RESEÑA: EL TRABAJO DE UNA NOCHE OSCURA, ELIZABETH GASKELL

Fuente: Undine von Reinecke

Ficha Técnica

Editorial: Libros de Seda

Traductora: Tatiana Marco Marín

ISBN: 978-84-19386-02-1

Nº de páginas: 288

Género: clásicos. Primera traducción al español.

P.V.P.: 18,95 €


Sinopsis de la Editorial

Hamley es un pequeño pueblo donde Edward Wilkins ejerce como abogado, al igual que hizo su padre antes que él. Su habilidad para contar historias y su aguda inteligencia permiten que se gane la simpatía de los nobles locales, aunque por supuesto, nunca lo considerarán como un igual y lo sabe. Conmocionado por la muerte de su esposa y su segunda hija, el señor Wilkins se centra en su hija mayor, Ellinor, cuya vida parece perfecta: está enamorada del joven señor Corbet, un estudiante de derecho brillante y ambicioso (...) Todo se detiene una noche, una noche oscura en la que Ellinor es testigo de un crimen. 


Propuesta musical para este libro

Concierto para piano Nº 5 en mi bemol mayor, Op. 73, Ludwig van Beethoven 

El Concierto para piano en Mi bemol Mayor, Op. 73, también llamado Emperador, fue el último concierto que compuso Ludwig van Beethoven, y lo hizo entre los años 1809 y 1811. La obra está dedicada a Rodolfo de Austria, que era el protector y pupilo del gran músico alemán.

Con esta pieza comenzó su exitosa carrera en Mancherter Charles Hallé (1819-1895), un pianista y director de orquesta alemán, que se trasladó a la ciudad inglesa en 1845. En aquellos días, Manchester era un lugar con un movimiento intelectual muy importante, y los eventos de carácter cultural estaban a la orden del día. Por ello Hallé se estableció allí junto a su mujer, donde fundaría la famosa Orquesta Hallé. El músico germano ha pasado a la historia por haber sido el primero en tocar en Inglaterra el ciclo completo de sonatas para piano de Beethoven.

El motivo por el que he elegido esta pieza para acompañar la reseña de hoy, se debe a que Charles Hallé fue el profesor de piano de Marianne Gaskell, la hija de la escritora Elizabeth Gaskell. El músico alemán tuvo mucho contacto con la familia de la escritora victoriana, y frecuentaba su hogar.


Lo que Undine opina del libro


<¿Cómo te amo? Déjame contarte las maneras.

Te amo con la profundidad, la anchura y la altura

que mi alma puede alcanzar.> Elizabeth Barrett Browing (1806-1861)


Siempre es agradable que un texto inédito en nuestro idioma venga a enriquecer el panorama editorial. Todo lector aficionado conoce esta placentera ilusión. Y si, además, se da el caso de que el libro en cuestión está firmado por  uno de los nombres más aclamados entre los amantes de los clásicos decimonónicos, entonces esa alegría inicial se transforma en júbilo y es motivo de celebración. Porque nosotros, los amantes de la literatura de épocas pasadas, no solemos ver nuestras expectativas satisfechas. Y por ello, cuando una editorial se decide a indagar entre los archivos literarios históricos, encuentra un título que ha quedado olvidado y lo pone a nuestra disposición, es difícil resistirse al embrujo que despiertan sus tentadoras páginas, dejando a un lado el listado de pendientes, y cayendo en sus redes, sin ningún tipo de remordimiento y con mucha satisfacción.

Fuente: Libros de Seda

Eso es lo que me ha ocurrido a mí con El trabajo de una noche oscura, la maravillosa y desconocida novela de Elizabeth Gaskell, que recientemente ha publicado Libros de Seda, con traducción de Tatiana Marco Marín. Y hoy, gracias a la cortesía de la editorial, vengo ante mis lectores para  hablarles de esta obra injustamente olvidada, que tantos momentos placenteros me ha proporcionado. Gracias a ella me he remontado al año 2005, cuando leí Norte y sur (1854), la novela, firmada por una tal Elizabeth Gaskell, que me abrió las puertas a un universo literario nuevo, lleno de armonía y emoción.

