RESEÑA: ACONTECIMIENTOS EN LA IRREALIDAD INMEDIATA, MAX BLECHER
Fuente: Undine von Reinecke |
Ficha Técnica
Editorial: Caleidoscopio de Libros
Colección: Clásicos modernos
Traducción del rumano: Joaquín Garrigós Bueno
Encuadernación: Rústica con solapas
Formato: 14,5 x 21,5
Número de páginas: 160
Precio: 19,25 €
ISBN: 978-84-19930-04-0
Peso: 275 gramos
Sinopsis de la Editorial
En la primera novela de Max Blecher, Acontecimientos en la irrealidad inmediata (1936), el conflicto se circunscribe a una escisión del ser: en la misma persona hay un personaje abstracto y otro real; son dos yos distintos que darán origen a dos hilos narrativos opuestos, ninguno de los cuales puede triunfar. Para acceder a un equilibrio, el narrador busca el contacto directo con lo orgánico, el papel principal aquí lo desempeñarán las sensaciones, a las que Blecher eleva al rango de visión, de suerte que el contacto con la epidermis sugiere una sensación vital. Representa la propia visión de Blecher sobre el mundo exterior, una visión alucinante que, como él mismo dijo, quiere trasplantar a la literatura la tensión que se desprende de la pintura de Salvador Dalí.
Es una novela del paso de la infancia a la adolescencia, un proceso que lleva al protagonista a descubrir la esencia oculta de las cosas, acontecimientos y personas con los que se confronta y que le revelan un sentido nuevo del mundo que lo rodea.(...)
Propuesta musical para este libro
*Crédito del vídeo: Canal de YouTube Erik Satie
La obra que el lector está escuchando lleva por título Parade, y es una partitura escrita entre 1916 y 1917 por el compositor francés Erik Satie, que la compuso para el ballet homónimo. Parade se estrenó el 18 de mayo de 1917 en el Théâtre du Châtelet de París, y contó con la puesta en escena de Jean Cocteau, la coreografía de Sergei Diaghilev y Léonide Massine, el vestuario y decorados de Pablo Picasso, entre otras participaciones de renombre de las vanguardias artísticas.
Parece ser que la idea original del ballet surgió de Jean Cocteau, que al escuchar en un concierto Trois morceaux en forme de poire (Tres piezas en forma de pera), obra compuesta por Satie, se le ocurrió escribir un ballet tomando como referencia esas piezas musicales. Sin embargo, aunque al músico le gustó la idea de contribuir con su trabajo en un ballet, quiso aportar composiciones nuevas al proyecto, colaborando estrechamente con Cocteau en el asunto. De hecho, a ambos artistas les unía una conexión intelectual que venía de antes, ya que fueron dos de los miembros fundadores del llamado grupo de Los Seis, Les Six en francés del original, un colectivo de músicos que buscaban un nuevo lenguaje que se mostraba contrario al Impresionismo y Wagnerismo imperante en la esfera musical de principios del siglo XX.
He elegido Parade para acompañar la reseña de hoy, porque Erik Satie y Jean Cocteau fueron dos artistas que apoyaron el surrealismo, corriente de pensamiento en la que se basa Acontecimientos en la irrealidad inmediata de Max Blecher, la obra protagonista de la reseña de hoy.
Lo que Undine opina del libro
<La realidad no es lo mismo que la verdad —respondió el general—. La realidad son sólo detalles.> Sándor Márai (1900-1989)
Decía el escritor y artista multidisciplinar francés Jean Cocteau (1889-1963), que el genio en el arte consiste en saber hasta dónde podemos caminar demasiado lejos, un axioma que a mí me resulta del todo inspirador, porque encontrar verdadero talento en la esfera artística no es algo tan común como se podría pensar. De hecho, son contadas las mentes que han sabido aportar algo único sin caer en la vulgaridad, enriqueciendo de este modo los campos del pensamiento y alimentando el universo emocional. Y, pese a lo mucho que se debe a estos creadores, la gloria y el reconocimiento no siempre ha acompañado a todos, cayendo sus excelsas obras en el más injusto de los olvidos.
Fuente: Caleidoscopio del libros |
Muchos de mis lectores se preguntarán quién era Max Blecher, una vez más nos topamos en Lecturas de Undine con un escritor olvidado por los hados literarios de la Fortuna. Sin embargo, en este caso no resulta tan extraño que ello ocurriera, porque la idiosincrasia personal y sociocultural que envuelve la biografía de este hombre explica de alguna manera esta injusta negligencia.
