RESEÑA: AGNES GREY, ANNE BRONTË

Undine von Reinecke

Ficha Técnica

Editorial

Traductor: Carlos Mayor

Colección: Club Victoria

Número de la colección: 3

Fecha de publicación: 02/03/2023

ISBN: 9788412535327

Formato: 15x23

Páginas: 240

Encuadernación: Tapa dura

PVP: 24.00 €


Sinopsis de la Editorial

Agnes Grey es la hija de un pastor con escasos ingresos y de una dama de la alta sociedad que renunció a sus privilegios para casarse por amor. Cuando la familia atraviesa graves problemas económicos, Agnes se ofrece para trabajar como institutriz, propósito al que su madre y su hermana se oponen porque la ven todavía como a una niña. Pero Agnes encuentra trabajo con los Bloomfield, una familia rica con dos hijos malcriados. Así conocerá otros estilos de vida y, sobre todo, una realidad nueva.


Propuesta musical para este libro



La pieza que el lector está escuchando es el Impromptu en Sol bemol M. D899-Op. 90. Fue compuesto por Franz Schubert en 1827, un año antes de fallecer el músico alemán, aunque no fue publicado hasta 1857. La denominación impromptu proviene del latín in promtu, y significa estar dispuesto, haciendo alusión a lo que se denomina en el campo musical como improvisación. 

Schubert compuso un total de ocho impromptu, catalogados en dos grupos: D899 y D935, y están considerados entre sus mejores obras. Su repercusión en el siglo XIX fue inmensa.


Lo que Undine opina del libro


<La fama es vapor; la popularidad, un accidente; la única certeza terrenal es el olvido.> Mark Twain (1835-1910)


Cuando alguien escucha el apellido Brontë es casi seguro que le viene a la mente Jane Eyre, una impresionante historia de un gótico romanticismo, que rompió los esquemas de la época en que se publicó. Su autora, la magnífica Charlotte Brontë sorprendió a sus contemporáneos con una heroína muy poco común, rebelde y apasionada, que ha despertado las emociones de millones de lectores generación tras generación. Yo la conocí siendo muy niña, gracias a la adaptación cinematográfica encabezada por dos conocidísimas estrellas Hollywoodienses como fueron en sus días Orson Welles y Joane Fontaine. 

Fotograma de Jane Eyre, 1943 (Fuente: Wikipedia)

Aquella producción en blanco y negro de 1943, que en España fue comercializada como Alma rebelde, me abrió las puertas al paraíso Brontë. Gracias a ella conocí la existencia del libro en el que se había basado su historia, que descansaba en la biblioteca de mis padres junto a otro interesante y sorprendente título. Se trataba de Cumbres Borrascosas, una novela firmada por una tal Emily Brontë, cuyo apellido me indicó que había una conexión familiar. Esta otra novela también había triunfado en las salas cinematográficas, siendo dirigida en 1939 por William Wyler, con Laurence Olivier, Merle Oberon y David Niven como protagonistas. Ambos ejemplares formaban parte de una colección dedicada a novelas que habían lucido cartel en la Meca del Cine.  Me resultó muy curioso que dos hermanas nacidas a comienzos del siglo XIX lograran triunfar de tal modo que sus figuras consiguieran perdurar en el tiempo, convirtiéndose ambas en iconos de nuestros días. 

Sin embargo, no fueron dos, sino tres mujeres de esa familia las que se dedicaron a escribir. Yo tardé muchos años en descubrir la existencia de Anne, la hermana más joven de la famosa estirpe literaria de Yorkshire, cuyo nombre prácticamente se había volatilizado.

Anne, Emily y Charlotte Brontë (Wikipedia)

Mi relación con Anne Brontë se remonta a hace poco más de una década, cuando un día, curioseando entre las casetas de libros de la Cuesta Moyano de Madrid, encontré un ejemplar de “Ines Grey”. Este título tan poco británico pertenecía a la Colección Crisol, y había sido publicado en 1951 por la editorial Aguilar. Allí mismo me dispuse a leer el prefacio del libro, que aludía al injusto anonimato de Anne, cuya obra literaria había sido prácticamente anulada por la alargada sombra de sus famosas hermanas. Y yo, que no rechazo nunca un desafío, me dispuse a comprobar si aquellas palabras eran ciertas o no. Tras mi lectura de Agnes Grey, porque ese era en realidad el título original del libro que había comprado, comprendí que yo opinaba exactamente igual. Anne Brontë no era en absoluto una escritora trivial.