Quienes son habituales en Lecturas de Undine, saben la admiración que siento por Elizabeth Gaskell, una autora de la era victoriana a la que dediqué no hace mucho tiempo una entrada en el blog en la que hablaba de Cranford (1851-1852)👈, una de sus obras más conocidas, por la que es admirada dentro y fuera de su país, y que representa una especie de vademécum, donde recogía la forma de vida y las costumbres de las gentes que conoció durante su infancia en la pequeña ciudad de Knutsford (Cheshire), localidad rural en la que vivió junto a su tía Hannah Lumb, desde que se quedó huérfana de madre a muy tierna edad. Esta publicación me dio la oportunidad de hablar a groso modo de su interesante biografía, y pude también presentar algunos aspectos importantes de la personalidad de la autora. Hablé de su carácter empático hacia el ser humano, basado en parte en su cercanía con la Iglesia Unitarista, con la que la unían grandes conexiones sociales y personales; hice alusión a sus magníficas dotes narrativas e imaginativas, que llamaron la atención de Charles Dickens, y por ello fue su editor; también comenté que en los últimos tiempos su obra se ha redescubierto por las nuevas corrientes de pensamiento, que han llegado a la conclusión de que la narrativa de Elizabeth Gaskell no es en absoluto ese tipo de novelitas victorianas a las que aludía despectivamente George Eliot, sino que su espíritu invita al disfrute literario y a la más importante reflexión.

Sin embargo, existen otros aspectos en la biografía de Elizabeth Gaskell que me dejé en el tintero, cuya relevancia es indispensable para conocer el significado de su obra. Algunas de ellas son circunstancias muy tristes que arraigaron desde temprana edad en su personalidad. Empero, la autora supo transformar esa oscuridad en luminosidad, utilizando sus desgracias personales en motivos argumentales de importancia singular. 

Elizabeth Gaskell (1832), William John Thomson

Comentaba antes que la escritora perdió a su madre a muy tierna edad. Y así es, porque la pequeña se quedó a cargo de su tía materna cuando sólo contaba trece meses. Su progenitor era incapaz de hacerse cargo de Elizabeth, tras la desolación que dejó a su paso la muerte de su esposa, y por eso la dejó en sus manos. No obstante, esa no fue la única pérdida importante que sufrieron los Gaskell en aquellos años, ya que, de los ocho hijos que tuvo el matrimonio, solo dos sobrevivieron a la infancia. El único hermano de Elizabeth que superó la edad infantil fue su querido John, un joven que pertenecía a la Marina Mercante de la Compañía de las Indias Orientales, que desapareció en el mar durante una expedición, cuando la futura escritora tenía diecisiete años. Todas estas desdichas fueron dolorosas y muy difíciles de asimilar, y si mis lectores están atentos, reconocerán su presencia en muchas de las novelas de Elizabeth Gaskell. 

Sin embargo, ninguna de aquellas desgracias impactó tanto en el espíritu de la autora como el deceso de su propio hijo William, un bebé de nueve meses, que falleció por culpa de la escarlatina. Y, a pesar de que estos infortunios eran corrientes en aquellos días, y se vivían con cierta naturalidad -es sabido que la vida y la muerte iban de la mano en el siglo XIX- Elizabeth Gaskell cayó en una profunda depresión, que sólo superó gracias al refugio que encontró en la literatura, poniendo alma, corazón y sentimiento en las palabras que escribía.

William Gaskell (Fuente: Wikipedia)

Este remedio lo siguió por consejo de William Gaskell (1805-1885), su amado marido. Hombre singular, gran intelectual y caritativo, fue pionero en el trabajo social y en la educación a las clases trabajadoras, cuya principal dedicación fue el ministerio dentro de la iglesia unitarista. Y, como amante esposo y conocedor del alma humana, animó a Elizabeth a escribir como terapia para vencer el dolor. Como resultado vio la luz Mary Barton (1848), la primera novela de la autora, y, aunque ya había publicado antes algunos poemas y pequeños textos, esta sería su primera obra exitosa, con la que inició su brillante carrera, que la llevó a formar parte de los círculos intelectuales y literarios del momento. Fue así cómo supo transformar su dolor en algo bueno, y así continuaría haciéndolo.