Max Blecher (1909 -1938) fue un poeta y escritor rumano. Nacido en la ciudad de Botosani, situada en el norte de Moldavia, era hijo de un próspero comerciante judío en la Rumanía de entreguerras. Desde muy joven destacó intelectualmente. De hecho, a los diecinueve años ya había colaborado con publicaciones de Bucarest, y había iniciado sus estudios de medicina en París. Estamos hablando de la década de 1920, un momento de efervescencia cultural en general y especialmente en la capital francesa. Recordemos que en 1924 André Breton (1896-1966), el gran teórico francés del surrealismo, que es reconocido también por haber sido su fundador y principal exponente del movimiento, había publicado el Primer Manifiesto Surrealista. Y, en aquel texto, Bretón presentó una nuevo concepto: la escritura automática, una técnica que reivindicaba una manera de expresión sin barreras que aflorara del inconsciente, y que tomara distancia de la razón. Este tema se verá reflejado en el estilo de Blecher.
André Breton, 1924 (Fuente: Wikipedia) |
No obstante, sacó provecho de ello, porque durante la siguiente década y hasta su fallecimiento, acontecido el 31 de mayo de 1938, Max Blecher se dedicó a escribir y a contrastar impresiones con los grandes pensadores de la época. De ello da fe la correspondencia que mantuvo con eminentes escritores y filósofos del momento, entre los que se encuentran el poeta rumano Geo Bogza (1908-1993) el antes mencionado André Breton, el Premio Nobel francés André Gide (1869-1951) o el pensador y ensayista alemán Martin Heidegger (1889-1976), cuya figura es controvertida por su militancia en el partido nazi, entre otros nombres relevantes del momento.
Edición rumana de Corazones cicatrizados Fuente: Amazon |
Por otro lado, la presencia recurrente en sus trabajos de la enfermedad como un motivo importante, aunque carente de autocompasión, le ha valido por parte de la crítica ciertas comparaciones con la narrativa kafkiana. Blecher imagina para sus creaciones un universo regido por leyes en las que se confunden realidad y sueño, siendo equívoco distinguir las fronteras entre ambos mundos, cobrando autoridad el inconsciente. De tal modo que en ellas podemos imaginar paralelismos que lo asemejan intelectualmente a las estampas pictóricas del gran Salvador Dalí, mágicos y coloristas ensueños con una potente carga filosófica.
Así ocurre en Acontecimientos en la irrealidad inmediata, la obra protagonista de la reseña de hoy que comienza así:
<Cuando miro durante largo rato a un punto fijo en la pared, a veces, me ocurre que dejo de saber quién soy y donde me encuentro. Siento entonces, desde lejos, la ausencia de mi identidad, como si me hubiese convertido en una persona extraña por completo. Este personaje abstracto y mi persona real se disputan mi convicción con igual fuerza.>
¿Verdad que parece un pasaje escrito por Apollinaire o Kandinsky?
No obstante, no estamos ante un ensayo literario, sino ante un texto de carácter muy distinto, aunque es cierto que la obra explora ciertos campos del pensamiento que ahora paso a comentar.
Acontecimientos en la irrealidad inmediata narra la vida de un niño durante su primera infancia y en los años que comprenden su paso hacia la adolescencia, que vive en una ciudad de provincias rumana. El narrador, que es el propio protagonista ya adulto, relata ciertos recuerdos trascendentes para su vida, y que él considera fueron determinantes para conformar su futura personalidad.
El relato comienza con una escena de carácter alucinatorio, una muestra de los episodios que padece el protagonista periódicamente, debido a una grave enfermedad. Estas crisis son provocadas por estímulos sinestésicos recurrentes y sorpresivos. Lo inquietante del tema, es que estos desequilibrios psicosomáticos se los provocan lugares, olores o imágenes, que están ligados a su vida cotidiana, y despiertan en él sensaciones dolorosamente extrañas que no consigue controlar, de tal manera que lo mismo le sobrevienen mientras está tumbado en la cama, como cuando juega en el río con sus amigos, paseando por la ciudad, o tal vez cuando asiste a algún evento amistoso o familiar.