Por eso, sentí una alegría inmensa cuando Ediciones Invisibles presentó Agnes Grey de Anne Brontë como tercer título para su colección de clásicos decimonónicos ingleses, recogidos bajo el nombre de Club Victoria, siguiendo la estela de otras dos magníficas novelas: Orgullo y Prejuicio de Jane Austen👈 y Cranford de Elizabeth Gaskell👈. La editorial también ha querido rendir homenaje a esta estupenda escritora, contando con un reputado y conocido profesional de la traducción como es Carlos Mayor.

La historia de Agnes Grey en la actualidad no es tan desconocida. Afortunadamente, en los últimos años, las nuevas olas de pensamiento que han mantenido vivo el recuerdo de Charlotte y Emily Brontë también han avivado el recuerdo de Anne, difundiendo con él su maravillosa narrativa. Así pues, queridos lectores, hoy vengo con mucha ilusión a poner mi pequeño granito de arena con mi reseña, y así poder contribuir de algún modo en la inmortalidad de Agnes Grey.

Agnes Grey nos relata la historia de una joven que, motivada por los problemas económicos de su familia, decide buscar trabajo como institutriz. Agnes es hija de un pastor humilde de la Iglesia de Inglaterra y de una dama de buena familia, que abandonó su lujoso hogar para casarse por amor. Como segunda hija del matrimonio, mucho menor que su adorada hermana, Agnes ha crecido siendo el objeto de los mimos de toda la familia, y su vida se ha visto siempre libre de cualquier esfuerzo o dificultad. Sin embargo, las cosas ahora han cambiado, y ella necesita sentirse útil para los suyos. Por esa razón, sin pensárselo dos veces, y de manera un tanto inconsciente, desatiende el consejo de quienes la quieren, abandonando su protección, para ponerse a trabajar. Es así como comienza su carrera como institutriz, dando clases a niños y jovencitas en dos casas diferentes, pero ambas de elevado estatus social. Su meta es ayudar a modelar bajo los preceptos cristianos y humanos que a ella le enseñaron a esas mentes inocentes que han puesto en sus manos. No obstante, muy pronto comprenderá que la vida no está hecha de sueños románticos.

Agnes Grey, 1ª Ed. (Fuente: Wikipedia)

Agnes Grey es una interesante, inteligente y deliciosa novela que fue publicada originalmente en 1847 por el editor londinense Thomas Cautley Newby, quien la incluyó en una edición compuesta por tres volúmenes -una práctica popular a mediados del siglo XIX, que era conocida en el mundo editorial como triple decker, y que permitía a los editores ganar mucho más dinero-, cuyos dos primeros tomos correspondían a Cumbres Borrascosas, la única novela escrita por Emily Brontë, una de las famosas hermanas mayores de Anne Brontë. 

Aquel año de 1847 fue glorioso para las tres hermanas de los páramos de Yorkshire, pues vieron cumplido su sueño de ser novelistas, ya que tanto Jane Eyre, como Cumbres Borrascosas y Agnes Grey fueron publicadas, aunque por el camino se toparon con algunas que otras dificultades. Por ello, decidieron mantener su verdadera identidad en secreto, firmando cada una de ellas su propia obra con un seudónimo. Esto ya lo habían hecho en 1846, en su anhelo de ser reconocidas como poetas, publicando un libro conjuntamente, usando los nombres ficticios de Currer, Ellis y Acton Bell. El problema era el mismo de siempre, el rechazo del mundo literario a los trabajos de origen femenino. Y por ello, las tres escritoras decidieron ocultar su identidad para conseguir publicar.

Como quiera que sea, Anne Brontë firmó Agnes Grey como Acton Bell. Y, además de aceptar que su obra apareciera asociada a Cumbres Borrascosas, también tuvo que correr con el riesgo económico de la misma. El editor se negaba a asumir las posibles pérdidas de dinero que pudieran ocasionar los trabajos de dos autores noveles y desconocidos. No deja de llamar la atención que, en 1850 (Anne había fallecido un año antes), su hermana Charlotte tuviera que revisar la novela para su reedición. Al parecer Thomas Cautley Newby la había publicado negligentemente en primera instancia, sacando el libro de la imprenta con multitud de erratas y faltas ortográficas. Por otro lado, este señor se dedicó a difundir la idea de que las novelas de las tres hermanas habían sido escritas por la misma persona. Debió ser un cuadro ver la cara del editor cuando Charlotte y Anne se presentaron allí para desmentirlo. El éxito llama al dinero, y a éste no lo rechaza nadie. Jane Eyre triunfó desde que salió, y Cumbres Borrascosas fue un escándalo mediático.