No era difícil para ella encontrar inspiración para sus novelas en el lugar donde vivían, porque el Manchester industrial en el que se instalaron tras su matrimonio (1832), era un hervidero social e intelectual. Juntos iniciaron una vida de dedicación al prójimo, ocupándose de las necesidades de los pobres y ocupando gran parte de sus horas enseñando en la Escuela Dominical, esos centros religiosos que se crearon en Inglaterra decimonónica para enseñar a leer y escribir a los hijos de los más desfavorecidos, al tiempo que les impartían las enseñanzas que dictaban las Sagradas Escrituras.

Gaskell House, Manchester (Fuente: Wikipedia)

La escritora compaginaba todo ello con su vida familiar, apoyando en su causa al marido y cuidando abnegadamente de sus cuatro hijas. No obstante, también llevó una vida social e intelectual muy activa. Su hogar fue un lugar de acogida y esparcimiento para muchos grandes nombres de la época. En sus salones se escucharon las voces de Charlotte Brontë, John Ruskin, Thomas Carlyle, Florence Nightingale, Harriet Martineau, Beatrix Potter… Escritores, periodistas, novelistas, filósofos, disidentes religiosos, un grupo ecléctico y muy interesante de intelectuales y reformadores sociales, que animaban sus tertulias y alimentaron su viva imaginación, para aventurarse a escribir muchas historias.

Algunas adoptaban la misma intención de carácter industrial de su ópera prima, como Norte y Sur; en otras podemos hallar ese encantador espíritu costumbrista que inició con Cranford, como la histórica novela Lady Ludlow (1858); y, en algunas, en cambio, Elizabeth Gaskell adoptaba una postura menos amable, para hablar de temas profundamente comprometidos con lo social, como hizo en su novela Ruth (1853), una obra muy extensa que trata abiertamente del tema de la prostitución, la ilegitimidad y la difícil posición de la mujer en la sociedad victoriana, y frente a la religión.

La autora no se achicaba en sus textos, y retaba abiertamente las reglas de su época en sus críticas. Ni siquiera la iglesia unitarista a la que pertenecía quedaba fuera de ellas, y en sus novelas podemos encontrar muchos motivos argumentales que tratan sobre la disidencia religiosa. Siempre fue una mujer con ideas propias, progresista y con mucha personalidad, una gran trabajadora y una viajera empedernida que, dentro y fuera de Inglaterra, busca nuevas localizaciones y motivaciones para sus relatos. Eso sí, siempre acompañada de una de sus hijas, quienes la acompañaron en sus aventuras por el Distrito de los Lagos, Lancashire, Gales, Francia, Suiza, Alemania o Italia…  lugares donde la escritora encontró esa inspiración que enriquecería sus novelas, con interesantes personajes y significativos motivos atmosféricos. Todo esto hizo de su narrativa un interesante legado literario, en el que no sólo encontramos el género de la novela realista, sino que también habita el cuentístico, destacando entre estos relatos sus impactantes historias góticas, que no deben nunca faltar en ninguna biblioteca que se precie, porque, desde mi punto de vista, son una parte memorable de la literatura universal.

Es por ello que la reciente publicación de El trabajo de una noche oscura de Elizabeth Gaskell ha significado para mí una magnífica noticia. Y, tras su lectura, mis impresiones han venido a ratificar todo lo bueno que en la autora victoriana siempre hallé. Si mis lectores han percibido interesante lo hasta ahora dicho, síganme leyendo y conocerán el motivo.