Jirafa ardiendo, Dalí (1936-1937) Fuente: Undine von Reinecke |
Por otro lado, las connotaciones implícitas en los sucesos relatados son de carácter terrenal y cercanas a cualquier individuo, aunque es cierto que el autor dota a todas ellas de cierto regusto metafísico de carácter peculiar. En ellas, Blecher trata temas que a toda persona competen, como son el sentido de la vida, el amor, el sexo, la muerte, la pérdida o la amistad. Créanme mis lectores si les digo que es imposible no entablar con el protagonista cierta complicidad, pese a las particularidades que posee el relato y la distancia que el lector pueda sentir con respecto a este. La historia rezuma humanidad, y queda implícito en los motivos que explora.
Durante la narración, que está contada de manera episódica, aunque no correlativa, el lector va adentrándose en la obra con ciertas reservas, que poco a poco va abandonando, para implicarse en ella sin prejuicio alguno, e introduciéndose en la historia con insaciable curiosidad. Los acontecimientos que se relatan, que están sacados de la cotidianidad, son estudiados por Blecher con la intención de responder a ciertas preguntas que ayuden a conocerse a sí mismo al protagonista, ¿quién es él y qué papel juega frente a su realidad? De este modo, en una especie de puzle narrativo, los lectores deben intentar encajar todas las piezas para hallar esa “verdad”, una realidad subjetiva y llena de elementos simbólicos, que nos transporta al universo fascinador, onírico y envolvente de Max Blecher.
El sueño, Dalí (19137) Fuente: Undine von Reinecke |
Max Blecher falleció a los veintiocho años en su Rumanía natal, demasiado pronto para adivinar hasta dónde podría haber llegado en el mundo literario. Acontecimientos en la irrealidad inmediata es considerada como su obra magna y merece conocerse como tal. El texto estuvo condenado al ostracismo debido a los cánones estéticos de la época en que apareció y por los prejuicios políticos del momento. Publicada por vez primera en 1936 con el título original Întâmplări din irealitatea imediată por la editorial Vremea, sf. de Bucarest, la novela fue ninguneada en primer lugar por los nazis, para seguidamente ser condenada al olvido por el régimen comunista de posguerra. Empero, en las últimas décadas del siglo XX conoció una nueva vida, y hoy, gracias a la editorial Caleidoscopio de libros, el lector español puede entrar en contacto con la obra de un escritor comprometido que, mientras jugaba con el mundo de las emociones y la materialidad, encontró el camino hacia la eternidad.
<El que no se siente de verdad perdido se pierde inexorablemente; es decir, no se encuentra jamás, no topa nunca con la propia realidad.> José Ortega y Gasset (1883-1955)
Undine von Reinecke ♪
El autor por la Editorial
Fuente: Caleidoscopio de Libros |
Novelista y poeta, su literatura es eminentemente surrealista, en cuya corriente se integró, y mantuvo correspondencia con André Breton, quien elogió su libro de poemas Cuerpo transparente y le publicó unos poemas en francés en su revista.
Aun cuando su debut literario fue recibido con entusiasmo, entre otros, por Eugène Ionesco, no fue lo suficientemente valorado hasta hace bien poco. Primero, su condición de judío lo condenaba casi al ostracismo en una época trágica; segundo, durante los años del poder comunista, el surrealismo era duramente combatido por el sistema. Es un escritor «maldito» dentro de la literatura rumana.
¡Hola! Parece que puede ser una historia muy impactante por todo esos episodios que cuentas pero no tengo muy claro que vaya a leerla en algún momento. Un besote :)
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarBuenas tardes, Marya.
EliminarNo debe asustarte el género al que pertenece esta obra, una lectora cómo tú estoy segura que disfrutaría leyendo a Blecher. Si te animas con el libro no dejes de comentarme tus impresiones.
Muchas gracias por pasar a comentar!!
Buenos días, Undine.
ResponderEliminarQué cierto es que los extremos se tocan, primero censurada por los nazis y luego, por los comunistas.
Leí en mis años muy jóvenes el Manifiesto surrealista de Breton y también Los campos magnéticos de Breton y Soupault. Como ves, fue una época muy loca de mi vida. Tenía diecisiete años era así de rara, menos mal que encontré un grupo de amigos tan raros como yo.
Muy posteriormente leí En busca del tiempo perdido tomándome mi tiempo, pero sin perderlo mucho. Entre 1998 y 2002 leí los siete tomos. El jardín de los Finzi Contini lo he leído dos veces y me resulta fascinante.