El caso de Agnes Grey fue más moderado, aunque también armó un cierto revuelo, ya que un sector de la crítica la tachó como un ataque a la moral y a las buenas costumbres. Esto resulta realmente sorprendente, visto desde la perspectiva de nuestros días, porque el carácter moralizante de la novela hoy nos habla de otras cosas muy distintas. Sin embargo, ¿no es cierto que toda sociedad se tambalea cuando se le pone un espejo frente de sí?

Eso es lo que hizo justamente Anne Brontë, quien, fijando la mirada en sus propias vivencias, escribió un libro donde denunciaba determinados aspectos de las clases privilegiadas de la era victoriana, y de las costumbres de la época, que atentaban contra la moral. Al parecer, y según el testimonio de Charlotte Brontë, que aseguraba el carácter autobiográfico del libro, Agnes Grey estaría basado en las experiencias que atesoró Anne durante los más de cinco años que trabajó como institutriz

Biografía de A. Brontë, Nick Holland
Fuente: annebronte.org

Su primer trabajo la llevó a Blake Hall, el hogar de los Ingham, una familia cuyos hijos fueron descritos por Charlotte Brontë como unos niños desesperadamente tontos. Anne los reflejó en Agnes Grey en el papel de los hijos de la familia Bloomfield, unas criaturas simplonas y crueles, que no dudan en torturar y matar animales, mientras se dedican a hacer la vida imposible a su institutriz.

Así nos lo cuenta también el escritor Nick Holland -biógrafo de la escritora y autor de In Search Of Anne Bronte, publicado en el Reino Unido por The History Press, un libro donde despeja un montón de dudas acerca de la vida de la escritora victoriana-, quien en su página web nos revela muchos otros detalles de los Ingham, y de la relación que mantuvieron con Anne Brontë, que coinciden con la historia ficticia de Agnes Grey. Entre las cosas que Holland comparte, hace mención a la durísima vida que tuvo que soportar la escritora atendiendo a estos niños malvados, a los que no sólo no estaba autorizada a reñir cuando sobrepasaban el límite de la buena conducta, sino que era ella misma la que tenía que asumir los castigos que imponían los padres de las criaturas. Quienes hayan leído Agnes Grey reconocerán grandes coincidencias de estos hechos en determinados pasajes del libro.

Lo que vivió Anne Bronte no era un caso aislado en la sociedad inglesa de la época. La figura de la institutriz  tenía una posición difícil en los hogares de la era victoriana, porque no era  realmente personal de servicio, ni tampoco se encontraba al mismo nivel de los dueños de la casa para la que trabajaba. A menudo, estas mujeres eran víctimas del aislamiento, la soledad y el desprecio, que no sólo recibían de sus superiores, sino también por parte de los trabajadores de la finca que gozaban de peor posición. Si además la institutriz era joven y bonita, corría el riesgo de levantar los celos de la señora de la casa que, temiendo una infidelidad marital, sometía a la muchacha a muchas vejaciones.

Habitualmente, las institutrices eran mujeres pertenecientes a la clase media que tenían una formación moderada. En realidad no estaban destinadas a trabajar para vivir, pero ante determinadas circunstancias del destino, como la orfandad o la ruina familiar, se veían obligadas a ejercer dando clases como internas en hogares prominentes de la alta sociedad, bien fueran de la aristocracia o terratenientes. Solían estar a cargo de niños en edad escolar, a los que instruían en idiomas, lengua y matemáticas, complementando su formación con lecciones de dibujo y música. Cuando los niños alcanzaban cierta edad, eran enviados a colegios e instituciones de prestigio, mientras que las niñas seguían al cuidado de la institutriz. Pese a las penurias y humillaciones que estas mujeres tenían que soportar, este trabajo era casi la única manera respetable que tenían para ganarse la vida, por lo que debían sentirse agradecidas.