Gaskell House Garden (Fuente: Manchester Finest.com)

El trabajo de una noche oscura nos narra la historia de Ellinor Wilkins, una muchacha huérfana de madre, que vive junto a su padre en una rica propiedad en la localidad rural de Hamley. Los antepasados de Edward Wilkins, el padre de Ellinor, se han dedicado durante muchos años a llevar los asuntos legales de los terratenientes del lugar. Pese a ello, cuando Edward es invitado a banquetes y reuniones de postín, el letrado siente con verdadero complejo que sus méritos intelectuales y personales le debieran aportar mucho más del escaso mérito social que recibe. Sin embargo, su joven hija Elinor es feliz llevando una sencilla vida. Sus días transcurren siempre igual, acatando las mesuradas enseñanzas de la institutriz, cuidando de su precioso jardín y ocupándose en labores de beneficencia. La vida social de la muchacha es muy reducida, y casi no se relaciona con nadie, más allá de sus queridos empleados de la finca, y del rector de la parroquia, un intelectual que visita frecuentemente a Edward Wilkins para conversar con él. El pastor tiene alojado en su casa a Ralph Corbet, un joven pupilo que lo acompaña en su visitas a los Wilkins, y que es el hijo menor de un noble terrateniente. Con tan pocas emociones, la atracción entre Elinor y Ralph parece inevitable, aunque la distancia social y los prejuicios de clase ponen muchos impedimentos. Sin embargo, cupido no mira dónde tira sus flechas y el amor parece no encontrar obstáculos insalvables para la pareja. Hasta que un día, Elinor es testigo accidental de un delito de sangre y, desde ese momento, sus sueños de felicidad quedarán anclados a esa noche oscura en que todo sucedió.

Portada 1ª Edición (Fuente: Wikipedia)

El trabajo de una noche oscura es un apasionante y palpitante thriller psicológico, que fue publicado por entregas entre enero y marzo de 1862, en la revista editada por Charles Dickens, que era conocida como All the Year Round, con el título original de A Dark Night's Work. La novela sería publicada en forma de libro un año después. Elizabeth Gaskell había pensado titularla sin el adjetivo “oscuro”, pero Dickens quiso darle un toque sensacionalista a la obra para que se vendiera mejor. No sería la primera discrepancia entre ambos escritores, porque, pese al respeto y colaboración que existía entre los dos, sus ideas y temperamentos chocaban muchas veces.

Pese a ello, y a las tensiones que surgieron entre los dos intelectos, que se incrementó porque opinaban diferente con respecto a la extensión de esta historia - tengamos presente que el libro puede considerarse por el escaso número de páginas una nouvelle-, la obra funcionó, y ha sido valorada por la crítica como una novela completa, bien estructurada y finalizada. No es extraño que así sea, porque el número considerable de tramas, que se entrelazan y sostienen el argumento central, hacen de este relato un misterio muy interesante y vibrante, que ha sido comparado con las historias de Wilkie Collins. Ya saben mis lectores que este escritor está considerado el precursor y rey del thriller psicológico decimonónico, y Dickens, hombre inteligente y buen vendedor, quiso asociar el relato de Elizabeth Gaskell con el nombre de Collins, estrategia de marketing que le funcionó. Así lo aseguran en la Sociedad Elizabeth Gaskell, una página de lo más interesante que mis lectores deben visitar.

Sin embargo, y a pesar de la tensión constante que mantiene inevitablemente la atención del lector dentro de la historia, es cierto que el motivo principal del asesinato resulta muy breve frete al conjunto de la trama. Es por esto que algunos críticos han querido ver en ello un punto débil en el valor de la novela. Pero, desde mi punto de vista, el objetivo principal que persigue la escritora en El trabajo de una noche oscura es el estudio del mundo de la conciencia y sus inevitables consecuencias personales, bajo la excusa narrativa de un misterio. Me explico, Elizabeth Gaskell planteó una trama que tenía como punto central un delito, colocó en ella a varios personajes principales, y les dio libertad para actuar. De los dispares comportamientos que adoptan estos protagonistas derivan las conclusiones éticas, que son el catalizador y dan pie a la discusión moral, que es lo que ella perseguía. 

Ilustración de George Du Maurier (1864)
Fuente:victorian-studies.net

Con este fin, construyó con habilidad el perfil psicológico de los figurantes. Por un lado está Edward Wilkins, un hombre inteligente y culto, pero débil de carácter, que siempre cae en el orgullo y la tentación; por otro lado está Dixon, el cochero de la familia Wilkins, que es un hombre fiel, honesto y que siente profundamente las malas acciones, ajenas y propias, que le traen remordimientos; y finalmente tenemos a nuestra heroína, una joven víctima de su limitada educación femenina, pero poseedora de una conciencia firme y voluntariosa. Los tres personajes son fundamentales, y de sus decisiones dependen la conductas y opiniones del resto de figuras y, claro está, el desarrollo de la novela.

