya consentimiento, la mejor manera de vencer a la tentación es sucumbir a ella.
    Un saludo.

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    1. Buenas tardes:
      En mi opinión, los pecados o delitos existen gracias a que el hombre utiliza la razón. Por eso, robar y matar está penado.
      Sobre las pasiones, entiendo (o creo entender de lo que he leído), que Tolstói no está condenando a nadie por su credo o tendencia sexual, sino por crear una atmósfera de respeto y armonía donde los individuos conozcan mutuamente sus límites.
      Las palabras de Tolstói hay que leerlas en el contexto en el que se escribieron. Evidentemente, nuestra sociedad ha cambiado para bien en algunas cosas, en otras seguimos igual.
      Que conste que soy muy fan de Oscar Wilde. Tuve una temporada que sus citas eran para mí lo máximo. Me alegra coincidir contigo en esto también :)
      Un abrazo, y mil gracias nuevamente por conversar sobre el tema!!

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  2. El asunto es que hay tentaciones que matan...en vida. ¿Se trata de sucumbir a todas o solo a las fáciles? Y si sucumbimos a otras más acusada y graves, ¿no nos torturarán luego los desperfectos que las prácticas que hayamos llevado a cabo nos causen?

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    1. Evidentemente, querido amigo. Aunque siempre hay que contar con la conciencia de cada uno.
      Yo siempre abogaré por el respeto, esa "ciencia" que nos hace ver los límites impuestos por la razón.
      Un abrazo, y muchas gracias por participar en la conversación!!

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  3. Holaa!! excelente entrada, como siempre, y muy buena reflexión.

    Blessings!!

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  4. ¡Feliz día después de Reyes!
    Vamos, que lo que hizo Lev fue ayunar después de hartarse después de comer.
    Yo coincido en que si te dejas los sentimientos en un cajón y todo es desenfreno no tiene sentido y además acaba por ser algo salvaje, irracional.
    Estuvisteis juntos en otra vida, de alguna manera, y de ahí esa conexión tan fuerte.
    Besos y Buenas noches.

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    1. Me has hecho sonreír, Norah :)
      No sé si estuvimos juntos en otra vida, pero sí es verdad que a cada paso que doy en el camino noto una empatía con su persona mayor. No coincido con todas sus opiniones, me enfada a veces. Pero que él era un individuo en busca de la verdad, eso es cierto, y por ello le admiro muchísimo.
      Un beso grande, preciosa!!

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  5. Esa fastidiosa herencia judeo-cristiana sobre el pecado y la consecuente penitencia, un fastidio si, pero ¿Qué sería de las grandes historias de la literatura y el cine sin ellas?
    No puedo evitar sentir envidia ante este libro y esas reflexiones que te abren el día como el que abre una puerta para comenzar un viaje iniciático, un camino, un plano emocional ¡Uuuf, qué interesante! 😉

    Maravillosa reflexión, me has llegado al alma.
    Besitos mil 💋💋💋

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    1. ¡Muchas gracias, guapísima!
      Lo cierto es que estoy entusiasmada con este proyecto que me he marcado. Me enfado con Tolstói, a veces sonrío, discrepo con alguna frecuencia. Pero cuando cierro el capítulo de cada día siempre pienso en lo maravilloso que hubiera sido poder conversar con Tolstói. Estoy aprendiendo muchísimo :)
      Un beso grande, y muchas gracias por leerme y pasar a comentar!!

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    2. Me parece fabuloso lo que estás haciendo, y mejor aún que nos impliquen, pues soy demasiado dispersa o vaga, directamente, para hacerlo yo misma 😂😂😂

      Besukis 💋💋💋

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  6. Aquí una ignorante que no sabía de esa vida anterior de Tolstoi de locuras y desenfreno... No me lo imaginaba así... Me estás picando con esta lectura!
    Besotes!!!

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    1. Pues sí, Margari, Lev Tolstói era como el Pierre de Guerra y paz. Y como éste, llegó un punto en su vida en que decidió cambiar. Yo desconozco qué acontecimiento lo ocasionó, pero lo cierto es que así fue.
      Si algún día decides leer El camino de la vida, estoy segura que sacarás grandes enseñanzas. Y no porque coincidas en sus ideas o no, sino porque motiva a quien lo lee.
      Un beso grande, y muy feliz tarde de martes!!

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  7. Durante este capítulo me he acordado de "Cartas del diablo a su sobrino" de Lewis. Si no lo has leído te lo recomiendo.
    Sí, yo he leído parte de los Diarios de Tolstói, y se ve su lucha interior, por dejar de la vida que lleva, los propósitos que se hace cada día para mejorar...

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    1. Buenas tardes, Esther:
      No he leído este título de Lewis, y sin duda alguna acepto con gusto tu recomendación.
      Muchas veces recordamos a Tolstói con su última imagen, pero debemos recordar que fue un hombre, un humano con todos los defectos y virtudes. Creo que la lucha interior no debe terminar nunca, porque siempre podemos mejorar. Eso sí, también hay saberse perdonar.
      Me encanta que sigas con tu lectura y que pases por aquí a compartirla conmigo.
      Buen sábado!!

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