RESEÑA: LLUVIA, WILLIAM SOMERSET MAUGHAM

Fuente: Undine von Reinecke

Ficha Técnica

Traductor: Carlos Mayor

Colección: Pequeños placeres

Número de la colección: 34

Número de edición: 1ª

Fecha de publicación: febrero del 2025

ISBN: 9788412579468

Formato: 11,5 x 18 cm

Páginas: 96

Encuadernación: rústica con solapas

PVP: 15.00 €


Sinopsis de la Editorial

Debido a una epidemia de sarampión, dos matrimonios que viajan en barco —los Macphail y los Davidson— deciden desembarcar y quedarse en una isla del Pacífico llamada Pago Pago. Pero allí solo hay una pensión, donde coinciden con la señorita Thompson, que trabaja como prostituta. Eso escandaliza a los Davidson, que son misioneros. En un ambiente opresivo dominado por una lluvia incesante, el señor Davidson se propondrá hacer volver al rebaño a esa oveja descarriada, sin ni imaginar que eso desencadenará un pulso entre dos caracteres totalmente opuestos.


Propuesta musical para este libro

Stormy Weather - Ethel Waters (1933)

Crédito del vídeo: Canal de YouTube Nathaniel Jordon

El tema que el lector está escuchando el Stormy Weather, una canción escrita en 1933 por Harold Arlen (1905-1986) y Ted Koehler (1894-1973), que popularizó originalmente la cantante Ethel Waters (1896-1977). Stormy Weather se escuchó por primera vez en el Cotton Club de Harlem, Nueva York, que era la sala donde trabajaba la artista. Ese mismo año, Waters la grabó con la Orquesta de los Hermanos Dorsey para el sello discográfico Brunswick Records. La canción se hizo muy famosa, escuchándose en los teatros de las ciudades más importantes de los Estados Unidos, ya que formaba parte de la revista The Cotton Club Parade. De hecho, el éxito del tema fue tal, que el musical cambió su título por el de Stormy Weather Revue. Por ese motivo, esta canción ha sido versionada y grabada por muchas celebridades del mundo musical, entre ellas, Frank Sinatra y Billie Holiday.

He elegido Stormy Weather para acompañar la reseña de hoy, porque su clima va acorde con la novela de William Somerset Maugham. Por otro lado, la canción es contemporánea a la primera adaptación cinematográfica de Lluvia, y escenifica estupendamente el mundo glamuroso y de entre bambalinas en el que se movió su autor.


Lo que Undine piensa del libro


<Toda reforma fue en un tiempo simple opinión particular.> Emerson (1803-1882)


Decía el dramaturgo español Jacinto Benavente (1866-1954), que los dictadores pueden reformar las leyes, pero no las costumbres. Y esta aseveración, que alude al libre albedrío del individuo, se ha demostrado a lo largo de la historia a través de los diferentes sucesos y civilizaciones. Uno de los fenómenos socioculturales que siempre me han interesado a este respecto es la época colonial. Me refiero a ese periodo de tiempo en el que potencias extranjeras, supuestamente más fuertes y desarrolladas, obligaban a seguir sus leyes, sistemas económicos, creencias religiosas y aquellas costumbres que éstas consideraban más civilizadas, sobre los pueblos que eran objeto de su invasión. Partiendo de la base de que cada época posee sus circunstancias y explicación, los ejemplos del choque entre culturas han sido a lo largo de los siglos una fuente inagotable de inspiración para literatos, que fijaban su mirada en historias perturbadoramente reales como fondo conceptual o argumental de sus narraciones.

De este modo, autores como los españoles Vicente Blasco Ibañez (1867-1928) y Luis de Oteyza (1883-1961), el portugués Wenceslau de Moraes (1854-1929), el francés Pierre Lotti (1850-1923), o los británicos George Orwell (1903-1950) o E. M. Forster (1879-1970), han dejado sendas opiniones de lo que fue su experiencia en el mundo colonial, un fenómeno que poco a poco iba llegando a su fin.