Thorp Green Hall en el S. XIX (Fuente: Annebronte.org)

No eran pocas las mujeres que en aquellos días buscaban esa opción laboral para sobrevivir. La literatura nos ha dejado constancia de ello, pero uno de los primeros ejemplos, si no el primero, fue Agnes Grey. La escritora escribió su novela un año antes de que su hermana Charlotte pensara en su propia historia, por lo que muchos opinan que Agnes Grey le sirvió como inspiración para crear el personaje que encarnó a la institutriz más famosa de la historia, la inolvidable Jane Eyre.

El segundo hogar que conoció Anne Brontë fue el de los Robinson, que aparecen en la novela bajo el nombre de Murray. Allí se dedicó a cuidar de las hijas de la familia, unas jóvenes más amables y con mejores modales que sus alumnos anteriores, pero moralmente cuestionables, ya que su actitud hacia las relaciones de pareja dejaban mucho que desear, y eran aconsejadas por una madre obsesionada por concertar buenos matrimonios basados en la posición social y la fortuna personal. Así mismo ocurrió en la realidad que vivió la escritora junto a los Robinson de Thorp Green Hall. Esta era una familia con la que convivió cinco años, de cuyo hogar salió una de sus hijas para fugarse con el dueño de un teatro, y las dos hermanas restantes mantuvieron el contacto con Anne Brontë para pedirle consejo sobre cuestiones de carácter similar. Sin embargo, en este caso sí existía el cariño entre maestra y pupilas. Las alumnas Robinson llegaron a apreciar las atenciones y el cuidado que les proporcionó su institutriz, y jamás perdieron el contacto. Muestra de ese cariño es el regalo que hicieron a Anne, agasajándola con un cachorro de cavalier spaniel de nombre Flossy. La figura de este pequeño perro también tiene su importancia en Agnes Grey, apareciendo en la novela con el nombre de Snap.

Dejando a un lado las similitudes de Agnes Grey con los recuerdos durante el periodo de tiempo que trabajó como institutriz la menor de las Brontë, en la novela también se pueden encontrar un montón de referencias a otros aspectos de la vida privada de la escritora. Una cualidad que hace a esta historia notablemente interesante y cautivadora. Por un lado, encontramos que la heroína de la historia es hija de un pastor de la iglesia anglicana, y que encontró oposición dentro de su familia a que aceptara un trabajo como institutriz; por otro lado, la novela hace referencia a los sentimientos románticos de Agnes hacia el coadjutor de un vicario, e igualmente ocurrió en la vida de Anne. No es un secreto que la escritora estuvo enamorada de William Weightman, un hombre que durante un tiempo estuvo ayudando a su padre en sus labores eclesiásticas. Su romance no llegó a buen puerto, ya que él falleció tempranamente. Sin embargo, en Agnes Grey lo retrató bajo el nombre de Edward Weston, dando a su personaje un más cálido destino final.

1ª Edición (Fuente:Wikipedia)

Los detalles autobiográficos son múltiples en la novela, haciendo referencias a personas, lugares o experiencias personales, que ayudan a entender, a conectar y a apreciar a la autora. Por ello, desde mi punto de vista, es imprescindible leer Agnes Grey para llegar a comprender la idiosincrasia de Anne Brontë, quien más tarde escribiría una de las más valientes y potentes novelas feministas, La inquilina de Wildfell Hall (1848).

En cuanto al género narrativo al que pertenece Agnes Grey, frecuentemente se ha hablado de este texto como una novela de crecimiento. Es decir, un escrito donde se refleja la evolución ética y psicológica del protagonista, desde la niñez hasta la edad adulta. Sin embargo en la novela esto no termina de suceder, porque los hogares donde recala la heroína son tan moralmente defectuosos, en cuestiones de respeto, sensibilidad y humanidad, que no le permiten progresar. Su función dentro de la historia, desde mi punto de vista, adopta un carácter más bien de observador y denunciante de la doble moral de la época. Y así lo vemos a la hora de describir a sus personajes, a los que clasifica en dos categorías: los que se atienden a la educación burguesa y conservadora, la misma que recibió la protagonista, que están reflejados con gran cariño, y son vistos por el lector bajo una lupa de positividad; en cambio, los que infringen estas leyes son defenestrados desde el primer momento, y perfilados con un prisma de maldad. Pese a ello, Anne Brontë se permite alguna licencia, y deja la puerta abierta para la redención a aquellos de sus personajes que escarmientan de sus errores. Así ocurre con Rosalie Ashby, el personaje en el que el lector puede reconocer a la hija fugada de la familia Robinson de la vida real. Quizá el cariño que unía a Anne Brontë con sus pupilas quiso darle esta oportunidad.