Entre el resto del reparto destaca Ralph Corbet, un enamorado en constante lucha con sus afectos; dos pastores amables de la Iglesia de Inglaterra; varios aristócratas rurales, elitistas e intolerantes; y una institutriz de mediana edad, que es el prototipo de fiel compañera de la heroína. Todos estos personajes interactúan con los protagonistas de esta historia, y sus intervenciones sirven para aumentar la tensión y la emoción que derivará en el motivo final. Créanme mis lectores si les digo que, quienes crean adivinar lo que probablemente vaya a suceder a la conclusión de esta historia, vivirán igualmente la lectura con el corazón en el puño y rezando por que Elizabeth Gaskell quiera darle ese colofón. Por otro lado, quienes hayan leído anteriormente a la autora, encontrarán similitudes y motivaciones que recuerdan a otras obras, y que, probablemente, les agradarán. ¿No les gustaría encontrarse con figuras similares a Mr. Thornton, Margaret Hale o el carismático Mr. Bell, entre otros personajes “gaskellianos”?

Elizabeth Gaskell, por George Richmond
Fuente: Wikipedia

Otro de los aspectos que he encontrado notable en El trabajo de una noche oscura es la ambientación de la novela. Me refiero a los diferentes escenarios que la autora eligió para plantear su historia, y de los que se sirve como observadora y crítica de lo social. Por un lado tenemos la población rural de Hamley, un lugar donde el sistema de clases está establecido desde épocas inmemorables, y nadie que no forme parte del círculo selecto lo tendrá difícil para poder medrar; por otro lado tenemos la ciudad catedralicia de East Chester, un lugar igualmente elitista, pero esta vez dirigido por la Iglesia de Inglaterra, la cual, como es sabido, tiene su propia forma de actuar; momentáneamente la acción se traslada a la ciudad de Roma en época de carnaval, ambientación basada en las experiencias de un viaje que realizó la propia Gaskell a la Ciudad Eterna, que enriquece culturalmente la novela y pone un punto de emoción a "llama" de esta historia; y, por último, visitaremos con Gaskell efímeramente Londres y otro lugar que no debo mencionar, ya que revelaría demasiado de la trama, aunque sí puedo decir que ambos escenarios son testigos de acontecimientos importantes que la autora supo decorar. El conjunto forma un todo seductor y vibrante, con capacidad de asombrar, que lleva implícito un montón de coincidencias biográficas con la vida de la autora, como son la pérdida, la muerte y la orfandad, y muchos de los credos éticos y morales con los que Elizabeth Gaskell solía actuar.

Así pues, queridos amigos, aquí me planto con esta reseña, un texto que he escrito con la emoción que deja una apasionante lectura, la ilusión de reencontrarse con una vieja amiga y el dulzor que proporciona un nuevo amor. Ese es el poso que ha dejado en mí El trabajo de una noche oscura.  Ahora el turno es suyo, querido lector.



<No valores el trabajo hasta que acabe el día y la tarea esté hecha.> Elizabeth Barrett Browing (1806-1861)



Undine von Reinecke ♪


👉Con esta reseña añado un texto más a mi proyecto Viajando por la Inglaterra Victoriana👈


La autora por la Editorial

Fuente: Libros de Seda

Elizabeth Cleghorn Gaskell (1810-1865), nacida Stevenson, fue una novelista inglesa de la época victoriana, autora también de historias cortas. En sus libros desgrana al detalle cómo vivían todo tipo de personas de las distintas clases sociales, incluso los muy pobres, por lo que desde siempre ha despertado el interés no solo de los literatos, sino también de los historiadores. La vida de Charlotte Brönte (1857) fue durante mucho tiempo su obra más conocida y con la que se la recordó, pero en su época ya conoció el éxito con Mary Burton (1848), obra que publicó bajo seudónimo. A esta siguieron otras como Cranford (1851-3), Ruth (1853), Norte y sur (1854-5), La prima Phillis (1864) o Hijas y esposas (1865). Poco a poco su obra ha ido siendo traducida. Sin embargo, todavía restaba la historia corta El trabajo de una noche oscura (1863), que trae ahora Libros de Seda a nuestro idioma.