Bueno, todo este rollo para terminar diciendo que, en cambio, a Max Blecher no lo conocía de nada y que me ha conmovido su terrible enfermedad y su temprana muerte. No sé si ahora en un momento bueno para que el surrealismo y yo volvamos a encontrarnos. Mucha nostalgia, muchos recuerdos, pero anoto el libro por si venzo mis demonios y me decido.
Un beso.
Querida Rosa.
EliminarTú debiste ser una adolescente muy interesante. Todo lo que cuentas en tu comentario da fe de ello, porque tus intereses eran profundos. Me hace especial ilusión que hayas leído varias veces El jardín de los Finzi Contini, porque adoro esta novela desde que la descubrí. De hecho, me gustó tanto que me da miedo reseñarla y no escribir un texto a la altura de la novela.
Por otro lado, te animo a que leas a Max Blecher, Acontecimientos en la irrealidad inmediata es muy accesible y estoy segura que tú lo disfrutarías un montón.
Un abrazo, y gracias por pasar a leerme!!
Buenas tardes Undine, no sé si en estos momentos estoy preparada para una lectura que imagino compleja, por ese simbolismo que señalas, aunque siempre me despiertan interés y curiosidad los libros que reseñas. Me lo llevo apuntado para más adelante. Un abrazo.
ResponderEliminarBuenas tardes, Mar.
EliminarNo debe asustarte este título, su lectura es perfectamente accesible. Quizá los primeros pasajes puedan parecer un poco complejos, pero una vez superados la novela fluye sin dificultad, y merece la pena ese pequeño esfuerzo. Así lo he vivido yo.
Un abrazo, y gracias por la visita!!
Hola Undine, pues la verdad es que no me atrae mucho esta obra que nos traes en esta ocasión. No soy muy de novelas intimistas, ya lo sabes, pero esta además es extraña y compleja y mi mente no está ahora por esos derroteros. Pero es un alivio pasar por tu casa y no llevarme el libro, como casi siempre, jeje...
ResponderEliminarUn besazo
Buenas tardes, Nitocris.
EliminarNadie mejor que tú para saber lo que necesitas leer en cada momento. Yo también me rijo por esa ley, y entiendo tus palabras. No obstante, si alguna vez te cruzas con este libro te animo a que le des una oportunidad.
Un abrazo, y gracias por pasar a comentar!!
¡Hola! Interesante libro, aunque no creo que esté hecho para mi, así que por ahora lo dejaré pasar. Pero me ha gustado mucho tu entrada :)
ResponderEliminarBuenas tardes, Likur.
EliminarAgradezco tus amables palabras, y que hayas pasado a leerme. Te animo a que des una oportunidad a Max Blecher en el futuro.
Un saludo.
Querida Undine:
ResponderEliminarLa historia en torno al libro y también de su autor es apasionante. Pero el libro en sí lo veo demasiado complicado para mí, casi me he perdido incluso leyendo la reseña, pero no porque lo cuentes tú raro sino poque ahora mismo las neuronas no me dan. Por cierto, con lo del talento estoy muy de acuerdo, y lo triste es ver cómo triunfa tanta gente sin talento ninguno, y otros que se llevan más gloria de la que les corresponde porque tampoco son para tanto sino que el marketing les ha funcionado mejor que bien, y no vamos a dar nombres.
Besitos y nos "vemos" mañana
Querida Norah.
EliminarEntiendo muy bien lo que comentas, hay momento en la vida en los que apetece y se necesita leer determinadas cosas. La cotidianidad nos va marcando el pulso...
Con respecto a la justicia e injusticia de la vida, es más sano no prestar al tema demasiada atención, porque es evidente que lo que ocurre. Sin embargo, me gusta ir por la vida con los ojos abiertos para descubrir la excelencia solapada. Sé que a ti te ocurre igual.
Un abrazo, y muchas gracias por pasar a leerme!!
Pues creo que esta vez no es lectura para mí, pero gracias por descubrírmela y por tu grandísima reseña. Ahora mismo necesito lecturas más sencillas.
ResponderEliminarBesotes!!!
Buenos días, Margari.
EliminarLo entiendo perfectamente, a estas alturas del año apetecen lecturas más ligeras. No obstante, no te olvides de esta obra porque es fantástica.
Un abrazo, y gracias por pasar a leerme!!