Se ha dicho también que Agnes Grey no disfrutó de la misma fama que las novelas de su hermanas porque era una obra menor, que carecía de un estilo narrativo elevado. Esta idea surgió en primera instancia a raíz de la falta de apoyo de Charlotte Brontë hacia el libro, al que no prestó demasiados elogios. Luego, cuando se negó a reeditar La inquilina de Wildfell Hall, la antes citada segunda y última novela de Anne, a la que criticó vehementemente, adjudicándole severos reproches morales, consiguió que el recuerdo de la narrativa de su hermana fuera ignorada por mucho tiempo.

Firma de Anne y Emily con seudónimo
Fuente: Wikipedia

No me siento inclinada ni autorizada a opinar sobre cuestiones de este tipo. Cada uno conocemos lo que se cuece en nuestras propias familias. Sin embargo, sí me atrevo a señalar que la lectura de Agnes Grey es placentera, sosegada y positiva. Mucho más resuelta e inteligente de lo que a primera vista puede parecer. La autora no utilizó artificios ni recursos argumentales ostentosos para contar su historia. Anne Brontë se limitó a narrar los acontecimientos como si fueran entradas de un diario, aportando realismo al relato, y de este modo, mostrando empatía y cercanía con el lector. 

Así lo vio también George Moore👈, un autor muy admirado en Lecturas de Undine, que fue el primer y vehemente defensor de la autora victoriana. El gran escritor irlandés se refirió a Agnes Grey como “la narrativa en prosa más perfecta de la literatura inglesa... una narrativa simple y hermosa como un vestido de muselina... Sabemos que estamos leyendo una obra maestra”. Moore llegó al extremo de asegurar que si Anne no hubiera fallecido tan tempranamente, hubiera logrado superar en sus logros a Jane Austen, la gran autora de regencia con la que se empeñaba en compararla. En la actualidad, son muchos los críticos y lectores que defienden a la autora de Agnes Grey, aunque es cierto que su ardor no es comparable con el mostrado por Moore. Dejo a mis lectores que lo comprueben ellos mismos.

Anne Brontë tuvo un triste final. La enfermedad del siglo XIX se la llevó en 1849, a muy  temprana edad. Su vida estuvo llena de muchos sinsabores y algunas alegrías. Sin embargo, supo aprovechar todo ello para iluminar su narrativa. Quienes amamos sus trabajos así lo entendemos, porque sumergirse en los pasajes que escribió, dejarse acariciar por sus palabras sensibles y honestas, te hace navegar plácidamente entre tanta oscuridad.


<Todos somos viajeros en el desierto de este mundo, y lo mejor que podemos encontrar en nuestros viajes es un amigo honesto.> Robert Louis Stevenson (1850-1894)


Undine von Reinecke ♪


La autora por la Editorial

Fuente: Ediciones Invisibles

Anne Brontë

Fue la más joven de las hermanas Brontë, la familia que más genios ha dado a la literatura inglesa: Charlotte, Emily y Anne. Siendo niña ya empezó a escribir cuentos y poesía con sus hermanos. Recibió una excelente educación, primero de su padre, que era vicario, y después en Roe Head, la escuela donde era maestra su hermana Charlotte.

Entre 1839 y 1845 trabajó como institutriz en varias casas. De esta experiencia nació Agnes Grey, publicada en 1847 con el seudónimo de Acton Bell. Aquel mismo año Charlotte y Emily publicaron Jane Eyre y Cumbres borrascosas. Las tres hermanas utilizaron un seudónimo masculino (Ellis, Currer y Acton) y el apellido Bell.

Poco antes de morir de tuberculosis publicó la novela La inquilina de Wildfell Hall. Estaba inspirada en el alcoholismo de su hermano Branwell, a quien todas las hermanas adoraban.


Comentarios

  1. Hola Undine, leí esta novela hace tres años. La leí antes que La inquilina de Widfell Hall, porque quería ver la evolución de la escritora. Y aunque esta novela me gustó mucho, sencilla y delicada, es verdad que se observa una evolución brutal respecto a su segunda novela. Que me pareció maravillosa.
    Es una pena que muriera tan joven, antes de poder escribir más obras.
    Un besazo

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    1. Buenas tardes, Nitocris.
      Siempre es triste cuando una persona pierde la vida a edad temprana, pero si además se trata de un personaje que dejó un legado cultural, entonces sentimos que esa pérdida se llevó con ella un universo inmenso de creatividad.