Comentarios

  1. Tengo este año alguno de Gaskell para leer, pero como dices, este libro es bien desconocido, así que me lo apunto para otras ocasiones. Una buena escritora que siempre apetece. Y madre mia, una excelente reseña. Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenos días, Senyoreta Buncle.
      Yo siempre recomiendo leer a Elizabeth Gaskell. Sus novelas y relatos son muy especiales, y aportan un algo nuevo a lo que siempre se ha sabido de la narrativa victoriana.
      Un abrazo, y muchas gracias por tus palabras!!

      Eliminar
  2. Buenos días Undine!. Soy fan de esta escritora desde que la descubrí con Hijas y esposas, y he leído todos sus novelas y relatos, así que imaginate mi emoción cuando me enteré por tu Instagram que se había publicado una nueva novela de la autora, cuando pensé que ya no me faltaba ninguna y que tendría que conformarme con las relecturas. Esto deseando hacerme con ella. Magnífica reseña como siempre. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenos días, Mar.

      Ya sabía yo que eras de las mías. Nuestras apetencias literarias son muy similares. Por ello te recomiendo sin ningún temor El trabajo de una noche oscura. Esta novela te va a encantar.

      Un abrazo, y gracias por tus amables palabras!!

      Eliminar
  3. Hola Undine, ya sabes que de Gaskell he leído, por ahora, sus obras más "dulces", Cranford y Las confesiones del señor Harrison, que me gustaron muchísimo. Con LAs confesione...me reí muchísimo. Tengo Norte y Sur pendiente en el kindle, a ver si me pongo con ella. Esta que nos traes hoy me atrae muchísimo.
    Un besazo guapisima.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenos días, Nitocris.

      Las obras "dulces" de Gaskell son imprescindibles, desde mi punto de vista. No obstante, yo recomiendo siempre leer también las más comprometidas. Ambos trabajos ofrecen un espectro inmenso de lo que era como persona la escritora. Ya me contarás tus impresiones cuando leas Norte y sur, y El trabajo de una noche oscura.

      Un abrazo. preciosa, y gracias por pasar a comentar!!

      Eliminar
  4. Estoy leyendo en este momentos Hijas y esposas y lo estoy disfrutando mucho. Tengo tanto pendiente de Elizabeth Gaskell que, de momento, no añoro nuevas traducciones aunque siempre son bienvenidas y esta, como thriller, me apetece mucho
    No sabía que la vida de la autora había pasado por tantas vicisitudes. Sabía lo del hijo, pero no lo de los hermanos. Has hecho un maravilloso resumen de la vida de la autora.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenos días, Rosa.

      Esposas e hijas es de esas obras que volveré a leer en algún momento. Aún recuerdo la emoción que sentí cuando cerré el libro por primera vez. Las palabras que el editor de Gaskell dedicaba a la autora me hicieron llorar. Estoy deseando leer la reseña que escribas sobre esa obra.

      Por otro lado, te animo a que leas El trabajo de una noche oscura, es una novela diferente al resto y muy interesante.

      Un abrazo y muchas gracias por tu amabilidad!!

      Eliminar
    2. Me está encantando Esposas e hijas. Llevo algo más de la mitad y me cuesta dejar de leer. Por desgracia, en León leo menos que en Santander. La reseña tardará porque tengo bastantes pendientes.

      Eliminar
  5. ¡Hola! Me alegra que hayas tenido la ocasión de leer a la autora de nuevo y, sobre todo, que te haya conquistado una vez más. A mí me gustan los thrillers psicológicos así que no te digo que no vaya a darle una oportunidad. Un besote :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenos días, Marya.

      No sabes cuánto me ha gustado volver a la narrativa de Gaskell. Introducirme en su mundo literario siempre me aporta paz. Si no has leído aún alguna de sus obras, te animo a que lo hagas.