W. S. Maugham, Tucker Collection -
New York Public Library Archives (Fuente: Wikipedia)

Otro de los escritores que vivieron de cerca cómo llegaba el ocaso colonial fue William Somerset Maugham (1874-1965), un autor cuya circunstancia de vida y gran popularidad le llevaron a dejar a lo largo de su dilatada carrera un número considerable de obras, entre cuentos y novelas, muchos de ellos ubicados en las colonias británicas. De todo ello hablé años atrás, cuando reseñé Una villa en Florencia y La carta, dos estupendas nouvelles publicadas por Ediciones Invisibles en 2021 y 2022, respectivamente. En aquellas publicaciones, hablé sobre la apasionante vida del escritor, quien llegó a ser uno de los autores mejor pagados de la década de 1930, llevándose muchas de sus obras a la Gran Pantalla, de su formación como médico, carrera que abandonó en favor de la literatura, y de su relación con el gobierno inglés, para quien hizo labores de espionaje. W. S. Maugham vivió en una época tan apasionante de cambios, no exenta de tremendos desastres –vivió de lleno las dos guerras mundiales–, que le llevó a viajar por el mundo recabando información para el ejecutivo de su nación. Y mientras ejercía como agente allén de los mares, también fijaba su mirada en determinados aspectos socioculturales con los que nutrir su despampanante chispa de novelista.

Fuente: Undine von Reinecke

Fue así cómo nació Lluvia, el último relato de William Somerset Maugham publicado por Ediciones Invisibles, que, al igual que ocurrió con Una villa en Florencia y La carta, cuenta con la magnífica traducción de Carlos Mayor.


Lluvia comienza así:


<Era casi la hora de acostarse y cuando se despertaran a la mañana siguiente ya avistarían tierra. El doctor Macphail encendió la pipa y, apoyándose en la barandilla, escudriñó el cielo en busca de la Cruz del Sur.>


Lluvia narra la historia del doctor Macphail, un médico que ha pasado los dos últimos años en uno de los frentes de la Gran Guerra, y que ha sido destinado para ejercer su profesión a Apia, una isla del Pacífico, donde residirá durante doce meses junto a su esposa. En el barco en el que viajan coinciden con otro matrimonio con el que han entablado una cierta relación de amistad. Se trata de los señores Davidson, una pareja de misioneros que llevan algún tiempo ejerciendo sus labores reformistas en aquella región, donde han acumulado no poca influencia y poder. 

Así las cosas, la embarcación en la que viajan debe hacer un alto en la isla de Pago Pago para que desembarquen algunos viajeros, cuando de pronto, una noticia perturba los planes de los dos matrimonios. Se ha declarado una epidemia de sarampión, y los viajeros deben guardar cuarentena antes de continuar rumbo a Apia. Por otro lado, la lluvia asola la isla incesantemente, arremetiendo sobre sus habitantes y los edificios, dejando las calles inhabitables. En ese lugar en estado inhóspito deben refugiarse los cuatro viajeros del barco, encontrando refugio en el comercio del señor Horn, un mestizo de procedencia americana, que alquila habitaciones desvencijadas y con pocas comodidades. Sin embargo, ese no es el mayor inconveniente. Lo peor es que deben convivir con otra pasajera del barco de apariencia vulgar y cuestionable reputación. ¿Quién será esa mujer que inquieta a las damas y despierta todas las alarmas del señor Davidson?

Edición en inglés de 1921 (Fuente: Wikipedia)

Lluvia es un apasionante, oscuro e inquietante relato, publicado originalmente con el título Miss Thompson, en el número de abril de 1921 de la revista literaria estadounidense The Smart Set. Más tarde, ese mismo año, la editorial neoyorquina  George H. Doran Company la incluyó en la antología El temblor de una hoja (The Trembling of a Leaf), una colección de cuentos del autor ambientados en las islas del Pacífico Sur.

Más allá del interés que pueda tener esta historia, que arremete de lleno con determinados aspectos del mundo colonial y sus consecuencias, lo verdaderamente fascinante es el origen de su creación. Me refiero a de dónde sacó el escritor la inspiración para escribir esta historia tan trémula y subyugante, en la que abundan los claroscuros.

Al parecer, en diciembre de 1916, viajando Maugham por el Pacífico junto a su compañero y secretario Gerald Haxton, quisieron visitar la ciudad de Pago Pago, capital de la Samoa Americana, cuando fueron retenidos allí debido a una cuarentena por enfermedad. El escritor iba a bordo del vapor Sonoma, y en él viajaban también un médico y misionero, acompañado por su esposa, y una tal señorita Thompson, todos ellos sirvieron a Maugham como modelos para su narración.