      Estoy contigo, La inquilina es una novela mucho más innovadora. Pese a ello, Agnes grey será siempre un título muy especial de mi biblioteca personal. La implicación personal que hizo Anne Brontë en él me hace sentirlo de esta manera.

      Un abrazo, y gracias por tu visita!!

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  2. Buenos días Undine!. Yo como muchos lectores llegue a Anne después de leer a Charlotte y Emily, pero tampoco estoy de acuerdo en que las novelas de Anne sean de calidad inferior, creo simplemente que cada una de ellas escribía según su carácter y experiencias, yo he disfrutado mucho con las novelas de estas tres grandes escritoras sin intentar compararlas nunca, por eso las he disfrutado siempre, aunque de Anne lei primero La Inquilina de Widdleld Hall, una novela magnífica en mi opinión, y que espero releer pronto, ya que desde mi última lectura han pasado muchos años. Un abrazo.

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    1. Buenas tardes, Mar.

      Comparto tus palabras completamente. Yo tampoco comparo las novelas de las hermanas. tengo entre ellas algunas de mis lecturas de cabecera, pero por cuestiones personales. En estos caso juzgar la calidad de uno u otro título resulta "abstracto", por no emplear otro apelativo.

      Por otro lado, este año estoy releyendo mucho, y espero leer también La inquilina de Widdleld Hall. A ver si coincidimos para comentarla.

      Un Abrazo, y gracias por la visita!!

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  3. Hola Undine.
    Me encanta esta novela y pobres institutriz es que mal la pasaban en verdad.
    Es increíble como vas llevando de la mano y conectas todo a la perfección porque si bien la novela es fantástica tus post son un poema, llena de detallados y datos interesantes.
    Muchas gracias por tu impecable trabajo.abrazosbuhos.

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    1. Buenas tardes, Buhoevanescente.

      Qué bien que coincidamos en la admiración por Agnes Grey. Hay algunas personas que no sienten afecto por esta historia.

      Por otro lado, te agradezco mucho tus palabras. Hablar de una novela tan notable es comprometido, y siempre da cierto recelo reseñarla.

      Un abrazo, y muchas gracias por pasar a comentar!!

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  4. Hola Undine.
    Para nada es Anne Brontë una escritora menor. Sus dos novelas, sobre todo, para mí, La inquilina de Widdleld Hall, son fantásticas y no tiene nada que envidiar a las dos que he leído de Charlotte (aún me quedan por leer El profesor y Villette) o la de Emily. Son todas fantásticas, pero creo que Anne es la más realista y la que escribe con más sentido crítico. No sabía de esa biografía de la autora de Nick Holland, aunque me da la impresión de que no está traducida.
    Un beso.

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    1. Buenas tardes, Rosa.
      En estos casos la comparaciones son odiosas. A mí me gustan las novelas de las tres hermanas. Eso sí, unas más que otras. Tengo que decir que durante muchos años Jane Eyre fue una de mis novelas favoritas de todos los tiempos, pero aún no había leído La inquilina de Widdleld Hall. Cuando lo hice me quedé alucina, ¡cómo una mujer de su circunstancia pudo escribir un texto de ese talante, habiendo escrito antes una novela tan distinta! Mi admiración por Anne Brontë es inmensa.

      Un abrazo, y gracias por pararte a leerme y comentar!!

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  5. ¡Hola! Siempre he querido leer esta historia y además no he probado la pluma de Anne Brontë así que este es el típico libro que sabes que algún día tienes que leer aunque siempre lo vayas posponiendo. Un besote :)

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    1. Buenos días, Marya.
      Fíjate, estoy segura que Anne Brontë te entusiasmaría. Su narrativa está llena de armonía.

      Un abrazo y gracias por comentar!!