      Un abrazo y gracias por pasar a comentar!!

      Eliminar
  6. Este libro me llamó la atención por las redes y no me importaría empezar por ahí a conocer la obra de esta autora. ¡No he leído nada de ella!
    Gracias por tu reseña. Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenos días, Rosa.
      El trabajo de una noche oscura es una buena obra para conocer a Elizabeth Gaskell. También lo es Cranford, o Esposas e hijas. Luego me metería con Norte y Sur, o alguno de sus relatos, como La casa del páramo, para finalizar con Ruth, Mary Barton, y el resto de su narrativa. El orden es importante, porque si empiezas por las obras de carácter eminentemente social quizá te abrume.

      Un abrazo y gracias por pasar a leerme!!

      Eliminar
  7. Holaa!! otro más que suena bastante interesante. Gracias por tu estupenda reseña.

    Blessings!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenos días, BookLover.

      Muchas gracias a ti por tu interés.

      Un abrazo.

      Eliminar
  8. Que una novela esté bien ambientada, como mencionas, es algo muy importante para mí. Es que es una puerta abierta al universo que nos plantea el autor. De la autora he leído poco y hace mucho, en época universitaria. Me asomo muy poco a los clásicos y eso me da muchísima rabia. Gracias por otra estupenda reseña, Undine.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenos días, Marisa.

      Tú eres lectora de narrativa contemporánea, yo me acerco más a los clásicos. No obstante, es bueno que intercambiemos impresiones, porque de vez en cuando está bien salir de nuestra zona de confort.

      Un abrazo y gracias por las amable palabras!!

      Eliminar
  9. Tengo a esta autora abandonada últimamente y mira que me gusta lo que he leído de ella. Esta novela ni la conocía, pero ya mismo me la apunto,que me has dejado con muchas ganas. Y qué bien acompañada musicalmente está!
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenos días, Margari.

      Tengo tan claro que esta novela te va a gustar, que no me da ningún miego recomendártela. Además, volver a la narrativa de Elizabeth Gaskell es siempre un regalo.

      Un abrazo, preciosa, y gracias por leerme y comentar!!

      Eliminar
  10. ¡Hola preciosa!
    Si que se ve una apasionante lectura, la tendré en cuenta para próximas lecturas.
    Feliz semana.

    ❀ Fantasy Violet ❀
    Besotes! 💋💋

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenos días, Violeta.

      Ya sé que los clásicos no son el género que más frecuentas. Pese a ello, estoy segura que si le das una oportunidad a El trabajo de una noche oscura no te arrepentirás.

      Un beso, y gracias por leerme!!

      Eliminar
  11. Querida Undine, pues después de leer tu reseña no nos queda más remedio que correr a la librería a comprar esta obra breve de Elizabeth Gaskell. Empecé el año releyendo su "Cranford" porque quiero leer pronto "Las confesiones del señor Harrison", pero ahora me tientas con este cuento gótico, este misterio a lo Wilkie Collins y... creo que leeré las dos, jajajaja. Muchas gracias por esta estupenda reseña. Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querida Mónica.

      Leer a Elizabeth Gaskell es siempre instructivo y gratificante. Tanto Las confesiones del señor Harrison como El trabajo de una noche oscura son dos estupendas lecturas. Además son compatibles, y pueden leerse seguidamente, porque pertenecen a géneros distintos. Estoy segura que ambas te van a emocionar. Estaré atenta a las reseñas que escribas.

      Un abrazo y muchas gracias por la visita!!

      Eliminar

Publicar un comentario

ENTRADAS POPULARES EN LECTURAS DE UNDINE

RESEÑA. "LOS TREINTA Y NUEVE ESCALONES", JOHN BUCHAN

RESEÑA: "EL CASCANUECES Y EL REY DE LOS RATONES", E. T. A. HOFFMANN

RESEÑA: EL BAILE, IRÈNE NÉMIROVSKY

RESEÑA: "El GATOPARDO", GIUSEPPE TOMASI DI LAMPEDUSA

RESEÑA: "EL HORROR DE DUNWICH", H. P. LOVECRAFT