El autor, conocido por su ojo avispado para sacar jugo de cualquier situación, supo ver que aquellas gentes y el lugar donde atracaron accidentalmente, eran un motivo argumental muy interesante, utilizándolos maquiavélicamente dentro de su narración.

Edición en inglés Ed. Mutual Pub Co (1985)
Fuente: Amazon

Me explico, la historia de Pago Pago es accidentada desde el comienzo de su colonización. De hecho, desde que los europeos descubrieron en el siglo XVIII Tutuila, la isla a la que pertenece Pago Pago, conoció diferentes altercados mantenidos entre nativos y expedicionarios occidentales, a quienes los samoanos acusaron de barbarie. Más tarde, la Sociedad Misionera de Londres se ocupó de su evangelización, siendo cristianizada en la década de 1830, con las consecuentes restricciones de costumbres ancestrales nativas, que afectaban, no sólo a sus ritos, sino también a su forma de vida. Algunas décadas después, la iglesia congregacionalista samoana se convirtió en la primera iglesia independiente indígena del Pacífico Sur.

En lo tocante a administración, Samoa fue un punto estratégico codiciado por diferentes naciones. De hecho, Estados Unidos y Alemania se la disputaron en diferentes momentos del siglo XIX, arreglándose el asunto en 1899, cuando las dos naciones se repartieron el archipiélago Samoano, quedando Pago Pago al cargo de los americanos.

Para este cuadro sociopolítico tan peculiar, Maugham ideó una historia perfectamente plausible, que ubicó en un momento preocupante para Pago Pago, debido a la cuarentena por enfermedad, y que se veía acentuado por la inclemencia atmosférica que muy frecuentemente asola el lugar.

Y ese es otro aspecto importante de este relato, porque el escritor aprovechó el accidente atmosférico que habitualmente se da en el puerto de Pago Pago, la continua y alta pluviosidad, para crear una ambientación tormentosa y magnífica para la historia que deseaba contar.

De este modo, en una narración que no llega a las cien páginas, Maugham construyó un relato potente, duro, audaz y muy interesante, en el que pone bajo el microscopio ciertos aspectos del antes mencionado mundo colonial que iba en declive, y el papel de los curios individuos que lo protagonizaron. 

En este sentido, Lluvia posee una galería de secundarios interesantes, formada por habitantes nativos, marineros americanos, sus gobernantes, viajeros occidentales y la población mestiza habitual derivada de la situación, que sirven como marco perfecto para la historia principal. A saber, la lucha encarnizada entre un misionero reformista perteneciente a la iglesia evangélica, personaje insufriblemente cáustico al igual que su esposa, y una mujer de mala vida, que era una figura habitual en aquellos lares. Prepárense mis lectores a disfrutar del truculento combate.

En otro sentido, otro punto destacable de Lluvia es su estilo narrativo. La obra es relatada desde el punto de vista de uno de los protagonistas. Me refiero al doctor Macphail que, desde mi punto de vista, es el alter ego del autor, y que es el individuo con el comienza la historia. De sus comentarios y observaciones, el lector irá sacando sus propias conclusiones. Y hay que estar atentos a cada frase, porque el texto es muy sutil y esconde mucho más de lo que aparentemente quiere contar. Eso es la marca de la casa, y algo que justifica el tremendo éxito de William Somerset Maugham.

Tan apasionante, perturbadora e interesante es esta historia, poseedora de un asombroso y potente final, que fue llevada a los escenarios de Broadway y a la ópera (Richard Owen,1997) varias veces, siendo adaptada a la Gran Pantalla en múltiples ocasiones también. A destacar la protagonizada por la maravillosa Gloria Swanson en 1928, y las que lideraron Joan Crawford (Rain) y Rita Hayworth (Miss SadieThompson) en 1932 y 1953, respectivamente. 

Rain [DVD] [2003] by Joan Crawford
Fuente: Amazon

Yo he disfrutado de estas dos últimas adaptaciones antes de escribir esta entrada, y debo confesar que me decanto por la de Joan Crawford. Su cautivadora y sofisticada estética, su magnífica fotografía en blanco y negro, su adecuada musicalización, el cuidado vestuario y, principalmente, la magnífica interpretación de los actores, sin hablar de la casi perfecta fidelidad al texto, me han llevado a pensar que Rain es con diferencia la mejor adaptación. Prueba de ello es el fracaso de público y crítica que supuso en el momento original de su estreno. La sociedad americana no estaba preparada para un tema tan duro, que consideraba escandaloso y ofensivo. Quizá por ese motivo, la versión encabezada por Rita Hayworth dos décadas más tarde suavizara algunos aspectos conceptuales, más acordes con la estética hollywoodiense en la década de 1950, aunque mucho más gráfica en determinadas escenas.