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  6. Buenas noches, Undine:
    He leído las dos novelas de Anne y la verdad es que me gusta mucho, con la inquilina me lo pasé muy bien y aunque Agnes la leí hace muchos años, guardo un recuerdo muy bonito, y además se la recomendé a quien me había recomendado Agnes Cecilia, también es cierto que me tomó el pelo mucho tiempo con aquello.
    Las Bronte me calan más que Austen, porque las veo más comprometidas incluso con los finales, donde creo que Austen al final cedía.
    Me faltan Cumbres borrascas, una novela que no sé por qué nunca me ha llamado mucho la atención. Es la hermana que me falta.
    Opinar, podemos opinar, solo faltaría, es verdad que no sabemos qué pasa en cada familia pero me parece mal que la Charlotte boicotear o criticara la novela de su hermana.
    Besines y ¡feliz semana!

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    1. Buenos días, Norah.
      Tu anécdota de cómo llegaste a leer Agnes Grey me recuerda a mis despistes personales. Yo tengo muchas historietas como esa.
      Por otro lado, y sobre lo que comentas de Jane Austen versus las hermanas Brontë, creo que nuestra propia personalidad afecta directamente en el gusto literario que hemos adoptado. De ahí las preferencias en estilo y género. Sin embargo, en este caso yo no puedo elegir por escritora, sino por novelas. Algún día haré un listado con mis diez títulos favoritos de la literatura universal.
      Con respecto a Cumbres Borrascosas, la leí poco después de terminar con la narrativa de Charlotte Brontë (aún no se había publicado Villette), y, aunque me gustó y me sorprendió mucho, yo empaticé menos que con Jane Eyre. Ya sabes que hay muchos lectores que defiende una u otra novela como la mejor.

      Por último, en mi opinión, los trapos sucios de la familia deben lavarse en casa...

      Un abrazo, querida Norah, y muchas gracias por leerme y comentar!!

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  7. Holaa!! pues la verdad es que me ha llamado mucho la atención el libro, gracias por otra estupenda reseña.

    Blessings!!

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    1. ¡Muchas gracias, BookLover! Espero que algún día puedas leer Agnes Grey y te guste tanto como a mí.

      Un abrazo!!

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  8. Hola, magnífica reseña de la novela y tus impresiones respecto a la autora y su obra, yo no he leído este libro aún, pero me encantaría hacerlo, ya que creo que podría ser una lectura que disfrutaría mucho, así que, muchas gracias por tu recomendación.
    Besos desde Promesas de Amor, nos leemos.

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    1. Buenos días, Lady Isabella.
      Conociendo tus lecturas, estoy segura que Agnes Grey te gustará. Cuando la leas, no dudes en comentarme tus impresiones, me encantará charlar sobre la novela contigo.

      Un abrazo, y gracias por la visita!!

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  9. ¡Hola preciosa!
    La leí hace unos años y la verdad es que fue una novela que disfrute bastante.

    ❀ Fantasy Violet ❀
    Besotes! 💋💋

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    1. Buenos días, Viole.

      Cómo me alegra coincidir contigo en esta preciosa novela. No podía ser de otro modo, tenemos muchos puntos literarios en común.

      Un abrazo, y gracias por leerme!!

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  10. Respuestas
    1. Cierto, es una edición preciosa con una traducción de lujo.

      Un abrazo

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  11. Hola, Undine.
    Coincido contigo, es una obra muy realista de lo que ella bien conocía, nos lleva muy bien a la situación de las institutrices del momento, sin duda. Se hace muy cercana. Me quedo sin duda con su Inquilina, pero este también me gustó. La edición que muestras es preciosa...
    Muy interesante toda la información que aportas.
    Un abrazo.

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    1. Buenos días, Lectora Empedernida.

      Se que La Inquilina es una novela de un calado más notable. Pese a ello, yo no puedo elegir, porque encuentro en la aparente sencillez de Agnes Grey un universo emocional maravilloso.

      Por otro lado, me encanta el diseño de esta Colección Victoria de Ediciones Invisibles. La editorial lo está haciendo muy bien.

      Un abrazo, y gracias por la visita!!

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  12. Hola Undine, jo qué ganas me han entrado de leer la novela. Yo me quedé en la más conocidísima y me apena no acercarme a otros títulos. A ver si un día consigo leerla y más en esta edición, que me parece una maravilla. Besos

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    1. Buenos días, Marisa.

      Yo, como lectora de clásicos decimonónicos, no puedo dejar de recomendarte toda la obra de las hermanas Brontë, y, Agnes Grey en especial. Es una obra fácil de leer que se quedará contigo toda la vida. Así me pasó a mí.

      Un abrazo, y gracias por leerme y comentar!!

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