Y hasta aquí me permito contar de Lluvia, un relato soberbio, sofisticado y colorido, que atrapa desde la primera línea y se lee de un decir amén. Los credos, las bajezas, la hipocresía y los prejuicios del individuo, salen a la palestra para mantener una lucha a muerte en el ring.

 

<Nada necesita tanto una reforma como las costumbres ajenas.> Mark Twain (1835-1910)


Undine von Reinecke ♪


El autor por la Editorial

Fuente: Ediciones Invisibles

William Somerset Maugham

(París, 1874 – Cap Ferrat, Niza, 1965)

Nacido en Francia por un azar familiar, Somerset Maugham es uno de los escritores más relevantes y prólificos de la narrativa inglesa de la primera mitad del siglo XX. Huérfano de madre y padre desde muy joven, estudió en el King ‘s School de Canterbury, donde sufrió acoso por parte de compañeros que se burlaban de su escasa estatura y de su tartamudez. En 1897 comenzó una prolífica carrera literaria —que comprende narrativa, teatro, ensayo o crítica—, que compaginó con trabajos tan curiosos como el de espía para los servicios secretos británicos o el de guionista de Hollywood.

Supo reflejar como nadie el fin del Imperio británico y relató los últimos días del colonialismo en la India, el Sudeste Asiático, China y el Pacífico.

 

Comentarios

  1. Buenos días, Undine.
    Hace tiempo mi lista de lecturas se alimentaba de las novelas que daban origen a las películas que veía. Entonces iba muchísimo al cine y no había blogs. Leí El filo de la navaja y El velo pintado.
    Me atrae muchísimo esta historia y saber qué pasa en esa situación. Porque sí, las inclemencias del tiempo no se han inventado ahora. Y el choque cultural puede dar mucho juego en manos de escritores hábiles como este.
    Desconozco la razón por la que en las bibliotecas de mi ciudad no suelen tener apenas libros de esta colección que parece que nunca va a tener un título malo o regular.
    Me apunto como siempre las pelis también.
    Besotes y feliz semana viajera

    ResponderEliminar
  2. Buenos día, Undine.
    Tan solo he leído del autor El filo de la navaja y también he disfrutado de su adaptación al cine protagonizada por Tyrone Power y Gene Tierney. Hace tiempo que tengo en mi lista las dos novelas que mencionas por algunas reseñas, entre ellas las tuyas. La carta es una película que recuerdo con gran placer. Bette Davies es una de mis actrices favoritas de todos los tiempos. A ver si por fin, me animo con alguna de esas novelas a las que ahora se une Lluvia que también me atrae mucho. la vida del autor también resulta bastante fascinante con su faceta de espía y demás. Un placer tu reseña. Como siempre, por otra parte.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  3. Hola Undine, pues parece muy interesante tu propuesta. No he leído nada de este autor y si dices que es muy finita puede ser una buena idea comenzar con él. Lo malo es que acumulamos listas y listas de libros y al final muchos caen en el olvido.
    Un besazo

    ResponderEliminar
  4. ¡Hola! Me gusta que se adentre en esas partes más complicadas del ser humano como la hipocresía, así que es un libro que no me importaría leer. Un besote :)

    ResponderEliminar
  5. La carta la leí el año pasado y me gustó mucho. Tenía apuntada Una villa en Florencia, pero desconocía esta obra y ahora me has dejado con ganas de leer esta historia y descubrir ese potente final. Además, esta editorial me tiene ganada... Y qué maravilla de elección musical!
    Besotes!!!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

ENTRADAS POPULARES EN LECTURAS DE UNDINE

RESEÑA: "El GATOPARDO", GIUSEPPE TOMASI DI LAMPEDUSA

RESEÑA: EL BAILE, IRÈNE NÉMIROVSKY

RESEÑA: "EL CASCANUECES Y EL REY DE LOS RATONES", E. T. A. HOFFMANN

RESEÑA: CARTA DE UNA DESCONOCIDA, STEFAN ZWEIG

RESEÑA. "LOS TREINTA Y NUEVE ESCALONES", JOHN BUCHAN